El director científico del Consorcio, Miguel Alba, señala que Mérida es un caso único en la Península Ibérica, ya que en muchas zonas de la ciudad la antigua red de saneamiento romana aún permanece en uso. Así ocurre en el Teatro y el Anfiteatro, donde se ha llevado a cabo una intervención para limpiar estas conducciones, que aún sirven de desagüe de aguas de lluvia.
Sin embargo, no se sabía que en la calle Oviedo se encontraba esta cloaca, y menos aún que siguiera en uso. El descubrimiento se produjo casi por casualidad, cuando trabajadores del Consorcio tuvieron conocimiento de que la empresa encargada del servicio del agua había abierto una zanja para reparar una avería (lo correcto sería que se avisara antes para evitar posibles daños al patrimonio).
Según explica Alba, al levantar la calzada se apreció un registro (como en la red actual, un punto de acceso a las tuberías) que conecta con una conducción situada a cuatro o cinco metros de profundidad.
El director del Consorcio señala que se sabía que en esta zona había una calzada, y que bajo la calzada se encontraban las cloacas, pero no que existiera este registro (elaborado con cal), ni tampoco que la red aún estuviera en uso para evacuar aguas pluviales o de acuíferos.
También indica que es la primera vez que se descubre un registro romano, construido para dar salida al aire y evitar roturas por presión o para permitir el acceso para realizar reparaciones, tal y como se hacía con los acueductos.
A finales del siglo XIX se hizo un estudio de las cloacas para que volvieran a ser utilizadas y suprimir así los pozos ciegos que proliferaban por la ciudad. Esto permitió que se recuperara la red, lo que condicionó la distribución de las calles en los sucesivos ensanches. De esa forma, Mérida recuperó la retícula tradicional basada en vías paralelas y perpendiculares.
El descubrimiento será documentado e incorporado a los mapas de la ciudad. Y también servirá para estar más atentos en el futuro ante nuevas obras en la zona.
Sillar en el foro
Junto a esto, el Consorcio ha descubierto recientemente un sillar de grandes proporciones en una obra en la calle Alonso Zamora Vicente, junto al Templo de Diana y el Foro de la Colonia.
Alba apunta que este hallazgo permite confirmar la hipótesis de que junto al foro romano se encontraba un edificio, que tendría este sillar como punto de apoyo. Asimismo, también se ha podido corroborar la anchura del cardo máximo, que pasaba por este punto y conectaba con el Arco de Trajano.