Estructuras talladas en roca ¿Santuarios rupestres? - Primera Parte

Son ya algunos años los que venimos dedicándonos a la observación y estudio de las formaciones y estructuras que el berrocal abulense -principalmente- ofrece. No lo hemos hecho en secreto, antes bien, hemos intentado difundir el conocimiento que de ello adquiríamos a través de la publicación de algunos hallazgos que nos parecían interesantes en el momento en que se producían. Comenzamos con algunos enlaces antiguos que dan idea de lo que exponemos.

Lugares de habitación rupestre. Neila de San Miguel: http://www.celtiberia.net/verlugar.asp?id=758&cadena=

 

Espacio ritual prerromano en el Valle del Tormes. El Berrueco: http://www.celtiberia.net/verlugar.asp?id=638

 

Ulaca. Conjunto Lítico http://www.celtiberia.net/verlugar.asp?id=742

 

Espacio ritual prerromano en La Nava del Barco: http://www.celtiberia.net/verlugar.asp?id=772

 

Nosotros sí creemos que la provincia de Ávila y las zonas limítrofes de Salamanca y Cáceres tienen un interés especial en lo que se refiere a este asunto de las estructuras talladas en roca, precisamente por estar asentadas en un territorio fundamentalmente pétreo. Ávila es La Piedra. Existe aquí esta peculiar formación rocosa -el berrocal- que a nuestro juicio propició que el hombre antiguo desarrollase su ingenio adaptándolo a sus necesidades y dejando numerosas huellas de ello. La presencia de pobladores en la zona (La Dehesa en el Cerro del Berrueco) está constatada al menos desde el Paleolítico. Hay sin embargo un hiato considerable entre este período y los siguientes yacimientos datados (La Mariselva, el túmulo del Turrión) que lleva a pensar a la Ciencia en asentamientos temporales e itinerantes, movimientos de paso hacia zonas más cálidas, etcétera. Nosotros pensamos que el hombre, si no del Paleolítico sí del Neolítico al menos, se asentó en estas tierras aprovechando -a falta de cuevas- el abrigo que los berrocales le proporcionaban. Sorprende que el estudio realizado por M. Santonja y M. Santonja Gómez sobre el círculo megalítico de Gilbuena en 1976 no haya despertado un interés continuado en la Ciencia, puesto que ofrece datos muy interesantes. Estamos ante un círculo de 12 bloques de piedra redondeados (menos uno), de 12 metros de diámetro y con una especie de anfiteatro en la parte superior. “Todos los bloques tienen un tamaño semejante, en torno a 1,8 x 2 m. excepto en número 9, que es alargado y presenta unas cazoletas en una de sus caras muy afectadas por la corrosión”. Hablan de una posible formación natural transformada para un uso concreto y especulan con la posibilidad de estar ante una especie de calendario agrícola de fases lunares, o un lugar sagrado relacionado con el culto a ciertos elementos naturales; pero lo ofrecen como opinión sin desdeñar otras posibilidades como un encerradero para ganado, por ejemplo. Establecen una relación con el castro -muy próximo- y lo llevan consiguientemente al Bronce.

 

(Foto Círculo de Piedras - Gilbuena)

 

Las posibilidades son muchas, desde luego y podrían ampliarse a recinto oracular, lugar de sacrificios (que ahora tiene mucha aceptación), espacio para Consejo, o incluso soportes para recintos de habitación… Quizá convenga trabajar sobre hipótesis, por emplear un método, pero las afirmaciones en este sentido que se hagan, entrarán necesariamente en el terreno de la especulación. No están, creemos, suficientemente estudiadas este tipo de estructuras para formarse una idea exacta de lo que se está hablando. Otra roca interesante al pie de la Ladera Alta, también en Gilbuena:

(Fotos La Ladera Alta - Gilbuena)

 

¿Santuarios rupestres?

Si echan un vistazo a este enlace: http://www.fromoldbooks.org/Grose-Antiquities/pages/00p135-Druidica...

verán que “mutatis mutandis” algunas de las estructuras que presentamos guardan cierta similitud con las aquí expuestas. No estamos relacionándolas, entiéndase bien, sino ofreciendo una muestra de lo que ya hace tiempo se considera en otras latitudes de interés para el estudio.

Como parece que se ha despertado de pronto el interés por este tipo de manifestaciones en la provincia, queremos aprovechar el artículo de J.F.Fabián en El Diario de Ávila para exponer nuestro punto de vista más ampliamente, a la vez que realizamos algunas objeciones, que esperamos contribuyan a la reflexión y sean consideradas de índole constructiva. Por supuesto hay que felicitar a la Junta de Castilla y León por haber puesto el foco sobre el asunto y así lo hemos hecho ya en otros lugares. Cabe mencionar también que se ha cursado en diferentes ocasiones la comunicación de estos y otros hallazgos a la Administración, sin que  hayamos recibido tan siquiera acuse de recibo.

 

El artículo en cuestión:

http://www.diariodeavila.es/noticia.cfm/Provincia/20101207/santuari...

