Fuente: EL COMERCIO | María Lastra | 14 de febrero de 2013

Dos grandes torres simulan la entrada a un antiguo pueblo ibérico, junto a la reproducción de la Gran Dama Oferente del Cerro de los Santos (Albacete). Su descubrimiento, junto al de la Dama de Elche en 1987, despertó en toda Europa el interés por la cultura ibérica. Así da comienzo la muestra 'Íberos. Nuestra civilización antes de Roma', que desde ayer, y hasta el próximo 3 de abril, puede verse en la cubierta de Renfe, en la losa.

Esta es la 38 exposición que la Obra Social de La Caixa inaugura en Oviedo. El teniente de alcalde, Jaime Reinares, apostó por mantener desde el Ayuntamiento «la línea de colaboración entre lo público y lo privado, algo que toca en estos días». Por su parte, Jorge Gutiérrez, delegado general de La Caixa en Castilla y León y Asturias, aseguró que «así ponemos al alcance de todos los ciudadanos la cultura».

La historia de los íberos se inició a finales del siglo VI a.C. con la aparición de una aristocracia de príncipes guerreros que habitaron la costa mediterránea y la zona meridional de la Península Ibérica, desde Andalucía hasta el sureste de Francia. Construyeron ciudades y santuarios, impulsaron el comercio y la escritura, y generaron formas artísticas propias. Dicha cultura finalizó en el siglo I a.C., absorbida por el poder político y cultural de Roma, y ahora esta exposición «la pone en valor». Una proyección audiovisual permite descubrir su contexto geográfico y cronológico, el punto de partida para exhibir «el resto de su universo».

Los que la visiten conocerán el día a día de los íberos a través de reproducciones de obras de arte, maquetas, proyecciones audiovisuales, fotografías o grabados, que reflejarán su vida cotidiana, sus relaciones con fenicios y griegos, la importancia de la agricultura y el comercio, o los misterios que envuelven la desaparición de la lengua ibérica. En definitiva, «qué somos y de dónde venimos», destacó Lluis Reverter, secretario general de la Fundación La Caixa.

Para Reverter, la íbera «es una de las civilizaciones más relevantes del Mediterráneo antiguo, y los que acudan a la muestra podrán conocerla desde dentro». Es posible, por ejemplo, gracias a la reproducción a tamaño real de una vivienda ibérica, una casa de planta rectangular, construida con adobes y cubierta con techo plano. La exposición también presenta algunas maquetas de construcciones especializadas como palacios y templos, edificios que respondían a las necesidades sociales y religiosas de la vida colectiva.

Todos los rasgos fundamentales de la cultura ibérica quedan al descubierto con esta muestra, que nació en el año 1997 del proyecto 'Los iberos, príncipes de Occidente', y que ahora se reinventa con la voluntad de mostrar una visión actualizada del mundo ibérico.

Muestra. La exposición refleja la vida de los íberos a través de seis ámbitos: el contexto histórico, la organización militar y las formas de gobierno, la vida cotidiana, la escritura y el comercio, el urbanismo y la arquitectura, y la religión y el mundo funerario.