Fuente: National Geographic | Fotos: © ARCHIVO FOTOGRÁFICO MNAR / LORENZO PLANA

El Museo Nacional de Arte Romano de Mérida acoge actualmente dos exposiciones temporales relacionadas con la antigua Augusta Emerita: Lusitania romana. Origen de dos pueblos, hasta el 30 de septiembre de 2015; y Sexo, desnudo y erotismo en Augusta Emerita, hasta febrero de 2016.

Creada a finales del siglo I a.C., durante el reinado de Augusto, la provincia romana de Lusitania ocupó buena parte de Portugal y se extendió también por las comunidades autónomas de Extremadura -con capital en Augusta Emerita-, Castilla y León y Castilla-La Mancha en menor proporción. Los romanos unificaron política y administrativamente este territorio, pero los avatares históricos propiciaron su división siglos después. La presente exposición revela la rica historia de Lusitania a través de más de 200 piezas de gran valor, quince de las cuales han sido clasificadas como "tesoros nacionales" por el Estado portugués. Las piezas proceden de doce museos o instituciones culturales de Portugal y tres de Extremadura. La muestra se vertebra en diez salas que exploran la Lusitania prerromana y romana, sus ciudades y su vida rural, sus gentes y sus manifestaciones religiosas, entre otras cosas.

Piezas desconocidas procedentes de los almacenes

La exposición sobre sexo, desnudo y erotismo sigue la estela de otras muchas ya celebradas tanto en España como en el extranjero, pero en este caso se centra en el contexto particular de Augusta Emerita. La muestra explora cuatro aspectos fundamentales, no siempre relacionados con el erotismo: el carácter mágico del atributo sexual, es decir, su efecto apotropaico o protector; la desinhibición ante el desnudo y sus matices; los dioses asociados al amor y más particularmente a Venus; y el sexo y el erotismo propiamente dichos, donde se tratan cuestiones como la pornografía, el sexo socarrón manifestado en los graffiti o la prostitución.

Se exhiben ejemplares de lo más desconocido, según la organización, que abundan en los almacenes de la institución, además de otras piezas del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida. Entre estos últimos destaca, por su belleza y enorme interés, una lápida de mármol en la que figura una mujer desnuda, posiblemente una prostituta de lujo.