Red social de Arqueologos e Historiadores
La distorsión de los hechos. El Tremedal y La Hoz
Presentación.
Los conocimientos adquiridos en el análisis de las estructuras arqueológicas, y su relación con la hidrología del subsuelo, según se presentan en el estudio Hidrología del Subsuelo y Arqueología, aportan la posibilidad de conocer hasta qué punto se han alterado la realidad de los hechos, en función de las circunstancias sociales de cada momento histórico, llegando en algunos casos a hacerlos irreconocibles.
Se denomina corriente somera, a aquella que por encontrarse suficientemente próxima a la superficie del terreno, permite diferenciar sus dos márgenes y por ello medir su anchura.
Por otro lado, línea de corriente profunda es aquella, que por encontrarse a una gran profundidad, su detección no permite diferenciar sus márgenes y por ello se la detecta cómo una línea.
Se presentan dos modalidades de distorsiones, que son actuales y que por ello admiten su corrección.
Santuario de Nuestra Señora del Tremedal.
En las proximidades de la localidad de Orihuela del Tremedal (Teruel) España, se encuentra la ermita de” Nuestra Señora del Tremedal”.
Aparentemente se trata de una ermita más.
Llama la atención sus grandes dimensiones y consta de un edificio anexo, evidentemente destinado a usos sociales y de servicios del templo.
Las partes más antiguas del actual edificio datan del Siglo XVIII y se venera en él a la Virgen del Tremedal, que según la tradición, avalada por documentación posterior, se apareció en este lugar hacia el año 1.169.
El análisis de la hidrología de su subsuelo, muestra unas características ya conocidas.
-Sólo existen líneas de corriente profunda, por lo que su finalidad es la “relación con la divinidad”.
-La estructura se edifica sobre las líneas de corriente que permiten un edificio de dimensiones aceptables, aunque en este caso resulta excesivamente grande, ignorando aquellas que no son útiles.
-La puerta de acceso se abre sobre una línea de corriente y como es habitual, en el costado de edificio en el que los fieles, al entrar la reciben de frente.
Pero presenta algunas características diferenciadoras.
-El altar moderno no está situado sobre el cruce de dos líneas de corriente.
Parece evidente que quienes lo situaron, no consideraron este aspecto.
-El edificio no tiene una línea de corriente como eje central.
En realidad no hay ninguna que pudiera servir para ese fin.
Todo parece indicar que en esta ocasión, lo importante no es el altar moderno ni el edificio en sí.
Se trata de otra cosa.
En el lienzo de pared situado frente a la puerta de acceso, aparece embebida en el mismo una roca, y sobre ella una placa de piedra.
Posteriormente la placa fue retirada y substituida por un panel de cerámica, que se colocó centrado con la roca, por lo que se encuentra descentrado respecto al lienzo de pared y desalineado con respecto al eje definido por el (centro de la puerta)-(pila del agua bendita).
La placa original dice exactamente AQUI SE APARECIÓ LA VIRGEN DEL TREMEDAL.
El énfasis que parece ponerse en la palabra “TREMEDAL”, resulta lógico al referirse al lugar y nombre dado a la aparición de la Virgen.
Lo que resulta llamativo es el que la palabra “AQUÍ”, se resalte incluso con un tamaño de letra aún más grande.
Todo indica que no se trata de situar de forma más o menos difusa un lugar, sino que se señala
el punto exacto de la Aparición.
Para ello se utiliza como referencia la roca.
Sucede que la placa no está centrada sobre ella, sino situada hacia la derecha de la misma, exactamente sobre la fisura derecha, de las dos que presenta en un sentido sensiblemente vertical.
En esa situación, la placa queda exactamente centrada con el lienzo de pared y alineada con respecto al eje, (pila de agua bendita)-(centro de la puerta).
La conservación de la roca parcialmente embebida en la pared, tuvo como única finalidad la de permitir visualizar ese lugar exacto.
El lienzo de pared no se construye centrado con la roca, sino que se centra con el punto de la aparición. Es por ello que la roca, queda visualmente descentrada.
En realidad es secundaria, lo verdaderamente importante es el punto exacto de la aparición.
Es en ese punto precisamente, en el que se produce el cruce de dos líneas de corriente profunda, una de ellas, la que también define la posición de la puerta y que circula hacia 129,5º y la otra, que define el muro NW del edificio y circula hacia 217º. Se cruzan formando un ángulo de 87,5º, muy próximo al ángulo recto.
