Robo del siglo: desaparece el Códice Calixtino de la Catedral de Santiago

Responsables del Archivo de la Basílica compostelana, donde se custodiaba, advirtieron su falta el martes por la tarde. La Policía Científica busca desesperadamente cualquier pista.

 

Fuente: A. Seijo/C. Deaño/D. Peláez, Santiago | El Correo Gallego.es, 7 de julio de 2011 

 

Puede ser el robo del siglo. Uno de los libros más importantes del mundo acaba de desaparecer del Archivo de la Catedral. El Códice Calixtino, un documento histórico de incalculable valor, ha sido robado en la basílica compostelana. La Policía de toda España está ya advertida y busca desesperadamente al autor o autores de este robo de alcance internacional.

 

 
Su falta se descubrió el martes a las ocho y media de la tarde. En ese momento, responsables del Archivo de la Catedral informaron al deán, José María Díaz, de que el Códice Calixtino no estaba en su sitio habitual. En ese primer momento de desconcierto todos se pusieron inmediatamente a rebuscar en el resto de instancias, para ver si estaba en otro lugar. En torno a las 22.00 horas, cuando quedó confirmado que el valiosísimo texto no aparecía en ningún lugar, avisaron a la Policía, que inmediatamente se personó en la Catedral.

Los agentes de la Sección Científica estuvieron tomando todo tipo de muestras y datos en el lugar del robo, buscando huellas, revisando los discos duros de las grabaciones de las cámaras de seguridad y registrando todo el lugar hasta las doce de la noche. Se miraron detenidamente las entradas y salidas de personas, con dichas cámaras, y ayer por la mañana nuevamente los especialistas de la Policía Nacional regresaron a la Catedral y pasaron varias horas analizando mil y un datos sobre el terreno.

La conmoción era tremenda entre el restringidísimo círculo de personas que conocían la noticia. De hecho, ayer por la mañana el propio deán se reunió con el Cabildo de la Catedral y les informó personalmente del robo, y lo hizo también con el arzobispo, monseñor Julián Barrio.

 

 
Los especialistas creen que el autor o autores del robo son personas que, evidentemente, saben lo que vale esta joya bibliográfica conocida en todo el mundo. Saben el valor que puede tener en el mercado negro. Se sospecha, por tanto, que debería tratarse de una banda organizada que incluso podría actuar por encargo de algún coleccionista caprichoso y sin ningún tipo de escrúpulos.

En todo caso, la preocupación en el Cabildo y en el Arzobispado es tremenda, como puede imaginarse, y todos ellos están desconcertados y hundidos por la pérdida del Códice Calixtino.

Seguridad en el Archivo. La primera pregunta que surge tras conocerse el robo hace referencia a las medidas de seguridad que tenía un libro de esta importancia. Fuentes del Cabildo apuntan que el robo pudo producirse el domingo por la tarde. La realidad es que en los últimos años, desde que José María Díaz es deán de la Catedral, se mejoraron sensiblemente estos sistemas de seguridad. De hecho, se consideraban idóneos para proteger un documento de este tipo. Sin embargo, es cierto que no están al nivel de lo que uno puede encontrarse en un gran banco o en una joyería de alta seguridad. El original se encontraba en el Archivo de la Catedral, en una cámara blindada, mientras que existe además una réplica exacta, con la que trabajan todos los especialistas acreditados para tal fin, que también pueden ver los visitantes del Museo de la Catedral.

En la zona del Archivo donde estaba guardado existe un sistema de alarmas y contraincendios, instalado todo ello en la etapa del actual deán. Pero la realidad es que no registra todos los movimientos en las distintas estancias. Además, hay cinco cámaras de seguridad ubicadas en otras tantas esquinas, pero ninguna de ellas, lamentablemente, enfocaban al propio Códice Calixtino. Las investigaciones se han extendido ya por toda España.


El robo de los siglos en Santiago

 
El ‘Códice Calixtino’ es una joya con una trascendencia histórica incalculable. Se trata de un manuscrito ilustrado del siglo XII que está considerado como la primera guía de viajes del mundo, ya que sirvió de referente a muchos miles de peregrinos en la antigüedad.

DATOS:

 
1.- Antigüedad. Se trata de un códice del siglo XII en el que además del texto también tienen especial importancia las ilustraciones. Tiene un extraordinario valor como fuente de información sobre la peregrinación.

2.- Tamaño. En el año 1964 fue encuadernado en un solo volumen incorporándole el libro de Turpín, que se había desmembrado y encuadernado aparte. Mide 30 por 21 centímetros y la caja en la que se conserva, 23 por 16.

3.- Páginas. La obra consta de 225 folios de pergamino con paginación en números romanos, a los que se añade la arábiga en el reincorporado libro de Turpín.

4.- Autor. El libro se atribuyó al papa Calixto II, y de ahí el nombre por el que es conocido. En la Edad Media era costumbre atribuir los trabajos a personalidades de gran relevancia para adornarse así con su prestigio.

5.- Libros. El códice se divide en cinco libros: el primero tiene carácter litúrgico y recoge sermones y homilías. El segundo relata los milagros realizados por el Apóstol Santiago; el tercero recoge la traslación del cuerpo; el cuarto es el libro de Turpín, y el quinto, una auténtica guía de peregrinación.

 

DATOS PRINCIPALES:

 

Valor literario. Además del contenido histórico y artístico, hay que destacar también el valor literario de la obra, con unas descripciones de gran realismo y también con notas líricas. No existe límite entre realidad y ficción, que mezcla en las narraciones.

