Euskerización del País Vasco: sobre el inicio del proceso

País Vasco y resto de territorios con hablantes de vasco en la actualidad

El proceso de euskerización del País Vasco se inicia a partir del siglo V d. C., en base al análisis de las evidencias e interpretación de los expertos. “Ahora sabemos, gracias a los extraordinarios importantes hallazgos arqueológicos de Aldaieta (Naclares de Gamboa, Álava), de Basauri y de Buzada (en Elorz, Navarra), entre otros, que el País Vasco mantuvo unas relaciones estrechísimas con el mundo franco y en especial con la región aquitana durante los siglos VI y VII. Los historiadores deberán evaluar las consecuencias de estos hallazgos, pero no es descabellado pensar que este aporte cultural y social –quizá también poblacional- septentrional hubiera tenido una gran importancia en la creación de la Euskal Herria que poco más tarde surgirá a la historia” (Gorrochategui, J. - 1998, Algunas reflexiones sobre la prehistoria de la lengua vasca, Lección inaugural del curso académico 1998-99 de la Universidad del País Vasco. Vitoria-Gasteiz).

En época romana el territorio del País Vasco, y Tierra de Estella navarra, evidencia la inequívoca presencia indoeuropea en la denominación de sus gentes y tierras, de acuerdo a la antroponimia, teonimia y toponimia que testimonia la epigrafía, en donde destaca la profusa línea fronteriza navarro-alavesa cuya factura corresponde en su mayoría al taller epigráfico de Alba/Gastiáin.

El antecesor del euskera histórico, el aquitano de los siglos I a III d. C., tiene la gran mayoría de testimonios en las inscripciones en latín del área de influencia de Lugdunum Convenarum, ciudad aquitano-romana del suroeste de la Galia, actual Saint-Bertrand-de-Comminges en el Alto Garona francés.

Durante el siglo V d. C., la descomposición del Imperio romano, invasiones bárbaras en la península ibérica, convulsión social de las bagaudas y constitución del nuevo orden germánico visigodo y franco, crean las condiciones históricas sobre las que se desencadena el inicio del proceso euskerización.

 

El territorio del País Vasco en época romana y la Cantabria tardoantigua

Los pueblos prerromanos que habitaban el territorio del País Vasco hablarían lenguas indoeuropeas. Celtibérico los berones en el sur de Álava, y variedades de lenguas preceltas con influencias célticas y celtibéricas autrigones, caristios y várdulos, que integrados en el convento jurídico cluniensis, siguiendo a Plinio, compartirían afinidad etnocultural cantábrica.

La franja de Navarra, Álava, La Rioja, Soria, Burgos y Palencia concentra la gran mayoría de inscripciones romanas con el antropónimo Cantaber. Álava la que más inscripciones tiene con tres (Contrasta dos e Iruña de Oca una); a la que habría que sumar la fronteriza navarra Gastiáin, también con jinete a caballo como la de Iruña de Oca.

La concentración de inscripciones en esta franja parece seguir el área de influencia del curso occidental del Ebro y el Itinerario de Antonino de la «vía aquitana» desde Alba a Carrión de los Condes, área netamente celtibérica/céltica coherente con la antroponimia y toponimia de las inscripciones de época romana.

Los Cantaber de las lápidas-sillares de Contrasta y Gastiáin, así como la inscripción de Iruña de Oca, tendrían relación con el orónimo Sierra de Cantabria en Álava, y Monte Cantabria y Ciudad de Cantabria en La Rioja. Otros antropónimos de las inscripciones fronterizas naravarro-alavesas relacionados con orónimos, en sintonía con Cantaber, serían: Ambatus> Monte Amboto, Tullonio> Sierra de Toloño y Baelibio> Monte Bilibio; orónimos-divinidades y antropónimos de inequívoca raigambre indoeuropea, que al igual que Cantaber también reproducen réplicas de diversa variedad toponímica en la misma franja territorial de afinidad etnocultural.

Menéndez Pidal consideraba probable que en el siglo V hubiera una demarcación militar romana denominada Cantabria, que se ubicaría entre los astures, Tierra de Campos, la Rioja Baja y el mar Cantábrico.

El Ebro, navegable en época romana desde el puerto de la Ciudad de Cantabria (Vareia) y una de las vías fluviales más importantes de la Península, vertebraba la Cantabria tardoantigua de tal modo que habría de quedar asociado como río propio homónimo de Cantabria a su paso por Navarra: “… al pie de los Pirineos, en los puertos de la susodicha Galia, donde tiene sus fuentes el río Aragus, que recorre Seburi y Pamplona y se arroja en el río Cántabro [Ebro]”. (Eulogio de Córdoba - inicio s. IX - Epístola al obispo Wiliesindo de Pamplona).

