Vía: La Voz de Trigueros | 6 de junio de 2011

El próximo sábado 11 de junio el ‘puteal’ de Trigueros se convertirá en la pieza del mes del Museo Arqueológico de Sevilla. El profesor de la Universidad Hispalense, José Beltrán Fortes, celebrará una conferencia a las 12:30 horas en la sala XII del museo con el título de ‘El altar romano de Trigueros’ que se expone en el mismo. La entrada es gratuita hasta completar aforo.

En el segundo claustro del antiguo Convento de los Carmelitas existe una reproducción de un ara circular o altar en donde se ofrecían sacrificios en época romana, fechada en los siglos I-II de la Era Cristiana. En su origen esta pieza era maciza, pero con posterioridad se ahuecó sirviendo de brocal de pozo, conservando aún las huellas dejadas por el roce de la soga. Esta es la razón por la que se le denomine “puteal” pues éste es el nombre con que los romanos llamaban a la parte superior de un pozo. Desconocemos su procedencia, pero en el siglo XVI se utilizó como peana de una cruz de madera en la plaza situada delante del Convento. Así la vio y describió en aquel tiempo el ilustre erudito y poeta Rodrigo Caro.

Con posterioridad, en el siglo XVIII fue objeto de estudio por el insigne triguereño Miguel Ignacio Pérez Quintero, y en nuestros días ha merecido la atención de numerosos especialistas, entre otros D. Antonio Carcía y Bellido y D. Julián González.

Esta pieza, de mármol blanco se encontraba bellamente decorada con relieves, hoy muy deteriorados por el paso del tiempo y con algunas figuras casi irreconocibles, por lo que se ha hecho esta reproducción dándole un mejor acabado para facilitar su visión. En la zona central tiene cuatro amorcillos o niños desnudos y alados que llevan sobre sus hombros una gruesa guirnalda de hojas de laurel atadas con cintas. Debajo de la guirnalda y entre los niños se encuentran otras cuatro figuras que de izquierda a derecha son: un centauro con arco, un león, un carnero y un animal fantástico con la parte superior de un cáprido y cola de pez. Probablemente estas figuras representen los cuatro signos del Zodiaco: Sagitario, Leo, Aries y Capricornio. Sobre la guirnalda en dos líneas se puede leer el siguiente texto:

C(aius) – SEMPRONIVS – GAL(eria) – PROCVLVS – SERVILIANVS – ET – C(aius) – SEMPRONIVS – C(ai) – F(ilius) – GL(eria) – SERVlLl ANVS – D(ant) – DONVM. AVG(usto) SEMPRONIA. – ANVLL(INA). – DED(icat)

Caio Sempronio Próculo Serviliano, de la tribu Galeria, y de Caio Sempronio Serviliano, hijo de Caio, de la tribu Galeria, ofrecen este regalo a Augusto. Sempronia Anulina lo dedica.

Foto: Altar romano de Trigueros (Museo Arqueológico de Sevilla)

Es una forma característica romana de hacer una consagración, en este caso de Caio Sempronio y su hijo, a la memoria del Emperador, siendo Sempronia Anulina quien la dedica.

El conocido como “Puteal de Trigueros” es una de las piezas más emblemáticas del Museo Arquológico de Sevilla, por sus valores históricos y arqueológicos. Aunque en un principio se interpretara como puteal romano, en su origen fue un ara o altar votivo dedicado al culto augusteo, como indica la inscripción que recorre la parte superior del cuerpo. Por su cronología sabemos que se trata de una dedicación realizada al emperador en vida, antes de su consagración como dios, a su muerte en el año 14 d. C. Su excepcional iconografía alusiva al poder está en consonancia con otras representaciones oficiales, como por ejemplo los motivos de los denarios emitidos en Itálica hacia el 14-13 a. C., en los que Capricornio porta una cornucopia -símbolo de la abundancia- y un timón, dirigiendo el orbe entre sus patas. El altar procede de un taller de la Bética, elaborado en piedra local de Tarifa, pero su origen sigue siendo incierto, ya que la actual Trigueros no corresponde con ningún asentamiento romano. Conocido desde el siglo XVII aparece en el célebre cuadro que en 1900 pintó Eugenio Hermoso sobre un rincón del antiguo Museo Arqueológico, cuando se encontraba en el exconvento de la Merced.

El Dr. Beltrán Fortes viene desarrollando desde hace años dos líneas principales de trabajo, dentro del ámbito de la Arqueología Clásica. La primera de estas líneas de investigación se centra en la historiografía de la Arqueología española, en su génesis y desarrollo disciplinar en los siglos recientes. La segunda tiene como objeto general la arqueología y la epigrafía romanas de la Betica, con especial interés en las manifestaciones artísticas asociadas a las prácticas funerarias en época tardo-republicana y alto imperial, la escultura romana en general, y el estudio de la explotación y transformación de materiales pétreos (y específicamente estudio de técnicas de cantería y técnicas arqueométricas aplicadas a la determinación de la procedencia de materiales).