LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ
Hace algunos días, pasando una agradable tarde de sol y playa junto a unos amigos, estos, conocedores de mi afición por la historia y la arqueología me pusieron al corriente de una noticia que no me dejo indiferente; Carlos, me dijeron, ¿te has enterado de que van a construir un aerogenerador experimental muy cerca del castro cántabro de Celada Marlantes?, acto seguido me solivianté, y pensé apesadumbrado;…….¡no es posible! ¡de nuevo nos hemos vendido por un puñado de euros!…., cuando regresé a mi casa, ya por la noche, comprobé con tristeza a través de internet que por desgracia la noticia era cierta, si…..una empresa está ejecutando las obras para la ubicación de un gigantesco aerogenerador en la cima del monte “ Cotío” muy próximo al yacimiento cántabro romano de “las Rabas” y al trazado de la calzada romana que discurre por “peña Cutral”.
De nuevo, como tantas y tantas veces me ha ocurrido, una especie de inquietud comenzó a recorrer mi cuerpo, y sentí la necesidad de plasmar mis ideas, sensaciones y sentimientos y dejar que fluyesen a través de mis dedos sobre las teclas de mi ordenador.
El resultado fue este: “Todo árbol cuyas raíces son sesgadas está condenado a sucumbir y desplomarse sobre el suelo ante el empuje de la brisa mas liviana”
Continuemos permitiendo que las insaciables termitas del tan renombrado “progreso” continúen horadando y minando los cimientos de nuestra memoria histórica, cimientos conformados sin lugar a dudas a partir de nuestro pasado mas remoto, el cual, de forma implacable e ineludible nos ha moldeado y maleado a su antojo perfilando así las aristas de lo que hoy llamamos la “idiosincrasia de un pueblo”, concediéndonos los rasgos que caracterizan a los hombres y que nos hacen distintos a los unos de los otros contribuyendo a esa riqueza que nos hace genuinos y ……..diferentes de los de al lado, ni mejores ni peores..simplemente diferentes, y esta circunstancia afortunadamente se repite a lo largo y ancho de la piel de toro haciendo de nuestro país una interesante amalgama de costumbres, culturas, matices lingüísticos y dialectos, particularidades étnicas, etc etc, y….. ¡esto es riqueza! señores alcaldes y políticos de turno y no solo el hormigón y el ladrillo.
El ignorar nuestra historia no significa destruir sus vestigios, ¡ignórenla si quieren! señores políticos, ¡ignórela si es menester! señor alcalde de Campoo de Enmedio y compañía pero ni se les pase a vuestras mercedes por la cabeza el usurparnos las huellas de nuestro pasado, por que recuerden señores alcaldes de pacotilla que “ las Rabas”, el monte “ Cotío” y todo lo que esconde ese suelo es NUESTRO, y solo nosotros deberíamos decidir sobre su destino.
Estas suaves lomas que se elevan tímidamente sobre el valle de Fombellida, albergaron en tiempos un, a todas luces, próspero asentamiento de alguna gens(clan) del pueblo Cántabro, pueblo prerromano sometido por las legiones en el siglo I a.de c., en dicho solar, conocido hoy en día como “ Las Rabas”, han aparecido abundantes vestigios y materiales arqueológicos de uso doméstico, los cuales, han sido enormemente útiles para intentar explicar la vida cotidiana y el devenir de este pueblo indómito que en tiempos pretéritos ocupó nuestras montañas, lo que convierte a estos restos en unos de los mas importantes vestigios de cultura material de la etnia cántabra de toda nuestra región.
En el lugar, por el que discurrirán autopistas de grava y macadam, aún se pueden apreciar semienterrados lienzos de muros de piedra trabada a hueso, improntas de cabañas sobre el terreno, y bajo la capa superficial del suelo descansan fragmentos de cerámica, restos de aperos de labranza, armas que aún conservan sus enmangaduras de hueso, vasijas y abundantes materiales de uso cotidiano esperando a ser excavados , investigados e interpretados de la mano de los arqueólogos.
