Hallan evidencias de endogamia social entre los primeros agricultores neolíticos

Foto: Yacimiento de Basta (Jordania)

Fuente: Science | Michael Balter| 19 de junio de 2013 (Traducción por G.C.C. para Terrae Antiqvae)

Los seres humanos han estado apareándose con sus familiares durante al menos 10.000 años. Esa es la conclusión de un nuevo estudio que ha hallado la evidencia más antigua conocida de endogamia deliberada entre los agricultores que vivieron en lo que hoy es el sur de Jordania. Aunque la endogamia durante largos períodos puede conducir a un aumento de los defectos genéticos, el equipo llegó a la conclusión de que pudo haber ayudado a los pueblos prehistóricos a realizar la transición de la caza y la recolección a vivir en aldeas.

Los investigadores coinciden en que la mejor evidencia de los lazos familiares es el ADN. Por ejemplo, el ADN antiguo de un grupo de esqueletos de neandertales encontrados en una cueva española demostró que pertenecían a la misma familia. Pero el ADN a menudo se conserva mal, sobre todo en los sitios de cultivo del llamado periodo Neolítico en el Cercano Oriente, donde las altas temperaturas y los entierros bajo el suelo de las casas, o en tumbas poco profundas, degradan fácilmente el material genético. Es por ello por lo que algunos investigadores han buscado señales de relaciones familiares entre los esqueletos tratando de encontrar anomalías poco comunes que pudieran sugerir una herencia genética compartida.

Un equipo dirigido por Kurt W. Alt (izquierda), un antropólogo de la Universidad de Mainz, en Alemania, examinó los esqueletos de unos individuos enterrados en el yacimiento neolítico de Basta, en el sur de Jordania. Hace alrededor de 9500 y 9000 años atrás, hasta 1000 de los primeros agricultores vivieron en dicho lugar. El sitio fue excavado entre los años 1980 y 1990 por un equipo internacional de arqueólogos, y al menos 56 esqueletos fueron hallados en un área que tal vez fue un cementerio.

En investigaciones anteriores, Kurt W. Alt había identificado más de 100 rasgos esqueléticos que podían ser utilizados para determinar vínculos familiares, la mayoría de los cuales se refieren a características de los dientes y las mandíbulas. Aunque la endogamia con familiares muy cercanos -tales como entre hermanos y hermanas, padres e hijos, o incluso primos- aumenta la frecuencia de enfermedades genéticas, el apareamiento, incluso con familiares más lejanos, puede incrementar la prevalencia de rasgos que indican relaciones familiares. Así es que su equipo se puso a observar las mandíbulas superiores o maxilares de los esqueletos de Basta, los cuales estaban bien conservados en 28 individuos.

La búsqueda dio sus frutos: diez esqueletos, alrededor del 36%, tenían una anomalía genética rara llamada agenesia de incisivos laterales en maxilares, en la que los incisivos exteriores a ambos lados de la mandíbula superior han desaparecido. (Una boca normal tiene cuatro incisivos en cada mandíbula, dos centrales y dos exteriores o laterales.) Tal anomalía la padecían tanto los hombres como las mujeres, y además cuatro niños tenían incisivos muy pequeños, circunstancia que los expertos dentales atribuyen al mismo defecto genético que causa dicha anomalía. Esta alta incidencia es una fuerte evidencia de endogamia entre la población de Basta, informa el equipo este mes en PLoS ONE. La incidencia normal de semejante anomalía entre las poblaciones de hoy en día rara vez supera el 4%.

Foto: Individuo con agenesia de incisivos laterales (le faltan los dos incisivos)

El único caso conocido que se presenta muy similar a los esqueletos de Basta, según la búsqueda de  literatura médica del equipo, es el de un pequeño pueblo de Suiza, donde casi el 80% de los matrimonios fueron miembros de familia durante los últimos 230 años. En ese pueblo, el 21% de los habitantes tenía la mencionada anomalía, y todo el mundo con dicho defecto genético puede rastrear su ascendencia hasta una pareja que vivió en el siglo XVIII.

Las excavaciones en Basta sugieren que la comunidad estaba en contacto regular con otros poblados neolíticos, por lo que es poco probable que la endogamia fuera una necesidad para estos primeros agricultores. Los arqueólogos encontraron evidencias considerables de comercio e intercambio con otros lugares, incluyendo materias primas como turquesas y obsidiana, artefactos terminados como amuletos de madreperla, anillos de piedra y herramientas líticas similares a las encontradas en otros lugares del sur de Jordania. De hecho, algunos arqueólogos consideran que el enclave de Basta pudo haber sido un centro de fabricación de herramientas de piedra y de comercio, debido al número de las mismas halladas en el lugar.

El equipo también rechaza la posibilidad de que las gentes de Basta estuvieran tan llenas de defectos genéticos que otras gentes de pueblos cercanos los evitaban como compañeros. La desaparición de los incisivos no causan un cambio importante en la apariencia, dado que los espacios entre los dientes se cierran durante el desarrollo, y el equipo no encontró anomalías adicionales entre los esqueletos, ni ninguna evidencia de que los individuos con ausencia de incisivos fueran tratados o enterrados de modo diferente. Kurt W. Alt añade que los datos no indican necesariamente el incesto, el apareamiento con familiares muy cercanos como padres o hermanos.

En conjunto, el equipo escribe en su informe que los resultados sugieren fuertemente que la endogamia fue una elección deliberada en Basta, "la evidencia más temprana de un sistema de apareamiento exclusivo autoimpuesto". Los investigadores apuntan a posibles signos de endogamia tales como patrones de sutura craneales inusuales en otros sitios neolíticos con similar datación, como el famoso enclave de Çatalhöyük, en Turquía, aunque ningún otro yacimiento presenta un caso tan claro como Basta. Si la endogamia fue común a principios del Neolítico, afirma el equipo, los lazos familiares podrían haber sido el cemento que mantenía juntas al menos a algunas tempranas comunidades agrícolas.

Los resultados son de una "real importancia" para la comprensión de los cambios sociales que tuvieron lugar cuando los cazadores-recolectores se asentaron y se convirtieron en agricultores, dijo Trevor Watkins  (izquierda), un experto en la prehistoria del Cercano Oriente en la Universidad de Edimburgo, Reino Unido.

Los mismos "delinean por primera vez algo de la naturaleza de las estrechas relaciones genéticas entre los miembros de una única comunidad permanente".

Pero Laurent Excoffier (derecha), genetista poblacional de la Universidad de Berna, dice que el equipo no descarta por completo explicaciones alternativas sobre la endogamia deliberada, como el llamado "efecto fundador", por el que un pequeño grupo de personas albergan un rasgo genético que se retiene en un número elevado de la población durante muchas generaciones, debido sólo al azar. La única manera de distinguir estas alternativas, dice Excoffier, es examinado el ADN.

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Comentario por Juan León Pescador el junio 27, 2013 a las 9:55pm

Si estudiamos las familias de nuestros pueblos remontándonos cien años atrás, veremos que hay mucha endogamia, así que, no es de extrañar que siglos atrás se diese también esa práctica, las legislaciones prohibían las de primer grado, pero a partir de 2º y 3º....

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