225 Componen la obra. Muchos de ellos encabezados con miniaturas primorosamente decoradas.

3 Amanuenses. Los estudiosos opinan que el manuscrito fue realizado por tres amanuenses distintos, todos con gran dominio de su oficio. Según las investigaciones de Moralejo Laso, uno escribió hasta el folio 186; otro, desde éste al 222, y un tercero, con un tipo de letra más avanzado, realizaría los dos últimos.

1964 Reforma. En ese año fue cuando por acuerdo entre el Cabildo y la Dirección Xeral de Archivos y Bibliotecas se procedió a encuadernar la obra.

 

Un robo ‘de película’ por encargo con sospechosos muy dispares

 
Los precedentes fueron cometidos por bandas organizadas a las órdenes de un cerebro privilegiado

 

Foto: Una de las ilustraciones que recoge el Códice, con la iconografía del Apóstol Santiago  

 

1.- ¿Dónde se encontraba el original del Códice Calixtino?

El valioso volumen se encontraba en una cámara de seguridad en el Archivo de la Catedral compostelana; es decir, a él accedían muy pocas personas y era de difícil acceso. No es una cámara acorazada, pero son muchas las dificultades que hay para llegar a él.

2.- ¿Quién consumó el atraco?

 

Los precedentes en España hablan de bandas especializadas que actúan bajo las órdenes de un cerebro, generalmente una persona con amplia cultura, que se encarga de diseñar el robo hasta el más mínimo detalle. Suelen actuar de noche, bien quedándose en el interior del recinto o accediendo a él sorteando las medidas de seguridad. Lo más probable es que se diera la primera posibilidad: los autores se escondieron dentro.

3.- ¿Quién puede ser el cerebro?

Siempre de acuerdo con los casos habidos en España, y en países como Italia, se trataría de un exprofesor conocedor del incalculable valor de esta pieza que recibe el encargo de robarlo. Con este perfil ya actuaron en España dos norteamericanos, uno de ellos apropiándose del Códice del Beato de Liébana del Museo Diocesano de La Seo de Urgell y otro que sustrajo manuscritos de Toledo y Tolosa y hasta del propio museo Vaticano. Otro precedente fue un rabino judío que, con la complicidad de una banda israelí, se llevó varios volúmenes del monasterio de Monserrat.

4.- ¿Quiénes pueden estar interesados en estos volúmenes?

De todo un poco. El citado Códice de Liébana fue recuperado en el despacho de un siquiatra, entre libros profesionales. Dijo haberlo adquirido en el mercado negro pero la Guardia Civil sospechó siempre que había sido un encargo muy especial.

5.- ¿Puede haber un componente religioso?

En los últimos tiempos se detectó que jeques árabes multimillonarios están invirtiendo grandes cantidades en la compra de objetos de valor de estas características. Una vía que no se puede descartar dada la especial simbología de la Catedral de Santiago y la efemérides que se celebra este año.

6.- ¿Corre peligro el Códice Calixtino?

No, si se trata de un robo por encargo. Caso bien distinto es si se trata de una banda que decidió actuar y venderlo al mejor postor. La costumbre es arrancarle una página como muestra ante el posible comprador.

 

El experto, Fernando L. Alsina

 

“ES LA MADRE DE TODOS LOS LIBROS DE PEREGRINACIÓN”

 

“Es la madre de todos los libros de peregrinación”, afirmaba ayer el catedrático de Historia Medieval Fernando López Alsina, destacando que el Codex Calixtinus compostelano es además “el más valioso de todos los ejemplares compilados” de esta obra medieval, ya que existen otras copias, como las que se conservan en la Biblioteca Vaticana o en el British Museum, pero esta tiene añadida el valor de que es la primera y “siempre estuvo en Santiago, y se confeccionó aquí”. Además, dentro de este conjunto López Alsina destaca por su importancia el libro V, que es el que contiene la historia de la traslación del Apóstol desde Judea hasta Galicia, así como los milagros de Santiago, o las narraciones sobre Carlomagno. Como fuente histórica cabe asimismo resaltar que el códice recoge una descripción muy pormenorizada de la Catedral románica, así como de las obras que se estaban llevando a cabo en ella en el siglo XII, así como de la ciudad en aquellos momentos, y toda una auténtica guía sobre cómo se debe tratar a los peregrinos, lo que lo convierte en una fuente histórica de primera categoría. Todo ello, sin olvidar su excepcional calidad artística y la información que aporta desde el punto de vista iconográfico. De hecho, ha sido objeto de numerosos trabajos de investigación, como el estudio codicológico que publicó en 1988 el catedrático Manuel Díaz y Díaz. Asimismo, ha sido objeto de numerosas traducciones a distintas lenguas de todo el mundo.

 

 

Desaparece el Códice Calixtino del archivo de la catedral de Santiago

 

La joya del siglo XII, primera guía del Camino, se guardaba en una caja fuerte. La última vez que se mostró fue hace dos meses, a personal del Ministerio de Cultura.

 

C. Pino / M. Mosteiro - La Voz de Galicia

 

El Códice Calixtino falta del archivo de la catedral de Santiago. La Policía Nacional de la comisaría compostelana confirma que están investigando la desaparición del importante manuscrito del siglo XII, considerado con diferencia el más valioso de los códices que se conservan del Liber Sancti Iacobi. La obra de Compostela es, además, la más antigua de la docena que han llegado hasta la actualidad, de las cuales cinco están completas, mientras que las restantes son versiones parciales.

