Foto: Recreación del futuro Museo de la Vega Baja, en Toledo, dedicado al arte visigótico, que construirá el estudio de Tuñón y Mansilla.
La ciudad del Tajo tendrá un museo arqueológico dedicado a los siglos I al X
Fuente:
M. José Díaz de Tuesta | El País.com, 29 de julio de 2010
Ni Zaha Hadid, ni Richard Rogers, ni Toyo Ito por mencionar algunos nombres estelares de la arquitectura. El estudio formado por Emilio Tuñón y Luis Mansilla (autores del Musac de León) construirá uno de los museos más ambiciosos de los últimos tiempos, el Museo de la Vega Baja, que reunirá todo el arte visigodo de Toledo, que es como decir la mayoría de restos de esta época que quedan en la península.
La empresa pública
Toletum Visigodo, encargada de gestionar las 85 hectáreas de la Vega Baja (equivalente a la superficie del casco histórico toledano) donde se situará el museo, propuso un concurso al más alto nivel al que se presentaron 99 equipos. Quedaron finalistas 10 entre los que se añaden a los mencionados, los no menos excelentes de Alejando Zaera, Dominique Perrault o Paredes y Pedrosa.
Ganaron Tuñón y Mansilla con la propuesta El cuadrado y la cruz en la que plantean una construcción de pequeña escala que remite a la idea del poblado visigodo. De acuerdo con la proporción del paisaje toledano, proponen un conjunto de un solo nivel formado por una estructura de pequeños elementos o células cuadrangulares que se puede ir ampliando progresivamente y que dibujan un paisaje inspirado en las orientaciones de las iglesias visigóticas de España.
El futuro centro arqueológico -entre la avenida Mas del Rivero, la calle México y la antigua Fábrica de armas y hoy Campus universitario- dará cabida a tres funciones. Una, el Museo Arqueológico, que reunirá todos los fondos desde el siglo I hasta el X que existen en Toledo, uno de los focos más importantes visigodos junto al de Recópolis (Guadalajara) y alguno en Extremadura y Castilla y León. A este museo se trasladarán también los restos que ahora se encuentran en los museos de los Concilios y en el de Santa Cruz-Santa Fe. Otra zona acogerá el Centro de Interpretación, donde se explicará al público la privilegiada área de la Vega Baja que alberga un circo romano del siglo I bastante bien conservado y un yacimiento en el que se está trabajando y en el que es posible "que se pueda encontar una estructura de ciudad", según Diego Peris, consejero delegado de Toletum Visigodo ". Y finalmente habrá un Centro de Investigación del Patrimonio que pretende mantener una importante vinculación con la vecina universidad que a partir del curso próximo estrenará licenciaturas relacionadas con la arqueología y el paisaje.
Los arquitectos eligieron el hormigón para el futuro museo, presupuestado en 27 millones de euros y previsto para 2014-15. Por fuera, de color tierra simulando los tapiales tradicionales (muros de barro) de Castilla-La Mancha; por dentro, hormigón blanco como el barro encalado. "El proyecto propone una colonización del territorio de la Vega Baja", explica Tuñón, "a partir de los elementos propugnados por paisajistas de finales de los sesenta: la huella de la vida -presente aquí en los restos arqueológicos- y la mirada sobre el territorio -que en el caso de Toledo se produce desde el casco histórico jugando con la ambigüedad entre arquitectura vernacular y arquitectura moderna-".