 

Nurestra opinión:

Habría que evitar caer en comparaciones desafortunadas como la del culto religioso cristiano -nuestras iglesias- y el sentido religioso del hombre antiguo. Cada cultura, cada civilización, tienen su propia religiosidad y sus propias manifestaciones de culto, muy alejadas con seguridad del sentido sacro actual de una determinada religión. Y no debemos etiquetar de “primitivismo” una manifestación que nos llega tan modificada por los elementos naturales de una cultura o culturas sobre las que desconocemos casi todo. No creemos que quienes fuesen capaces de crear estructuras de este tipo fuesen precisamente “primitivos”. Si nos referimos a su antigüedad, habrá que tener en cuenta que se conocen monumentos rupestres con unos cuantos miles de años de perfectamente reconocibles.

No queremos cuestionar métodos, que cada quien es muy libre de elegir el suyo, pero partir de la idea de que en la época prehistórica (¿) se tenía por sagrada una montaña, un río, un bosque, etcétera, parece más una extrapolación de las culturas griega y romana, quienes sí tenían los ríos por dioses, y las montañas como sus lugares de habitación. De los posibles cultos anteriores a la época vetona hay muy pocas referencias en la Península y menos en la provincia de Ávila; y muchas menos en la zona que nos ocupa.

Por otra parte ¿Por qué habría que suponer que una roca con algunos escalones tallados deba tener forzosamente un carácter sagrado? Tallar unos escalones no significa necesariamente una sacralización. Claro que distingue la roca con las de su entorno, suponiendo que en el entorno haya más rocas, pero no debe confundirse el efecto -nos llama la atención porque se han tallado escalones- con la causa, que puede ser cualquier otra. Sugerimos la posibilidad de ascender más deprisa a una roca utilizada como atalaya, por ejemplo.

Comparar o afirmar una similitud con los presbiterios de las actuales iglesias cristianas es también una reflexión que aconsejaríamos evitar. Sí hemos cambiado. Hable quien quiera por sí mismo, pero los cultos de nuestra actual civilización no se deben parecer mucho a la que los moradores del berrocal practicaban; fuese cual fuese la época.

Insistimos en que hay que buscar más y mejor para establecer un “tipo” que nos ofrezca garantías para poder establecer conclusiones mínimas. Y que hay que entrar en el detalle y en el análisis del elemento y su entorno para poder trabajar con hipótesis razonables.

No es razón tampoco para asignarles carácter esporádico a que en la actualidad aparezcan -o nos parezcan a nosotros- aislados de núcleos de población comprobados. El entorno puede estar muy modificado. Y afirmar que no existen vestigios o restos de habitación sin haber hecho una excavación, o al menos una cata arqueológica parece algo aventurado.

La similitud con elementos de culturas “menos evolucionadas” de la actualidad puede inducir a errores, porque se atribuye precisamente el “primitivismo” de que se hablaba a las poblaciones antiguas que tallaron la roca. Primitivismo que puede que afecte a las actuales culturas mencionadas, pero que no tenía forzosamente que afectar a aquellas. El mismo riesgo se corre con establecer un prototipo.

Nos parece apreciar una cierta contradicción en lo que se refiere a la cuestión de las estructuras en que la arqueología debe entender o no. En el propio artículo, y en otros publicados sobre este particular, aparecen rocas sin escalones en los que la acción humana está muy difuminada. No cuestionamos que sean obra humana, al contrario, pero encaja mal con la explicación que se ofrece.

La relación con la astrología no nos parece tampoco nada evidente. Ya sabemos que ciertos pueblos de la antigüedad observaban las estrellas, pero suponer que estos lo hiciesen utilizando concretamente estas rocas quizá sea mucho suponer con tan escasas evidencias. Porque no es fácil encontrar evidencias de que unas piletas talladas tengan relación alguna con astros o constelaciones determinadas.

Sorprende enormemente comprobar que los argumentos científicos expuestos en el artículo coinciden punto por punto con los expuestos en un vídeo que sobre Ulaca se realizó no hace mucho en el programa Cuarto Milenio (observatorio astrológico, altar para sacrificios humanos, etcétera)  Nada tenemos contra el programa en cuestión, que parece estar haciendo un esfuerzo encomiable por acercarse a los planteamientos científicos, y que no pretende ser otra cosa que un programa de divulgación, cuyo objetivo puede cumplirse sin estar sujeto a método científico alguno, pero no podemos decir los mismo de las afirmaciones hechas en este sentido por la Ciencia. ¿Se busca captar la atención del espectador con fines propagandísticos? Nos parece bien si redunda en beneficio del interés general y se aprecian y valoran mejor este tipo de estructuras, pero nos alejamos bastante del rigor científico del que se presume.

Nuestra opinión es que hace falta más prospección y menos hipótesis aventuradas. La localización de elementos de este tipo en diversos lugares de la provincia indica que -como decíamos- pueden ser bastante frecuentes en Ávila. De acuerdo en que la difusión en medios de comunicación puede ser de gran ayuda para que los interesados puedan aportar sus conocimientos y comunicar los hallazgos, pero no ayudará el hecho de no mencionar, por ejemplo, el nombre del vecino de El Barco de Ávila, que no de Bonilla, José María Pita, que comunicó la existencia de uno de los “altares” estudiados. Y sorprende que no aparezca ningún otro reconocimiento personal en relación con los demás hallazgos. No es esa la manera de proceder si se quiere conseguir la colaboración ciudadana.

