¿Un antiquísimo juego de mesa? ¿Un conjuro? ¿Un poema? ¿Una farsa...? Son muchas las conjeturas que se han lanzado en torno al Disco de Festos. Hay quien, incluso, lo ha interpretado como una música, una especie de himno o canción sagrada. Un experto, Gareth Owens, es quien contempla esta posibilidad, si bien centra más su hipótesis en que se trata de una oración a la Diosa Madre. Sea como fuere, lo que sí es cierto es que el texto inscrito en el Disco de Festos repite constantemente un patrón; es decir, se puede extraer de su lectura un "ritmo". Fascinante, ¿no...?

Pues bien, basándome en la sorprendente hipótesis que sostiene que el famoso Disco de Festos contiene una melodía, he realizado un pequeño experimento, solo por curiosidad, por pura diversión: he asignado un sonido a cada uno de los diferentes pictogramas del anverso del Disco. He establecido como punto de partida la nota "La" (escala menor) y conforme me he ido encontrando pictogramas diferentes, he ido asignando notas alteradas de la escala cromática. En fin, es solo un juego... Y este es el resultado. © de la melodía: Ángel Román Ramírez (2012).

Figurilla de mármol perteneciente a una tumba de la Isla de Keros, en las Cícladas (Mar Egeo, ca. 2300 a.C). La época cicládica data entre los milenios III - II antes de Cristo y sus figurillas fueron muy apreciadas por las élites cretenses. El último período, al que pertenece este aedo (poeta-cantor), coincide con el esplendor de la talasocracia micénica.

Figurilla de bronce perteneciente al geométrico cretense. Aedo con phórminx. Herakleion, Creta.