Hispania Romana

Se conoce como Hispania Romana a los territorios de la Península Ibérica durante el periodo histórico de dominación romana.
Este periodo se encuentra comprendido entre 218 a.C. (fecha del desembarco romano en Ampurias) y los principios del siglo V (cuando entran los visigodos en la Península, sustituyendo a la autoridad de Roma). A lo largo de este extenso periodo de siete siglos, tanto la población como la organización política del territorio hispánico sufrieron profundos e irreversibles cambios, y quedaría marcado para siempre con la inconfundible impronta de la cultura y las costumbres romanas.
De hecho, tras el periodo de conquistas, Hispania se convirtió en una parte fundamental del Imperio romano, proporcionando a éste un enorme caudal de recursos materiales y humanos, y siendo durante siglos una de las partes más estables del mundo romano y cuna de algunos gobernantes del imperio.
El proceso de asimilación del modo de vida romano y su cultura por los pueblos sometidos se conoce como romanización. El elemento humano fue su más activo factor, y el ejército el principal agente integrador.
La sociedad hispana se organizó como la del resto del Imperio romano, en hombres libres y esclavos. Los hombres libres podían participar en el gobierno, votar en las elecciones y ser propietarios de tierras. los esclavos, en cambio, no tenían ningún derecho y eran propiedad de algún hombre libre. Las mujeres podían ser libres o esclavas, pero no tenían los mismos derechos que los hombres.

La ‘autovía’ del oro: de León a Roma

Un tramo de la calzada. - JAVIER HERNÁNDEZ LOZANO

Los conocimientos que hasta la fecha se tienen sobre la prehistoria y la historia antigua en las comarcas leonesas deben, de tanto en tanto, reunirse, revisitarse y actualizarse. Al menos, allí donde los hallazgos y los estudios suponen un goteo constante y donde existe verdadero interés por poner en valor un patrimonio a todas luces espectacular. Uno de esos esfuerzos se da a conocer hoy en el Museo de León bajo la forma de libro, Prehistoria y romanización en el valle del Eria. Sociedad y minería..., del que son autores los especialistas Javier Fernández Lozano, Jesús Celis y Juan José Palao.

Un texto que indaga sobre la geología y el paisaje del suroeste provincial y noroeste zamorano, «desde los primeros pobladores, con sus culturas y restos, hasta los primeros compases de ocupación romana que vertebran la ordenación del territorio para la explotación de sus recursos», indicó Javier Fernández Lozano.

El libro, prologado por Valentín Cabero, catedrático de Geografía de la Universidad de Salamanca, pretende ser, en palabras de éste, «un alegato a la preservación del patrimonio y su divulgación, abogando por el desarrollo rural en una zona que en los últimos cincuenta años ha visto cómo sus pueblos iban perdiendo la gran mayoría de su población».

Pero la obra no solo sintetiza y engloba, sino que también ofrece hallazgos hasta el momento no publicados como el «descubrimiento de dos tramos de calzada romana en Herreros y en Quintana y Congosto, y que unían el valle del Jamuz con el del Eria, y éste con la Valduerna. Fueron las vías que, a nuestro juicio, permitieron a Roma sacar el oro del Eria y conducirlo a Roma», detalló Fernández Lozano.

Nunca antes se había publicado un libro como éste, que recoge, también a modo de homenaje para quienes iniciaron los primeros estudios en la zona, todos los trabajos realizados en geología, arqueología e historia a lo largo de un valle que recorre más de 100 kilómetros de las provincias de León y Zamora. «Y además, mostrado con una intención didáctica, haciendo hincapié en la variedad y notoriedad de un espacio físico y un paisaje cultural singular y poco divulgado. Porque conocer el valor de lo que nos rodea ayuda a conservarlo y protegerlo, por ejemplo ante acciones como las que tuvieron lugar en el pinar de Castrocontrigo, donde los trabajos de extracción de la madera produjeron numerosos daños en el patrimonio y en el medio natural durante los últimos años tras el incendio», incide Fernández Lozano, autor de los capítulos sobre geología y minería antigua en la comarca, y profesor del Departamento de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Cantabria.

Por su parte, Jesús Celis, arqueólogo de la Diputación, repasa en el libro algunos de los contenidos de su capítulo, referente a la prehistoria y protohistoria, «como los hallazgos de industrias líticas achelenses de Castrocalbón, los indicios neolíticos del Eria medio, la evidencia de dólmenes en el curso bajo del río o las pinturas esquemáticas de Morla de la Valdería. También recogemos los restos de útiles y armas del Calcolítico o la Edad del Bronce, la presencia de útiles de la cultura del Vaso Campaniforme o las cerámicas de la cultura de Cogotas I en Arrabalde —comentó—. Y ya en la Edad del Hierro, la presencia de poblados de la Primera etapa y de la Segunda Edad del Hierro, con la diferenciación zonal entre los 'oppida' centromeseteños y los castros de los Montes de León».

Y Juan José Palao, profesor titular del Departamento de Prehistoria de la Universidad de Salamanca, se encarga del capítulo referente a la romanización. En él recalca que los trabajos realizados en la zona en los últimos tiempos por diferentes investigadores han permitido sacar a la luz restos del paso de las legiones romanas por la comarca —y así, los tramos ahora localizados—, algo muy poco investigado en el pasado. «Mi capítulo recoge esas nuevas evidencias e intenta explicar las posibles causas que motivaron la estancia de las tropas romanas en la Valdería y territorios adyacentes desde su conquista por el emperador Augusto», explicó.

El metal viajó «por tierra y escoltado»

¿Por dónde sacaban y dirigían a la península itálica el abundante oro que los romanos extrajeron del suroeste leonés? A esta pregunta, que se han venido haciendo insistentemente los expertos, también da respuesta el libro. «No fue por mar, dado que no se ha encontrado ningún pecio de esas características en nuestras costas», aprecia Fernández Lozano, quien en unas recientes jornadas celebradas en Burgos expuso los hallazgos de nuevas minas y defendió la posibilidad de que el Jamuz (es la cota más baja, en torno a 800 metros), pudo ser puerta de acceso a la minería del oro en la zona. De hecho, los dos tramos de calzada descubiertos vienen a confirmar la hipótesis, ya que conectan los valles del Jamuz, Eria y Duera. «Desde ahí el oro pasaría a Astúrica Augusta y a la red de calzadas del Imperio, seguramente viajaría fuertemente escoltado», expone el especialista. En las imágenes, aspectos de estas dos calzadas, de las que hasta se han localizado centenares de metros en Herreros de Jamuz y de Quintana y Congosto, y vista del área de Las Rubias.

El libro, financiado por la Diputación de León, el Instituto Leonés de Cultura y el Ayuntamiento de Castrocontrigo, pone fin a la serie de actividades celebradas este año para la promoción de la historia y naturaleza de la Valdería y que se iniciaron con las primeras Jornadas Arqueológicas del valle del Eria —tendrán continuidad en 2018— con el objetivo de acercar el patrimonio a la sociedad.

Fuente: diariodeleon.es | Fotos |14 de diciembre de 2017

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