En base a las fuentes altomedievales hay consenso básico en que la Cantabria tardoantigua abarcaría un amplio territorio al este de la Cantabria prerromana entorno al Ebro hasta tierras navarras y el mar Cantábrico como límite septentrional, y, por tanto, en el que se encontraría incluido el territorio del País Vasco.

Desde la perspectiva del reino visigodo de Toledo las fuentes refieren a este ámbito, también, como ducado de Cantabria.

La Cantabria referida a principios del siglo VII por el cronista Fredegario englobaría un territorio al norte de Amaya y Pamplona. Las evidencias arqueológicas de influencia franco-aquitana sobre las que reflexionaba Gorrochategui en el 98, habrían de vincularse, como evidencia en el mismo sentido, y en consonancia, a la explícita expansión del dominio franco en la Cantabria tardoantigua que asevera la crónica de Fredegario: “[Sisebuto] sometió la provincia de Cantabria, que en otro tiempo habían poseído los francos, al reino de los Godos; un dux, de nombre Francio, que dirigía la Cantabria en época de los francos, había pagado tributos a los francos durante mucho tiempo” (Fredegario. Chron., IV.33).

Paralelamente, la Epistula Sisebuti, carta escrita por el propio rey Sisebuto a San Isidoro de Sevilla, narra el ataque por mar contra vascones y cántabros en el año 613, en la que el rey visigodo se habría embarcado para combatirlos. De todo esto, cabría deducir que el dominio franco en la Cantabria que refiere Fredegario habría de haberse establecido en algún período del siglo VI, y que esos cántabros y vascones a los que combate Sisebuto, se encontrarían liberados del dominio franco antes de combatir a Sisebuto y, probablemente, antes de haberse enfrentado a Leovigildo.

A la vista de que los reyes visigodos desde Leovigildo a Rodrigo guerreaban reiteradamente contra denominados vascones en el área de la Cantabria tardoantigua, se puede concluir que siempre habría vascones liberados del dominio visigodo, nunca dominarían a los neovascones en el territorio del País Vasco, los pírricos vestigios visigodos en el País Vasco también parecen atestiguarlo.

 

El territorio del País Vasco entre la presión visigoda y franca

No se sabe con certeza absoluta todos los motivos y sucesos que desencadenarían que el territorio del País Vasco, netamente indoeuropeo en época romana, celtibérico al sur, y precelta-céltico-celtibérico de afinidad etnocultural cantábrica integrado en el convento cluniensis y, posteriormente, en la Cantabria tardoantigua, se transformaría en ámbito de lengua vasca que sucede al aquitano de los siglos I-III. Al mismo tiempo, habría de resistir excepcionalmente al dominio del reino visigodo de Toledo hasta su final, emergiendo en la Alta Edad Media como parte de una nueva identidad etnocultural, expandida en el oriente de la Cantabria tardoantigua, y en ambos lados del Pirineo en Navarra y Gascuña; las fuentes merovingias la nombrarán Wasconia, por primera vez en la historia, y, con posterioridad, las fuentes visigodas Vasconia.

La transformación del territorio del País Vasco como parte de la nueva Vasconia altomedieval se inicia a partir del cambio copernicano que supone el fin del Imperio Romano de occidente, los denominados 'Años oscuros', período de grandes migraciones en Europa, y la emergencia hegemónica de los reinos germánicos herederos de los restos del Imperio. La nueva Vasconia surge entre la presión del reino franco y el reino visigodo de Toledo, en el margen occidental donde limitan ambos reinos.

Durante el convulso siglo V se suceden inusitados acontecimientos que transformarían definitivamente el devenir del ámbito del País Vasco.

Suevos, vándalos y alanos invaden la Península a través del Itinerario de Antonino de la «vía aquitana», atraviesan el territorio del País Vasco dejando tras de sí violencia y destrucción. Esta calzada romana de primer orden de importancia se convierte a partir de entonces, a pesar de breves períodos de interrupción del caos, en la “vía de agua” del orden del Imperio en Hispania, y particularmente “caudalosa” se desborda en la región. Sin el control efectivo permanente de las fuerzas armadas del Imperio, situada como nudo estratégico de los acontecimientos, sufre el paso inexorable de las múltiples operaciones de invasión, guerra y devastación de distinto signo.