 

El punto de vista del hombre actual.

 

Nosotros hemos hablado siempre de espacios rituales o conjuntos líticos, porque asignarles “a priori” a todas las rocas que conocemos con características especiales y con señales evidentes de intervención humana nos parece algo aventurado. Al hombre actual le llama forzosamente la atención observar en este tipo de estructuras la circunstancia de que estén tallados en roca pura, que no es práctica habitual hoy. Ya no se construyen vallados de piedra en mampuesto para separación de lindes, ni muros de roca en las casas -salvo raras excepciones- ni las señales de límite se graban con cruces talladas en la propia roca, ni se vacía la roca para construir piletas, ni se entierra a los difuntos en sepulcros de piedra. En definitiva, hemos perdido la relación especial con esta materia que el hombre antiguo tuvo. El poblador del berrocal, pensamos, se servía de la roca como elemento indispensable de su modo de vida, estaba familiarizado con ella: le proporcionaba abrigo y protección, atalaya de vigilancia, armamento y útiles de trabajo.

Por otra parte, no son pocas las utilidades que el hombre ha extraído de un simple agujero en la roca. Pensamos que algunas de estas estructuras sirvieron sin duda para los fines que se les suponen, y sostenemos también que otro tipo de transformaciones y estructuras tuvieron también muy distintos usos. Tenemos observado -y un buen ejemplo es Ulaca- que la roca está transformada desde la cumbre, y sospechamos que estas transformaciones se han realizado con el fin de dirigir la escorrentía hacia cauces regulares y hacer así transitable el poblado; lo que parece de total sentido común. Aparte de considerar la posibilidad de que existiesen aljibes que almacenasen el agua necesaria para no tener que bajar a abastecerse  o para la prevención de un asedio. Luego, en las puertas de las viviendas e incluso en su interior, se observan trabajos en la roca que permitirían usos más cotidianos: mortero, recipiente para ciertas mezclas, despensas, etcétera. En otras formaciones se pueden observar piletas de tamaño considerable que pudieran haber servido como lagaretas.

Por eso, cuando creemos apreciar que la roca está transformada, tendemos enseguida a otorgarle un sentido mágico o religioso. Por decirlo de alguna forma, la Naturaleza nos la ofrece envuelta en un halo de misterio. Hay que tener en cuenta que este tipo de estructuras han sido probablemente conocidas desde siempre por los habitantes de las aldeas. Si le hubiésemos preguntado a cualquier aldeano o pastor de tiempo antiguo nos hubiese hablado de piedras que por sus características le resultaban especiales. A falta de interés científico en el asunto -salvo muy honrosas excepciones- cada cual se lo explicaba a través propias o ajenas leyendas. Y hay que pensar también que debieron ser mucho más numerosas de lo que ahora somos ya capaces de comprender.

 

Estructuras rupestres en yacimientos:

Bonilla de la Sierra entraría a formar parte de estos lugares por haber sido declarada recientemente Zona de protección arqueológica. Se les hará evidente que no estamos hablando de unas piedras en las que se han tallado unos escalones. En el caso de Bonilla estamos ante un enclave megalítico de primer orden en extraordinario estado de conservación. Los “altares” con escalones sobre los que se hacen algunas de las especulaciones en el artículo comentado son un reflejo pálido de la realidad que allí aparece. Describir detalladamente cada uno de los elementos que aquí mostramos llevaría un tiempo considerable. Hemos preferido mostrar una cantidad considerable de imágenes, entre las que incluiremos alguna explicación corta y contestaremos a las preguntas de quienes deseen que les ampliemos la información en los comentarios a este artículo.

 

Bonilla de la Sierra - Zona 1

 

 

(Fotos 1, 2 y 3) Semicírculo megalítico

 

(Fotos 4 y 5) Estructura con piletas

 

(Fotos 6 y 7) Piedra geminada con oquedades en ambos laterales

 

(Foto 8) Estructura tallada en esquema con piletas

 

 

(Fotos 9, 10 y 11) En esta estructura merece la pena detenerse un poco. Se trata de una roca de considerables dimensiones que presenta en el frente (foto 11) un rebaje rectangular y una oquedad que no es sino la manifestación de dos piletas en escala. Arriba se encuentra una pila de considerables dimensiones; al menos tres metros de largo por uno y medio de ancho, con una profundidad de al menos un metro. La pileta grande tiene vertido hacia el lado contrario de las piletas frontales, por lo que no puede considerarse a éstas como piletas de vertido. Puede que estemos ante un ornamento.

En la misma roca, también arriba, se aprecia una estructura tallada con cabeza circular y cuerpo triangular, que podría tener carácter simbólico o señal de orientación. Es difícil apreciar el conjunto por estas descripciones, solo podría darnos una idea exacta una toma cenital.

 

 

(Foto 12) Roca tallada en ala de mariposa con oquedades en la parte inferior y un reborde en la base.

