Foto: HORNO. Los arqueólogos han reconstruido digitalmente la forma del horno fenicio. / FRANCIS JIMÉNEZ.
La excavación del solar descubre una jarra del siglo VII a. d. C, las cuentas de un collar de conchas y una pieza de marfil decorada con flores de loto Los arqueólogos afirman que la importancia de los restos «supera cualquier previsión».
Vía:
DANIEL PÉREZ | La Voz Digital.es, 28 de octubre de 2008
Los arqueólogos intuían que el solar del Cómico sería una fuente inagotable de información histórica. Sospechaban que la parcela, por su situación estratégica, ofrecería hallazgos de primer nivel, capaces de responder a muchas cuestiones fundamentales sobre el pasado de Cádiz. Pero, según reconoce
Juan Miguel Pajuelo, uno de los máximos responsables de la excavación, «ni en nuestras expectativas más optimistas soñábamos con encontrar tantos restos -y de tanta importancia- en tan poco espacio».
La última de las joyas en incorporarse a la larga relación de hallazgos que acumulan los trabajos arqueológicos en el solar ha sido un horno de pan, de pequeñas dimensiones, fechado a mediados del siglo VII a. C. El fogón, que salió a la luz la pasada semana, es similar a los encontrados en Doña Blanca y en Chiclana, y conserva incluso la boca de colocar leña. Tiene la disposición adecuada para «preparar las tortas de harina, semejante a kebabs, que formaban parte de la dieta cotidiana de los fenicios».
Después de proceder a su análisis exhaustivo, la estructura se desmontará y se trasladará fuera del solar, para que las tareas de cimentación del nuevo teatro de la Tía Norica puedan continuar. Una vez que la construcción esté avanzada y la situación del horno no interfiera en las obras, éste volverá al lugar donde ha sido hallado, para que «el público también pueda disfrutarlo».
Además, los especialistas han rescatado restos de pavimento de playa y una
jarra con boca de seta, de borde plano, y cuello biglobal. De momento se desconoce a qué puede estar asociado ese trozo de suelo, ya que para sacar conclusiones definitivas habrá que continuar excavando el entorno del hallazgo, pero todo parece indicar que se trata de «parte de una vivienda tipo de la época».
En el capítulo curiosidades cabe destacar una
pieza rectangular de marfil, posiblemente tallada con fines ornamentales con el objetivo de utilizarla para rematar una caja o un mueble. Tras una cuidadosa limpieza, los arqueólogos han perfilado la silueta de varias flores de loto, lo que la convierte en un objeto distinto, «excepcional», a los que habitualmente se catalogan en este estrato. Finalmente, las cinco cuentas de un collar de conchas completan la relación de hallazgos recientes en el solar.
Hace apenas un mes se documentó un conjunto completo de estructuras con muros y edificaciones separadas por calles, además de un muro de pilares con pavimentos asociados, dispuestos frente a una casa fenicia.
Según explican los arqueólogos responsables de los trabajos de la prospección del yacimiento y la catalogación de los restos, en estos momentos se está procediendo a la extracción de parte de la cisterna romana del siglo I. d. C. que aún quedaba por sacar para garantizar su correcta conservación. También se continúan las catas con la intención de acceder a la profundidad en la que se estima que podrían aparecer construcciones de la época fenicia arcáica. Es decir, pruebas materiales de la población continuada de la ciudad desde el siglo VIII a. C., uno de los grandes retos de la arqueológica en Cádiz.
Juan Miguel Pajuelo confiaba en que la excavación
«continúe sorprendiéndonos con hallazgos de este calibre, que ayudan a establecer una cronología más precisa sobre los diferentes etapas históricas de la ciudad».
LOS NUEVOS HALLAZGOS
Fotos: © Joly Digital | Diario de Cádiz.
Horno: De pan, similar a los encontrados en Doña Blanca (El Puerto) y Chiclana. Conserva la boca para colocar leña. Datado a mitad del siglo VII a. C.
Pavimento: De piedras de playa. Siglo VII a. C.
Jarra: Con boca de seta -borde plano- y cuerpo biglobal. VII a. C.
Pieza de marfil: Remate de una caja o un mueble. Decorada con flores de loto. Siglo VII. a. C.