Fuente: atlantico.net | 2 de junio de 2015

El gran día para el Museo del Mar de Galicia parece haber llegado con la próxima inauguración de la anhelada sala de Arqueología Submarina, que será en adelante la piedra fundamental de la colección. De hecho, a partir de ese momento se convertirá precisamente en eso, un museo, con piezas originales, ahora casi una rareza en Alcabre, lo que ha lastrado al centro desde su inauguración.

La directora, Marta Lucio (izquierda) reconoce que se trata de un cambio sustancial, y aunque todavía no hay una fecha oficial para la inauguración, confirmó que con seguridad se producirá durante este verano, y probablemente en julio para aprovechar el tirón de las playas. "La exposición permanente de arqueología submarina va a ser clave para el museo y explicará que Galicia era un punto referencial del comercio en el Atlántico", aseguró.

La directora anotó que las piezas que se exhibirán forman parte de los fondos del museo, aunque hasta el momento no han sido puestas en valor salvo el famoso y controvertido ungüentario bizantino (abajo), localizado en la construcción del túnel de Areal, prueba de las peregrinaciones a Tierra Santa ya en un momento tan temprano como el siglo IV y que estuvo en el Museo de Santiago y más tarde en Alcabre, aunque descontextualizado.

Otras piezas importantes que podrán ser vistas por los interesados están relacionadas con el tráfico transoceánico, como es el caso de una anforeta localizada en algún punto entre Monteferro y las islas Cíes por un pesquero de Cangas. Esta cerámica, también llamada botijuelo, puede proceder de un barco del siglo XVI, posiblemente un galeón que hacía la carrera de las Indias.

Esta exposición permanente pretende subsanar una decisión política tomada hace varios años por el Partido Popular, cuando sus responsables de cultura decidieron no levantar el Centro de Arqueología Subacuática. Sus atribuciones, tanto científicas como expositivas, han sido asumidas por el museo. Junto a su almacén se realizan tareas de restauración de piezas.

La zona de almacenaje del Museo do Mar es un recorrido por la presencia humana en Galicia desde la prehistoria hasta el siglo XIX. Desde anclas líticas hasta objetos lujosos localizados en el pecio del Great Liverpool, el primer crucero turístico, conforman un potencial arqueológico que asegura una interesante exposición permanente.

La oferta arqueológica del museo no ha sido muy intensa hasta el momento. Una pequeña sala, en el pasillo de acceso al área dedicada a Antonio Sanjurjo, expuso algunas piezas localizadas en un barco flamenco del siglo XVI hallado en Xove. La batalla de Rande, que fue objeto de una magna exposición inaugural en el 2002, fue la mayor producción del museo en unos tiempos en los que gozaba de un presupuesto mucho más agraciado del que en la actualidad dispone la directora del centro, Marta Lucio.

Diversificación

Con los escasos medios que tiene el centro, su dirección ha apostado por diversificar la oferta hacia diferentes ámbitos. Un esqueleto de un cachalote, exposiciones temporales de arte contemporáneo, un gabinete científico, colecciones de maquetas de barcos de época o la potenciación de la boya de Sanjurjo Badía son algunas de las líneas emprendidas en estos últimos años.

La exposición permanente ha experimentado ligeros cambios, sin alcanzar un gran atractivo. Todo lo contrario al acuario, situado en la nave más cercana al faro. Es el elemento más aplaudido por los visitantes de este centro cultural.