 

Bonilla de la Sierra  Zona 2

 

(Fotos 13, 14 y 15)

En lo alto de un cerrillo se observan estas tres estructuras. Dos piedras caballeras, una con piletas de decantación en ambos lados bajo el bolo superior y otra totalmente plana en su superficie superior con una pileta grande en un lateral. (Fotos 13 y 14). La otra, un bolo exento de dimensiones notables, presenta una pileta ovalada en un lateral y otra cuadrada en el opuesto. (Foto 15)

 

(Foto 16) Impresionante elemento tallado en pila rectangular con cazoleta en un extremo, de tipo barquiforme.

 

(Fotos 17, 18, 19, 20 y 21)

Aquí también merece la pena detenerse un poco porque no estamos seguros de que las imágenes ofrezcan la idea completa del conjunto ante el que nos encontramos. Se trata de tres elementos diferenciados pero en innegable relación. Abajo, una estructura exenta tallada geométricamente, tras un rebaje de la piedra haciendo escalón. En medio, una piedra plana que presenta en su superficie superior una pileta ovalada cuya fábrica humana deja poco lugar a dudas. Detrás, una roca grande redonda con una oquedad notable en el lado frontal derecho que comunica con otra pileta más arriba y otra en el lateral. Se da la circunstancia de que estas dos últimas están comunicadas por un orifico en la piedra. Si ponemos en duda que algunos de los elementos que exponemos y que se consideran un poco a la ligera como santuarios o altares rupestres, aquí se nos hace difícil asignarle a este conjunto otro carácter.

 

 

(Fotos 22 y 23)

Queremos hacer notar aquí la singularidad de esta manifestación rupestre sin comparación con otra alguna de la que tengamos noticia. Son en realidad dos bajorrelieves circulares tallados en una lancha, relacionados por pequeños canales de desagüe en una pendiente notable. Si alguna vez hemos dicho que algunas de estas estructuras cobran sentido por el agua, esta es innegablemente una de ellas, independientemente de que, vista desde abajo en particular la que está en medio de la lancha, puedan tener también un carácter simbólico.

 

(Foto 24)

Tampoco se aprecia aquí, la foto de dos estructuras con piletas comunicadas, la realidad de lo que el lugar presenta. A su lado, lamentamos no tener buena imagen, hay una lagareta tallada y todo ello se encuentra en un recinto, tallado en roca, que parece haber sido de uso doméstico o industrial. Merecería la pena hacer un estudio detallado de él, porque daría una idea precisa de como pudieron estar configurados los recintos de habitación de esas épocas; y no sería precisamente una minucia.

 

(Fotos 25 y 26) Estructura megalítica

 

(Foto 27) Roca con desgaste o tallado sinusoidal.

 

(Foto 28) Tampoco la imagen ofrece exactamente la imagen de lo que se presenta. Desde otro ángulo el parecido evidente con un “trono” es mucho menor. Sin embargo, sí parece que estamos ante una estructura tallada con un desgaste considerable por la exposición excesiva y por la circunstancia de que está en realidad caballera entre una grieta. No se le puede negar una cierta monumentalidad, no obstante.

 

(Foto 29)

Talla en “sillón”.

Siempre hay que poner este tipo de estructuras en ·cuarentena” y considerar la posibilidad de que hayan sido en realidad cantera. Se observan habitualmente en zonas con vallados de piedra, que no es aquí el caso; lo que nos ha invitado a considerarla para su estudio.

 

 

 

(Fotos 31, 32, 33, 34, 35)

Esta estructura también es realmente interesante. Es una roca de proporciones notables que tiene tallado en un lateral una oquedad alargada oval, con remate circular en pileta en reborde, otra de parecidas dimensiones algo más abajo, y un pequeño sistema escalonado en su borde. En la parte superior hay unas piletas con vertido y un corredor. Todo ello comunica con un sistema de piletas muy desgastado pero verdaderamente interesante. Completa el conjunto una roca exenta que ofrece una posible talla en escalones muy desgastados.

 

Ulaca - Una referencia innegable

Claro que no vamos a negar que existan este tipo de estructuras consideradas sagradas en la antigüedad. En Ávila se puede hacer una suposición con bastante fundamento sobre el “Altar de los Sacrificios de Ulaca” y sobre la “Sauna”

 

(Fotos del altar y la Sauna de Ulaca)

Ya mostramos hace tiempo que la zona posterior de la “Sauna” ofrece una talla en la roca que hace pensar también, sin que al parecer se hubiese considerado debidamente, en una estructura ligada a ella (separada por una calleja de apenas dos o tres metros) en un conjunto algo más amplio. Y es nuestra intención poner el acento en esta circunstancia por definir claramente el punto de vista de este artículo. Lo expondremos con una pregunta ¿Por qué se le otorga una importancia extraordinaria a la parte de abajo y ninguna a la de arriba, aún cuando resulta, en nuestra opinión, tanto o más relevante? Daremos nuestra propia respuesta: porque no aparece la línea recta. ¿Por qué no se había reparado tampoco -sin salir de Ulaca- en el espacio ritual que existe abajo, cerca de la entrada del castro, que publicamos con el nombre de “Ulaca Conjunto Lítico” hace ya algunos años (Véase enlace arriba) y que tiene una relevancia especial innegable? Por la misma razón, quizá.. Piénsese, sin embargo, que precisamente este tipo de talla quizá esté ofreciendo una información algo equívoca. En el “Altar de los sacrificios” se presume al parecer que los escalones y la escala lateral han sido repasados por la piqueta de culturas posteriores. Es posible, pero también es posible que obedezca a que se talló en una época relativamente reciente. Si los pobladores originales del castro hubiesen practicado la talla de este tipo de estructuras con facilidad ¿no habrían transformado el resto de las rocas para su propia comodidad utilizando ya esta técnica? No encaja.

