En memoria de Sobrino.

Mogor, 1951.
Ramón Sobrino Lorenzo-Ruza

Nos encontramos tal vez, ante los petroglifos más enigmáticos de cuántos haya. Elaborados en diferentes momentos del tiempo y en lugares distantes (imagen a la derecha, Verde Valley, Arizona), el círculo, la espiral , el laberinto, la voluta... y, posiblemente en algunos casos de
asociación, la cazoleta como mínima expresión de los primeros, nos sumergen en el misterio embaucador que desbordó el arte, el temor, la pasión o la fe de nuestros antepasados. Siempre atrayentes, cautivan  nuestros dedos, nuestra mirada, hacia un recorrido iterado por sus valles maltrechos hasta la desesperada cerrazón.
Sobre su significado se ha hablado y publicado mucho: arte abstracto, runas de seres extra o infra terrestres, corolarios de visiones alucinógenas, representación de fenómenos naturales, astronómicas, de lugares, magia, tableros de juegos, símbolos funerarios, de poder... La lista de autores de estudio es extensa, pero siempre han estado presentes como referentes, Sobrino (padre e hijo), estudiosos apasionados de la materia, a los que podríamos atribuir la paternidad sencilla y modesta, del albor de un cierto interés por los petroglifos, sobre todo gallegos. Monteagudo, del que siempre recordaré la interpretación sobre el círculo espiritista, al que trataba como algo que se ha empleado en todas las épocas, y que siempre fue acompañado de bailes y danzas para reforzar su efecto. Esos ritos de dar vueltas alrededor de un lugar, que todos habremos visto camuflados en el folclore de nuestras aldeas.  El efecto de la resonancia y la armonía que produce cada vuelta, representa un impulso obteniendo un fin, una vez alcanzado un número determinado de ellas. Para otros como Blanco Freijeiro y basándose en Althin, el aspecto mágico es el que da el sentido a su creación, interpretándolos como símbolos solares y estelares, planos topográficos, casas, tumbas, etc.. Su finalidad es mágica y surte efecto por el simple hecho de su representación. No nos podemos olvidar tampoco de Anati,  Peña Santos, Vázquez Varela y Rey García  y otros muchos que al menos, han perpetuado
estudios para mantener cierto interés o curiosidad en todos los que nos encontramos cara a cara con estos vestigios de otros tiempos.

Lombo da
Costa. J.L. Galovart http://montetecla.blogspot.com/)

Amazonas. C. Sánchez-Montaña http://eltablerodepiedra.blogspot.com/2011/02/el-circulo-donalbai-i.html

Lucillo, Astorga.
J. C. Campos

(http://tierradeamacos.blogspot.com/2008/02/petroglifos-en-maragateria.html)

Santa Tegra (A Guarda) 
J.M Hidalgo http://castrosgalaicos.blogspot.com/