El observador, al entrar en la ermita, recibe necesariamente la corriente de frente.
Se dan todas las condiciones encontradas como imprescindibles, para definir “un lugar sagrado”.
Santuario de La Virgen de La Hoz
Muy próximo a Molina de Aragón (Guadalajara). España, en la localidad de Ventosa, se encuentra el “Santuario de La Virgen de la Hoz”.
Adosado en difícil equilibrio, a las espectaculares paredes rocosas de la hoz formada por el río Gallo, su parte estructural más antigua data del Siglo XIII, y está destinado a conmemorar la aparición que al parecer, se produjo hacia el año 1.129.
El análisis de la hidrología de su subsuelo, muestra la existencia de un único cruce de líneas de corriente profunda, que forman entre sí un ángulo de 96º, muy próximo al ángulo recto.
Aunque no se trata, cómo es lo habitual, del cruce de dos familias de líneas, deja claro que su finalidad pertenece al grupo de las llamadas de “relación con la divinidad”.
De ello se deduce que para definir un “lugar sagrado”, no es necesario que se produzca más de un cruce. Solo uno de ellos es el fundamental, aquel en el que se produce la aparición.
Los devotos de la Virgen vienen depositando desde hace muchas generaciones, sus velas y ofrendas en el área comprendida entre el lienzo de pared situado frente a la entrada, un poco hacia la derecha de la misma y la verja de separación existente en su lado norte.
El análisis de la hidrología del subsuelo, viene a confirmar este antiguo conocimiento, ya que no existe en el entorno ningún otro punto de cruce y este se produce justo en el centro del lienzo de pared.
El observador que contempla el lugar de la aparición desde el interior de la ermita, recibe la corriente de frente, que según se sabe, parece ser una de las condiciones imprescindibles.
La fotografía que se presenta junto con el croquis, está tomada el 23-AG-1990 desde el lugar exacto por donde discurre esta línea de corriente.
Por ello no está totalmente perpendicular al centro del lienzo de pared.
Al no existir otras líneas, la estructura del edificio se ha limitado a adaptarse, dentro de sus posibilidades, a las rocas sobre las que está asentado.
Ni siquiera la puerta se ha situado sobre la línea que define la aparición, por evidentes dificultades constructivas, pero las condiciones básicas siguen manteniéndose.
Todos los lienzos de la pared que se construye junto a la roca, marcados por las columnas que los definen, son ciegos.
La única excepción la constituye el de la aparición, ya que en él se abrió el hueco para una ventana situada alta, posiblemente para aportar algo de luz al oscuro interior.
Un antiguo tapiz representando el momento de la aparición, cuelga en el centro de la pared, a suficiente altura cómo para que la llama de las velas no le afecte demasiado.
Una idea del profundo respeto que los devotos sienten para con ese lugar sagrado, lo proporciona la fotografía que muestra, en el extremo derecho de la imagen a un gran Cristo Crucificado, obsequio de algún generoso donante que, para no interferir en el área de la aparición, lo colocó sobre la verja de separación que cierra el paso al altar moderno, en lugar de hacerlo sobre el lienzo de pared.
Mi admiración y respeto por el donante del Cristo. Todo un ejemplo a seguir.
Posteriormente y para imitar a las apariciones en otros lugares, se abrió una puerta que comunica con el estrecho espacio existente en esa zona, entre el muro y la pared de roca.
Simultáneamente, de un modo interesado, se propagaba la idea de que la aparición, se había producido en el hueco de la roca, a semejanza de la de Lourdes.
Cómo añadidura, se ha retirado el tapiz representativo y el Cristo se ha colocado en el lienzo de pared.
Esta imaginativa información, sin ningún tipo de soporte documental, ha calado fácilmente entre los jóvenes visitantes, aunque los más ancianos conocen perfectamente el área de la aparición y el hecho de que ha de orarse en él desde el interior de la ermita.
El análisis de la hidrología del subsuelo proporciona ahora la seguridad de que, el único punto posible en el que pudo producirse una aparición, es en el centro del lienzo de la pared.
Sugerencias de solución.
Santuario de Nuestra Señora del Tremedal.
La cosa es fácil, nada substancial se ha alterado, lo que sucede es que se ha perdido la situación exacta del punto de aparición.
Ocurre que esta singular circunstancia, coloca a la ermita en una situación privilegiada, casi única, entre las apariciones sucedidas con tanta antigüedad.
Además viene a confirmar la veracidad de la misma.