 

Estructuras en otros yacimientos conocidos

 

Con esta referencia (Ulaca), queremos dejar constancia de que nuestra intención es la búsqueda de elementos de piedra con evidentes síntomas de transformación, que pudieran corresponder a estructuras anteriores a la romanización; a pesar de que somos conscientes de que será mucho más difícil convencerles de estas evidencias. No dejaremos de intentarlo, no obstante. La descripción detallada de todas las estructuras que vamos a presentar ocuparía un espacio excesivo para un artículo de estas características. Haremos una pues una descripción somera de cada una de ellas, ofreciendo su localización, salvo cuando por una u otra razón no sea aconsejable. Para ello, en principio, vamos a dar un repaso a las estructuras de este tipo que se encuentran en los yacimientos ya conocidos; aparte de los ya mencionados. En Cardeñosa, muy cerca del castro de Las Cogotas, se encuentra esta piedra que se ha conservado milagrosamente. Cierto es que la larga tradición cantera de la zona la ha despejado seguramente de obstáculos visuales y se presenta hoy, como decíamos, de manera bastante espectacular. El hecho de que esté asociada a una especie de mesa con una pileta le otorga aún más relevancia. Pudo muy bien servir como atalaya de vigilancia.

 

(Fotos de Cardeñosa)

 

En el Raso de Candelada, entre la muralla y las primeras viviendas excavadas, se encuentra esta otra también bastante interesante, aunque menos espectacular.

 

(Fotos del Raso)

En Ocos, aparte de los “sepulcros antropomorfos” de los que hablaremos más adelante, hay dos estructuras que pueden contemplarse también bajo este punto de vista.

 

(Fotos de Ocos)

 

En La Coba, en San Juan del Olmo, también existen. Pondremos una como ejemplo, porque sobre este yacimiento hemos hecho un estudio más completo que merece atención aparte. Aquí estamos ante una roca con piletas comunicadas en la parte superior que vierten sobre dos “sepulcros antropomorfos” con una inclinación acusada.

(Fotos piletas-sepulcro La coba)

En el Castillo de los Moros, en El Mirón hay también una roca, muy cerca de la torre, que sugiere también modificaciones interesantes con piletas de vertido desde la cúspide.

(Fotos El Mirón)

 

En la Era de los Moros, en Las Cabezas Altas, hay algunos elementos que convendría considerar.

(Fotos Cabezas Altas)

 

Pero hay que tener también en cuenta las ausencias: dentro del castro de la Mesa de Miranda, en Chamartín, no se localiza ninguna estructura de este tipo. Aunque debemos decir que los alrededores no los hemos podido revisar detenidamente. Otros lugares sin embargo, han recibido la sacralización posteriormente sin que existan evidencias claras de culto anterior, pero no dejan por eso de ser “santuarios Rupestres” Un buen ejemplo es el campanario de la iglesia de Neila de San Miguel o el de Villaviciosa.

(Fotos Villaviciosa y Neila de San Miguel)

 

Muchas no están propiamente asociadas a ningún yacimiento catalogado, sin embargo, no pueden dejar de observarse en las proximidades evidencias de una determinada cultura. En los enlaces que facilitamos al principio hay dos que podemos considerar incluidas en este capítulo. Hay un “altar rupestre” en el entorno próximo del verraco descubierto por Mª Luisa Savirón, que titulamos Espacio ritual prerromano en La Nava del Barco. (Enlace arriba)

 

(Fotos de La Nava del Barco) Altar y verraco

 

Y en El Berrueco encontramos también algunos elementos en las proximidades de La Mariselva y otros en un cerrillo próximo.

Obsérvese aquí el ornamento que separa las piletas. Guarda cierta similitud con lo que se observa en el altar de Ulaca y en la separación del sepulcro antropomorfo doble de Ocos.

 

 

(Fotos El Berrueco - La Mariselva)

 

Hemos dejado para otra -u otras- entregas algunos elementos de igual o mayor interés. Nos gustaría que este artículo se tuviese en cuenta a la hora de valorar el rico patrimonio que la provincia ofrece sobre el tema que se trata.

De lo que no hay duda es de que estamos ante un conjunto de estructuras de importancia fundamental para su estudio y que merecen la atención urgente de la Ciencia.

Mientras tanto, se los ofrecemos aquí con nuestro agradecimiento a José Luis Santos por proporcionarnos este espacio y animarnos a la publicación de este artículo. Y una mención muy especial a la Doctora A. M. Canto que siempre ha inspirado nuestro estudio, desde el suyo sobre la supuesta "Silla de Felipe II" en El Escorial,

ver aquí

http://sapiens.ya.com/jrcuadra/sendas/machotas/silla.pdf

y aquí

http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=1325),

y que nos ha proporcionado su inestimable ayuda cuando lo henos precisado.

