Muy buenas.

Debido a un problema en este hilo con la casilla de responder y la carga de archivos, abro un nuevo hilo donde poder continuar con el tema.

María, gracias por compartir la pintura de Tintoretto. He seguido rebuscando y sigo sin encontrar imágenes ni datos de la antigüedad griega en donde se muestre o cite lo de los pavos tirando de una carreta de Hera.

He visto que coincidimos en esta intervención de F.J. Barragán de la Rosa con el tema del vocablo Tarsis en el bíblico libro de Reyes y su traducción como pavos reales. Al leerlo pienso, como el autor, que es muy probable que pueda corresponder con lo dicho en el texto y quizá se esté hablando de una piedra preciosa, lo que, sobre la aparición de pavos reales en occidente, nos deja con la documentación más cercana de la traída de estas aves en la segunda mitad del siglo 4 adne y por Alejandro Magno desde Persia.

Con el ánimo de documentar cuando pudo llegar la iconografía del pavo real a la Península, he recopilado algunos datos que comparto esperando que surjan más colaboraciones que amplíen lo comentado.

No parece que los pavos reales aparezcan en la variopinta cerámica o representaciones de lo que se denomina ibérico.

La imagen más antigua que hasta ahora he visto en la Península Ibérica con un pavo real se encuentra en el mosaico de la casa de los pájaros, en la antigua ciudad de Itálica, en Santiponce, Sevilla. Datado del siglo 2 y fuera de contexto religioso.

En el museo de Tarragona se conserva un fresco y un mosaico con representaciones de pavos reales de entre los siglos 2 y 3. En el mosaico se ven picoteando uvas.

En la villa romana de La Olmeda, en Saldaña, Palencia, del siglo 4, hay una curiosa representación en donde parecen mezclarse las figuras de un pato con una extraña cola que pudiera querer representar la de un pavo real recogida, así lo he visto en otras representaciones, lo que quizá indique que el autor del mosaico sabía de su existencia pero el ave todavía no lo conocía mucho. Aparece en pares y dentro del ámbito comentado de la representación del jarrón y el probable recuerdo de seres queridos. 

La representación más antigua que he visto hasta ahora en el ámbito claro de la religión cristiana, y dentro del arte visigodo, de entre los siglos 5 y 6, se conserva en el Museo Provincial de Jaén, de un arquitrabe de Vilches.

Aparece como continuación de la representación del Jarrón/Copón/ Urna de la vida del más allá/Agua/Jardín/Paraíso de la que sale la vegetación/Hojas de parra/Flores/Árbol de la vida que asciende y desciende.

Según algunos autores, quizás existan representaciones de pavos reales en los ornamentos de unos broches y hebillas visigodos, de amplia datación, entre el 501 y el 700, que se conserva también en el museo de Jaén. Pienso que son, más bien, aves rapaces o tórtolas.

Depositada en Museo de Toledo existe una pileta trilingüe de entre los siglos 5 al 6, procedente de Tarragona

En el museo de Orihuela, Alicante, se conserva una lapida, de entre los siglos 6 y 7, donde se ve a dos pavos reales, uno comiendo probablemente uvas y otro picoteando una serpiente. Lo que nos muestra lo comentado sobre este tema en el caso de Hera.

Para poder encontrar algún elemento de comparación y procedencia, he visto que en las catacumbas de San Genaro, en Napoli, de entre los siglos 2 y 3, se pueden ver representaciones de pavos.  En este enlace hay unas interesantes exposiciones sobre iconografía paleocristiana.

También en las catacumbas judías de Roma conocidas por Vigna Randanini y Villa Torlonia, de entre los siglos 2 al 5.

También aparecen en los antiguos baptisterios del siglo 4, como el de Stobi, mostrado por María, o el de San Juan en Fuente, Napoli, también del 4, 

al igual que el mosaico de Santa Constanza, en Roma.

en el mosaico deSan Vitale, en Ravena, Italia, de sobre el año 547. 

En las catacumbas de San Gaudioso de entre el siglo 5 y 6.

He recopilado esta otra imagen, pero no he encontrado su datación y la información solo dice que se encuentra en Roma. Volvemos a encontrar la imagen del pavo con una serpiente.

Todo parece apuntar que de Roma y el mundo bizantino pasó a través del mundo visigodo cristiano a la península con bastante rapidez, y que el mundo oriental en la Península Ibérica también participó de la misma iconografía, conservando la cultura musulmana estas representaciones en el tiempo casi hasta nuestros días, lo que no sucedió en el cristianismo o sencillamente en el arte decorativo occidental.