Red social de Arqueologos e Historiadores
La jueza finaliza la instrucción del caso Veleia. Atribuye delitos de daños y estafa a Gil y sus colaboradores
La magistrada pone fin a ocho años de instrucción con la ratificación de que los grafitos y piezas excepcionales supuestamente halladas en las excavaciones de Álava eran «falsas»
Fuente: Diariovasco.com | David González | Vitoria | 3 mayo 2017
La jueza de Instrucción número 1 de Vitoria ha dado carpetazo este mismo miércoles a la instrucción de uno de los casos más veteranos del Palacio de Justicia alavés, el referente a la supuesta falsedad de las inscripciones halladas en cerámicas y grafitos encontrados en el yacimiento de Iruña Veleia por el equipo de Eliseo Gil, un caso que estalló en 2008 tras presentarse en sociedad piezas «excepcionales» y que presuntamente iban a revolucionar la historia de Álava, del cristianismo y del euskera. La magistrada ha puesto fin a la larga instrucción con un auto en el que ratifica las sospechas de falsedad de las piezas objeto de la investigación y abre la posibilidad de la apertura de juicio oral. Los investigados son Eliseo Gil, director de Lurmen, la empresa que gestionaba el yacimiento alavés; y sus colaboradores Óscar Escribano (geólogo) y Rubén Cerdán, uno de los más estrechos lugartenientes de Gil. La jueza les atribuye sendos delitos de daños continuados y de estafa continuada.
El caso de los grafitos supuestamente falsos de Iruña Veleia saltó a la luz pública en 2008 [sic], cuando un grupo de investigadores y expertos alaveses [sic] puso en duda los excepcionales hallazgos presentados en sociedad por el equipo de Eliseo Gil. No eran descubrimientos humildes. Se trataba de inscripciones en piezas que venían a revolucionar conceptos del cristianismo e incluso del euskera. Entre esas piezas, se presentaron un calvario (representación de la muerte de Cristo), que el equipo de Gil dató en el siglo III y de leyendas en euskera datadas en piezas de los siglos IV al VI, todo un hito en la historia de la lengua vasca.
Pero todo era, a juicio de la magistrada que ha investigado el caso, una burda mentira. En el auto, la jueza señala que la «falta de autenticidad de estos grafitos viene acreditada» por diversos informes del Instituto de Patrimonio de España y de la Escuela de Conservación y Restauración de Bienes Culturales. «La trazabilidad de los fragmentos con grafitos no es demostrable y el tratamiento recibido no ha garantizado su integridad física necesaria para que los análisis sean concluyentes. Por motivos expuestos, los autores no pueden avalar la autenticidad de los grafitos», señalan estos informes.
La jueza desmonta también la serie de informes (tres) que los arqueólogos presentaron para avalar la autenticidad. Y atribuye igualmente un interés y un modus operandi a GIl y sus colaboradores. «Los encausados (…), puestos de común acuerdo y con el ánimo de obtener no solo un beneficio económico sino también prestigio y reconocimiento profesional (…) procedieron a realizar con diversos instrumentos inscripciones, entre otras en euskera, aplicando posteriormente y de manera intencionada un material de relleno para cubrir los trazados de los grafitos efectuados por ellos mismos». Una vez falsificadas las piezas, agrega la magistrada, las colocaron «de manera que fueran descubiertas después del lavado de los materiales por parte de los empleados de Lurmen». Por este motivo, añade, las piezas calificadas como excepcionales nunca fueron encontradas en los yacimientos, sino en el proceso posterior de lavado.
El caso estalló dos años después, cuando la Diputación alavesa, con la diputada de Cultura, Lorena López de Lacalle al frente, decidió abrir una investigación pública sobre unos hallazgos cuya autenticidad ya había sido puesta en tela de juicio por expertos vinculados a la Universidad del País Vasco [sic] (1) La comisión científico-asesora de la institución foral ratificó las sospechas y el caso entró en vía judicial.
(1) El señor periodista olvida decir (o quizá no sabe) que esos dos expertos de la UPV (los Prof. Gorrochategui y Santos Yanguas) eran los mismos que en 2006 formaban parte del equipo de Eliseo Gil, y los que se presentaron con él ante la prensa a ratificar, con gran entusiasmo, la autenticidad de las piezas (junto con P. Ciprés y E. Knörr, aunque éste luego prefirió fecharlos en la Edad Media), y sobre todo "las «inequívocamente» en euskara" (Gara, 16-6-2006).