 

María Luisa Savirón Cuartango

Ángel L. Mayoral Castillo

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Comentario por Ángel L. Mayoral Castillo el diciembre 28, 2010 a las 9:10pm
No niego María que a nosotros también nos ha parecido apreciar esquemas, o alguna especie de simbolismo, en algunas concentraciones anómalas de “cupules” o cazoletas pequeñas. No hay duda de que llenas de agua actúan a veces como espejuelos, con un efecto realmente interesante, como usted muy bien señala.
Tampoco negamos que puedan representar constelaciones de estrellas, pero también pudieron servir de calendario, o de elemento oracular, o lúdico. Pudieron tener un carácter doméstico para labores determinadas o ser un elemento simplemente ornamental.
En Navalperal de Tormes hay una piedra a la entrada de una casa con una serie de cazoletillas de distinta profundidad en diversas líneas: la utilizaba un zapatero para clasificar y tener a mano clavos de diferentes tamaños. Quizá resulte algo prosaico para los objetivos de la “Gran Arqueología” hoy al uso, pero es también una posibilidad aceptable: elemento clasificador. Eso además, sin descartar que el zapatero pudiese estar utilizando un alquerque medieval recuperado.
Lo que quiero decir es que está muy bien considerar hipótesis de trabajo, siempre que sean razonables, pero está mejor trabajar sobre el elemento en cuestión considerando su naturaleza particular -intentando no formarse ”a priori” ninguna opinión- teniendo en cuenta siempre su entorno, para poder luego formular conclusiones; que con el conocimiento del que disponemos en ciertas ocasiones difícilmente serían inapelables.
Si formulamos las conclusiones por anticipado, es muy probable que el método de estudio que elijamos sea el más adecuado para que termine dándonos la razón. Puede hacerse (y de hecho ya ve que se hace), pero no es un método científico.
No obstante, tal y como usted lo plantea, tenemos por supuesto que considerarlo y agradecer el dato del posible paralelismo con las culturas indígenas suramericanas. No, como muy bien dice, por que exista una relación directa, sino como elemento de estudio sobre las utilidades que el hombre, en su trato con la piedra, encontró en distintas latitudes y en diferentes épocas.
Muy agradecido por su comentario.
Comentario por María // el diciembre 29, 2010 a las 11:07am

No ,si yo no he negado que no puedan tener un tipo de uso  más "pragmático" , y múltiple aunque para aquellos tiempos observar las estrellas y anticipar las épocas de movimientos de las especies de caza,tareas
agrícolas etc también era fundamental.

 

 

Comentario por Ángel L. Mayoral Castillo el diciembre 29, 2010 a las 8:44pm

Puede que peque un poco aquí de tiquismiquis; de cualquier forma, María, le ruego que no lo tome como algo personal, porque voy a aprovechar su comentario para exponer la idea que yo
tengo sobre el asunto de las siembras y cosechas regidas por la astrología.

Ignoro quien formuló la propuesta de que estas actividades estaban reguladas por un calendario fijo, pero quien tal sostiene ignora, en mi opinión, la realidad campesina. Y tal vez en
culturas suramericanas, por razones de clima u organización social la cosa tuviese
algún sentido (mi escaso conocimiento de estas culturas me obliga a no
pronunciarme), sin embargo, aquí, en Ávila, me cuesta más creerlo. Hoy en día,
con los avances científicos que sobre el particular disfrutamos -satélites,
estaciones de medición, etcétera- aún no hay posibilidades de encontrar
parámetros fijos sobre la conveniencia de realizarlas en determinadas fechas,
por la variación climática que de un año a otro puede producirse y por el microclima
que en cada lugar impera. Sirven aún -como orientación- los calendarios del
tipo “zaragozano”, que no pueden ser grabados en piedra precisamente por la
variabilidad que comentamos; y el instinto del hombre de campo que ventea la Naturaleza, con más o
menos éxito.

Sembrar al mismo tiempo en el Valle del Corneja, que en el Valle del Alberche, por ejemplo, a unas pocas decenas de kilómetros uno de otro, sería un despropósito agrícola de envergadura. Otra
cosa serían los ritos y celebraciones relacionadas con estas actividades que
tendrían, es de suponer, fecha fija fuese cual fuese la situación.

Comentario por María // el diciembre 29, 2010 a las 10:21pm

Bueno,no es una idea que se me haya ocurrido a mí.  Generalmente  se ha pensado que los  calendarios aparecen con la agricultura,pero cada vez más empieza a pensarse que la observación de los  astros comienza en la prehistoria .

Ahora es más facil orientarse con el tiempo ,tenemos muchos datos aun que no se sepa en concreto en qué momento haya que  sembrar en cada pueblo,pero el calendario nos dice que es primavera aunque esos días le dé por nevar y haya un bajón repentino de las temperaturas y sabemos que si queremos ir de viaje por semana santa tenemos que empezar a buscar los billetes  etc.

Me imagino que en el mundo campesino de aquellos tiempos (¿cuales?) quizá había que empezar algunos preparativos con respecto a la tierra,animales,asegurarse la cooperación de tales o cuales familias ,preparar herramientas , comprar algún animal ..etc;no sé ,se me ocurren muchos motivos por los cuales sería util el calendario para orientarse más allá de saber el día exacto en el que  había que empezar a sembrar;por supuesto,como bien dice, serviría para  el ceremonial que en aquella mentalidad   era casi igual de importante que los trabajos concretos .