Los suevos asentados en el noroeste peninsular utilizan esta calzada en sus reiteradas incursiones de depredación en la Tarraconensis, ensanchando sus dominios en el este hasta Iruña-Veleia. Las bagaudas con tintes de guerra civil en Vasconia enfrentarían a partidarios del establishment del Imperio contra opositores a éste. El rey suevo Recciario aliado con los visigodos devasta las Vasconias aliadas del Imperio, y años después en alianza con los bagaudas saquea el valle del Ebro.

Los visigodos asentados en Aquitania penetran en Hispania como federados del Imperio y acaban con las bagaudas particularmente significadas en Vasconia.

Años después vuelven a penetrar desde Aquitania con tropas de burgundios como federados del Imperio para derrotar en batalla a los suevos. El ejército visigodo de Eurico, rey de Aquitania, coincidiendo con la disolución del Imperio y desentendido de compromisos romanos, toma Pamplona y Zaragoza, y se anexiona grandes extensiones de Hispania; el reino visigodo se convierte en la primera potencia posimperio.

Al comienzo del siglo VI, los francos expulsan de Aquitania a los visigodos que se reducen a Hispania. A partir de entonces se constituye un nuevo orden que establece la frontera entre francos y visigodos durante los siglos VI y VII, donde emerge la nueva Vasconia de límites tan inciertos y variables como reales y prácticos, aprovechando los márgenes fronterizos occidentales favorecidos por la orografía y el límite costero; su máxima expresión cultural sería el euskera histórico, originado en el aquitano procedente del área de influencia de Lugdunum Convenarum.

El continuo trasiego de tropas con consecuencias devastadoras en el ámbito de la “vía Aquitana”, no sería ajeno al vaciado poblacional y fáctico vacío de poder estable, que provocaría entre otras consecuencias traumáticas la práctica desaparición de la forma de vida romana en las ciudades que recorría la “vía Aquitana” en la región. Sólo se mantiene en pie, aunque en regresión, Pamplona, y durante algún tiempo Iruña-Veleia, lo que supone una vuelta al ruralismo prerromano especialmente acelerado, drástico y regresivo en la región.

¿Quién habría de ocupar el vacío poblacional y de poder?. Pues quienes cumplieran con las condiciones y características que exigía el momento histórico, tropas militares capaces de aglutinar a la población y enfrentarse con suficiente éxito en el tiempo a la presión de francos y visigodos. El grueso de estas tropas militares, y especialmente sus élites, que ocuparían el vacío, y resisten a francos y visigodos, habrían de ser gentes euskéricas que por prestigio expandirían su lengua a la población de Vasconia.

En consecuencia con la destacada tesis de Mikel Pozo, y la propuesta de Abaitua, Martínez-Areta y Ramos que prolonga la tesis en lo relacionado con la cuestión (El euskera en la tardoantigüedad. Expansión a occidente y dialectización - 2022), las tropas guerreras eukaldunes, que se expandirían en el territorio del País Vasco, habrían de tener su origen en los rusticani que refieren las fuentes, tropas locales fieles del emperador cuya misión durante el Imperio habría sido el control de los pasos pirenaicos occidentales, y posiblemente de la “vía aquitana” en su trayecto por la región.

Durante el desordenado siglo V, la presión sobre la embrionaria nueva Vasconia habría de ser visigoda, desde su asentamiento en Aquitania como gendarmes del orden romano en descomposición, para acabar con las bagaudas significadamente vasconas, y, después, desde el reino de Tolosa para tomar Pamplona y conquistar la Tarraconensis con la oposición hispanorromana.

Durante el siglo VI, atendiendo a las fuentes merovingias y visigodas, los francos ejercerían presión sobre los neovascones en el área pirenaica septentrional occidental, tras expulsar a los visigodos de Aquitania, en alianza con el Imperio Bizantino, y sustituir a los visigodos como herederos hegemónicos del Imperio Romano de occidente, obligando a los visigodos a reducirse al reino de Toledo. Según la crónica de Fredegario, en algún período del siglo VI anterior al reinado de Leovigildo, la presión franca rebasó los Pirineos y penetró en la Cantabria tardoantigua anexionándola a sus dominios. Del otro lado, los visigodos, a partir de Leovigildo, presionan el área de Pamplona dominando la ciudad, y contienen a los neovascones en el área surpirenaica y del País Vasco. Todo ello habría de empujar a la expansión del euskera en el área suroccidental de Vasconia.

En el VII se mantendría grosso modo la presión del VI, pero sin que los francos penetrasen en la región, serán exclusivamente los visigodos fortalecidos desde Leovigildo, quienes ejercerían la presión en el lado meridional de los Pirineos.