 

El códice compila en cinco libros o partes textos litúrgicos, históricos y hagiográficos del apóstol, destinados a promover la expansión de una devoción que ya comenzaba a traer peregrinos de toda Europa a Santiago, y un apéndice con obras de polifonía. Está considerado la primera guía del Camino, ya que uno de sus libros recoge con gran profusión información práctica para el peregrino, desde la localización de iglesias y los hospitales más importantes, hasta las fuentes de agua potable, pasando por la descripción de las costumbres y la apariencia de las personas que el viajero se encontraría en cada lugar a lo largo de la ruta desde Francia hasta Compostela.

 

 

La joya bibliográfica, la más relevante del rico patrimonio documental catedralicio, se guarda en una caja fuerte en dependencias del archivo, situado en una ala del claustro y al que no se accede libremente, y no se enseña salvo en ocasiones muy especiales, porque para consultas de los investigadores existe a su disposición un facsímil de la obra.

 

La última vez que se sacó de esta caja de seguridad pudo ser hace alrededor de dos meses, con motivo de la visita de personal del Ministerio de Cultura, según apuntaron algunas fuentes que no pudieron concretar quiénes eran los visitantes ni la razón de su interés por el manuscrito.

 

Visionado de cámaras

 

La Policía Nacional habla de posible hurto y asegura que no se han producido daños en el lugar en el que debería estar. Tampoco existe, según las mismas fuentes, una denuncia formal por escrito, lo que no es un obstáculo para que investiguen la desaparición. Las grabaciones de las cámaras de seguridad de la catedral están siendo visionadas.

 

Por otra parte, el canónigo archivero y deán de la catedral, José María Díaz Fernández, declinó hacer declaraciones sobre la desaparición del Códice Calixtino de su lugar de custodia y remitió a una posible rueda de prensa o la emisión de un comunicado a lo largo de la jornada de hoy. El responsable del archivo no confirmó ni desmintió el posible robo del manuscrito, por lo que tampoco se sabe cuándo detectaron sus responsables que faltaba.

 

La realidad supera con frecuencia a la ficción. La desaparición, extravío o pérdida del importante documento medieval, atribuido al monje cluniacense Aymeric Picaud, que acompañó al papa Calixto II ?de quien toma su nombre el Códice? en su peregrinación a Compostela hacia 1109, parece la trama de una de las novelas que últimamente han fijado la atención en la catedral de Santiago y su historia casi milenaria, porque los 800 años que se celebran este año son los de la consagración del templo románico levantado sobre la primitiva basílica.

 

Enlaces relacionados en el mismo periódico:

 

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El País:

 

Desaparece de la Catedral de Santiago el Códice Calixtino


El libro, del siglo XII y valor incalculable, estaba guardado en una cámara blindada en el Archivo.- Se cree que el robo es obra de una banda que pudo haber actuado por encargo

 

El Códice Calixtino o Codex Calixtinus, un libro del siglo XII de valor incalculable, ha desaparecido de la Catedral de Santiago de Compostela, en lo que puede ser uno de los robos más importantes de patrimonio histórico y artístico. La ausencia del códice, que se guardaba en una cámara blindada del Archivo, se descubrió el martes por la tarde, aunque fuentes del Cabildo citadas por El Correo Gallego creen que el robo pudo producirse el domingo por la tarde.

 

Al descubrirse la desaparición de la primera y más célebre guía para peregrinos, los responsables del Archivo informaron al deán, José María Díaz. Tras buscarlo desesperadamente, se dio aviso a la policía el martes por la noche, que ha extendido las investigaciones a toda España. Los agentes de la sección científica han buscado huellas, revisado las grabaciones de las cámaras de seguridad y registrado todo el lugar, que no ha sufrido daños materiales. Los especialistas creen que puede tratarse de un robo por una banda organizada que podría actuar por encargo de algún coleccionista, según el diario.

 

Compuesto por cinco libros y dos apéndices, aunque encuadernado en un tomo único en 1964, el códice era una especie de guía para los peregrinos que se dirigían a Santiago, con consejos, posibles alojamientos, descripciones de la ruta, de las obras de arte así como de las costumbres locales de las gentes que vivían a lo largo del Camino. Mide 30 por 21 centímetros y la caja en la que se conserva, 23 por 16, según El Correo Gallego, y consta de 225 folios de pergamino.

 

En los últimos años, se habían aumentado las medidas de seguridad para proteger el códice, guardado en una zona dotada con un sistema de alarmas y contraincendios, pero que no registra todos los movimientos en las distintas estancias. Además, hay cinco cámaras de seguridad, pero ninguna de ellas enfocaba al libro. Aparte del original desaparecido, existe una réplica exacta, con la que trabajan los especialistas acreditados, que pueden ver los visitantes del Museo de la Catedral. El original sólo se mostraba en grandes ocasiones, la última vez, según La Voz de Galicia, hace unos dos meses a personal del Ministerio de Cultura.

 

El deán informó ayer al Cabildo de la Catedral y al arzobispo, monseñor Julián Barrio, de la desapareción del códice, cuyo original latino, patrocinado en buena parte por el papa Calixto II (de ahí su nombre), fue traducido el año pasado al gallego.

 

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Noticia en El Mundo

 

También en ABC

 

 

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Comentario por José Luis Santos Fernández el julio 7, 2011 a las 5:43pm

El Códice Calixtino sustraído de la Catedral de Santiago no estaba asegurado. Las llaves se encontraban puestas en la caja fuerte donde se guardaba el libro.

