Red social de Arqueologos e Historiadores
Esta exposición itinerante pretende dar a conocer el rico patrimonio cultural asociado a la prehistoria de Menorca.
A través de piezas originales, fotos y material audiovisual, el recorrido se adentra por los paisajes arqueológicos de Menorca, desde la monumentalidad del Calcolítico, hasta las edades de Bronce y Hierro. Presenta 40 yacimientos asociados a la vida espiritualidad y los rituales funerarios de la época.
La muestra permite al visitante conocer las características y la evolución de la arquitectura y la sociedad de las gentes que ocuparon el territorio de la actual Menorca durante la prehistoria. En definitiva, unas arquitecturas que transmiten la gradual complejidad social de estos pueblos a través de sus ritos funerarios, sus sistemas de creencias y el proceso de ocupación del territorio.
Este rico patrimonio menorquín corresponde a la época que, en términos generales, se ha denominado cultura talayótica, cuyo nombre procede de los talayotes, que son las construcciones más emblemáticas y abundantes de la prehistoria balear.
Se trata de un ejemplo único de densidad de construcciones, cultural material y testimonios diversos en un territorio reducido del Mediterráneo occidental. Un conjunto arqueológico de valor universal excepcional por el uso de la técnica constructiva ciclópea, por su autenticidad, exclusividad, originalidad y singularidad en el marco cronológico en el que se desarrolla y que es testimonio único de una sociedad prehistórica mediterránea insular.
Ibiza y Menorca tienen mucho más en común, culturalmente hablando, de lo que podría parecer. La exposición ´Arquitectura Talayótica en la prehistoria de Menorca´ muestra la presencia de cerámica y otras piezas fabricadas en las Pitiüses en la época púnica halladas entre los restos arqueológicos de talayots, naus y taulas en Menorca.
Descubrir la conexión que existió entre Ibiza y Menorca antes de que nos separaran las escasas (y caras) conexiones aéreas y marítimas es uno de los alicientes de exposición ´Arquitectura talayótica en la prehistoria de Menorca´, que se exhibe desde ayer en el Museo de Puig de Molins.
En ella se descubre que la mitad de la cerámica –sobre todo ánforas– descubierta en los yacimientos arqueológicos menorquines procede de Ibiza y que también se han hallado otros elementos procedentes de la cultura ebusitana, como un collar de cuentas de pasta de vidrio que se puede ver también en la muestra. La presencia de representaciones de la diosa Tanit en piezas encontradas en Menorca subraya también la conexión cultural entre las dos islas.
El conseller de Cultura de Menorca, Miguel Àngel Maria, corroboró ayer en la presentación de la muestra que la separación entre Menorca y las Pitiüses no solo es un tópico sino un hecho fomentado «por un transporte público insuficiente que en la práctica aleja a la sociedad de las islas». Frente a esa realidad «la cultura se presenta como un ámbito propicio para acercarnos y conocernos más los unos a los otros», subrayó Maria, que recordó que el origen de esta exposición está en el trabajo que están haciendo para impulsar la candidatura de Menorca Talaiòtica como Patrimonio Mundial, «el reto cultural institucional más importante de la isla en las últimas décadas tras ser declarada Reserva de la Biosfera», reconoció. «Ibiza ya cuenta con la experiencia de haber sido nombrada Patrimonio Mundial así que esta declaración nos hermanará», añadió Maria.
La muestra, ubicada en la sala de exposiciones itinerantes del museo, presenta una combinación de fotografías de los elementos de la cultura talayótica con dibujos que reproducen escenas de cómo era la vida en estas poblaciones, además de pequeñas maquetas de los talayots, taulas y naus, además de una selección de piezas, como cerámica (vasos, vasijas y ollas), objetos de joyería, espejos, armas y otros elementos.
«Estamos hablando de 60 objetos que son la crème de la crème de los museos de Menorca», destacó por su parte Antoni Nicolau, comisario de la muestra junto a Elena Sintes. Entre las piezas más llamativas están las figuras de un toro y un guerrero procedentes del poblado Torralba d´en Salord; varias navajas, lanzas y cuernos hallados en la cova de Binigurdó y la reproducción de un peine y un contenedor cilíndrico de pelo humano hallados en la cueva de Es Càrritx.
Nicolau apuntó que «esta exposición nace en realidad hace 4.000 años cuando llegaron los primeros ocupantes de Menorca», pero la idea de la muestra surge raíz de una guía que realizaron para descubrir de otra manera la cultura talayótica. «Comenzó en el año 2100 a.C., pero que también llega hasta la cultura actual de la isla porque todos estos elementos están presentes en la Menorca actual, se respira y se ve. En Menorca abres una ventana y hay un talayot y si paseas te encuentras con una taula y eso es lo que hemos intentado reflejar en la muestra» describió.
La arquitectura de la vida y de la muerte se funden en esta muestra. Desde esta doble perspectiva se profundiza en la sociedad talayótica, en los sistemas de creencias, en las formas de espiritualidad o en ritos funerarios, entre otros.
Nicolau también destacó que la exposición es posible gracias a la cesión temporal de los fondos del Museo de Menorca y del Museo Municipal de Ciutadella.
Por su parte, Antoni Ferrer, director insular de Patrimonio del Consell de Menorca, fue el encargado de explicar algunos detalles de la muestra a las autoridades que asistieron a la inauguración y destacó que los primeros pobladores de Ibiza y Menorca tenían mucho en común porque procedían de los mismos lugares del continente europeo. Luego se distanciaron porque «Ibiza tuvo un gran impacto del mundo fenicio y púnico que no se encuentra en Menorca». Sin embargo, «a partir de mediados del primer milenio sí hay una influencia muy grande de los púnicos asentados en Ibiza en Menorca que se materializa en la presencia de cerámica ebusitana», añadió.
Ibiza es la segunda parada de la exposición, que se inauguró el año pasado en el Museo Arqueológico Regional de Madrid. La muestra se centra en la prehistoria en Menorca, que abarca un amplio periodo cronológico que va desde el establecimiento humano en la isla, hacia el 2.500 a.C., hasta la conquista romana, el 123 a.C.
La isla cuenta con una llamativa alta concentración de yacimientos: con una superficie de 700 kilómetros cuadrados, tiene 1.574 yacimientos arqueológicos, de los que 1.401 están catalogados como Bien de Interés Cultural.
La inauguración de la exposición contó ayer con la presencia de la consellera de Transparencia, Cultura y Deportes, Ruth Mateu; del conseller de Educación, Patrimonio y Cultura de Ibiza, David Ribas; del director general de Cultura, Jaume Gomila, y del concejal de Cultura de Vila, Pep Tur, entre otras autoridades.
Mateu destacó «el trabajo conjunto que han hecho los consells insulars de Ibiza y Menorca y los museos de ambas islas» sobre todo para poner en común «sus conexiones históricas y arqueológicas».
El Govern ha destinado a la muestra 40.000 euros como una forma de apoyo, además, a la candidatura de Menorca talayótica. Después de visitar Ibiza la muestra también se podrá ver en Mallorca.
Fuentes: accioncultural.es | diariodeibiza.es | 6 de febrero de 2017
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