Su disposición es la que ha permitido establecer la relación, entre las apariciones y las estructuras arqueológicas destinadas al culto.
En consecuencia, los estudiosos y visitantes en general, se van a interesar por este punto concreto y parece conveniente que puedan visualizarlo con precisión.
Sugerencia.
-Colocar una pequeña placa con forma de flecha en su lado inferior, bajo el magnífico panel de cerámica, de manera que el vértice apunte hacia la roca en el centro exacto del lienzo de pared.
Llevaría grabada la palabra AQUÍ.
Nada más.
Santuario de La Virgen de La Hoz.
En este caso, el asunto es más complicado. Se ha alterado de forma consciente, no sólo el lugar de la aparición, sino la posición en que debe orarse ante ella.
Lo más grave es el que, esta información desvirtuada, se ha difundido de un modo irreversible, resultando casi imposible retirarla.
El dilema se centra entre dejar que la verdad se pierda para siempre, y continuar tal como está, o recomponer las cosas tal cómo eran y que están documentadas con las fotografías de 1990 y posiblemente con otras aún más antiguas.
Lo prudente en cualquier caso, sería escuchar la opinión de los mayores.
Sugerencia.
-Tapiar la puerta del muro y dejar el lienzo de pared tal como estaba.
-Devolver el Cristo a su lugar sobre la verja, explicando a los visitantes la razón por la que está ahí.
-Colocar en el centro del lienzo de pared de la presunta aparición, una pequeña placa con la inscripción:
AQUÍ SE APARECIÓ LA VIRGEN.
-Tratar de anular, en la medida en que esto sea posible, la incorrecta información difundida sobre la
aparición “en la cueva”.
-Dar a conocer la excepcional característica, de ser un lugar sagrado con un único punto de cruce en la hidrología de su subsuelo.
Esto permite identificar el punto de la aparición sin lugar a dudas y probablemente confirma la
veracidad de la misma.
Conclusión.
Se han presentado dos modalidades sobre la manera en que, la realidad de los sucesos se pierde en el tiempo.
Sea de un modo inconsciente o porque los hechos se desvirtúan intencionadamente, hasta hacerlos irreconocibles.
No son más que unas muestras, de los mecanismos que han llevado a lo largo de los siglos, a que se perdieran conocimientos y saberes ancestrales.
Confío en que por las sucesivas generaciones, se arbitren los medios para que estas cosas dejen de suceder y de este modo, no ocurra lo ha venido haciéndose desde siempre.
No podemos consentir que el pasado se desvirtúe o se pierda.
Querido Carlos: ¿Qué quiere decir con "la veracidad" de la aparición? ¿Opina usted que en esos dos puntos realmente ocurrieron fenómenos sobrenaturales en el siglo XII?
Querido Hispalois: En primer lugar, antepongo a "la veracidad" el término "probablemente".
Por otra parte, cuando me refiero a la aparición, no estoy hablando de fenómenos paranormales, sino simplemente de unos sucesos todavía no explicados por nuestra técnica.
Espero publicar una próxima entrada de blog, que trata precisamente de los aspectos técnicos en las apariciones y que aclara muchas cosas, pero que también plantea otras muchas preguntas que aún no tienen respuesta. En cualquier caso, para mí es fascinante.
No en todos los lugares de culto se han producido apariciones, ya que inicialmente era así, pero la necesidad social de contar con muchos templos, llevó a construirlos en los lugares en los que la hidrología del subsuelo, reunía las mismas características que las que se dan en todos aquellos puntos en los que se produjeron apariciones constatadas.
Para justificarlos, se inventaban historias de sucesos. Solamente el análisis técnico de estas historias, puede arrojar luz sobre la viabilidad de las mismas.
Concretamente en los relatos de El Tremedal y La Hoz, se dan estas características, lo que induce a pensar que los sucesos ocurrieron realmente, aunque en fechas anteriores al siglo XII.
Otra cosa son las "milagrosas" apariciones de imágenes de Vírgenes que se fomentaron durante el periodo de la reconquista para aglutinar a las gentes.
Verás que el tema es mucho más complicado de lo que parece a primera vista.
Espero que la nueva entrada en el blog sobre apariciones, venga a aclarar algunos de estos aspectos.
