Agentes de la Policía Nacional han recuperado en La Rioja más de 700 piezas arqueológicas precolombinas de incalculable valor, tras detener a un matrimonio dedicado al comercio ilícito internacional de bienes culturales procedentes del expolio.
Vía:
Europa Press/El Mundo,
FOTOS: EFE/El País.com, 6 de mayo de 2008
El hombre, español, y la mujer, colombiana, se desplazaban a los países suramericanos origen del saqueo -principalmente Ecuador, Perú y Colombia- donde adquirían todo tipo de objetos de importante valor arqueológico que después vendían en países europeos, especialmente en salas de subastas de Francia, donde tenían prevista una exposición y venta para este mismo mes.
Según informó el Ministerio del Interior en un comunicado, los investigadores se han incautado de decenas de máscaras, pendientes, colgantes y figuras de oro; más de 30 telas precolombinas, y restos de cerámica y piedra con diferentes representaciones antropomorfas, de animales, eróticas o de rituales, extraordinariamente trabajadas y coloreadas.
Además, se han intervenido mazas de guerra, arcos y utensilios de estas culturas milenarias procedentes todas ellas del expolio de numerosos yacimientos.
La operación, denominada 'Chavín', ha sido realizada por la Brigada de Patrimonio Histórico, en colaboración con la Brigada Provincial de Policía Judicial de Logroño, el Grupo de Policía Judicial de la Comisaría del Aeropuerto de Barajas y el GOA, además de la cooperación de los Servicios de Interpol.
Saqueo de yacimientos
Las investigaciones de la Brigada de Patrimonio Histórico revelaron que Luis Ángel M. S. y su mujer, Albenis O.A., llevaban años dedicados al comercio ilícito de objetos procedentes del expolio y saqueo de yacimientos en países suramericanos.
Todo indicaba que ambos habían viajado a Bogotá con la intención de obtener piezas precolombinas recientemente expoliadas en yacimientos de Perú y Ecuador, donde habían acordado precios de antemano, forma de pago y calidad de las piezas, algunas de ellas de oro. El matrimonio regresó a España el 30 de abril con su ilícita mercancía.
Con esta información, la Audiencia Nacional autorizó la entrada controlada de la pareja en territorio español para así poder someter a seguimiento a los investigados y confirmar el lugar de almacenamiento de los bienes expoliados, todo ello gracias a la colaboración de los servicios de INTERPOL de España, Ecuador, Perú y Colombia.
Los ahora detenidos llegaron al aeropuerto de Barajas portando cuatro maletas, facturadas en Bogotá, cuyo peso superaba los 65 kilogramos. El matrimonio se dirigió a Logroño, dejando el equipaje en el garaje del domicilio familiar y trasladándose después a otra vivienda ubicada en Jubera, también en La Rioja, momento en el que fueron identificados y detenidos por los agentes.
En los dos registros se intervinieron centenares de piezas de incalculable valor, junto a un ordenador y abundante documentación acreditativa de los movimientos de los dos detenidos por diferentes países suramericanos, así como otros documentos que atestiguan la venta de piezas arqueológicas en diferentes países europeos, principalmente en salas de subastas de Francia.
En una de estas salas tenían actualmente piezas depositadas para su exposición y venta este mismo mes de mayo.
Las piezas arqueológicas intervenidas se trasladarán al Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid para su análisis y estudio, a la espera de que sean reclamadas por las autoridades de los respectivos países.
Además, la Policía Nacional entregará a las autoridades culturales italianas una pieza arqueológica del s.II que fue sustraída en octubre de 2005 de un jardín de un domicilio de Roma.
Se trata de una bañera oval de mármol, con bajorrelieves exteriores que representan motivos de leones y figuras humanas, datada en el siglo II d.C., en la época del Emperador Adriano, y que está valorada en 300.000 euros.
La pieza arqueológica fue recuperada por el Grupo de Protección del Patrimonio Histórico de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, tras recibir la Comisión Rogatoria Internacional de la Fiscalía del Tribunal Ordinario de Gela (Italia).
La mencionada bañera se encontraba expuesta para su venta en Barcelona y había sido obtenida de buena fe pagándose por ella unos 3.000 euros. Los agentes procedieron a su intervención y desde entonces ha permanecido depositada en el Museo de Arqueología de Cataluña.