¡Peccata minuta que fueran los mismos! (y oficialmente fueron del Equipo Veleia hasta octubre de 2008). Que se olvidaran y se sepultaran aquel enorme bochorno y aquellas fotos y vídeos es lo que ellos y su "entourage" de la UPV se afanaron después en conseguir, y parece obvio que lo han conseguido, al menos de cara al gran público y a parte de la prensa. Pero aquí no nos olvidamos, porque su falta de profesionalidad en aquel momento crucial fue también culpable de que hayamos llegado hasta aquí, 11 años después.
Véase en TA el amplio dossier "El caso Iruña Veleia: Documentos y debates", desde el 8 de junio de 2006 hasta ahora mismo.
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Nueve años desde que estalló el escándalo
El equipo de las excavaciones de Iruña-Veleia presentó como verdaderas unas inscripciones en piezas que revolucionaban la historia de Álava, del euskera y del cristianismo
Fuente: Diariovasco.com | SERGIO CARRACEDO | 3 mayo 2017
El "caso Iruña-Veleia" ha concluido su instrucción tras más de 8 años. Cayó en manos de la titular del Juzgado de Instrucción 1 de Vitoria en marzo de 2009, meses después de que una comisión de expertos de la UPV y de otras universidades españolas –entre los que se encontraban lingüistas, historiadores y arqueólogos– emitieran a instancias de la Diputación de Álava, propietaria del yacimiento, un informe acerca de las 450 piezas de origen romano halladas por los ahora encausados entre 2005 y 2006.
Los fragmentos contenían textos en latín y euskera, símbolos e iconografía cristianos y escenas cotidianas datados por sus descubridores entre los siglos II a V, lo que las convertiría en algo excepcional. El caso estalló en 2008 tras presentarse en sociedad estas «excepcionales» piezas que presuntamente iban a revolucionar la historia de Álava, del cristianismo y del euskera.
Sin embargo, los expertos universitarios dieron su dictamen en 2009. «Son falsos». Las inscripciones son «infantiles», «ilógicas», «inverosímiles» e «imposibles», argumentaron. La diputada de Cultura, Lorena López de Lacalle, encargó el análisis de los grafitos después de que catedráticos como Gorrochategui y Lakarra hiciesen públicas sus dudas sobre la autenticidad de unas "ostracas" que se dieron a conocer al mundo en junio de 2005 [fue en 2006, la presentación de 2005 a la prensa había pasado desapercibida por falta de "pesos pesados", y de piezas en euskera].
Eliseo Gil e Idoia Filloy, socios de Lurmen, encargada de la excavación, fueron apartados de la gestión del yacimiento, aunque siguieron defendiendo la antigüedad de los grafitos y denunciaron una campaña de derribo «mediática y académica». También surgió la plataforma de apoyo SOS Iruña-Veleia, que organiza congresos y promueve estudios, artículos y foros. Y se sumaron a la defensa de la autenticidad de las piezas los colectivos Euskeraren Jatorria y Martin Ttipia.
Euskotren y Eusko Trenbide, patrocinadores de las excavaciones, se querellaron contra Lurmen, pero sus denuncias fueron archivadas. Sólo se ha mantenido la doble demanda presentada por la Diputación. Durante 2009 y 2010, Lurmen, que también entregó nuevos estudios, pidió a la juez analíticas de laboratorios internacionales. Se solicitó un peritaje a la Guardia Civil, pero ésta aludió falta de medios y el caso pasó a la Ertzaintza. En enero de 2014 técnicos del Instituto de Patrimonio Cultural de España determinaron que 35 piezas que analizaron «presentan suficientes anomalías como para que los grafitos que contienen sean considerados contemporáneos».
Los defensores de la autenticidad calificaron el documento como de «auténtico despropósito» y «atentado contra el sentido común y la arqueometría», y acusaron a los responsables del Museo de Arqueología de haber alterado «voluntaria o involuntariamente» las piezas en las que los técnicos del Ministerio encontraron restos de metales modernos como el acero inoxidable.
Con el cierre de la instrucción, se abre ahora el juicio oral por el presunto fraude de los hallazgos del yacimiento de Iruña-Veleia por presuntos delitos continuados de estafa y daños contra el patrimonio histórico causados por las inscripciones efectuadas sobre los restos romanos hallados en el yacimiento.
