Los textos parietales encontrados en la tumba de Khnumhotep II en Beni Hasan, Egipto Medio, -una autobiografía impresionante- D. XII Imperio Medio, han sido reveladores para poder entender el poder que los nomarcas obtuvieron en el Egipto faraónico, eliminado dicho poder "con todas las reservas" con la llegada de Sesostris III al faronato. Pero hay un dato revelador en los mismos que muchos colegas de la egiptología han pasado por alto. Personalmente he traducido estos textos los cuales presenté en su momento al Dr. Galán -investigador del CSIC-, persona muy amable que me enseñó bastante en mi estapa de estudiante de egiptología en la UAB. Pues bien en ellos se hace referencia a que la dama Baket, madre del ilustre personaje en cuestión, presiona al monarca reinante para que su hijo continue con los rangos y privilegios de sus antepasados. Privilegios que éstos habían obtenido o por meritos propios, o bien como recompensa por favores a personajes que luego serían faraones; como los recibidos por Amenemhat I (recordemos que éste inicialmente fue visir de Mentuhotep IV -llamado Ameni- al cual consiguió eliminar del poder palatino, necesitando para ello como es evidente la ayuda de nobles locales), instaurándose él como faraón e iniciando la D. XII a principios del siglo XX aC. Este hecho revelador, la presión de Baket, nos muestra que las mujeres en el Antiguo Egipto -entre otros ejemplos- ostentaron un poder sin igual con referencia a las féminas de diferentes pueblos que existían en su entorno geográfico y cronológico. En períodos anteriores se pensaba que -exceptuando algún caso muy en concreto- las mujeres estaban más en un segundo plano. Pues bien, ya se sabe que hubieron mujeres como en Asuán que llegaron a dominar incluso el comercio con la zona Nubia, bien por la muerte del marido -las cuales serían adoptadas como hijas para que sean sucesoras legítimas, o bien por un hecho testamental a la muerte del padre real. En ese comercio que también lo llevaron hombres, se incluía el comercio con el oro, pensando que este comercio era patrimonio exclusivo del mundo palatino. El período al que me refiero es a la D. VI, Imperio Antiguo, todo ello se sabe a partir de trabajos de investigación de egiptólogos franceses. Con ello se demuestra que las mujeres en cualquier período faraónico dominaban perfectamente y sin ningún tipo de fisuras, si llegaba el caso de tener que hacerlo.
El trabajo no lo tengo publicado pero si alguien quiere leer la traducción, aunque con errores, puede hacerlo a partir de la obra que Newberry publicó a finales del siglo XIX, ya que este personaje tradujo los textos de Khnumhotep II aunque con errores lógicos por la falta de conocimientos que había sobre la gramática egipcia en la época, sin contar las diversas formas criptográficas que las dejó con interrogantes.
¿Qué pensais de ello?.
Un saludo compañeros.