Tampoco sabemos a qué momento corresponden estas  piedras , ni el tipo de economía que tenían, ni cómo vivían los que  vivían allí ,si es que vivía alguien...es que a mí me parece muy dificil sin datos de estos hacerme una idea de para qué podían utilizarse las piedras.

Comentario por María // el diciembre 29, 2010 a las 10:50pm

Corrección:

 "pero cada vez más empieza a pensarse que la observación de los  astros comienza en la prehistoria ."

quería decir en el paleolítico

Comentario por María // el diciembre 30, 2010 a las 8:52am

Por supuesto que un campesino tiene determinadas señales al margen del calendario:la aparición de determinadas especies vegetales,y animales etc, pero los humanos necesitamos referencias concretas en general por eso siempre hemos medido el tiempo. El calendario astronómico   es una referencia segura  por encima del calendario atmosférico  ;es el orden  sobre el caos ,la evidencia de que el tiempo es cíclico y   la vida se repite más allá de las variaciones atmosféricas.El orden cósmico

de todas formas,como dije en mi primera intervención,me parece adecuado pensar en  varios tipos de utilización de las piedras y cazoletas ,pero quería señalar ,contra su objeción de que era dificl , que estas últimas sí se han utilizado en relación a la astronomía  y seguramente en muchos sitios además de en sudamérica,pues los humanos solemos encontrar  soluciones parecidas   en cualquier parte del mundo: véase ,por ejemplo , la piedra pulimentada .Y no sólo en aspectos materiales,también en los simbólicos;ahí están las "piedras del rayo" ,desde los Pirineos a   al caribe pasando por Java .Por eso son importantes los paralelos con otras culturas.

Comentario por Ángel L. Mayoral Castillo el enero 3, 2011 a las 8:37am

Me facilita Mario Agudo Villanueva un enlace muy interesante de un estudio sobre la piedra del Mortero, de Bonilla de la Sierra, realizado por Don Mariano Serna.

http://www.aviladigital.com/hemeroteca/la-piedra-sagrada-de-bonilla...

Comentario por Ángel L. Mayoral Castillo el enero 4, 2011 a las 8:40am
Transcribo la reseña completa para que resulte más cómodo:

Fecha publicación: 06/12/2010

Mariano Serna analiza el altar prehistórico

La piedra sagrada de Bonilla de la Sierra fue alterada después de la época romana

Pablo Garcinuño

Piedra sagrada de Bonilla de la Sierra, llamada ‘El Mortero’.

El experto en el culto antiguo Mariano Serna considera que el enorme hoyo que presenta la piedra sagrada de Bonilla de la Sierra, por el cual recibe el nombre de ‘El Mortero’, es una alteración, “por no decir atropello”, realizado uno o dos milenios después de su origen.

Se trata de una obra humana, pues se aprecia la huella del cincel en todo su borde, pero Serna considera que “es totalmente improbable que se corresponda con la exigua y anárquica escalerilla, destinada a ascender a la roca, en la que no se aprecia la huella del cincel”.

Por esto y por su “inexplicable significado ritual”, Serna cree que “el prehistórico y original altar ha sido alterado, por no decir atropellado, uno o dos milenios después de su origen, labrándose sobre una probable cavidad ritual mucho más superficial destinada a la práctica de actos culturales cruentos, un nuevo elemento ritual destinado seguramente a la realización de actos culturales que tuvieron al agua por protagonista principal”.

Según Serna, esta reutilización, de acuerdo a los restos arqueológicos existentes en las inmediaciones del altar, “pudo tener lugar en época romana, pues las dimensiones del mortero son casi iguales a las del famoso caldero celta de Gundestrup (69 por 45 centímetros)”. Sin embargo, considera “mucho más probable que el referido hoyo se realizase siglos después, en época plenamente cristiana, y que estuviese destinado a la realización de rituales de iniciación paleocristianos”.

Plantea la posibilidad de que se tratara de una primitiva pila bautismal “que pudo tener vigencia entre la Alta Edad Media y los comienzos de la Moderna, como parece evidenciar la cruz latina de la casi imperceptible peana, no marca de término municipal, situada en la parte derecha de la escalerilla, a un metro del suelo, quizás obra de los monjes del vecino convento franciscano de San Matías, instalados en las inmediaciones del altar a principios del siglo XVI”.

Con el pie izquierdo
Dejando a un lado el hoyo que presenta la piedra sagrada de Bonilla de la Sierra, el experto considera que “lo más llamativo de ella y seguramente el único elemento original que conserva” es la irregular escalerilla. Está compuesta por 14 gradillas de distinto tamaño situadas a desigual distancia, posiblemente obra de las gentes que entre el Bronce y el Hierro poblaron estas tierras.

“Conocido que el número de escalones de los altares suelen tener un significado ritual y que aquellas gentes rendían culto al Sol y a la Luna –dice Serna-, es razonable pensar en este caso que el número de peldaños de este altar pudiera tener relación con los 28 días del ciclo lunar, pudiendo representar los catorce peldaños de la ascensión, la fase creciente de la Luna, y el mismo número de bajada, la menguante”.

