Un estudio encuentra restos de vegetales cocidos en varios dientes fósiles

 

Vía: Público.es | Nuño Domínguez | 28 de diciembre de 2010

El sarro en los dientes de tres neandertales que murieron hace más de 35.000 años en Europa y Oriente Próximo acaba de desbancar una nueva hipótesis sobre su extinción. Los restos han permanecido intactos hasta que un equipo de paleoantropólogos les practicó algo parecido a una limpieza microscópica. La placa dental que se desprendió confirma ahora que la especie no sólo comía verduras y legumbres como sus primos los sapiens, sino que también sabía cocinarlos.

Algunos expertos señalaban la dieta como una de las causas que acabaron con los neandertales. Como grandes cazadores que eran, se pensaba que apenas comían otra cosa que carne de los animales grandes que capturaban. En cambio, los sapiens que llegaron de África habrían sabido explotar mejor otros recursos, como animales pequeños, frutos y vegetales. En un mundo de clima cambiante, la progresiva escasez de recursos y su especialización en la caza habría acabado con los neandertales.



"Nuestros resultados hacen menos posible que diferencias significativas en la dieta sean parte de la causa (de la extinción)", explica a Público  Dolores Piperno (izquierda), investigadora del Museo Smithsonian de Historia Natural de Estados Unidos y coautora del estudio, publicado hoy en PNAS.

Los datos demuestran que los neandertales comían vegetales tanto en zonas templadas como frías. El primer individuo analizado se llama Shanidar III, por el nombre de la cueva del norte de Irak donde fue desenterrado hace unos 40 años. Si una de sus costillas, lacerada por una supuesta herida de flecha, sirvió el año pasado para argumentar un controvertido asesinato por parte de los sapiens hace unos 46.000 años, tres de sus dientes ilustran ahora su dieta. Los expertos han comparado los datos con los de dos neandertales que vivieron hace unos 36.000 años en la cueva de Spy, en Bélgica.



La placa dental de los tres individuos muestra menús diferentes. "El neandertal de Shanidar comía variedades salvajes de cebada, dátiles y legumbres", explica  Amanda Henry (derecha), antropóloga del Smithsonian y primera autora del trabajo. Los neandertales de Europa preferían los tubérculos de una especie de flor acuática y unas semillas similares al sorgo.

Potaje neandertal

Los expertos analizaron el almidón de las semillas en busca de rastros de daños por cocción. Por ahora, la cebada es la única semilla cocinada que el equipo ha logrado identificar, pero hay otras. "Es posible que combinaran varios tipos de plantas en sus platos", aventura Henry.

El trabajo confirmaría que, al igual que los sapiens, los neandertales dominaban el fuego y lo usaban para hacer más digeribles las plantas.

Aún es un misterio cómo cocinaban, pues no hay pruebas de que hiciesen recipientes de barro, que por otro lado no habrían aguantado el embate del tiempo, y sólo se han hallado unas cuantas piedras para moler grano, indica Henry. Una posibilidad es la piedra caliente, que, según explica Piperno, consiste en "calentar piedras al fuego y después ponerlas en agua dentro de algún recipiente hecho de pieles de animales".

"Es un estudio muy interesante", opina  Isabel Cáceres (izquierda), investigadora del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución.

 

"Sabíamos por estudios anteriores que los neandertales también comían animales pequeños, mariscos, tortugas explica, pero no teníamos una evidencia tan directa de que también consumían plantas y las sabían procesar", añade.

 

"Ellos también estaban adaptados y sabían aprovechar todo lo que encontraban a su alrededor; algo más tuvo que pasar para que desaparecieran", concluye.

 

 

 

* Información relacionada: "Fossilized food stuck in Neandertal teeth indicates plant-rich die...

 

* Post relacionado: Los neandertales no se comían cualquier brote verde (Terrae Antiqvae)

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Estamos, como bien dice la investigadora Isabel Cáceres, ante una información muy interesante, si bien hay que advertir que National Geographic ya dió un adelanto parcial de la misma en abril de 2008, al relatar los estudios llevados a cabo por Amanda Henry sobre las piezas dentales del neandertal conocido como Shanidar III.