 

O deán da Catedral, José María Díaz, fala da desaparición do Códice Calixtino

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El Códice Calixtino sustraído de la Catedral de Santiago no estaba asegurado

 
Las llaves se encontraban puestas en la caja fuerte donde se guardaba el libro, del siglo XII y valor incalculable. Los responsables del archivo catedralicio tardan varios días en descubrir el hurto.

 

Fuente: El País.com| JESÚS DUVA / MARÍA PAMPÍN | Madrid / Santiago 07/07/2011 

 

El Códice Calixtino o Codex Calixtinus, un libro del siglo XII de valor incalculable, ha desaparecido de la Catedral de Santiago de Compostela, en lo que puede ser uno de los hurtos más importantes de patrimonio histórico y artístico de España. La ausencia del códice, que se guardaba en una caja fuerte del archivo, se descubrió el martes por la tarde, aunque la sustracción se produjo la semana pasada, según fuentes policiales. La pieza no estaba asegurada, según ha confirmado a la prensa el deán, José María Díaz, que reconoce no saber si el seguro general contratado para la Catedral cubre el hurto del libro. 

 

El Códice Calixtino se guardaba en una cámara, a la que se "accede continuamente", con otros volúmenes, "lo más valioso", que consultan habitualmente dos investigadores del archivo de la Catedral. Solo estas dos personas y el deán, José María Díaz, pueden entrar con libertad en la sala y consultar el códice, un libro del siglo XII de valor incalculable. Tanto, que no está asegurado. Díaz ha confirmado esta mañana en una comparecencia ante la prensa que el conjunto de pergaminos carecen de un seguro propio y, aunque hay uno general para la Catedral, no saben si cubriría el hurto de un ejemplar tan valioso. Con ocasión de una de las exposiciones de arte religioso de Las Edades del Hombre, en 1990 en Burgos, la organización de la muestra solicitó exponer el códice, pero un seguro ad hoc reclamaba entonces 1.000 millones de pesetas. El volumen, "que nunca se lleva a la sala de investigadores", solo salió en dos ocasiones de la Catedral, para dos exposiciones, la última en 1993 y tan solo permaneció un par de días en la exhibición, ya que después fue sustituido por un facsímil.

 

El deán no ha querido aclarar ningún punto sobre la seguridad de la cámara donde se guardaba el documento "por recomendación" de la policía, aunque sí ha confirmado que la puerta no fue forzada, como se informaba esta mañana cuando se supo que la cámara donde se guardaba tenía las llaves puestas. Díaz ha relatado que el martes a última hora, uno de los investigadores "echó en falta" el códice y dio aviso al propio deán. "Lo buscamos entre cuatro empleados para cerciorarnos que no estaba en la caja fuerte ni tampoco en las estancias adyacentes", ha explicado. A continuación, dieron aviso a la policía, que se personó en la Catedral sobre las 22.00 h. La denuncia oficial se produjo ayer por la tarde. "El cabildo se siente víctima de un robo y una tremenda ilegalidad", ha dicho.

El deán no ha querido verbalizar ninguna sospecha sobre la posible autoría del hurto. "Si lo sé no lo digo, si sospecho de alguien no lo digo. Primero, porque es pecado hacer juicios temerarios y, en este caso, y si es un juicio temerario interior para este fin puedo formularlo pero nunca manifestarlo. El que se lo llevó, sabía de qué se trataba, de su incalculable valor y cómo llegar a él". "El cabildo ha sabido conservarlo durante 800 años, nos sentimos víctimas de un tremendo atentado", finalizó.

Las pocas personas que tenían acceso a la cámara donde se guardaba el códice ya han sido interrogadas por la policía, sin que, por ahora, se hayan encontrado sospechas contra ninguna de ellas. Pese a que el acceso a la cámara estaba bastante restringido, el control sobre las llaves era "bastante laxo", por lo que cabe la posibilidad de que algún intruso se apoderase de ellas y abriese el cofre blindado sin dificultad.

El hurto (no cabe hablar de robo, al no haber existido fuerza ni violencia) se produjo la semana pasada. Sin embargo, no fue advertido hasta el martes. Desconcertados, los responsables del archivo catedralicio pensaron que la que se considera primera y más célebre guía para peregrinos se había extraviado y la buscaron por todas partes, sin encontrar el menor rastro. Ante esa evidencia, informaron a la policía, que inició las labores de búsqueda, aunque hasta ayer no se cursó la correspondiente denuncia en la comisaría de Santiago de Compostela.

"Lo mejor que puede suceder es que el códice esté en manos de alguien que conozca su valor incalculable porque así estamos seguros de que no lo maltratará", comenta un mando policial. La Jefatura Superior de Policía de Galicia ha dispuesto "todos los efectivos que sean necesarios" para recuperar el texto, a la vez que hoy mismo se incorporan a las pesquisas dos especialistas de la Brigada Central del Patrimonio Histórico.

Especialistas citados por El Correo Gallego creen que puede tratarse de un robo por una banda organizada que podría actuar por encargo de algún coleccionista. Fuentes de la investigación citadas por la Cadena SER piensan que el ejemplar se encuentra ya fuera de España. El delegado del Gobierno en Galicia, Miguel Cortizo, ha explicado a la prensa que se han activado los protocolos europeos para controlar los mercados en los que se pueden comerciar con obras de este tipo.

