El Imperio Persa es una de las grandes civilizaciones más misteriosas del mundo antiguo. Persia se convirtió en un imperio bajo el reinado de Ciro el Grande, que creó una filosofía de tolerancia política y religiosa que se convirtió en el distintivo del gobierno persa. El imperio que Ciro dejó atrás se extendió hasta la India y Grecia bajo el reinado de Darío I, que construyó la capital de Persépolis. Entre las obras de ingeniería del Imperio Persa se encuentran un innovador sistema de canalización de agua realizado con herramientas sencillas; una carretera que atravesaba el continente, se extendía más de dos mil kilómetros y que hacía posible el transporte y las comunicaciones; un canal que unía el río Nilo con el Mar Rojo, precursor del moderno Canal de Suez; y la creación de una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, el Mausoleo de Halicarnaso. Sin embargo, mientras Persia alcanzaba su esplendor, otro imperio se erigía a través del Mediterráneo: las ciudades-estado griegas dirigidas por Atenas. La rivalidad entre la expansiva Persia y la naciente Atenas condujo a un periodo de guerras que duró treinta años y es conocido como las Guerras Médicas. El resultado de ese enfrentamiento ayudó a crear el mundo en el que vivimos hoy en día.