Iruña Veleia y sus "revolucionarios" grafitos IX: El auto de apertura de juicio oral

La jueza finaliza la instrucción del caso Veleia. Atribuye delitos de daños y estafa a Gil y sus colaboradores

La magistrada pone fin a ocho años de instrucción con la ratificación de que los grafitos y piezas excepcionales supuestamente halladas en las excavaciones de Álava eran «falsas»

Fuente: Diariovasco.com | David González | Vitoria | 3 mayo 2017 

La jueza de Instrucción número 1 de Vitoria ha dado carpetazo este mismo miércoles a la instrucción de uno de los casos más veteranos del Palacio de Justicia alavés, el referente a la supuesta falsedad de las inscripciones halladas en cerámicas y grafitos encontrados en el yacimiento de Iruña Veleia por el equipo de Eliseo Gil, un caso que estalló en 2008 tras presentarse en sociedad piezas «excepcionales» y que presuntamente iban a revolucionar la historia de Álava, del cristianismo y del euskera. La magistrada ha puesto fin a la larga instrucción con un auto en el que ratifica las sospechas de falsedad de las piezas objeto de la investigación y abre la posibilidad de la apertura de juicio oral. Los investigados son Eliseo Gil, director de Lurmen, la empresa que gestionaba el yacimiento alavés; y sus colaboradores Óscar Escribano (geólogo) y Rubén Cerdán, uno de los más estrechos lugartenientes de Gil. La jueza les atribuye sendos delitos de daños continuados y de estafa continuada.

El caso de los grafitos supuestamente falsos de Iruña Veleia saltó a la luz pública en 2008 [sic], cuando un grupo de investigadores y expertos alaveses [sic] puso en duda los excepcionales hallazgos presentados en sociedad por el equipo de Eliseo Gil. No eran descubrimientos humildes. Se trataba de inscripciones en piezas que venían a revolucionar conceptos del cristianismo e incluso del euskera. Entre esas piezas, se presentaron un calvario (representación de la muerte de Cristo), que el equipo de Gil dató en el siglo III y de leyendas en euskera datadas en piezas de los siglos IV al VI, todo un hito en la historia de la lengua vasca.

Pero todo era, a juicio de la magistrada que ha investigado el caso, una burda mentira. En el auto, la jueza señala que la «falta de autenticidad de estos grafitos viene acreditada» por diversos informes del Instituto de Patrimonio de España y de la Escuela de Conservación y Restauración de Bienes Culturales. «La trazabilidad de los fragmentos con grafitos no es demostrable y el tratamiento recibido no ha garantizado su integridad física necesaria para que los análisis sean concluyentes. Por motivos expuestos, los autores no pueden avalar la autenticidad de los grafitos», señalan estos informes.

La jueza desmonta también la serie de informes (tres) que los arqueólogos presentaron para avalar la autenticidad. Y atribuye igualmente un interés y un modus operandi a GIl y sus colaboradores. «Los encausados (…), puestos de común acuerdo y con el ánimo de obtener no solo un beneficio económico sino también prestigio y reconocimiento profesional (…) procedieron a realizar con diversos instrumentos inscripciones, entre otras en euskera, aplicando posteriormente y de manera intencionada un material de relleno para cubrir los trazados de los grafitos efectuados por ellos mismos». Una vez falsificadas las piezas, agrega la magistrada, las colocaron «de manera que fueran descubiertas después del lavado de los materiales por parte de los empleados de Lurmen». Por este motivo, añade, las piezas calificadas como excepcionales nunca fueron encontradas en los yacimientos, sino en el proceso posterior de lavado.

El caso estalló dos años después, cuando la Diputación alavesa, con la diputada de Cultura, Lorena López de Lacalle al frente, decidió abrir una investigación pública sobre unos hallazgos cuya autenticidad ya había sido puesta en tela de juicio por expertos vinculados a la Universidad del País Vasco [sic] (1) La comisión científico-asesora de la institución foral ratificó las sospechas y el caso entró en vía judicial.

(1) El señor periodista olvida decir (o quizá no sabe) que esos dos expertos de la UPV (los Prof. Gorrochategui y Santos Yanguas) eran los mismos que en 2006 formaban parte del equipo de Eliseo Gil, y los que se presentaron con él ante la prensa a ratificar, con gran entusiasmo, la autenticidad de las piezas (junto con P. Ciprés y E. Knörr, aunque éste luego prefirió fecharlos en la Edad Media), y sobre todo "las «inequívocamente» en euskara" (Gara, 16-6-2006).

