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Foto: El presidente, junto a Xesús Vázquez y otras autoridades, durante una explicación de la visita guiada (EFE/ Brais Lorenzo)
El Centro Arqueológico de San Cibrao de Lás, situado entre los términos ourensanos de San Amaro y de Punxín, abrirá este sábado sus puertas para situarse como un "referente de la cultura castrexa".
En su intervención, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha ratificado la inminente apertura de las instalaciones, tras varios años paralizada, durante una visita realizada a este complejo castrexo, acompañado del conselleiro de Cultura, Xesús Vázquez, y otras autoridades.
En su intervención, ha resaltado que el Parque Arqueológico de la Cultura Castrexa de San Cibrao de Lás, incluido en la Rede Galega de Patrimonio Arqueolóxico, constituirá un "revulsivo" para investigadores y para turistas y permitirá situar Galicia como "referente peninsular" de la cultura castrexa.
Foto: Vista general del Centro Arqueológico de San Cibrao de Las
En este sentido, ha avanzado que la incoación por parte de la Consellería de Cultura de la declaración de este poblado castrexo como Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Zona Arqueológica.
"El estado actual de la excavación y la majestuosidad lo convierten en un activo tanto desde el punto de vista de investigación como desde el punto de vista turístico", ha detallado el titular del Gobierno gallego, quien ratificó el compromiso de la Xunta para su "puesta en valor", con la puesta en marcha de diversas actuaciones.
Núñez Feijóo ha mencionado el trabajo realizado por la Xunta para la "puesta en valor" de esta construcción castrexa, que fue objeto de la atención de investigadores hace "casi un siglo".
En primer lugar, por parte de Florentino López Cuevillas, en los años 1922 y 1925; posteriormente por Xaquín Lorenzo, y finalmente en la década de los 80-90, bajo el amparo del Museo Arqueolóxico de Ourense.
Con cerca de seiscientos años de ocupación, el yacimiento de San Cibrao de Lás constituye uno de los castros de mayores dimensiones y uno de los más representativos de la edad de hierro encontrados en Galicia.
Según los diferentes estudios, este castro mantuvo un periodo de ocupación continuada que abarca desde el siglo II antes de Cristo hasta el II d.C, con posibles ocupaciones esporádicas más tardías, y una población próxima a los tres mil habitantes, explicaron durante la visita.
Este centro arqueológico, el segundo en entrar en funcionamiento después de Campo Lameiro, estará dirigido por el Museo Arqueolóxico Provincial de Ourense y albergará exposiciones permanentes y de carácter temporal, así como aulas de divulgación para el trabajo de los arqueólogos junto a otras zonas de investigación y documentación.
El presidente de la Xunta ratificó este acuerdo, que prevé el traslado de piezas arqueológicas de este museo a San Cibrao de Lás, aunque dichas piezas continuarán adscritas al Museo Provincial.
En estas actuaciones, la Administración autonómica ha invertido un total de 10 millones de euros, a lo que hay que sumar la aportación del Ministerio de Fomento, con cargo al 1% cultural, para la construcción del Centro de Interpretación.
"Vamos a continuar en este camino", ha indicado el titular del gobierno, quien abogó por situar este parque en la "gran puerta rupestre" de Galicia.
Las actuaciones realizadas en los últimos años comprendieron diferentes excavaciones en los 24 barrios que constituyen el parque castrexo.
La idea "es concluir" las excavaciones al menos "en un barrio entero para poder extrapolar los datos al resto", explicó a Efe uno de los arquitectos, Luis Francisco López.
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Las excavaciones iniciadas hace algo más de una semana en el castro de San Cibrao de Las (San Amaro/Punxín, Orense) están dejando al descubierto las viviendas de lo que será el primer barrio completo que se podrá observar en este yacimiento arqueológico. Estos trabajos están suscitando mucha expectación ante la posibilidad que ofrece del Parque da Cultura Castrexa "Lansbrica" de realizar visitas guiadas para ver cómo se desarrollan las excavaciones y los nuevos hallazgos. Así lo confirmaba el gerente del parque, Jorge Sayáns, en la mañana de ayer, en que recibieron la visita del primer colegio, si bien, ya tienen confirmados más de 15 durante los dos meses que durarán las excavaciones, hasta finales de noviembre.
Cinco técnicos y otros tantos operarios están recomponiendo las tres primeras casas, cada una de ellas con espacios diferenciados para el almacenamiento de productos agroalimentarios, localizadas en esta campaña que acaba de empezar, además de siete molinos.
Dirigidos por la arqueóloga Yolanda Álvarez, intervendrán en una superficie de aproximadamente 1.000 metros cuadrados, eligiendo esta zona con la clara finalidad de "descubrir un barrio entero y completar el itinerario de los visitantes en la parte excavada", apuntaba la directora.
Tendrán que pasar unos pocos días para alcanzar entre un metro o metro y medio de profundidad para que empiecen a emerger los primeros utensilios de trabajo, "sobre todo material constructivo de piedra", puntualizaba el director de restauración, Miguel Ángel López, además de otros elementos en bronce, hierro y cerámica.
Lo que resulta curioso es que en ninguna parte del yacimiento, ni ahora ni tampoco en las anteriores campañas desarrolladas por la misma empresa Terra Arqueos, de Ourense, se hallaron restos humanos. Por eso, ambos expertos corroboraban que no se sabe lo que hacían con los difuntos. Miguel Ángel López explicaba que "la acidez de este terreno deshace el hueso y por eso no hay restos".
Los únicos restos relacionados, a los que se refería Yolanda Álvarez, tienen que ver con el culto y están situados en la parte más alta de la ciudad.
Así, continúa la minuciosa labor de desenterrar el pasado de esta ciudad, que llegó a contar con 3.000 habitantes. "Cuando aparece algo, hacemos un poco de fiesta", manifestaba la arqueóloga.
A finales de noviembre se darán por concluidas las excavaciones, continuando los trabajos durante otros tres meses para restaurar las piezas encontradas, sobre todo de bronce y hierro, que son las más deterioradas. "El material lo entregamos al Museo Arqueolóxico de Ourense totalmente estabilizado, quitando cloruros y elementos corrosivos", puntualizaba Miguel Ángel López. Con esta campaña, con la que se reanudaron las intervenciones paralizadas en el 2010, se completarán en torno a 15.000 metros cuadrados de superficie excavada, lo que supone un 14% de la totalidad del yacimiento, del que todavía queda una gran parte por descubrir, sobre todo en la zona de Punxín.
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