A la exigua distancia de un Kilómetro en dirección Noroeste y ascendiendo por la suave ladera del monte, en el paraje conocido como “la Poza”, yacen mudos los vestigios de varios campamentos romanos superpuestos, diversos fosos de trazado regular, al modo romano, colmatados por el paso del tiempo y tapizados por la vegetación atestiguan su existencia, dichos campamentos fueron en su día centros de control militar y sin lugar a dudas incipientes focos de romanización para la comarca. Dichos vestigios de construcción tan liviana y perecedera han logrado sobrevivir al trasiego del tiempo durante dos mil largos e interminables años y si dios no lo remedia podrían ser borrados del mapa por la ineptitud de avariciosos alcaldes y políticos que nos gobiernan.
Arrasando con todo esto no estarían desapareciendo tan solo unos simples montículos en la tierra cubiertos de pastos con aristas pétreas aflorando a la superficie pidiendo a gritos el ser excavadas sino que estarían siendo borradas las huellas reales y palpables de aquello que en un tiempo fuimos, desaparecerían los vestigios del valioso decorado que formó parte de la génesis de un pueblo, pueblo del que hoy en día nosotros somos herederos, estarían en definitiva acabando con la impronta de nuestros ancestros ante la mirada atónita de una sociedad que parece no darse cuenta de lo que está perdiendo para siempre.
Señores políticos, como ciudadano que soy perteneciente a una sociedad democrática expongo ante vuestras mercedes mis exigencias:
Quiero que respeten “nuestro” patrimonio cultural, natural y arqueológico, ¡ignórenlo si así gustan! pero respétenlo , quiero que se me siga permitiendo como mínimo imaginar y ver mas allá de unas simples piedras ocultas entre la maleza , de un tosco muro derruido por el paso del tiempo, un sencillo asta de ciervo tallado a conciencia, quizás por las hábiles manos del cántabro Bodero, bastará para hacer viajar en el tiempo a quienes lo contemplen, bastará para explicar y entender, quiero continuar paseando por las orillas del arrollo en cuyas gélidas aguas Dovidena bañaba pacientemente a sus dos retoños Anna y Amaia sin que ningún prefabricado de hormigón me lo impida, quiero que mis ojos contemplen aquellos fragmentos de cerámica que afloran en el suelo bajo mis pies pidiendo agritos el ser exhumados y que ,quizás, se moldearon en el horno que Ambato poseía adosado a su cabaña, quiero poder caminar sobre los restos del campamento romano tras cuya empalizada…. ,solo las piedras conocen, quizás vivieran su instrucción militar legionarios como Flavio, Claudio y Flaminio…y donde quien sabe si acabaron recibiendo su bautismo de sangre a manos de los incómodos y próximos vecinos del Sureste(poblado de las Rabas), quiero que mis, nuestros orígenes sigan siendo estudiados, sacados a la luz y divulgados, quiero que nombres como Alius, Pentus, Reburrinus, Boddo, Ama, Talania, Pentovia no se pierdan en la noche de los tiempos y continúen sirviendo para nombrar con orgullo a aquellos que nos precedieron en estas mismas praderas, en estas mismas rocas, en estos mismos valles.
Y como punto y final; quiero, espero y deseo que no construyamos nuestro futuro a costa de arrasar y sesgar los pilares de nuestro pasado, que son en definitiva los que sustentan nuestra conciencia común como pueblo , y nos mantienen unidos ante las guerras, catástrofes y la adversidad como efectos mas palpables.
De un Blendio de adopción al que algo se le revuelve dentro cuando se intentan acallar los ecos de nuestro pasado………, privilegiados son aquellos que consigan escucharlos………yo lo intento cada día.
C.T.G a 18 de Agosto del año de nuestro señor 2010 d.c.