¡Peccata minuta que fueran los mismos! (y oficialmente fueron del Equipo Veleia hasta octubre de 2008). Que se olvidaran y se sepultaran aquel enorme bochorno y aquellas fotos y vídeos es lo que ellos y su "entourage" de la UPV se afanaron después en conseguir, y parece obvio que lo han conseguido, al menos de cara al gran público y a parte de la prensa. Pero aquí no nos olvidamos, porque su falta de profesionalidad en aquel momento crucial fue también culpable de que hayamos llegado hasta aquí, 11 años después.

Véase en TA el amplio dossier "El caso Iruña Veleia: Documentos y debates", desde el 8 de junio de 2006 hasta ahora mismo.

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Nueve años desde que estalló el escándalo

El equipo de las excavaciones de Iruña-Veleia presentó como verdaderas unas inscripciones en piezas que revolucionaban la historia de Álava, del euskera y del cristianismo

 

Fuente: Diariovasco.com | SERGIO CARRACEDO | 3 mayo 2017 

El "caso Iruña-Veleia" ha concluido su instrucción tras más de 8 años. Cayó en manos de la titular del Juzgado de Instrucción 1 de Vitoria en marzo de 2009, meses después de que una comisión de expertos de la UPV y de otras universidades españolas –entre los que se encontraban lingüistas, historiadores y arqueólogos– emitieran a instancias de la Diputación de Álava, propietaria del yacimiento, un informe acerca de las 450 piezas de origen romano halladas por los ahora encausados entre 2005 y 2006.

Los fragmentos contenían textos en latín y euskera, símbolos e iconografía cristianos y escenas cotidianas datados por sus descubridores entre los siglos II a V, lo que las convertiría en algo excepcional. El caso estalló en 2008 tras presentarse en sociedad estas «excepcionales» piezas que presuntamente iban a revolucionar la historia de Álava, del cristianismo y del euskera.

Sin embargo, los expertos universitarios dieron su dictamen en 2009. «Son falsos». Las inscripciones son «infantiles», «ilógicas», «inverosímiles» e «imposibles», argumentaron. La diputada de Cultura, Lorena López de Lacalle, encargó el análisis de los grafitos después de que catedráticos como Gorrochategui y Lakarra hiciesen públicas sus dudas sobre la autenticidad de unas "ostracas" que se dieron a conocer al mundo en junio de 2005 [fue en 2006, la presentación de 2005 a la prensa había pasado desapercibida por falta de "pesos pesados", y de piezas en euskera].

Eliseo Gil e Idoia Filloy, socios de Lurmen, encargada de la excavación, fueron apartados de la gestión del yacimiento, aunque siguieron defendiendo la antigüedad de los grafitos y denunciaron una campaña de derribo «mediática y académica». También surgió la plataforma de apoyo SOS Iruña-Veleia, que organiza congresos y promueve estudios, artículos y foros. Y se sumaron a la defensa de la autenticidad de las piezas los colectivos Euskeraren Jatorria y Martin Ttipia.

Euskotren y Eusko Trenbide, patrocinadores de las excavaciones, se querellaron contra Lurmen, pero sus denuncias fueron archivadas. Sólo se ha mantenido la doble demanda presentada por la Diputación. Durante 2009 y 2010, Lurmen, que también entregó nuevos estudios, pidió a la juez analíticas de laboratorios internacionales. Se solicitó un peritaje a la Guardia Civil, pero ésta aludió falta de medios y el caso pasó a la Ertzaintza. En enero de 2014 técnicos del Instituto de Patrimonio Cultural de España determinaron que 35 piezas que analizaron «presentan suficientes anomalías como para que los grafitos que contienen sean considerados contemporáneos».

Los defensores de la autenticidad calificaron el documento como de «auténtico despropósito» y «atentado contra el sentido común y la arqueometría», y acusaron a los responsables del Museo de Arqueología de haber alterado «voluntaria o involuntariamente» las piezas en las que los técnicos del Ministerio encontraron restos de metales modernos como el acero inoxidable.

Con el cierre de la instrucción, se abre ahora el juicio oral por el presunto fraude de los hallazgos del yacimiento de Iruña-Veleia por presuntos delitos continuados de estafa y daños contra el patrimonio histórico causados por las inscripciones efectuadas sobre los restos romanos hallados en el yacimiento.