La primera guía del Camino

Compuesto por cinco libros y dos apéndices, aunque encuadernado en un tomo único en 1964, el códice, que nació con el objetivo de propagar la devoción por el apóstol Santiago, era una especie de guía para los peregrinos que se dirigían a la ciudad, con consejos, posibles alojamientos, descripciones de la ruta, de las obras de arte así como de las costumbres locales de las gentes que vivían a lo largo del Camino. También contiene ricas ilustraciones y 22 piezas polifónicas que se cuentan entre las más antiguas de Europa. Mide 30 por 21 centímetros y consta de 225 folios de pergamino.

En los últimos años, se habían aumentado las medidas de seguridad para proteger el códice, guardado en una zona dotada con un sistema de alarmas y contraincendios, pero que no registra todos los movimientos en las distintas estancias. Además, según este diario, hay cinco cámaras de seguridad, pero ninguna de ellas enfocaba al libro. Aparte del original desaparecido, existe una réplica exacta, con la que trabajan los especialistas acreditados, que pueden ver los visitantes del Museo de la Catedral. El original sólo se mostraba en grandes ocasiones, la última vez, según La Voz de Galicia, hace unos dos meses a personal del Ministerio de Cultura.

El deán, José María Díaz, informó ayer al Cabildo de la Catedral y al arzobispo, monseñor Julián Barrio, de la desapareción del códice, cuyo original latino, patrocinado en buena parte por el papa Calixto II (de ahí su nombre), fue traducido el año pasado al gallego.

Comentario por José Luis Santos Fernández el julio 4, 2012 a las 10:11am

Detenido un electricista y otras tres personas por el robo del Códice Calixtino

Fuente: EFE, Santiago de Compostela | El Mundo.es, 4 de julio de 2012

Un electricista ha sido detenido como presunto responsable de la desaparición del Códice Calixtino que durante 800 años custodió la Catedral de Santiago.

El arrestado, ex empleado del templo compostelano despedido cuando el poder eclesiástico se vio forzado a regularizar la situación laboral de sus trabajadores, es considerado desde hace meses autor material del robo de esta guía de peregrinos de incalculable valor.

 

También han sido detenidos su mujer, su hijo y la pareja de éste, a los que se apunta como posibles cómplices. La Policía ha vigilado durante los últimos meses al detenido y en las últimas semanas ha llevado a cabo varios registros en algunas de sus propiedades en los municipios de Negreira y O Grove. En una de sus casas se ha hallado casi un millón de euros, que podría proceder de una hipotética venta del Códice, según las sospechas policiales. También han encontrado monedas y otros objetos artísticos que pertenecían a la catedral.

El detenido "no se muestra muy dispuesto a colaborar", según las autoridades. De hecho, todavía no ha sido recuperada esta joya histórica, artística y religiosa del siglo XII, a la que este electricista incluso habría llegado a poner precio, aproximadamente 40.000 euros, cantidad que, según él, el templo gallego le adeudaba por sus trabajos.

Círculo cercano a la catedral

Las pesquisas se centraron desde el principio en el estrecho círculo de aquellos que tenían acceso a esta pieza. El director del Museo de la Catedral de Santiago, Ramón Yzquierdo, siempre defendió como "posibilidad más factible" que el Códice haya desaparecido por la acciónde alguna persona del entorno próximo a la propia basílica.

Esta misma mañana, este historiador manifestaba que "parece ser que es la versión que ahora toma más cuerpo", justo cuando el próximo juevesdía 5 se cumple un año de la desaparición de este manuscrito.

Una docena de agentes se ha dedicado en exclusiva a este caso, que acumula larguísimos interrogatorios (a más de 70 personas), cientos de horas de grabaciones y registros. La Brigada Central de Patrimonio ha desarrollado su trabajo dentro del más absoluto hermetismo, merced al secreto de sumario.

El deán de la Catedral, José María Díaz, declaró el lunes, antes de conocerse la detención, que "por órdenes superiores" no podía pronunciarse sobre este asunto, y que tampoco era "lo más conveniente" para su salud.

Díaz era el responsable del Archivo Catedralicio en el momento de la desaparición del Códice. Las escasas medidas de seguridad del habitáculo donde se guardaba esta pieza y la polémica generada con las llaves -varios medios publicaron que estaban puestas en la cerradura- provocaron su dimisión.

La Fiscalía de Galicia llegó a recomendar a la Iglesia la elaboración de un inventario de todo su patrimonio y la custodia en cajas fuertes de las reliquias de mayor interés. El Códice estaba en una sala acorazada, pero dentro de un recinto con pobres medidas de protección.

Comentario por José Luis Santos Fernández el julio 4, 2012 a las 12:54pm

El detenido por el códice iba a misa a la Catedral

Fuente: Natalia Puga, Pontevedra | El Mundo.es, 4 de julio de 2012

Manuel Fernández Castiñeiras, electricista de Milladoiro, es el nombre del primer detenido por el robo del Códice Calixtino en la Catedral de Santiago de Compostela, hace un año. Los responsables de la investigación, que también han detenido a su mujer, su hijo y a la pareja de este, han explicado también que el sospechoso siguió acudiendo a escuchar misa a la Catedral durante estos meses, casi siempre, al primer oficio de la mañana.

La Policía Nacional intentó, durante semanas, negociar con el electricista. Cuando éste rechazó cualquier acuerdo, se ordenó su arresto, que se produjo ayer por la mañana. Ahora, llega el momento de encontrar el documento, para el que la Policía Nacional pide paciencia. De momento, las indagaciones se centran en la ciudad de Santiago de Compostela y sus alrededores, ya que los responsables de la investigación creen que el Códice no ha salido de ella, según han comunicado a ELMUNDO.es.