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También de interés, ayer en EITB (añadido por S. Cuesta en el post VIII):
Abren juicio oral por la presunta estafa del yacimiento de Iruña-Ve...
La magistrada cree "acreditado" que los responsables de la excavación falsificaron piezas para presentarlas como "extraordinarias".
Siguen más o menos la nota oficial, pero son los únicos hasta ahora en reproducir esto:
"...En el auto se indica que los daños causados por las inscripciones efectuadas sobre los restos romanos hallados en el yacimiento se pueden cuantificar en unos 600 euros por pieza. En su día, los responsables de la excavación aseguraron que se habían localizado entre 400 y 450 ejemplares "extraordinarios"."
(A mi juicio se trata de una valoración económica sorprendente)
- La noticia apareció el mismo día 3 en otros medios, pero sin grandes novedades unos sobre otros:
ABC (de EFE): La jueza ve indicios de estafa y daños continuados en el caso de Ir...
Elperiodico.com: La juez abre juicio oral por la presunta estafa del yacimiento de I...
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Nota final
He comenzado y terminado este post con dos de mis ostraka (pues epigráficamente éstos no son "grafitos", nombre con el que sin embargo se han quedado) veleianos favoritos, el de "Porky" y el de "Deidre", porque ambos contienen casi todas las claves, tanto arqueológicas como epigráficas e históricas, que son aplicables para demostrar la falsedad del conjunto.
Como epigrafista de larga profesión que, con su nombre y apellidos, dio en 2006 la primera voz de alarma en el portal Celtiberia.net, nada más aparecer las primeras y escasas fotos y a pesar de la euforia general, añadiendo a lo largo de días, meses y años diversas críticas, y muchas observaciones técnicas básicas (varias luego muy repetidas por todos, como el 14-6-2006 la del imposible "RIP" o la del también increíble "ANQUISES", con la "probabilidad estadística", tan usada por Gorrochategui cuando cambió de bando...) que apuntaban a una falsificación, y más bien torpe (lo que a su vez -con algún otro dato- alarmó a los "expertos" de la UPV, hasta hacerles vacilar, y luego cambiar de opinión y de acera), además de informar a algunas autoridades que no sabían dónde estaba Iruña-Veleia, o qué pasaba allí (habría tanto para contar...), espero que este auto termine por fin de aclarar un suceso tan lamentable, que ha hecho daño en primer lugar a la venerable historia del euskera, que no necesitaba de esto para una mayor antigüedad y más bien le perjudicó, como entendieron por fin muchos medios y periodistas abertzales, durante mucho tiempo entusiasmados con los supuestos hallazgos.
También a mí, que -dejando aparte tantos insultos gratuitos de los "veristas", pues no sólo defendí mientras pude el "wait and see" en favor de Eliseo Gil, sino que jamás le ofendí ni le insulté (como sí lo hicieron otros, y terriblemente)- nunca he querido más que que se llegara a la verdad, tras unas conocidas amenazas a mi familia en 2011 (también les pasó a otros), tuve que abandonar el tema casi del todo, y he sentido como un riesgo inasumible -y no para mí- cualquier pequeño comentario que añadiera. A todas estas cosas simplemente no hay derecho.
Tengo mis dudas de que el juicio se llegue a celebrar pero si ocurre será bueno, porque aún faltan, como he dicho muchas veces, testigos y datos que el gran público todavía no conoce.
Y en él Eliseo Gil e Idoia Filloy tendrían por fin la oportunidad de defenderse que tanto han reclamado.
No, Antton, no salgo a la plaza para decir que paso de salir a la plaza. Salgo para aclararle algo que pregunta insistentemente y está explicado. Y claro que le perdono. cómo no, no se me irrite.
Y sí, pregunta por Iturrama (y también por lo otro), pues ya le contestará, si quiere o si conoce explicación de ese topónimo (¿de cuándo es?).
Ah, y el que le da la vuelta al calcetín es usted pues le han explicado que -ama sería un sufijo céltico y en Amazabal, o Amaiur, sería un prefijo, ¿verdad? Y eso también es más que una cuestión de matices, así que podría venir de otra cosa, digo yo.
Hasta la próxima.
A lo mejor Iturrama quería 'fuentaza', si es que -ama tenía el mismo significado superlativo que en el los otros topónimos de origen céltico. Desgraciadamente, ese sufijo no se conservó en euskera (si no fuera así, no estaríamos discutiendo sobre ello), al contrario que el superlativo -en en palabras como goien 'lo más alto' (de goi 'alto'), que viene del gálico penno- 'extremidad, cabeza' a través del aquitano (cfr. ibérico bin).