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También de interés, ayer en EITB (añadido por S. Cuesta en el post VIII):

Abren juicio oral por la presunta estafa del yacimiento de Iruña-Ve...

La magistrada cree "acreditado" que los responsables de la excavación falsificaron piezas para presentarlas como "extraordinarias".

Siguen más o menos la nota oficial, pero son los únicos hasta ahora en reproducir esto:

"...En el auto se indica que los daños causados por las inscripciones efectuadas sobre los restos romanos hallados en el yacimiento se pueden cuantificar en unos 600 euros por pieza. En su día, los responsables de la excavación aseguraron que se habían localizado entre 400 y 450 ejemplares "extraordinarios"." 

(A mi juicio se trata de una valoración económica sorprendente)

- La noticia apareció el mismo día 3 en otros medios, pero sin grandes novedades unos sobre otros:

ABC (de EFE): La jueza ve indicios de estafa y daños continuados en el caso de Ir...

Elperiodico.com: La juez abre juicio oral por la presunta estafa del yacimiento de I...

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Nota final

He comenzado y terminado este post con dos de mis ostraka (pues epigráficamente éstos no son "grafitos", nombre con el que sin embargo se han quedado) veleianos favoritos, el de "Porky" y el de "Deidre", porque ambos contienen casi todas las claves, tanto arqueológicas como epigráficas e históricas, que son aplicables para demostrar la falsedad del conjunto.

Como epigrafista de larga profesión que, con su nombre y apellidos, dio en 2006 la primera voz de alarma en el portal Celtiberia.net, nada más aparecer las primeras y escasas fotos y a pesar de la euforia general, añadiendo a lo largo de días, meses y años diversas críticas, y muchas observaciones técnicas básicas (varias luego muy repetidas por todos, como el 14-6-2006 la del imposible "RIP" o la del también increíble "ANQUISES", con la "probabilidad estadística", tan usada por Gorrochategui cuando cambió de bando...) que apuntaban a una falsificación, y más bien torpe (lo que a su vez -con algún otro dato- alarmó a los "expertos" de la UPV, hasta hacerles vacilar, y luego cambiar de opinión y de acera), además de informar a algunas autoridades que no sabían dónde estaba Iruña-Veleia, o qué pasaba allí (habría tanto para contar...), espero que este auto termine por fin de aclarar un suceso tan lamentable, que ha hecho daño en primer lugar a la venerable historia del euskera, que no necesitaba de esto para una mayor antigüedad y más bien le perjudicó, como entendieron por fin muchos medios y periodistas abertzales, durante mucho tiempo entusiasmados con los supuestos hallazgos.

También a mí, que -dejando aparte tantos insultos gratuitos de los "veristas", pues no sólo defendí mientras pude el "wait and see" en favor de Eliseo Gil, sino que jamás le ofendí ni le insulté (como sí lo hicieron otros, y terriblemente)- nunca he querido más que que se llegara a la verdad, tras unas conocidas amenazas a mi familia en 2011 (también les pasó a otros), tuve que abandonar el tema casi del todo, y he sentido como un riesgo inasumible -y no para mí- cualquier pequeño comentario que añadiera. A todas estas cosas simplemente no hay derecho.

Tengo mis dudas de que el juicio se llegue a celebrar pero si ocurre será bueno, porque aún faltan, como he dicho muchas veces, testigos y datos que el gran público todavía no conoce.

Y en él Eliseo Gil e Idoia Filloy tendrían por fin la oportunidad de defenderse que tanto han reclamado.

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Comentario por Señor Dreyfus el junio 24, 2017 a las 10:03pm

Últimas noticias: Efectivamente se confirma, sí, que aquel científico tan lejano, ajeno y "au-dessus de la mêlée" llamado Ignacio Rodriguez Termiño es un español que se ha dedicado a estudiar a vascos, buscando como responsable del "presunto fraude" una ideología vasca que él no comparte (vaya, qué casualidad)

También se confirma que —a pesar de pertenecer a la misma lógica científica utilizada por él—  NI SIQUIERA se le haya ocurrido investigar al nacionalismo español.

¿Prejuicios? ¡Ninguno!

Lo dicho, todo un homenaje al método científico. Intuyo que sus conclusiones pronto alcanzarán el nivel de respeto de la ley de Newton y el Teorema de Arquímedes.

