Foto: Restos de vida, restos de muerte
(Del 04/02/2010 al 30/05/2010 en el Museo de Prehistoria de Valencia)
Vía: elperiodic.com / 04 de febrero de 2010
“El Museu de Prehistòria propone hoy una exposición arriesgada, en cuanto a la temática, puesto que es la primera vez que un museo de la Comunitat Valenciana realiza una revisión exhaustiva sobre la arqueología de la muerte, y también valiente en el montaje”, ha manifestado hoy el diputado de Cultura de la Diputación de Valencia,
Salvador Enguix, en la presentación de
Restes de vida, Restes de Mort.Enguix también ha destacado que se trata de
“una muestra de producción propia, patrocinada por Caja Mediterráneo, que nace además con vocación de ser itinerante para exhibir sus conclusiones en otras salas expositivas arqueológicas”.Se enmarca así en el programa de exposiciones itinerantes, iniciado en el año 1997 con producciones como
“La Arqueología, el rescate del pasado” o
“Las mujeres en la Prehistoria”, un programa cuyo objetivo principal es contribuir a concienciar a las diferentes poblaciones de nuestra comunidad de la necesidad de recuperar, conocer y proteger nuestro patrimonio arqueológico.
Al encuentro con medios de comunicación también han asistido el responsable de Obra Social de CAM,
Vicente Botella, la directora del Museo de Prehistoria de Valencia,
Helena Bonet; y las comisarias de la exposición
Begoña Soler y
Ángela Pérez.
Con esta exposición, el Museo de Prehistoria
“pretende sintetizar su conocimiento sobre las sociedades prehistóricas a través de los avances en el campo de la arqueología funeraria y de la osteoarqueología, en el ámbito de nuestras tierras”, ha resaltado Bonet.
Foto: elperiodic.com
Desde una perspectiva científica, la arqueología funeraria ayuda a entender los comportamientos sociales y culturales de nuestros antepasados, a través de los diversos elementos y formas de enterramiento y de los propios restos.
Todo ello resulta un legado de información valiosísimo que permite conocer hoy no solo su muerte sino también cómo fue su vida.
Desde un punto de vista divulgativo, la muerte, como último rito de paso del ciclo vital, es un universal de la cultura que por su trascendencia, ya desde los albores de la humanidad, ha interesado e inquietado a los seres humanos
En este sentido, la muerte y su relación con la vida es el hilo argumental de esta exposición. Restos de muerte que hablan y explican los diferentes momentos de la vida de algunas personas que la arqueología ha recuperado para el presente.
Así, la exposición plantea diversas temáticas en torno al hecho de la muerte: enfrentarse a la muerte, la arqueología funeraria, cómo era morir en nuestras tierras durante la Prehistoria y finalmente, las nuevas técnicas para estudiar viejos huesos.
Foto: elperiodic.com
El primer ámbito, enfrentarse a la muerte, tiene dos partes diferenciadas que hacen el recorrido del presente al pasado. La primera, muestra como diferentes sociedades actuales de todo el mundo representan y viven el hecho de la muerte. Imágenes que exhiben rituales y ceremonias que describen cómo hoy, las sociedades abordan el momento del final de la vida y la separación del ser estimado. La segunda parte, nos lleva directamente a los primeros rituales funerarios conocidos. Aquí veremos como desde muy pronto se establecen diferentes pautas de actuación en torno a la muerte. Comportamientos que han dejado reflejadas acciones concretas sobre los restos humanos y sobre las estructuras funerarias.
El segundo ámbito explica qué es la arqueología funeraria y como se realiza el estudio de los restos. Tres audiovisuales ayudan a entender DÓNDE, CÓMO Y CON QUÉ se documentan los restos humanos prehistóricos. Así, se podrán conocer los diferentes lugares utilizados para enterrar, el número de gente que se enterraba en cada momento y el ajuar que acompañaba a los muertos.
Para poder interpretar estos restos y conocer como fue la vida de estas personas, la arqueología se apoya en la antropología física. El análisis de los huesos dispone de un campo de investigación muy amplio que abarca los aspectos físicos del individuo, pero también los culturales. De esta manera, mediante un interactivo, veremos de qué forma se pueden reconocer los huesos humanos y como éstos explican el sexo, la edad y algunas enfermedades de los individuos.
Los restos de diferentes yacimientos valencianos ayudan a explicar aspectos más específicos como la salud y la enfermedad, las actividades cotidianas que dejan marcas en los huesos, la alimentación o prácticas específicas y complejas como es la trepanación.
El tercer ámbito muestra como era morir en nuestras tierras durante la Prehistoria. Es un recorrido por los yacimientos valencianos más emblemáticos que recogen los restos humanos enterrados, desde los últimos grupos de cazadores-recolectores, hasta las sociedades metalúrgicas de hace tres mil años. Enterramientos en abrigos, como el del Cingle del Mas Nou; en silo, como los espectaculares de la necrópolis de Costamar; en cueva, como el múltiple de Blaus o individual en cista, como los de Tabayá. Todos ellos muestran la diversidad ritual y como las prácticas funerarias van cambiando a lo largo del tiempo y van adquiriendo complejidad, reflejo de cómo las sociedades evolucionan social, económica, y culturalmente.
Finalmente, el último ámbito presenta nuevas técnicas para estudiar viejos huesos. Dos yacimientos sirven de ejemplo: La Cova de la Pastora (Alcoi) y Sant Joaquim de la Menarella (El Forcall). El primero es un yacimiento excavado en los años cincuenta del siglo XX y que proporcionó tanto restos humanos como restos materiales que por si mismos ya eran importantes. Pero al retomar el estudio de los restos y del yacimiento ha sido posible conocer determinadas cuestiones que hasta ahora era imposible saber.
El estudio del ADN y las analíticas químicas realizadas a los restos humanos van a permitir conocer la dieta, la movilidad y las relaciones de parentesco que tenía este grupo.
Por su parte,
San Joaquim de la Menarella es el ejemplo de cómo las nuevas tecnologías aplicadas a la investigación arqueológica permiten abordar el estudio de un yacimiento nuevo desde su mismo reconocimiento y excavación hasta la interpretación y reconstrucción, no sólo de la necrópolis sino también de sus rituales.
Y todo ello, a través de restos arqueológicos descubiertos en nuestra comunidad de gran valor histórico y patrimonial desde el punto de vista de las manifestaciones funerarias. Los materiales presentados proceden de algunos yacimientos ya conocidos desde antiguo, como los de la Cova de la Pastora, y otros recuperados recientemente como los de Costamar, con materiales inéditos.