Claustro de los Reyes del monasterio de Santo Tomás de Ávila.

Caminaba con el padre Pelegrín por el claustro de los Reyes de Santo Tomás de Avila cuando me llamó la atención una letra “A”, mayúscula, profundamente grabada sobre una de las losas del pavimento de la galería sur.

Pareja de letras "A", en el enlosado y prétil del claustro de los Reyes. 

Como el padre me iba hablando de las numerosas lápidas funerarias que, procedentes del vecino monasterio de Santi Espíritus, se reaprovecharon para el enlosado de este lugar y esta letra no encajaba con ellos, le pregunté por su significado respondiéndome el cura: AGUA.

Después me enseñó otras existentes en otros lugares, generalmente alineadas, y hasta termine encontrando una en el pretil del claustro que le había pasado desapercibida.

Y es que el agua que cae en los espacios abiertos de los conventos, claustros principalmente, necesitaba ser evacuado hacia el exterior por las correspondientes canalizaciones las cuales, en previsión de que se atascarán algún día, se identificaban con la letra “A”, de agua.

Así que si encontráis estas iniciales por lugares similares, ya sabeis, habéis descubierto el “camino del agua”.