En ese estado de cosas, el tradicional papel rusticani chocaría con el nuevo orden visigodo a ambos lados de los Pirineos, y desaparecería inevitablemente su misión en la nueva frontera pirenaica que separaría francos de visigodos. Los neovascones resistirán, y, como eje nuclear de la resistencia, los rusticani habrían de emerger en forma de élite guerrera, posicionados al frente de la vanguardia que impulsaría el nacimiento de la nueva Vasconia a ambos lados de los Pirineos. Según Mikel Pozo, los rusticani, o al menos parte ellos, tenían el antecedente de haber participado como bagaudas en las revueltas de oposición al rumbo que había tomado el Imperio, donde los visigodos, como federados del Imperio, serán los efectivos encargados de liquidar definitivamente a los bagaudas.

En opinión de Mikel Pozo, la incursión franca a Zaragoza en el 541 sería el detonante de la expansión de la influencia franco-aquitana sobre la que reflexionaba Gorrochategui en el 98. Mikel Pozo: “Es posible que hubiera un buen entendimiento [entre vascones y francos] e incluso que [vascones] se enrolasen en las huestes francas atraídos por el olor a botín. Este hecho pudo tener diversas implicaciones en el interior de la región más allá del puramente material. El contacto con los soldados norpirenaicos debió favorecer el conocimiento y adopción por los indígenas de costumbres y rituales asociados al poder militar franco como el funerario difundido en Vasconia” (Mikel Pozo – 2016 - Vasconia y los vascones de la crisis del imperio romano a la llegada del islam (siglos V-VIII). Evolución sociopolítica y génesis de la gens effera).

Sin embargo, los francos tuvieron problemas en la retirada de la incursión a Zaragoza al llegar a los pasos pirenaicos. Según la versión de San Isidoro porque los visigodos cerraron los accesos pirenaicos a la Galia, y, después, a cambio de dinero, permitieron pasar los Pirineos a los cinco monarcas y su séquito, pero masacraron a la retaguardia. Según la interpretación de Venancio Fortunato por Barbero y Vigil, hubo enfrentamiento entre francos y vascones al intentar los monarcas merovingios forzar los pasos pirenaicos navarros, sin éxito.

Estás dos versiones coinciden en lo principal, la retirada franca tuvo problemas para pasar los Pirineos. Las dos son creíbles y pueden ser complementarias, puesto que finalmente los francos pudieron pasar los Pirineos, aunque supuestamente los vascones les hubieran impedido el paso de vuelta por Pamplona, por el mismo camino de ida, después de haber saqueado todo a su paso, lo que debió de «incomodar» a los «rústicos» del lugar, y estos «obligarían» a los francos a acceder por otro sitio. El que masacraron a la retaguardia franca, recuerda a la futura batalla de Roncesvalles, aunque en este caso San Isidoro afirma que la masacre fuera a manos de los visigodos. No vemos a San Isidoro, muchos años después de los hechos, reconociendo el hipotético papel de los vascones con lo poco que les apreciaba.

En el 541 la situación de los visigodos en Hispania era inestable y débil. De hecho, los ostrogodos dirigen las acciones para el control discutido y parcial de Hispania, mientras los visigodos se desangran en crisis de sucesión permanente tras las sucesivas derrotas en la Galia a manos de los francos. Es probable que la incursión a Zaragoza fuera promovida por Justiniano, que había sellado años antes una alianza con los reyes merovingios, y conocía de primera mano la debilidad visigoda, lo que querría aprovechar para su plan de anexionar Hispania de nuevo al Imperio. No es descartable que vascones y visigodos pudieran ser aliados puntuales en esta incursión franca. En ese momento, las fuerzas visigodas no podrían ser el enemigo que años después fueran para la supervivencia neovascona, a partir de Leovigildo; por el contrario, los francos sí que suponían una fuerte amenaza para la supervivencia de la nueva Vasconia, sobre todo en la vertiente septentrional pirenaica.

Dicho de otro modo, parece lógico que el comienzo de la fase expansiva del euskera en el País Vasco se produjera antes del 541, bajo la presión de los francos tras expulsar a los visigodos del reino Tolosa y dominar la Cantabria tardoantigua. Incluso puede que el inicio de la fase expansiva se produjera con anterioridad bajo la presión visigoda desde Aquitania, durante los vacíos de poder en el caótico siglo V, y la quiebra del medio de vida de los hasta entonces fieles rusticani.

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Comentario por antton erkizia el enero 7, 2024 a las 10:06am

Paloma dice: "Los pueblos prerromanos que habitaban el territorio del País Vasco hablarían lenguas indoeuropeas. Celtibérico los berones en el sur de Álava, y variedades de lenguas preceltas con influencias célticas y celtibéricas autrigones, caristios y várdulos, que integrados en el convento jurídico cluniensis, siguiendo a Plinio, compartirían afinidad etnocultural cantábrica."

