Imagen de archivo de las antiguas excavaciones fenicias en la comarca de la Axarquía.

Fuente: laopiniondemalaga.es | Fran Extremera | 24 de noviembre de 2014

Dos culturas dispares como tartessos y fenicios convivieron en el actual término municipal de Vélez Málaga, donde durante más de 75 años mantuvieron vigente un acuerdo en cuanto al reparto de los territorios. Los nuevos pobladores llegados desde Tiro se establecieron en el Morro de Mezquitilla, en Algarrobo, y durante ese periodo –hace más de 2.500 años– en ningún momento se atrevieron a pisar los territorios que eran habitados por los tartesios.

Estas conclusiones se acaban de presentar en la Universidad Complutense de Madrid por técnicos del Ayuntamiento de Vélez Málaga, justo cuando se cumple medio siglo de aquellas primeras investigaciones arqueológicas fenicias que el Instituto Arqueológico Alemán de la capital de España impulsó en Los Toscanos (Almayate), la desembocadura del río Vélez y el entorno del casco histórico de Algarrobo. «Hemos clasificado en estos dos últimos años restos localizados en la Fortaleza-Alcazaba, en pleno casco histórico de Vélez Málaga, que certifican la presencia tartésica y fenicia», asegura el arqueólogo municipal Emilio Martín Córdoba  (izquierda).

Estas conclusiones ya han empezado a mover los cimientos de las teorías científicas sobre el origen del término veleño. De hecho, parte del material analizado servirá para constituir, en el nuevo Museo de la Ciudad –un proyecto que el Consistorio veleño impulsa en el antiguo Hospital de San Juan de Dios–, unas nuevas recreaciones de esos espacios urbanos herederos de los asentamientos prehistóricos. Grandes ilustraciones en paneles y maquetas con núcleos industriales y necrópolis le otorgarán al visitante la posibilidad de observar de cerca la «gran ensenada marítima que se adentraba hasta el actual casco histórico de Vélez».

Martín Córdoba remarca que la actual desembocadura del principal río veleño tenía un aspecto bien distinto hasta hace 600 años. «Los barcos llegaban, por ejemplo, al asentamiento de Los Toscanos, que sabemos que se localiza a un kilómetro de la actual primera línea de playa». No existían como territorios zonas actuales como Almayate Bajo, Torre del Mar o Caleta de Vélez.

Los expertos, como explica el concejal de Cultura, José Antonio Fortes (PP), apuntan que en los últimos 700 años, mediante la implantación de la vid, «generaron una gran deforestación que con los temporales y lluvias torrenciales terminaron por generar extensas áreas de tierra, de material sedimentario en las desembocaduras de los ríos». De esta manera, solo cuatro o cinco metros bastan en las excavaciones para localizar ciudades que tienen origen fenicio o con presencia tartesia en esta parte de la Costa del Sol.

Emilio Martín Córdoba remarca que, al ser una ciudad periférica para la cultura tartésica y por la enorme importancia que tienen los restos fenicios localizados en Vélez Málaga, la Axarquía adquiere una importancia fundamental en el análisis de las primeras civilizaciones del mar Mediterráneo. El departamento de Patrimonio Histórico, en este sentido, ha empezado a inventariar durante este mismo año «casas fenicias localizadas en la Alcazaba de Vélez, como fruto al trabajo iniciado hace ahora poco más de un año».

José Antonio Fortes argumenta que la «puesta en valor» del entorno de la propia Alcazaba-Fortaleza de Vélez (derecha),  con la reconstrucción de la antigua muralla y hasta la construcción de un centro de interpretación, sumada a la creación del nuevo gran Museo de la Ciudad, constituyen una apuesta histórica por rescatar el patrimonio de la capital de la Axarquía. «Hemos podido certificar que ya había un asentamiento en la Fortaleza durante el Calcolítico. Pero además estamos contextualizando restos más recientes y nuestros expertos remarcan cómo desde la época fenicia ya existían conflictos territoriales que se prolongaron hasta la época medieval, de ahí que se asentaran en ese lugar, estratégico por dominar toda la desembocadura el río Vélez», concluye el delegado municipal veleño de Cultura.