Un saludo.

Comentario por Ignacio Rodríguez Temiño el junio 24, 2017 a las 10:12pm

En primer lugar quiero agradecer el tiempo que han empleado en leer mi trabajo, máxime cuando ha podido suponer una cierta dificultad al estar en inglés. Sabía al escribirlo que estaba entrando en un berengenal y que a ninguna de las personas que, de una u otra forma, han tomado parte en este caso, le iba a gustar. Con lo cual no me sorprende el rosario de mensajes y reproches que estoy recibiendo. Debo admitir igualmene que hay errores e inexactitudes en el texto. Errores de falta de documentación e inexactitudes en su interpretación. El principal de ellos quizas sea haber equiparado las dos ruedad de prensa iniciales. Había indicios de diferencias entre ambas, pero al ser parte de la misma presentación del fraude las uní en aras de dar coherencia a la construcción sintáctica del proceso. Del resto casi que me reafirmo en lo escrito. Soy arqueólogo de profesión y no tengo problemas en admitir que no he destacado con mis investigaciones en ningún campo, por eso soy un perfecto desconocido en el panorama nacional de la disciplina. Por supuesto, yo no pretendo hacer ciencia, eso lo dejo a otros. Para mí la arqueología no es una ciencia, es una disciplina académica altamente especializada, pero no una ciencia. Debatir eso nos llevaría por complejos caminos epistemológicos que se salen del objeto de este post.

Tampoco soy lingüista ni epigrafista (toda mi experiencia en epigrafía latina ha sido la publicación de unos tituli pintados en ánforas). He recogido la opinión mayoritaria y más convincente. Ya he explicado que en el debate lingüístico ha pasado el tiempo de los 'informes' y si alguien quiere reivindicar la autenticidad de los ostraca por esa vía, debe escribir un trabajo y enviarlo a una revista de alto nivel especializada en el tema; todo lo demás es marear la perdiz.

El resto de los que pienso está escrito en una revista que -debo recordarlo- está indizada en las principales bases de datos académicas internacionales y, para la rama de arqueología, no solo está en el primer cuartil, sino que es la revista española con mayor impacto internacional.  Académicamente ahí es donde he puesto el terreno de juego y está el balón, le disguste a quien le disguste.

Comentario por Señor Dreyfus el junio 24, 2017 a las 10:21pm

"Por supuesto, yo no pretendo hacer ciencia, eso lo dejo a otros."

Eso es evidente, aunque se agradace la honestidad. Pero me viene una pregunta ¿Entonces qué pretendía usted hacer? Porque a nadie se le escapa que al señalar a una ideología y no a otra usted está PREJUZGANDO. ¿Cree usted de verdad que eso es beneficioso para la ciencia?

Un saludo.

Comentario por Percha el junio 24, 2017 a las 10:22pm

Sr. Temiño, quizás haya parecido lo contrario, pero a mí me ha parecido interesante el trabajo y en líneas generales lo comparto. El tema es tan largo y complejo, y ha producido tal cantidad de documentos e intervenciones, que es realmente difícil no confundirse o cometer algún error. Por no hablar de los detalles de la intrahistoria y otros documentos que desconocemos y que son de gran relevancia.

Comentario por Señor Dreyfus el junio 24, 2017 a las 10:52pm

Aunque la arqueología no sea una ciencia exacta digo yo, señor Rodríguez, que su análisis del "patrón habitual en las falsificaciones históricas" llevará consigo algún tipo de método, ¿no? Y es quea pesar de que  haya reconocido que sus pretensiones no sean científicas, al menos el análisis deberá ser consistente y metódico.

Es decir, independientemente de los errores que, como reconoce usted mismo, hay en su análisis (de falta de documentación e inexactitudes en su interpretación...) ¿Cree usted realmente que los prejuicios son compatibles con algún tipo de análisis consistente?

¿O también reconoce que partir de prejuicios al afrontar un análisis metódico es fracasar antes de empezar, cuando no, directamente, desacreditar a quien hemos prejuzgado?

Un saludo.

Comentario por antton erkizia el junio 25, 2017 a las 8:45am

Ignacio Rodriguez Temiño, en persona, escuchando las opiniones críticas a su artículo y dando la cara en el foro. Qué lujo.

Este tema no se hubiera envilecido de este modo si todo el mundo hubiera actuado con la misma honestidad que usted. Gracias por estar aquí. Y sin más máscaras.

