En la costa Sur de Perú, es una zona desertica, alli se encuentra un poblado denominado Pisco que en el idioma de los antiguos habitantes se denominaba AVE de Pisco, alli hay un desierto: El desierto del departamento de Ica,donde todo parece transcurrir en paz y lo único que altera este equilibrio es un poderoso vendaval de arena llamado en el lenguaje de los lugareños: el paracas.
El paracas es un viento marino que se presenta generalmente por las tardes, en los meses de Agosto, Septiembre y Octubre y sopla enloquecedoramente y sin cesar de Oeste a Este, a una velocidad aproximada de 40 km por hora, durante periodos de 2 a 6 dias seguidos, levantando nubes de polvo y arena y calmando sólamente al anochecer.
En el desierto de Ica, como en toda la costa peruana, no llueve casi nunca. Pero esa zona, en concreto, es la región más árida del Perú. La única humedad que alcanza a sus arenales es el vahear marino de la garúa, que ni siquiera propicia una vegetación rala.
El cauce del rio Ica permanece sin agua prácticamente todo el año y tan solo en los meses de Enero, Febrero y Marzo, que llueve en la sierra, deja correr agua por su lecho hasta llegar al tablazo donde es absorbido por la tierra poco antes de alcanzar el Oceano Pacífico.
La vegetación solo se manifiesta en el cauce del rio y en las quebradas secas, debido a las aguas subterraneas que en ciertas zonas afloran formando lagunas que se convierten en oasis dando vida a palmerales, huarangos y otros arbustos.
Ahi, en ese tablado inhóspito, donde la geografía y las condiciones atmosféricas no son nada favorables a la vida, se asentó un pueblo laborioso que llegó a dominar su entorno natural: Paracas.
Probablemente la cultura Paracas tuvo su centro principal en Peña de Tahajuana, en el valle de Ica, a 300 km al Sur de Lima .
Se trataba de una civilización local, de la costa sureña, cuya influencia se extendió desde Cañete por el Norte hasta el valle de Yauca en Arequipa, por el Sur.
El ambiente extremadamente seco de la zona, favoreció la extraordinaria conservación de sus restos.
La cultura Paracas es famosa por sus características tumbas, los fardos funerarios, los mantos que los recubren y la aplicación de técnicas de trepanación y deformación artificial del craneo.
En aquellos parajes, a escasos 18 km al sur de Pisco, en un promontorio rojizo que se adentra en el mar conocido como Wari Kayan (Cerro Colorado), se hallaron sepulturas de dos tipos, que diferían por su naturaleza y por su contenido.
1) Sepulturas en forma de caverna excavada en la roca del subsuelo desértico
2) Sepulturas en necróplis.
Se observó que estaban relacionadas con dos movimientos culturales que se sucedieron:
1) Paracas Cavernas (700 a.C. - 200 a.C.)
2) Paracas Necrópolis (200 a.C. - 200 d.C.)
Cultura PARACAS NECRÓPOLIS
Corresponde al periodo más evolucionado. Famoso por sus telas decoradas con figuras policromadas (MANTOS), está vinculado a la Cultura Nasca.
Es un periodo preNasca.
Las tumbas de Paracas Necrópolis están ubicadas en las faldas de Cerro Colorado de Paracas (al igual que las de Paracas Cavernas), pero son tumbas en campo abierto.
Los individuos eran enterrados agrupados en cementerios, en la arena o escombros de épocas pasadas, a poca profundidad y en algunos casos se reutilizaron las estructuras domésticas de la época anterior colocando los cadáveres entre los muros o rompiéndolos para acondicionar espacios más grandes, recubriéndolos luego con arena y escombros.
De estos cementerios se extrajeron numerosos fardos funerarios cuya característica más notable respecto a Paracas Cavernas es que además de las telas ordinarias y bastas que recubrian al cadaver, presentaban unos tejidos suntuosos: los MANTOS.
Igualmente junto alas momias aparcen CERAMIOS
Las MOMIAS muestran como en Paracas Cavernas, las CABEZAS ARTIFICIALMENTE ALARGADAS, pero prácticamente no se observan TREPANACIONES
Los Mantos de PARACAS NECROPOLIS
Las telas finas de Paracas Necrópolis son de algodón y de lana de camélidos, o de material mixto generalmente constituido por una tela básica de algodón sobre la que eran bordadas figuras con hilos de lana de distintos colores.
Las telas finas de Paracas Necrópolis fueron prendas de vestir. En vida, los mantos se llevaban sobre la cabeza a manera de gran mantilla que caía por la espalda. Probablemente eran utilizadas en vida, pues las hay con signos evidentes de haber sido usadas y hasta ostentan remiendos. Al morir, estas prendas formaban parte del ropaje o ajuar funerario, como es el caso de los MANTOS.
Lo que da fama a los tejidos de Paracas Necrópolis son los MANTOS especialmente.
Se trata de mantos rectangulares, largos y anchos como una manta (su tamaño, por término medio llega a alcanzar 2.50 x 1.30 m) cuya base es de algodón o lana, rematada por un bordado de motivos polícromos. Los motivos se repiten son pequeños y se repiten con diferentes combinaciones, representando seres mitilógicos y muy eventualmente, motivos geométricos
Las tonalidades son delicadas y armoniosas. Los especialistas han llegado a contar 7 colores con los que se han logrado hasta 190 gradaciones de color. Los colores, minerales y vegetales, se han conservado casi inalterados.
Los bordadores o bordadoras inventaron un punto que imita a la perfección las mallas del ganchillo. En ocasiones los bordados son salpicados por hebras de oro o de plata, por lentejuelas, por motivos hechos con cabellos humanos, con pelos de murcielago o de vizcacha.
Eran conocidas las técnicas del brocado, del velo y de la red., asi como la técnica de los tapices a doble cara.
La trama de estas prendas cuenta con una cantidad de hebras del orden de 400 por pulgada cuadrada.
El valor real de uno de estos mantos fue calculado en 1972 en torno a los USD $ 2.000.000.
Continuara...
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