A esa conclusión llega la Policía después de registrar las propiedades de Fernández Castiñeiras en O Grove y Nigrán en la provincia de Pontevedra, y en Negreira, en A Coruña, así como su vivienda principal en Milladoiro, en el municipio de Ames (muy cerca de Compostela).

En esos registros, la Policía encontró bienes relacionados con la Catedral de Santiago y dinero (euros y dólares), hasta sumar una cifra cercana a los 1.200.000 euros.

La Policía Nacional ha emitido una nota de prensa oficial en la que confirma que estos registros se prolongaron hasta las 4.30 horas de la madrugada. En un domicilio localizaron más de un millón de euros y en otro, 200.000 euros. Entre los libros religiosos localizados en uno de los registros está el 'Libro de las Horas' cuya desaparición denunció el deán de la Catedral.

Según esta nota oficial, entre la documentación también se encontró correspondencia de los canónigos y llaves de acceso a algunas dependencias de la Catedral.

Al parecer, Fernández Castiñeiras trabajó durante 25 años para la catedral, pero nunca fue empleado del Arzobispado, sino autónomo. Le habrían despedido por falsificar un documento en el que figuraba como trabajador fijo del templo, cuando era un autónomo ajeno al personal contratado. El electricista llegó a reclamar a la catedral 400.000 euros por un despido improcedente y tenía una mala relación personal con el deán.

Comentario por José Luis Santos Fernández el julio 5, 2012 a las 6:17pm

El electricista sustrajo cosas de la Catedral 'todos los días' durante 10 años

El presunto ladrón del Códice Calixtino, el electricista Manuel Fernández Castiñeiras, estuvo sustrayendo objetos de la Catedral de Santiago "todos los días" durante unos 10 años, según han apuntado a Europa Press fuentes próximas a la investigación.

Durante los registros practicados en la residencia y propiedades del principal sospechoso, la Policía Nacional se incautó de numerosos objetos antiguos y de 1,2 millones de euros en metálico, cuyo origen se está investigando.

Aunque por el momento se desconoce la procedencia de este dinero, dado que el Códice Calixtino -desaparecido hace justo un año- ha sido recuperado, los investigadores trabajan con la hipótesis de que el presunto ladrón lo haya obtenido vendiendo otros objetos de la Catedral o que provenga de hurtos en el cepillo de la basílica compostelana.

En todo caso, fuentes cercanas a la investigación sí han ratificado que el detenido estuvo durante "10 años" sustrayendo cosas de la Catedral de Santiago "todos los días".

Un 'cuchitril' en el templo

El detenido se movía con total libertad por el templo. "Abría aquí y allá", porque tenía "llaves", y además disponía de un "cuchitril", un cuartito situado en una de las torres del templo donde "almacenaba" sus cosas, según ha explicado un canónigo de la Catedral.

"Él estaba allí como en casa. Tenía allí un cuchitril en el cual almacenaba aquellas cosas y, visto desde este momento, me imagino que se habrá quedado algunas noches allí", ha dicho la citada fuente, antes de precisar, eso sí, que él no puede asegurar que trasnochase en la Catedral. "Si ha cogido todas esas cosas...", se ha planteado.

Fuente: Europa Press | El Mundo.es, 5 de julio de 2012

Comentario por José Luis Santos Fernández el julio 6, 2012 a las 10:06am

El ladrón del Códice Calixtino: 'No lo sé, no me acuerdo'

También encontraron un total de 10 facsímiles, documentos de casi dos siglos de antigüedad y el que podría ser 'El Libro de las Horas'.

 

Manuel Fernández Castiñeiras, el electricista detenido como presunto autor material del robo del Códice Calixtino en la catedral de Santiago de Compostela, ha guardado silencio desde que fue arrestado el pasado martes y se ha limitado a decir a la Policía: "No lo sé, no me acuerdo".

Fuente: Ana Bravo Cuiñas | El Mundo.es, 6 de julio de 2012

Así lo ha revelado el comisario jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía (UDEV), Serafín Castro, que considera que el robo de la pieza se debe "probablemente" a un afán de "venganza" por parte del electricista, que había sido despedido de la catedral y reclamaba a la Iglesia una indemnización de 40.000 euros.

De momento, la Policía no ha podido determinar el origen de los 1,1 millones de euros que escondía el detenido en varias viviendas, además de 30.000 dólares en billetes pequeños e incluso pesetas, aunque no se descarta que procedieran de pequeños robos cometidos en la Catedral.

En una rueda de prensa donde el responsable de la UDEV ha desgranado los pormenores de la investigación sobre el llamado 'robo del siglo', Castro ha explicado que la Policía empezó a desconfiar de Fernández Castiñeiras hacia el mes de enero y que, poco después,tuvieron noticia de que había intentado comprar un piso de 300.000 euros "a tocateja".

Y es que Castiñeiras se convirtió en el principal sospechoso debido a las crecientes duda por la procedencia de su patrimonio. En 2008 había comprado, por 200.000 euros y también al contado, un apartamento junto a la playa de La Lanzada, en la provincia de Pontevedra.

Años antes adquirió, de nuevo en efectivo, el piso de su hijo en Milladoiro, la localidad cercana a Santiago de Compostela donde residía la familia y donde la Policía encontró el miércoles el Códice Calixtino.