Ya. Todo es celta menos alguna cosita, pequeña y siempre que sea subordinada a lo celta. Esta vez, compartiendo…”afinidad etnocultural cantábrica”.

 Y si, al compartir Conventus Cluniensis, "compartirían afinidad etnocultural", según infiere Paloma, ¿También compartirían afinidad etnocultural los pueblos del Valle del Ebro (berones, vascones, suessetanos, sedetanos, lobetanos, ilergetes…hasta Tarraco por el este, hasta Complutum -Alcalá de Henares- por el sur) al estar integrados todos ellos en el mismo Conventus Caesaraugustanus?.

"El proceso de euskerización del País Vasco se inicia a partir del siglo V d. C., en base al análisis de las evidencias e interpretación de los expertos."

¿Los expertos? Paloma sabe muy bien que no interpretan eso los expertos. No usarás el nombre de Dios en vano.

"El antecesor del euskera histórico, el aquitano de los siglos I a III d. C., tiene la gran mayoría de testimonios en las inscripciones en latín del área de influencia de Lugdunum Convenarum, ciudad aquitano-romana del suroeste de la Galia, actual Saint-Bertrand-de-Comminges en el Alto Garona francés."

¿Os suena, verdad? La explicación esa de que de Lugdunum Convenarum habrían llegado tropas auxiliares a defender los pasos de los Pirineos (hay 450 millas, unos 750 kilómetros de Lugdunum al paso de Orreaga, necesitaríamos 7h en coche hoy). "Rusticani" los llama Osorio (en realidad, les debía haber llamado “veloces milites”) y esos Rusticani fueron los que bajaron de sus puestos pirenaicos e hicieron posible que (con su arrojo, su prestigio y su buen talante) las gentes de la Cuenca de Pamplona abandonaran el lustroso latín y se enamoraran y adoptaran su lengua "bárbara", la aquitana, y de la Cuenca de Pamplona, expandieran el euskera a Álava y a las tierras vizcaínas y al alto Goiherri…

Habíais escuchado esa versión de lo que pudo haber ocurrido al sur de los Pirineos en la tardoantigüedad, ¿verdad?

Muy verosímil no parece pero a mí, particularmente, me gusta este relato porque aquí, en Navarra, nos han querido demonizar con el estribillo ese de que vienen los vascos a conquistarnos y euskaldinizarnos, y ahora, según esta teoría, debieron ser los rústicos de los pasos pirenáicos quienen bajaron (con sus familias de Comminges, se supone) a la Cuenca de Pamplona y desde aquí  salieron a la “conquista del oeste”: Álava y el Goiherri guipuzcoano y tal. Bien está saberlo. Ahora serán “ellos” (los alaveses, etc.) los que tendrán que decir eso de que vienen los navarros rusticani

Bromitas aparte, lo cierto es que, mucho antes de los tales Rusticani de Osorio, hay testimonios de la presencia del euskera al sur de los Pirineos.

Ahí está el UMME SAHAR de Lerga (tocando el yacimiento de Santa Cris, comarca de Sangüesa, Navarra); y el contundente SESENCO y no menos elegantes OANDISSEN y ONSE, AGIRSENO, VELARTHAR, HAURCE (o LAURCE), BELSCO de las Tierras Altas allá en Soria. Aquí está el bronce de la Mano de Irulegi y ahí, en bronce también, algunos nombres de la TURMA SALLUITANA. ¿Procedían de Comminges los soldados ARRANES, ARBISCAR, ENNEGES, UMARBELES…año 90 a.C. en Salduia (Zaragoza)? Ahí está el euskera de los grafitos de Iruña-Veleia (sí, sí, los grafitos “malditos” que, si no hubieran sido criminalizados, hubieran puesto "vuelta al aire" esa teoría de la vasconización a partir del siglo V-VI).

Paloma ya lo sabe pero cuento a los lectores que hay bastantes más huellas de que el euskera estaba aquí. En antropónimos: ORDUNETSI, ABISUNHAR. AGIRSENI y AGIRSAR, ATTAESO y ATTASIS, ONSO, UMARBELES…En topónimos ITURRISSA (posiblemente ITOIZa hoy bajo las aguas de ITOIZ en el valle de Arce, perdón, esto es pedrada mía), OIASSO, ILUNBERRI, POMPAELO y ANDELO (Fco Villar propuso desde HANDI)…

Y no me quiero olvidar de las advocaciones a las diosas y los dioses (todos en -HE>HI>I? dativo?, dedicado a?…): LARRAHE, LOSAE, SELAITSE, URDE, HELASSE, HERAUSCORRITSEHE, ITSACURRINE...

