El culto a Mithras surge en oriente en el siglo III a.C. y se expandirá a finales del siglo I al occidente romano. Esta religión iniciática daba culto al Sol Invicto y uno de sus principales rituales es el sacrificio de un toro.
El grupo escultórico de Mithras Tauróctono, dios Sol, representa al dios persa, tocado con el gorro frigio, sacrificando al toro: repetición anual del ciclo de muerte y resurrección. De la sangre purificadora que brota del toro bebe el perro, fiel amigo de Mithras, que guarda el alma. La serpiente produce las plantas y del alacrán surgen los animales y los hombres. Todos son símbolos de un dios creador. Pertenece ya a una época avanzada en el desarrollo de la escultura romana. Subsisten escasas representaciones de esta divinidad, por lo que este ejemplar es excepcional, ya que es la única pieza completa y en bulto redondo conocida en la Península Ibérica. Este grupo demuestra la presencia en época de Adriano de creencias de origen oriental en las provincias occidentales del Imperio. En el mitreo se celebran diversos actos relacionados con el culto a este dios, en los que la violencia física juega un papel muy destacado, llegando incluso a producirse sacrificios humanos, según algunos autores. Este culto se desarrolló en Hispania desde mediados del siglo II hasta fines del siglo III. Procede de la llamada Villa del Mitreo, en las afueras de la antigua Ipagrum (Cabra) y se halló en una fuente. La mayoría de los autores coinciden en que debió de ser usado como elemento de culto en el altar de algún mitreo. Posiblemente, el lugar de su hallazgo fuera un verdadero templo dedicado al dios, en el cual se intentaría reproducir artificialmente la cueva mitraica a través de un patio que haría las veces de 'fons perennis'.
En la península ibérica, una de las mejores esculturas halladas hasta el momento es la de Mithras de la villa romana de Fuente Las Piedras de Cabra. Se trata de una escultura del bulto redondo del siglo II que presenta a esta divinidad vestida a la manera oriental en el momento del sacrificio del toro. Este formaría parte de un mitreo, una estructura semicircular que recrearía una cueva.
La exposición titulada Le mystère Mithra. Plongée au coeur d’un culte romain ahonda y revisa en el culto a esta divinidad oriental y su rápida difusión a través de las piezas arqueológicas de diferentes museos de Alemania, Portugal, Líbano, Francia y España.
Mármol. Hacia 390. Saida (Líbano) – Sidón, provincia de Siria-Fenicia. Museo del Louvre, Departamento de Antigüedades Orientales. Foto: Museo del Louvre (distr. RMN-Grand Palais / Franck Raux).
Con esta exposición se pone de relieve la importancia y calidad de la colección arqueológica de Córdoba y su provincia que suscita el interés internacional y que coloca a este Museo Arqueológico en referente para su estudio.
Fuente: diariodecordoba.com | 21 de mayo de 2022