De haber acertado en esta suposición, afirma, “podríamos hallarnos ante un elemento rupestre de culto a la Luna y, por extensión, a la fertilidad femenina, sabida la relación existente entre el ciclo lunar y el correspondiente a la menstruación de la mujer”. Como curiosidad añade que, según la Cábala (corriente de la mística judía), el número 14 “es el valor numérico de las transmutaciones, las metamorfosis, los cambios, etc”.

También destaca que los escaloncillos tres, diez y doce se encuentran desplazados a la derecha respecto al resto. “Tal particularidad tiene por objeto iniciar la ascensión al altar con el pie izquierdo, pues de otra forma tales peldaños quedan a contra pie, consiguiéndose con ello, además, coronar el altar con este mismo pie”, añade. “En nuestra cultura, comenzar algo con el pie izquierdo es sinónimo de mala suerte pero para las gentes que a través de este altar intentaron establecer relación con sus deidades, las cosas debieron ser distintas”.

Otro altar
Por otra parte, en la Dehesa de Boyal, situada kilómetro y medio al sur de Bonilla de la Sierra, existe otro elemento que también podría ser un nuevo altar. Se trata de una roca sensiblemente circular, de unos seis metros de diámetro y dos de altura, de redondeados bordes, que presenta en su parte este dos estrechos pero profundos escalones.

“El primero de ellos es tan elevado que hace necesario la colocación de algún objeto para alcanzarlo con facilidad”, señala Serna. “Y arriba de la peña, otros dos, menos pronunciados e innecesarios para coronarla, orientados hacia el noroeste, al solsticio de verano”.

Arriba tan sólo existe una superficie aplanada, “quizás por el hombre”, de uno o dos metros cuadrados de superficie que pudo servir, en su opinión, de ara sacrificial. Sobre ella ha encontrado “un solitario y profundísimo agujero, de cinco centímetros de diámetro, similar a los de las barrenas de los canteros”, cuya finalidad desconocemos. “No se debe descartar la existencia en su día de algún elemento típicamente ritual hoy perdido: una superficial pila labrada sobre una piedra, por ejemplo”, deduce.

Estructura doméstica
Y en esta misma dehesa, doscientos metros al noroeste del altar anterior, Serna tuvo la oportunidad de ver “un original elemento: una monumental y empinadísima escalera, compuesta por tres enormes escalones de amplísima huella y elevadísima contrahuella, y otro superior, más pequeño, absolutamente inadecuada, dice, para la práctica de actos de culto”.

Está tallada sobre el vertical costado de una roca, orientada al suroeste, y presenta en su parte alta “una profunda escotadura destinada seguramente a colocar el extremo de una viga, a la izquierda de la escalera; y un segundo rebaje menos profundo pero más largo, destinado a sustentar una techumbre, del lado derecho de la escalera”.

Este elemento, que presenta otras labores humanas, advierte, podría confundirse con un altar rupestre “pero, por sorprendente que sea, se trata tan sólo de estructuras domésticas pertenecientes a una construcción notable, cuyos restos son bien evidentes en sus inmediatos contornos, integrada seguramente en una pequeña población cuyos habitantes, hace uno o dos milenios, pudieron realizar rituales en el altar anterior”.
Comentario por severo pardo el enero 8, 2011 a las 2:39pm
Creo que lo sugerido en vuestro articulo puede extenderse a Galicia , existen numerosos trabajos sobre el tema y seria interesante analizar las similitudes y ubicaciones .
Comentario por mariano Serna Martínez el enero 9, 2011 a las 12:06am
Estimado Ángel, acabo de colgar en este wed un artículo sobre el Mortero de Bonilla, para empezar. Mira el elemento que expones en las fotos 22 y 23, creo que se trata de una piedra de molino de esos de río que intentaron extraer y que se malogró. Hay bastantes de ellas en Bonilla. Creo que no tiene nadaque ver con las cosas del culto rupestre. Tampoco creo que tengan relación la roca con oquedades de El Mirón, ni el hito de Cardeñosa, o esa curiosa roca de la Dehesa de Boyal,... Lo de la necrópolis de Oco creo que es me interesa mucho y creo tienes razón cuando supones que a una necrópolis debe corresponderle una población,... eso es siempre así. Las misma pirámides de Egipto se corresponden con poblaciones inmediatas. En el Berrueco tienes una roca en forma de tejadillo,... mira en el cerro que hay al fondo, hay un impresionante santuario rupestre del cual he mandado un artículo al diario el Norte de Castilla y pensé empezar mis exposiciones en esta wed con eso,... aunque he empezado con lo de Bonilla. Otra cosa, cuando tratas las peñas de ulaca, pones fotos de dos que hay en la ladera oeste al poco de empezar el camino de ascenso desde Villaviciosa, hablas de una pila y de un refugio donde se mete una chica, tu mujer supongo, pero no hablas de la cruz, hay allí una imponente cruz, y una canal que apunta hacia el oeste. Hay muchas cosas de las que podiamos hablar,... Alicia Canto me habló de tí y de si te conocía.  Tenemos que vernos y visitar lugares,... pero sin fantasías,... bueno, sin demasiadas fantasías. Un abrazo.  Serna

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