En 1914, el geólogo Eduardo Hernández Pacheco descubría para la ciencia la Caverna de la Peña de Candamo. La Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Principado de Asturias conmemora el centenario con varias exposiciones y actos científicos. La exposición El artista de Candamo quiere mostrar una visión del arte grabado y pintado en la cueva a través de los calcos y representaciones realizada por pintores contemporáneos.
Foto: Dos visitantes, junto a una de las obras expuestas.
El arte primitivo ha sido durante los xiglos XIX y XX, una fuente de inspiración y de aprecio para muchos artistas. Por su capacidad de síntesis y de calidad estética, el arte rupestre de la Cueva de Candamo concitó ese interés. En esta exposición se presenta la producción realizada a partir de ese conocimiento científico y estético del arte de Candamo a través de la mirada de tres artistas que vivieron estilos y momentos diferentes en el siglo XX.
Francisco Benítez Mellado (1883-1962) es un pintor de sólida formación académica iniciado en el costumbrismo e influido, más adelante, por Joaquín Sorolla. Trabajó como dibujante especializado en la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas de Madrid y colaboró con la Junta de Ampliación de Estudios llevando a cabo las reproducciones de las pinturas rupestres en las más importantes cuevas españolas. A partir de los dibujos-calco de Juan Cabré plantea una visión de las pinturas de Candamo, con un propósito de manifestación estética, lo que representa una aportación del artista a partir del material esquemático de Cabré.
Años después, Magín Berenguer Alonso (1918-2000), en cuya formación tuvieron lugar las tendencias más importantes en materia de arte, realiza una impresionante obra sobre Candamo. Tanto en lo cualitativo como en lo cuantitativo. Con un admirable dominio técnico y rigor en la representación realiza levantamientos de figuras y paneles que, al menos, son susceptibles de una doble valoración, como documento analítico y fidedigno de las pinturas y grabados originales y como estudio del color y la composición, materias en las que fue un virtuoso especialista.
Finalmente, Joaquín Vaquero Turcios (1933-2010) pintor de forzosa visión arquitectónica, plantea en su única obra expuesta una brillante propuesta a partir del grafismo de las figuras de Candamo suscitando una reflexión sobre la vigencia de la expresiones artísticas más depuradas y su valor como material cultural dentro del mundo actual.