Ya en 1991 (http://uam.academia.edu/AliciaMCanto/Papers/1128012/Noticias_arqueologicas_y_epigraficas_de_la_Beturia_Celtica, 1991, p. 275) la autora propuso por primera vez relacionar de forma directa las migraciones de los pueblos célticos a la Pen. Ib. y sus movimientos posteriores dentro de ella, con la localización de las mejores vetas férricas del país. Esta entrada se venía atribuyendo a la ganadería ovina y a las presiones demográficas desde la Galia (cf. por ejemplo Almagro-Gorbea, I Celti, pág. 391).

Sin embargo, la relación entre lo céltico y la minería férrica parece evidente, comenzando por la famosa Celtiberia, donde se hallan famosos yacimientos férricos como Sierra Menera y Ojos Negros. Trasladados más tarde al O del Guadiana, hacia el 400 a.C., los Célticos pasarían hacia el E. del mismo río, principalmente para explotar la ahora (1991) descubierta minería del hierro que la caracteriza. De ahí su propuesta de considerar a la Beturia Céltica como un "Ferrum Baeturicum".

La minería del hierro no había recibido hasta entonces apenas atención en los estudios arqueológicos, interesados de siempre más en las más vistosas: oro, plata, cobre, plomo y estaño. Ni siquiera C. Domergue les había dedicado prácticamente atención.

Para reforzar la nueva propuesta se presentó este mapa del "Programa Sectorial del Hierro" del Ministerio de Industria de 1987, con el que se comprueban coincidencias bastante significativas, muy específicamente para la Celtiberia (Zona VII), la Beturia Céltica (Zona IV), el hierro del País Vasco (Zona I), o los propios "Baetici Celtici" (Zona V), lo que resolvería la causa de los escasos asentamientos célticos al S. del Guadalquivir (véase el mapa de la fig. 1), también de siempre muy discutidos.

En el caso de la Beturia Céltica, puede verse cómo coincide plenamente con la "Zona IV" de las reservas españolas de hierro que, obviamente, continúan al O. de la actual frontera portuguesa.

Cabe señalar que hasta 1991 nunca se había sugerido la minería del hierro como la causa principal del poblamiento celtibérico/céltico peninsular a partir de los siglos VII-IV a.C. Incluso el mejor estudio sobre la Celtiberia, el de Á. Capalvo (1996: http://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/17/59/_ebook.pdf) no hace ninguna mención de ello.