Foto aérea con los restos de las pirámides agrupadas.

Fuente: LiveScience | Owen Jarus | Fotos: Vincent Francigny / SEDAU | 6 de febrero de 2013 (Traducción: G.C.C. para Terrae Antiqvae)

Al menos 35 pirámides pequeñas, además de tumbas, se han descubierto agrupadas muy juntas en un sitio llamado Sedeinga, en Sudán.

Descubiertas entre 2009 y 2012, los investigadores están sorprendidos por la densidad de pirámides que se concentran en el enclave. En sólo una temporada, en 2011, el equipo de investigación descubrió 13 pirámides encajonadas en aproximadamente 500 metros cuadrados, un poco más grande que una cancha de baloncesto de la NBA.

Su origen se remonta a unos 2.000 años cuando floreció en Sudán un reino llamado Kush. Este antiguo reino compartió una frontera con Egipto y, más tarde, con el Imperio Romano. El deseo de la gente del reino por construir pirámides fue influenciado aparentemente por la arquitectura funeraria egipcia y se mantuvo durante siglos.

En Sedeinga, dicen los investigadores, la construcción de pirámides continuó durante siglos. "La densidad de las pirámides es enorme", declaró Vincent Francigny (izquierda), un investigador asociado con el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, en una entrevista concedida a LiveScience.

"Debido a que duró cientos de años se construyeron más, más, y más  pirámides, y siglos después comenzaron a llenar todos los espacios que aún estaban disponibles en la necrópolis".

Las mayores pirámides descubiertas tienen unos 7 metros de ancho en su base, con el ejemplo más pequeño probablemente construido para enterrar a un niño, ya que sólo tiene 75 centímetros de largo. Las partes superiores de las pirámides ya no están, pues el paso del tiempo y la presencia de una ruta de caravanas de camellos provocó daños en los monumentos. Francigny dijo que la parte superior de las mismas había sido decorada con una esfera solar rematada con un pájaro o una flor de loto (derecha).

La construcción de pirámides continuó hasta que, finalmente, se quedaron sin espacio para construir más. "Llegaron a un punto en el que estaba ya tan lleno de gente y tumbas que tuvieron que volver a utilizar las más antiguas", dijo Francigny.

Francigny es el director de las excavaciones de la Misión Arqueológica Francesa en Sedeinga, el equipo que hizo el descubrimiento. Él y el jefe del equipo, Claude Rilly (derecha), publicaron un artículo que detalla los resultados de la temporada de campo de 2011 en la edición más reciente de la revista Sudán y Nubia.

El círculo interior

Entre los descubrimientos había varias pirámides diseñadas con una cúpula interior (estructura circular) conectada a través de las esquinas de la pirámide con riostras cruzadas. Rilly y Francigny señalan en su artículo que el diseño de la pirámide se asemeja a un "jardín francés".

Sólo una pirámide, en las afueras de Sedeinga, se sabe que había sido construida de esta manera, y es un misterio por qué la gente de Sedeinga era aficionada a este diseño, el cual "no añadía ni solidez ni el aspecto externo al monumento", escriben Rilly y Francigny.

Un hallazgo realizado en 2012 puede proporcionar una pista, dijo Francigny en la entrevista. "Lo que encontramos este año es muy interesante. La tumba de un niño que estaba cubierto sólo por una especie de círculo, casi completo, de ladrillos". Es posible, dijo, que cuando se construyó la pirámide se pusiera de moda en Sedeinga, y se combinara con la tradición local de construir un círculo llamado construcción en túmulo, resultando pirámides con círculos en su interior.

El esqueleto de un niño enterrado con collares

¿Una ofrenda para la abuela?

Las tumbas junto a las pirámides ya habían sido saqueadas en gran parte, posiblemente en la antigüedad, cuando los arqueólogos las excavaron. No obstante, los investigadores sí encontraron restos óseos y, en algunos casos, artefactos.

Foto: Izquierda: Amuleto del dios Bes hecho de loza vidriada. Bes era un dios asociado a menudo con los niños y madres embarazadas. Derecha: Collar de conchas en espiral originarias del Nilo.

Foto: Un cuenco casi completo decorado con un friso que asemeja hachas dobles y con  estrellas entre ellas.

Uno de los hallazgos más interesantes fue una mesa de ofrendas hallada entre los restos de una pirámide. Al parecer, representa a la diosa Isis y la cabeza de chacal del dios Anubis, e incluye una inscripción, escrita en lengua meroítica, dedicada a una mujer llamada "Aba-la", que puede ser un apodo para "abuela", escribe Rilly.

 Foto: Mesa de ofrendas con una inscripción en lengua merítica. Mide 43 por 35 cm.

La traducción es la siguiente:

Oh Isis! Oh Osiris!

Es Aba-la.

Hacer que ella beba agua abundante;

Hacer que coma pan abundante;

Hacer que se sirva una buena comida.

La mesa de ofrendas con una inscripción era una despedida final para una mujer, posiblemente una abuela, la cual recibió su entierro en una pirámide hace cerca de 2.000 años.