¿Es racional proponer y mantener como explicación un proceso así de "euskerización" sólo porque haya más epigrafía con nombres latinos?

Más lógico parece proponer que, tras la caída del imperio y el vacío de poder (y la indefensión ante las hordas de suevos, vándalos, etc.), las gentes del lugar se reorganizaran en derredor de nuevas autoridades-élites (locales, más tarde zonales) y eso pudo dar lugar a una revitalización de lo local, también del euskera que había quedado relegado de la vida pública “oficial romana”. Las investigaciones de Juanjo Larrea y de Mikel del Pozo, trabajos que cita Paloma pero interpreta diferente, le sugieren a Peio J. Monteano Sorbet  “...un contexto histórico que pudo permitir el surgimiento del vasco común antiguo”. ("Vasconia en los siglos oscuros" pág. 134). E incluso, añado yo, distintos centros de poder con sus zonas de influencia pudo dar lugar a más de un “vasco común”, con variantes propias zonales, que pudieron estar en el origen de los "euskalkis".

No sé, leo a unos y a otros, tomo notas pero sigo siendo un ignorante. No estoy para juzgar a buenos y malos pero sí quiero hablar claro, según mi entender. Veo una postura negacionista en los que mantienen obstinadamente aquí y allí esa teoría. Veo un empeño en no querer reconocer que el euskera estaba (pudo estar) aquí en el cambio de era, ni siquiera quieren contemplar esta explicación como “posible”, a pesar de los datos y de lo que sugiere más de un experto.

(Últimamente he leído que los vascones a lo mejor no fueron una etnia prerromana "de verdad", que muy posiblemente fueron una etnia artificial que los romanos crearon…(No me invento nada, está en un artículo en revista supuestamente científica). Más negacionismo.

 

Comentario por antton erkizia el enero 7, 2024 a las 11:59am

Corrigiendo y matizando: donde digo "Osorio" quise decir "Orosio", Paulo (sacerdote, historiador de comienzos del siglo V) quien hace mención de "rusticani" custodiando los pasos pirenaicos; se supone que Orosio está hablando de gentes del lugar, ganaderos y/o agricultores, rústicos, constratados y mínimamente entrenados y armados para esa función auxiliar. En ningún caso parecen ser "tropas regulares" ni desde luego no hay ninguna mención de que provenieran de Lugdunum-Comminges, claro. En todo cso, no habría sido un número importante de gente armada como para posteriormente poder "colonizar" la cuenca de Pamplona; además se sabe que fueron disueltos y desarmados en el mismo siglo V, no recuerdo por orden expresa de qué autoridad romana.

Comentario por Paloma el enero 13, 2024 a las 5:28pm

El sentido del artículo se encuentra enfocado a analizar sobre el inicio del proceso de expansión del euskera histórico desde la perspectiva historiográfica, expansión que entiendo tácitamente asumida en el presupuesto de los principales expertos.

Hay bastante consenso entre los principales expertos en que el euskera histórico se expande por influencia del mundo franco-aquitano: «Ahora sabemos, gracias a los extraordinarios importantes hallazgos arqueológicos de Aldaieta (Naclares de Gamboa, Álava), de Basauri y de Buzada (en Elorz, Navarra), entre otros, que el País Vasco mantuvo unas relaciones estrechísimas con el mundo franco y en especial con la región aquitana durante los siglos VI y VII. Los historiadores deberán evaluar las consecuencias de estos hallazgos, pero no es descabellado pensar que este aporte cultural y social –quizá también poblacional- septentrional hubiera tenido una gran importancia en la creación de la Euskal Herria que poco más tarde surgirá a la historia». (Gorrochategui)

La diferencia entre los principales expertos se reduce a si la expansión se produce en el País Vasco sobre un sustrato netamente indoeuropeo latinizado basado en las evidencias epigráficas, o sobre un sustrato mixto indoeuropeo y paleoeuskérico (sin evidencias epigráficas inequívocas) latinizado. El sentido del artículo cabría en el consenso de ambas teorías.

Comentario por antton erkizia el enero 14, 2024 a las 10:03am

Parece complicado querer matizar el "sentido del artículo" cuando el artículo proclama sin matices, alto y claro y desde la primera línea: "El proceso de euskerización del Pais Vasco se inicia a partir del siglo V d. C. en base a las evidencias e interpretación de los expertos", la teoría de la vasconización tardía.