Mayor, en sus cabales y de carácter 'cerrado'

"La vida de este hombre era muy monótona", destacó Castro, quien describe al presunto ladrón como un hombre poco hablador. "Una persona mayor, entiendo que perfectamente sano y con un carácter cerrado, oscuro, gallego", precisó el comisario, también gallego, con un punto de ironía..

Las reflexiones en torno a la galleguidad 'aderezaron' la comparecencia de Castro, que dejó otras perlas como "acumulaba el dinero para guardarlo debajo del ladrillo, como todos los gallegos".

También recuerda que, durante la investigación, llegaron a preguntarle directamente en varias ocasiones si se había llevado el Códice: "y no decía ni sí ni no, sólo agachaba la cabeza".

Un día, sin embargo, le preguntaron en una de las conversaciones si era posible que el manuscrito hubiera sido quemado y él respondió instintivamente: "no, no, no, no está quemado".

El detenido fue además captado por las cámaras de seguridad del templo en la semana que desapareció el Códice saliendo con un bulto oculto por la chaqueta.

Los registros y las detenciones

La Policía ha revelado también que inició los registros de las diferentes propiedades del ex electricista de la catedral con la seguridad de que en alguna de ellas estaba el manuscrito.

De la inspección de las casas, trasteros y garajes de Manuel Fernández Castiñeiras en Santiago, Milladoiro, Negreira y la playa de La Lanzada (que pertenece a la localidad pontevedresa de O Grove), los agentes hallaron, además del Códice Calixtino, diversas cantidades de dinero en efectivo: casi 1.200.000 euros -entre los que había paquetes de billetes nuevos-, 30.000 dólares y billetes y monedas de las antiguas pesetas. También encontraron un total de 10 facsímiles, documentos de casi dos siglos de antigüedad y el que podría ser 'El Libro de las Horas', cuya desaparición había sido denunciada con anterioridad por el deán, José María Díaz.

La Policía se centra ahora en determinar la procedencia del dinero intervenido. Para ello está examinando varios cuadernos escritos por el propio electricista a modo de diario. "Pensamos que hacen alusión a la procedencia de toda esa cantidad de dinero", ha precisado Castro.

A propósito del papel del resto de detenidos -su mujer, su hijo y la compañera sentimental de éste, ahora en libertad con cargos- y su conocimiento de los hechos, el comisario fue explícito: "si yo tengo algo en mi casa, como esa cantidad de dinero, mi mujer o me echa de casa o algo tiene que saber. De cualquier forma eso lo tendrá que valorar el juez".

Las anotaciones del deán

No menos sorprendentes fueron las explicaciones de las fuerzas de seguridad a propósito de la 'autentificación casera' que efectuó el deán cuando la Policía le entregó el recién recuperado Códice.

Aunque se elaborará un informe pericial que ratifique la autenticidad del documento y determine si ha sufrido daños en el año que ha permanecido en poder de Fernández Castiñeiras, Serafín Castro explicó que la Policía entregó el libro a José María Díaz y que éste determino que era el Códice Calixtino por las "anotaciones a boli y a lápiz en la contraportada del manuscrito", anotaciones que había realizado él mismo cual amanuense del siglo XII.

Por último, la Policía negó la pertenencia del electricista y presunto ladrón a red alguna de tráfico de obras de arte, así como el hecho, del que se han hecho eco algunos medios de comunicación, de que haya habido negociación alguna con el detenido.

Curiosamente, el decano del Colegio de Abogados de Santiago de Compostela, Evaristo Nogueira, garantizó poco después del robo el secreto profesional si alguien recurría a un abogado para devolver el manuscrito, asegurando que "ni siquiera un juez podía obligar al abogado a que rompiese el secreto profesional para desvelar la identidad del autor del robo o del hurto".

Comentario por José Luis Santos Fernández el julio 6, 2012 a las 2:38pm

El Códice Calixtino, el Arquivo de Galicia y la protección del patrimonio documental

La gestión de los archivos, su protección y difusión, en tela de juicio.

Fuente: Pedro López Gómez, catedrático de Biblioteconomía y Documentación de la Universidade da Coruña. Opinión-El Mundo.es, 6 de julio de 2012

Dos noticias sobre archivos saltan a las páginas de la prensa en estos días, sin aparente conexión, pero íntimamente relacionadas entre sí: la recuperación del Códice Calixtino, y la dimisión del director del Arquivo de Galicia. Las dos tienen que ver con el sistema archivístico gallego y la conservación del patrimonio documental.

Sobre la primera, la detención el martes pasado de un electricista que había trabajado durante 25 años en la catedral de Santiago, hizo prever el final de la misteriosa desaparición del códice, que había motivado todo tipo de cábalas e hipótesis, de las que una se ha manifestado cierta: la que hablaba del ladrón como de alguien del entorno catedralicio, conocedor del edificio y sus medidas de seguridad, y que habría obrado por afán de venganza probablemente en relación al deán y director del Archivo de la Catedral, que es la persona que más ha salido perjudicada en este 'affaire'.

El robo había causado una gran tristeza en muchas personas, y no sólo las ligadas de alguna manera a la gestión, la docencia o la investigación sobre el patrimonio. Curiosamente, generó numerosos artículos y entrevistas, con especialistas de variada temática, que contribuyeron a difundir entre el gran público la singularidad y relevancia del documento. También planteó muchas dudas en relación a la seguridad en el Archivo catedralicio de Santiago, y sobre su responsable, persona relevante en el mundo de la cultura, pero de avanzada edad, y con una personal manera de gestionar el centro y especialmente el acceso a sus documentos señeros. Recuerdo haber oído la opinión de un responsable policial que comparaba las medidas de seguridad existentes a las de "un coche blindado... Que circulara con las ventanillas abiertas", símil que no necesita de ningún comentario aclaratorio.