Soy un lector atento desde los primeros días del debate pero no soy nada experto. Perdone que le pregunte y dude y lo haga a mi manera, siempre desde el respeto, por supuesto:

Cuando usted estudia la sintaxis de los fraudes, supongo, se refiere usted al estudio de las características de los fraudes arqueológicos, al modus operandi, al proceso de actuacion y razones de los actores en las falsificaciones, etc. y busca unas “leyes comunes” al uso.

¿En verdad cree que “este fraude” es al uso?. ¿Habrá algún caso más en el mundo mundial donde el falsificador (un sólo autor) se haya dedicado a falsificar más de 400 piezas para poder dar el pego, o para ganarse un sponsor? ¿Qué haya echado mano de muy distintos útiles para inscribir, tirar de muy distintas grafías de época, se haya metido en tan distintas temáticas (religión, latín, euskera…), y  haya cubierto con tierra todas ellas antes de ser “des-cubiertas”?

¿Es posible encontrar entre la sintaxis habitual de las falsificaciones el hilar tan fino (dioses, filósofos, etc.) para luego patinar tan burdamente con Descartes? ¿O someter a un proceso de envejecimiento acelerado a algunas piezas (tan primorosamente hecha la cocción que no haya sido descubierto “eso” en un análisis)  y luego dejar rastro de su reloj dorado o del acero inoxidable del punzón?

Desde su experiencia en falsificaciones ¿Es usual tener tan sofisticados útiles como para poder incidir  y reincidir sobre huesos totalmente descalcificados de hace 2.000 años? ¿Tan despistados son los falsificadores que pueden escribir un RIP sobre una cruz y luego escribir un INRI sobre otra y no haber escondido la primera? ¿De dónde pudo sacar este (o esta) el latín cuasi castellano en –O y acto seguido escribir en buen latín en –US? ¿O en euskera moderno “geure ata” para acto seguido meter un “zutan” que nadie lo traduce?...

¿Puede alguien ser tan esmerado, y tan patoso al mismo tiempo, para tirar de la grafía /II/ para /E/ y a renglón seguido escribir un clamoroso "Deidre" (sic)?

No me cuadra, no, que “todo eso sea auténtico y esté ahí” en una pequeña ciudad de la periferia, pero casi me cuadra menos que “todo eso sea falsificado e introducido ahí” sólo para poder conseguir que le renueven el contrato de sponsor.

Y sin embargo, ambas cosas no pueden ser.

¿Qué le parece?.

 

Comentario por Ignacio Rodríguez Temiño el junio 25, 2017 a las 10:13am

Hay debates que no conducen a nada. Uno de ellos es este. Explico por qué lo veo así. Las opiniones son como los culos, todos tenemos uno. Además tenemos el derecho a pensar que el nuestro es el más bonito de todos. Derecho que debe ser respetado, siempre que respete a su vez el de los demás a pensar que sean sus posaderas las más estilosas y bonitas. Otra cosa es interpretar. La interpretación difiere de la opinión en que está más fundada, quien la realiza debe conocer la materia. Sin embargo, la opinión es libre, no tiene por qué estar fundada y es admisible que sea irracional. La opinión se agota en el ejercicio al derecho de tenerla. Si la persona que la sostiene no es flexible, no pasa nada se le respeta su opinión y su derecho a tenerla, pero se acaba el diálogo. Dependerá del tiempo libre y lo aburrido que se esté el interés en estar en un espacio como este diciendo siempre lo mismo, erre que erre.

La interpretación para que sea válida debe tener acogida en el ámbito experto que se trate, sea arqueología o lo que sea. Una persona puede tener opiniones erga omnes, como ya he dicho, pero si la interpretación carece de acogida suficiente en el ámbito especializado termina su recorrido. Las interpretaciones no tienen por qué ser objetivas; es más, la objetividad no es una cualidad humana, sino inanimada. Insistir en la propia objetividad solo da cuenta de la cerrilidad de quien vocifera. Lo humano es ser subjetivo. Conviene pensar en las raíces de las palabras, para variar.