Y luego vuelves a traernos una cita de Gorrochategui, cita del año 1998, que habla de la influencia franco-aquitana. Nadie te va a negar la influencia cultural y social de los vecinos (enterramientos al estilo merovingio con franciscas y otros adornos). Esos enterramientos de Aldaieta "demuestran" solamente que a las gentes de Aldaieta (a sus clases pudientes) les gustaba “ir a la moda” y "hacerse notar" (su prestigio, su rango en vida) y tal pero, como sabes bien, los análisis de ADN y de estroncio demuestran inapelablemente que en esa necrópolis yacen gentes del lugar y son gentes de distintas edades, no solo gentes en edad de guerrear. Es decir, que es una necrópolis de familias “autóctonas”.

No hay nada en Aldaieta que documente desplazamiento poblacional desde Aquitania, como pareces querer que deduzcamos.

Y puedes seguir insistiendo en eso de las evidencias y coincidencias tácitamente asumidas de los expertos pero sabes que eso no es así.

Te recordaré lo que opina al respecto Joseba A. Lakarra, por ejemplo, uno de los expertos de cabecera para tí, supongo:

   "Pensar que la “vasconización tardía” (desde Aquitania en su versión dura) trajo en Álava, Guipúzcoa y Vizcaya hacia el s. VI d.C. el abandono del celta romanizado que se hablaría ahí (cf. Abaitua 2011:21) y su sustitución rapídísima y completa por una de las más bárbaras lenguas conocidas entonces al occidente del Rin, --y que ésta fuera dominada a la perfección en poco tiempo por los autóctonos pre-euskaldunes-- es un escenario de diseño poco afortunado cuanto menos...

   ...Ahora que gracias a los trabajos de A. Azkarate, I. García Camino, J.J. Larrea y M.Pozo comienza a desarrollarse una lectura menos novelesca  y más ceñida a las informaciones arqueológicas y documentales que las que durante las últimas décadas sucedieron a la teoría de Barbero y Gil, no es fácil encontrar encaje alguno para invasores aquitanos (o navarros: 2ª trinchera argumental) empeñados en extender su lengua o --en otra versión más edulcorada-- a cultísimos romano-celtas que ante las pocas ganas de aquitanos y navarros en invadirlos, adoptarían por razones puramente culturales y estéticas la lengua vasca de sus vecinos del norte (3ª trinchera)...

   ...Como ha sido señalado en más de una ocasión, la “vasconización tardía” no fue en su momento clásico sino una pseudodenominación lingüística de una hipótesis  --mejor, una arraigada y propalada creencia, si no deseo-- extralingüístico, lo cual explica en buena parte de los diacronistas y filólogos en general no se hayan sentido atraídos profesionalmente por el tema, particularmente por la obligación de aportar pruebas --difíciles de hallar o de elaborar-- en contra de algo que no tenía ningún argumento a favor…salvo el silencio de las fuentes sobre la lengua vasca y los euscaldunes.  Con todo, Mitxelene por ej. no dejó de posicionarse en contra siempre que tuvo ocasión y no sólo por el famoso argumento “ex silentio” --o “ex ignorantia”, como reconocen Abaitua y Unzueta (2011)-- sobre el que estaba asentado, aunque desgraciadamente tampoco decidiera extenderse sobre el tema. La única excepción durante años la constituyen importantes notas y observaciones de Joaquín Gorrochategui, como los comentarios sobre la velar sorda conservada por los topónimos occidentales en -ika o la falta de palatización románica y presencia de la sonorización inicial (pero no medial) vasca en "Girku" o en "Getaria". Sin embargo, a los “ponderadores” Unzueta y Abaitua, no se les antoja que sean “argumentos de peso” (!) e incluso se permiten añadir que “pero la flaqueza de estos datos no hace sino menoscabar la teoría que se pretendía apoyar en ellos (!!)” (2011:20)  (interjecciones sic)

   Y es que estos últimos años  --ocultando cuidadosamente antecedentes posiblemente poco gratos para muchos lectores como los Schulten, Sánchez Albornoz, etc.-- han sido M. Unzueta y J Abaitua quienes han tomado la antorcha de la Vasconización Tardía en sus manos, sin argumentos novedosos de peso en mi particular ponderación que, creo, coincide con la de la mayoría. No me corresponde profundizar en la parte histórica de la argumentación, aunque como hemos visto más arriba no parece que tenga grandes dificultades quien quiera tomarse la molestia de seguir poniendo aún más al descubierto los endebles fundamentos de la “Vasconización Tardía”.

