Capiteles cristianos, ánforas grecorromanas y otras piezas que se hundieron en el río constituyen los restos encontrados.
Expertos egipcios han descubierto recientemente un conjunto de piezas arqueológicas que datan de las épocas faraónica, grecorromana y copta en el lecho del río Nilo, en el sur de Egipto, según informaron los responsables del Consejo Supremo de Antigüedades (CSA).
Vía:
Estrella Digital/EFE, Cairo/Madrid, 6 de abril de 2008
El hallazgo de restos arqueológicos, procedentes de distintas épocas, se llevó a cabo a unos cuarenta metros de profundidad, frente a la ciudad monumental de Asuan, a unos 960 kilómetros al sur de El Cairo, precisó en un comunicado el secretario general del CSA, el egiptólogo Zahi Hawas.
Las antigüedades fueron encontradas tras intensas labores de búsqueda de vestigios arqueológicos en una área del río ubicada entre la isla Elefantina y el hotel Old Cataract, precisó Hawas.
Entre las piezas mas importantes figura la parte delantera de un templo dedicado a la divinidad faraónica de Janum, representada en forma de carnero; y trozos de roca con inscripciones que datan de la dinastía XXVI, que gobernó Egipto entre los años 664-525 a.C.).
Piezas hundidas en el Nilo
Asimismo, los arqueólogos hallaron un conjunto de capiteles que datan de la época cristiana copta, que prosperó en Egipto entre los siglos y I y VII, y que probablemente hayan formado parte de una iglesia que fue inundada por las aguas del Nilo.
En la misma área, los arqueólogos descubrieron dos columnas de granito de 7 y 27 metros de largo, además de ánforas y vasijas de la época grecorromana (30.a C.-328 a.C.).
El máximo responsable del CSA destacó que las piezas halladas son una pequeña parte de los obeliscos, estatuas y columnas y otras piezas que se hundieron en el Nilo cuando eran transportadas en embarcaciones durante las sucesivas dinastías faraónicas.
Esas antigüedades eran trasladadas desde las canteras de Asuan - donde eran esculpidas - por el río a la ciudad monumental de Luxor, 700 kilómetros al sur de el Cairo, para erigir templos faraónicos.
También esas piezas eran transportados a la meseta de Giza, en la capital egipcia para usarlas en la construcción de las pirámides.