Muy interesante su artículo. Respecto al Santuario de la Virgen de la Hoz, sin embargo, creo que el lugar de la aparición estaba TRAS el muro, lugar al que hoy se accede a través de la puerta recientemente abierta, basándome en la narración del hallazgo realizada por Diego de Elgueta en su obra "Relación de las cosas memorables de Molina" , recogida por Claro Abánades en su libro "La Reina del Señorío. Historia documentada del Santuario de Nra. Sra. de la Hoz",Sigüenza, Imprenta Box, 1929, que a continuación transcribo:
"El principio de esta santa casa de Nuestra Señora de la Hoz fue cuando su Majestad se apareció sobre aquellas tres peñitas que ahora se ven entre las peñas grandes que están detrás de la ermita por una reja de palo que hay en ella, hecha para este efecto...".
La ventana que daba al lugar de la aparición esta reflejada en una de las fotos que recoje en su página, y toda la pared que en dicha foto aparece desnuda se encontraba literalmente cubierta de exvotos antes de 1929, tapando incluso el ventano en cuestión, tal y como se aprecia en la ilustración del libro antes comentado.
Estimado Marcos. Gracias por su documentada comunicación, que paso a comentar.
Por mi vinculación afectiva con Molina de Aragón desde que tenía siete años, conozco la gran labor y prestigio de Don Claro Abánades (los jóvenes de la época así le llamábamos respetuosamente), el cual recoge testimonios de Diego de Elgueta, que a su vez supongo son recogidos por este de testimonios anteriores, etc.
Entramos de lleno en el riesgo, de que en estas transmisiones se hayan “distorsionado los hechos”. Es precisamente en ese terreno en el que entra el trabajo que presento en las diferentes entradas de mi blog.
Solamente un análisis técnico podría aportar resultados fiables, ya que al corresponderse con hechos comprobables técnicamente en cualquier época, no son susceptibles de alteración.
Si le parece, pasemos al análisis de los nuevos datos aportados.
-En la fotografía de 1929 no puede apreciarse la citada ventana, por quedar fuera del campo de la imagen.
-A través de la ventana que se aprecia en mi fotografía, por la altura y orientación en que está situada, no puede verse más que un pequeño trozo de la pared de roca y eso con grandes dificultades. Desde luego, imposible apreciar las “tres peñitas” a las que se hace referencia.
Luego parece lógico concluir en que, si la afirmación es cierta, ha de tratarse de otra ventana, hoy en día desaparecida.
Ante la imposibilidad de esclarecer estos hechos por la simple investigación documental, es cuando la técnica es posible que pueda arrojar alguna luz.
Del análisis de unos doscientos lugares de culto, en todos aquellos en los que presuntamente se habían producido apariciones, se dan la concurrencia del cruce en un ángulo próximo a los 90º de dos líneas de corriente profunda.
Las únicas excepciones, se producen en algún caso suelto en el que, una de las líneas de corriente profunda es sustituida por una corriente somera, de anchura medible.
En todos los demás casos se cumple esta condición, que también se produce en la ermita de La Hoz.
Al no existir en esta más que un punto de cruce, no queda duda de la situación del lugar. No ocurre lo mismo con otros lugares en los que al haber varios puntos posibles, resulta difícil decidir cuál de ellos es el verdadero. Tal ocurre con la Virgen de Guadalupe (España).
A la vista de estos resultados, mi opinión es que la aparición no se produjo ni delante ni detrás del lienzo de pared, sino DENTRO del mismo, ya que fue construido precisamente encima del punto de la aparición.
La condición encontrada en todos los centros de culto de que el observador reciba la corriente de frente, sitúa a este, en el caso de La Hoz, dentro de la ermita y no fuera.
Es exactamente lo que se produce en El Tremedal, con la diferencia de que en aquel caso la referencia, perfectamente concreta, es la grieta de una roca existente hoy en día, la cual fue embebida dentro del lienzo de pared construido posteriormente encima de ella.
Es por ello que en mi artículo sugiero que esto permite identificar el lugar de la aparición sin lugar a dudas y probablemente confirma la veracidad de la misma.
Con respecto a la veracidad de la aparición en La Hoz, me interesa conocer la versión más antigua existente, para cotejarla con el estudio realizado sobre otras apariciones, en base a las declaraciones originales de los testigos, con resultados verdaderamente impactantes, y que espero publicar hacia este otoño.
Teniendo en cuenta mi profundo afecto por la Virgen de La Hoz, desearía analizar esta descripción con los correspondientes criterios técnicos y ver si es posible incluirla entre las más importantes, por su veracidad técnica.
Agradeceré profundamente cualquier aportación en este sentido.
Un cordial saludo.
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