Yo tengo mis prejuicios, pero eso no significa que lo que diga esté sesgado fundamentalmente y, por tanto, sea inválido. Existen grados y, además, el discurso contenido en un trabajo debe contener un razonamiento que lo haga plausible y aceptable dentro del conjunto de interpretaciones sobre un evento. La dialéctica académica se basa en la contraposición de las interpretaciones porque se asume que ninguna es 'exacta'; es más, no existe la interpretación ideal, completa, ecuánime y que dé respuestas a todos los interrogantes. Máxime cuando tratamos con humanidades. La principal diferencia epistemológica entre las ciencias experimentales es que buscan, a través de un número adecuado de ensayos, el establecimiento de leyes o normas universales. Por contra las disciplinas ideográficas (también llamamdas ciencias ideográficas para no desmerecer sobre la validez de sus resultados, pero no porque utilicen el método científico) buscan comprender el hecho aislado, irrepetible. No hay leyes y desconfiamos de quien procure establecerlas en esas materias. Pueden darse patrones de frecuencia, pero no leyes.

Bien en el caso de Iruña-Veleia se da uno de esos patrones de frecuencia que viene a decir que los buenos especialistas suelen ser falsificadores excelentes. Y, en efecto, muchos de los principales falsificadores de pinturas eran conocedores especializados en los pintores usados para falsificar sus obras, conocían no solo sus técnicas, sino también las etapas de su producción, su vida, etcétera..., de forma que sabían introducir una pieza falsificada atribuible a un momento poco conocido o dudoso del artista. Por tanto, lo contrario, es decir que los malos especialistas o los especialistas mediocres sean unos pésimos falsificadores debe admitirse igualmente.

En Lurmen nadie destacaba por sus acreditados conocimientos en epigrafía o lingüística. De ahí las chapuzas. Ahora toda la corte verista está empeñada en analizar los ostraca como una colección de solecismos que no concuerda con la explicación de cobertura dada al principio, el pedagogium. Se podrá opiniar esto o lo otro, se podrán buscar 'mesas camilla' internáuticas donde alimentar la teoría de la Gran Conspiración, y quienes así lo hagan estarán en su derecho de hacerlo, pero eso no tiene que ver nada con la interpretación, con una explicación construida con argumentos racionales, con técnicas discursivas convincentes.

Vuelvo a repetir que he puesto el balón en el campo de juego adecuado para jugar ese partido. Ando ansioso de que quienes tienen tantas pruebas, argumentos dejen (o compaginen) los foros de internet y suban al campo para jugar ese partido. Llevamos once años esperando.   

Comentario por antton erkizia el junio 25, 2017 a las 11:12am

Touché. Vaya colleja magistral.

Acaba de mandarme al culo porque lo mío es una mera opinión "humana" , erre que erre, y lo suyo es una interpretación fundada y novedosa, además acogida en ámbitos especializados.

Conclusión: no va a entrar a contestar a las enormes contradicciones que veamos en su razonamiento, no quiere jugar a eso, porque no somos especializado en la materia (vamos, en una palabra: que no hay nivel, como decía el otro).

Usted sólo quiere que suban a jugar aquí los jugadores "de su nivel" porque usted (repite) ha puesto el balón en el campo de juego adecuado para jugar ese partido. Ahí es nada. Y llevan (en plural) once años esperando a que suban...Bueno, Alicia Canto decía que usted era aire fresco y nuevo y tal, y por tanto aportaría cosas reflescantes.

Desde luego, la actitud de "hablar" desde lo alto, eso no es nuevo.

Comentario por David Montero el junio 25, 2017 a las 1:51pm

La probabilidad de que unas doscientas improbabilidades, incluyendo algunas pasmosas como NEFERTITI o "Deidre", se concentren en un mismo lugar en unos ostraca almacenados y después "descubiertos" (de eso Harris ni se entera) no sé si es igual a 0, pero está lamiendo el dígito. Sigan Uds. con sus calembours sobre si es del Kempis o de San Anselmo de Canterbury. Tapen Uds. apresuradamente la teoría del paedagogium y los techos que caen después de las paredes (era un elefante rascándose, dijo alguno). La cosa está clara y los equilibrios en la cuerda floja son cosa de circo. 

Que conste que algo así dijo Gorrochategi cuando se dio cuenta de dónde se había metido. No pretendo originalidad.

Comentario por David Montero el junio 25, 2017 a las 1:57pm

PD. A mi los rollos entre euskaldunes exaltados y sensatos me importan un bledo. Soy dels Païssos Catalans, sector Logroño, y todo esto me parece más circo-provocación que debería ser evitado para centrarse en lo que importa: ¿Son o no son?. 

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