El jueves, 5 de junio, me entero, a través de una llamada telefónica de la periodista Ana Bravo, de la recuperación del códice, y a petición suya, al tiempo que manifiesto mi alegría por la noticia, le dí mi opinión, por otro lado obvia, sobre esta pieza singular, su significado en relación a la construcción del imaginario colectivo del Camino de Santiago, mucho más que una ruta de peregrinación, y a su valor histórico y documental, artístico y literario, y por qué no, también mítico y simbólico.

De la lectura de la prensa del día, y desvanecido mi temor de que el dinero encontrado pudiese significar... o entrado en los círculos clandestinos del contrabando de obras de arte, me invade una sensación de asombro, al saber de la aparición de grandes sumas de dinero, documentos y objetos sacros, varios facsímiles del códice, y del Libro de las Horas. Es decir, el problema de la seguridad, tanto de los dineros como de los documentos históricos, es más grave y dilatado en el tiempo de lo que se podría suponer, y pone en cuestión la manera en que la catedral y sus responsables, gestionan estos asuntos. La visión fotográfica del arzobispo de Santiago identificando el códice ante la policía –foto institucional, se entiende– ymanoseando el documento con las manos desnudas, sin protección de guantes de algodón, como sería aconsejable, no deja de inspirar repelús. La historia, toda ella, tiene un cierto aspecto cutre, de la que se salva la actuación de la policía, el juez y el fiscal encargados del asunto.

Pero no vamos a convertir lo singular en categoría. La protección del patrimonio español, y gallego en particular, recogido en archivos, bibliotecas y museos tanto públicos como de la Iglesia, goza de una seguridad mucho mayor que la que tiene aquel otro patrimonio que por su naturaleza no es susceptible de ser custodiado en este tipo de centros, o está disperso en múltiples iglesias y capillas rurales, organizaciones públicas, empresas o simples particulares. No son los sistemas de seguridad los cuestionados, sino la gestión de los mismos y las políticas sobre su protección, estudio y difusión.

Cuando hablamos de patrimonio, que es un tema muy amplio, hay que precisar en el tipo de patrimonio a que nos referimos, natural, etnográfico, arqueológico, etc. etc. Si nos centramos en el patrimonio bibliográfico y documental, el primero es objeto del libre comercio y de su la acumulación por parte de particulares, entidades y fundaciones, y mucho menos por los museos públicos, siempre escasos de recursos, y su consideración como tal patrimonio debe de ir precedida de una declaración formal de acuerdo con las normas existentes. El segundo, el documental, especialmente el de carácter público, tiene la especial consideración de patrimonio desde su producción por parte de los organismos públicos, y sólo puede dejar de serlo mediante su desafectación, tras su valoración por las comisiones pertinentes de acuerdo con la normativa vigente, lo que permitiría incluso su destrucción.

Es decir, hablamos de los documentos administrativos de hoy, que serán históricos el día de mañana, y que exigen la existencia de depósitos archivísticos dotados de archiveros, formando sistemas de archivos, que permitan el flujo documental, que los encaminen a los archivos históricos. Es la salvaguarda de las actas públicas, que son parte de nuestro patrimonio. Casi nada de todo esto existe, aunque esté previsto sobre el papel, e incluido en los sucesivos decretos y anteproyectos de ley que se han ido sucediendo en el ámbito autonómico.

Especialmente relevante en el sistema archivístico teórico que menciono es el Arquivo de Galicia, por cuya existencia llevábamos clamando los profesionales hace más de 20 años, y que sólo cuando ha sido necesario dar contenido a la Ciudad de la Cultura, ha tomado consistencia. Su localización en este organismo ha respondido a otros intereses que los del propio sistema archivístico gallego, y del propio Arquivo, pues funcionalmente las dependencias en el Gaiás no resuelven las necesidades del centro, aunque al menos contribuyó a su identificación institucional ante la opinión pública, sin que quedara claro que un centro de esta naturaleza tiene el doble carácter de apoyo a la gestión administrativa y a la investigación histórica. Y el nombramiento de Gabriel Quiroga como director del Centro y subdirector xeral de Archivos, con el asentimiento unánime de los profesionales, permitió realizar, pese a todo, avances notables en la consolidación del sistema archivístico gallego.

Pero lo logrado hasta la fecha en relación con normas, comisiones y sistemas está en trance de retroceder, por el poco interés de nuestros responsables políticos ante los archivos y el patrimonio documental presente y futuro. La reciente dimisión del director del Arquivo, ante la política regresiva y errática de la Consellería de Cultura no es más que el último botón de muestra de lo que constituye una de las características de nuestros políticos: su falta de sensibilidad ante el hecho documental.

Y la reestructuración de los espacios del Arquivo de Galicia, una de las causas concretas de la dimisión mencionada, con la privatizando sus salas públicas, ha introducido un importante factor de inseguridad respecto al patrimonio conservado en él, que nos permite enlazar, como afirmábamos al principio, esta noticia con la primera, en torno al grave problema de la seguridad de nuestro patrimonio documental, incluso de aquél ya recogido en los archivos históricos, originado por políticas improvisadas y poco consistentes de sus responsables.

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