Tartessos es la primera verdadera entidad socio-política y económica ubicada en el suroeste de Iberia que puede ser reconocida como un reino, tanto real como mítico, si tenemos en cuenta su propia saga de reyes recogidas su primeras referencias en los escritos de Hesiodo y de Homero (en este ultimo caso sin que aparezca el nombre de Tartessos se infiere por referencias indirectas en sus poemas), ambos poetas escribían en fechas posteriores pero próximas a 850 aC. Hesiodo (Theogonia, 288-294 y 970-983) sitúa en Tartessos el mito de Gerion señor de la isla Erteia, e hijo de Chrisaor y Callirroe, Gerion era un gigante con tres cabezas y una de las hazañas de Hercules fue derrotarlo y apoderarse de sus rebaños de toros colorados. Sin que se pueda situar cronológicamente otra leyenda asociada a un rey de Tartessos es la referida a Habis
Sabemos que la riqueza de Tartessos se basaba en la plata conseguida a través de la explotación minera de la zona de Río Tinto y las pequeñas minas diseminadas en toda la región del cinturón de piritas de Sierra Morena. Si es así que hay una referencia a dinastías anteriores al S. IX. En algún momento entre el s. VII-VI a.C. Tartessos posiblemente con la incorporación de los fenicios asentados en la costa Mediterránea y del mismo Golfo Tartésico (antiguo delta interior del Guadalquivir) al interior del bajo Guadalquivir se convirtió en el lugar central de todo el sistema, pues en algúno de los momentos de tensiones, que sin duda se produjeron, Tartessos llegó a tomar el control de los intercambios comerciales de sus zonas periféricas
La leyenda del rey Habis no es un mito griego ni fruto del impacto de la misma, sino uno Tartesico, ya que en él sólo se encuentran elementos autóctonos . El rey mítico Habis en oposición a su predecesor, que vivía intimamente conectado con la naturaleza ( se cita al inframundo, el lugar de los Titanes) y el desorden (el incesto), fue ya u rey civilizador creador de las ciudades y el orden, Aunque este mito recuerda el de Aristeo, el héroe tebano, describe un proceso civilizador propio. Este mito apunta que el origen de Tartessos era un pequeño reino indígena del que fenicios (S. X-IX a.C.) y más tarde los griegos se valieron para suministrarse de plata y otros metales. La presión de la demanda sobre el metal se vuelve más fuerte y Tartessos debió de obtener suministros mayores de sus vecinos más cercanos. Los fenicios pronto pasan a darse cuenta de que el comercio llevado a cabo con Tartessos podría realizarse directamente por ellos mismos, con lo cual comienzan estos a dominar políticamente la región o al menos el comercio exterior de metales sin necesidad de intermediarios. Cuando la explotación de esta riqueza colapsa y el rentable comercio con la región de Tartessos decae. Tartessos ciudad desaparece y su poder político y económico se desvanece, dando lugar al pequeño reino de la Turdetania ( en cierta manera un retroceso al pasado), mientras las regiones periféricas en manos de régulos conservan su independencia logrando incluso en este momento una mayor prosperidad.
Por tanto que hubo un predominio político fenicio en Tartessos: cierto, pero que también antes de la colonización fenicia había una estructura política y que los fenicios no vinieron desde tan lejos para comerciar con salvajes también. El suroeste peninsular no era un desierto ni tampoco estaba poblado por salvajes como ahora la moda fenizante quiere hacer ver.