   En lo que me queda más cerca, muy recientemente, no de forma directa sino llevados por extensiones y consecuencias de trabajos de carácter más técnico y nada “políticos”, bastantes filólogos y lingüistas han tocado la cuestión: Valeriano Yarza (2015) al tratar de la toponimia antigua de Vizcaya y Guipúzcoa, Luis Mari Zaldua (2016) al analizar ciertos topónimos célticos con rasgos incorporados de vasco antiguo, José Ignacio Hualde al analizar las consecuencias sociolingüísticas o geográficas de algún antiguo préstamo vasco al romance…Los método y objetivos de los autores son bien distintos entre sí pero en todos ellos aparecen fuertes indicios --cuando no pruebas lingüísticas suficientes-- que van en la misma dirección de cercenar la escasa verosimilitud lingüística de la “Vasconización Tardía” --la faceta más relevante de este tema, si no es que se quiere sacarlo definitivamente de su propio terreno-- reconociendo la necesidad de una comunidad importante y multisecular (muy anterior al s. VI d. C., desde luego), fundamentalmente vascoparlante también en Álava, Vizcaya y Guipúzcoa.

   Al fin y al cabo, las situaciones de impasse “ex silentio” pueden deberse a que las evidencias no hablen alto y claro --y, desde luego, algo de eso ha habido y sigue habiendo fuera de la Aquitania más nororiental-- pero también podría deberse en parte a nuestra excesiva sodera o ceguera, fuera esta sobrevenida o voluntaria."

Extractos tomados de "Historia de la Lengua Vasca" / 2018, de Joaquín Gorrochategui, Iván Igartua, Joseba A. Lakarra. (págs 241 a 244).

Comentario por Paloma el enero 14, 2024 a las 7:43pm

¿Lakarra afirma que se hablaba euskera en el territorio del País Vasco entre los siglos I-III?.

La diferencia entre los principales expertos se reduce a si la expansión [del euskera a partir del siglo V] se produce en el País Vasco sobre un sustrato netamente indoeuropeo [prerromano] latinizado [ya sin hablantes de lenguas prerromanas] basado en las evidencias epigráficas [inequívocas y múltiples], o sobre un sustrato mixto indoeuropeo y paleoeuskérico [prerromano] (sin evidencias epigráficas inequívocas [en el territorio del País Vasco]) latinizado [ya sin hablantes de lenguas prerromanas].

En época romana el territorio del País Vasco, y Tierra de Estella navarra, evidencia la inequívoca presencia indoeuropea en la denominación de sus gentes y tierras, de acuerdo a la antroponimia, teonimia y toponimia que testimonia la epigrafía, en donde destaca la profusa línea fronteriza navarro-alavesa cuya factura corresponde en su mayoría al taller epigráfico de Alba/Gastiáin.

La Cantabria tardoantigua [ ya latinizada plenamente en época romana sobre un sustrato prerromano indoeuropeo], se transformaría [a partir del siglo V] en ámbito de lengua vasca que sucede al aquitano [protoeuskera] de los siglos I-III.

Parece lógico que el comienzo de la fase expansiva del euskera en el País Vasco se produjera antes del 541 [sentido y enfoque del artículo], bajo la presión de los francos tras expulsar a los visigodos del reino Tolosa y dominar la Cantabria tardoantigua. Incluso puede que el inicio de la fase expansiva se produjera con anterioridad bajo la presión visigoda desde Aquitania, durante los vacíos de poder en el caótico siglo V, y la quiebra del medio de vida de los hasta entonces fieles rusticani.

Comentario por antton erkizia el enero 15, 2024 a las 1:26pm

Paloma, siendo Gorrochategui y Lakarra y cia tus maestros de referencia en asuntos lingüísticos, si la contundente crítica que hacen ellos de la hipótesis de la “vasconización tardía” tienen para ti la consideración de una diferencia (de matiz), y mantienes (ahora además recalcado con caracteres en negrita, eso de:

  • La Cantabria tardoantigua… se transformaría [a partir del siglo V] en ámbito de lengua vasca que sucede al aquitano [protoeuskera] de los siglos I-III” (¿también atribuible a los valerosos "rusticani"?, benditos ellos),

y si utilizas por tres veces el término “inequívoco” en tu  breve comentario…pues, no se qué decirte, que una postura tan obstinada y tan "pasional" parece no estar basada (solamente) en razones lingüísticas ni historiográficas.

Supongo que ya lo sabes y que es por eso que expones estos argumentos aquí a través de un seudónimo, Paloma.

Comentario por Paloma el enero 16, 2024 a las 3:11pm

Las evidencias no entienden de gustos, creencias, ideologías, intereses, poderes, teorías. Las evidencias son amantes del método científico y repelentes del mito, el fanatismo y el affaire.

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