 

Ahora se presentan nuevas confirmaciones sobre la dieta vegetal de los neandertales al incorporarse nuevos estudios sobre otros neandertales, concretamente los hallados en la cueva Spy de Bélgica. Cosa lógica, dado que un sólo ejemplo (como el que se había llevado a cabo con Shanidar III) no podía constituir materia suficiente para concluir al menos que muchos de los neandertales consumían también habitualmente vegetales. Esto era algo que se suponía, pero ahora tenemos delante la confirmación.

 

De otro lado, hay que reconocer que no deja de llamar la atención las técnicas forenses tan depuradas que se llevan a término para conocer más datos sobre la vida de nuestros parientes neandertales. Ciertamente, resulta increíble que a través del sarro de la placa dental se puedan obtener restos microscópicos de la dieta de un individuo.

 

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Respuestas a esta discusión

Como complemento de la información puede leerse la opinión de Eudald Carbonell (abajo en la foto), codirector del yacimiento de Atapuerca y director del IPHES, aparecida en ELMUNDO.es:

 

Dieta neandertal

 

En primer lugar, cabe decir que el consumo de vegetales es la base nutritiva de nuestro género, Homo. En Atapuerca, el estudio de estrías dentales nos demuestra una rica alimentación con estos productos por parte del Homo heildebergensis hace 500.000 años. La diferencia es que estos vegetales no parecen que hayan sufrido cocción, de hecho, aunque el fuego se conoce desde hace más de 800.000 años, en nuestro género queda claro que no tenemos pruebas del uso sistemático para la cocción de alimentos, sólo hipótesis como las planteadas por el colega Wagram, y publicadas en Current Anthropology, en las que postula que la salida de África de Homo fue asegurada por la cantidad de tubérculos que había disponible en el subsuelo de la sabana africana. Desgraciadamente no disponemos de pruebas que puedan contrastar esta hipótesis.


Si añadimos el consumo por transformación de vegetales, cereales silvestres, etc. queda claro que aún la investigación no ha aportado información susceptible de ser presentada como prueba de su consumo por la acción del fuego.

 

La proliferación de hogares en los yacimientos de neandertales -como este que vemos en la imagen descubierto en el Abric Romaní (Capellades-Barcelona) por mi equipo del IPHES, en fotografia de Jordi Mestre- nos explica como el fuego juega un papel nodal en la organización de esta especie, pues se convierte en el instrumento de cohesión y articulación estructural, de manera que es utilizado para poder reunir al grupo, iluminar sus estancias, ayudar a procesos técnicos y, por supuesto, la gran cantidad de huesos quemados que se encuentran en los registros pueden dar a entender en muchos casos el uso del fuego para calentar y cocer la carne de los animales cazados.

Parece obvio que el fuego esté ligado también a la conservación de la carne, sobretodo en la producción de ahumados para poder disponer de este producto en los movimientos estratégicos por los territorios. Nadie había planteado que el neandertal fuera sólo carnívoro, pero es obvio que las pruebas arqueológicas para demostrar la práctica de la ingesta de vegetales son más difíciles y complejas. El género Homo es omnívoro, y excepto en casos extremos, sólo se nutren de carne, pero esta práctica puede ser estacional o solamente de emergencia. Los omnívoros son omnívoros, es decir, su dieta es vegetal y animal en condiciones normales. Plantas, legumbres y raíces de tubérculos parecen ser el origen del almidón encontrado en las placas dentales de homínidos neandertales procedentes de yacimiento de Bélgica e Irak.

Este descubrimiento, y su posterior publicación, nos aporta pruebas empíricas de algo que parece obvio en sociedades complejas como las que forman las redes neandertales en Eurasia y, sobre todo, los últimos grupos de esta especie que tienen comportamientos análogos u homólogos al Homo sapiens establecidos en Eurasia a partir del estadio isotópico 3 (60.000 – 30.000 años antes del presente) y con los que conviven en el territorio aproximadamente unos 10.000 años.

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