Con respecto a bacalao, se trata de una palabra errante documentada por primera vez en neerlandés del s. XV cabbeliau, cabelliau, y de ahí pasó a otros idiomas, entre ellos el euskera, con matátesis en las oclusivas incluidas. Lo bueno del caso es que del euskera pasó al portugués y al castellano, y de ahí volvió a rebotar otra vez al euskera.
Larra: Decir que todos esos nombres son variantes de Letisama suena poco menos que a barbaridad.
Todos seguramente que no, pero un buen puñado sí. Te pongo otro ejemplo para que veas lo que puede hacer el euskera: del latín subselliu- 'escaño', sustituido en las lenguas romances por el germánico bank, tenemos las formas siguientes (omito su localización dialectal): zizail(l)u, zizalu, zizelu, txisillu, isillu, izillo, zizilu, zuzulu, xuxulu.
Larra: A ver si va a ser que el Urheimat indoeuropeo va a estar no ya en la Península Ibérica sino en Euskal Herria.
No recuerdo que ningún indoeuropeísta haya propuesto eso; en todo caso, sería el céltico, no el IE. Igual que también es muy posible que el homeland vasco esté fuera de la Península. :-)
Adrian, cuando otra persona te invita a su casa, no queda nada bien que tires ceniza al suelo o fluidos corporales fuera del inodoro. Pero aquí nos podemos reír un poco, ¿por qué no?
Y otra cosa: Villar no dijo lo que le atribuyes; lo has entendido mal.
Mira que eres pesado: ya te he dicho que unos vienen de Letisama y otros no, pero a lo mejor tú puedes proponer alguna etimología alternativa. :-)
Pues eso, Villar nunca ha dicho que el IE se originara en la Península, sino que hay capas lingüísticas IE que según él se remontarían al Mesolítico. No es lo mismo.
Hace tiempo me encontré esta entrada de Blog relativa a nuevos trabajos referentes a lo que están debatiendo. Me pareció muy interesante, y por lo que parece tiene rigor ( a mí está cosas me superan, por eso no entro), aunque a alguno le pueden dar sarpullidos, provocar espumarajos y rotaciones de la cabeza de 360 grados. Ahí la dejo:
Por cierto, como sugerencia, igual era bueno que abrieran un post específico para este tema.
A mi juicio, el problema general de los indoeuropeístas es su apego al viejo modelo del árbol geneálogico, con el protoindoeuropeo (PIE) en la base, cuando resulta que hubo diversos procesos de expansión y sustitución a lo largo de milenios, lo que se traduce en la formación de capas o estratos lingüísticos. Seguramente, algunos de lo que detecta Villar se remontan al Mesolítico, pero eso no quiere decir que las lenguas IE históricas estuvieran ya formadas en esa época, como pretenden los defensores de la llamada "teoría de la continuidad IE" como Alinei, Ballestero y otros.
Con el euskera pasaría algo similar, pero a escala más reducida. Incluso es muy posible que algunos de esos "kurganes" de las estepas tuvieran algo que ver en el tema.
Sobre el trabajo de Xoaquín Arias, hay que reconocer sus méritos a la ahora de destacar las influencias célticas (no una sino varias) sobre el euskera, pero me temo que la situación real es bastante más compleja de lo que él cree. Por ejemplo, con respecto a su etimología IE de buru 'cabeza', yo también había pensado en ella, pero resulta que esta palabra presenta una armonía vocálica u-u como en p.ej. libro > liburu, peligro > pelliburu, maestro > maisturu, etc. De hecho, parece que la forma antigua era *boro (fosilizada en la variante dialectal xahal-boroka 'renacuajo' de txahal-buru), que sería el resultado italoide (cfr. los teónimos lusitanos BORO, BOREA) del IE *gʷor- 'montaña'.
Hay otros casos similares pero limitados al roncalés y suletino, como p.ej. gaztelu > gaztulu, aingeru > ainguru, etc., o la forma dialectal dundu 'azul' (roncalés), '(cielo) oscuro' (suletino), emparentada con el castellano tonto. Todo esto me lleva a pensar en una lengua del Pirineo navarro anterior al euskera con o > u y armonía vocálica.
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