Acabo de enviar un mensaje a Terrae... y entonces me he dado cuenta de que "ya no hay Terrae", de que aunque me he inscrito en la Red y eso, no tengo idea de cómo enviar un mensaje, de dónde ver la respuesta, de toda la dinámica laborosamente aprendida que ahora hay que reactualizar.... qué pereza....
No me considero en absoluto un tecnófobo ni me arredra el ciberespacio, pero ¿era necesario dar este salto tan instantáneo y drástico, complicar la comunicación de las listas (que funcionan razonablemente bien) hasta este extremo? No dudo de que las herramientas y posibilidades son enormes, pero... también aumenta el tiempo ocupado en aprenderlas, introducir información, consultar toda la interacción que posibilitan. Y por otro lado, ¿es prudente introducir tanta información personal y profesional públicamente -opiniones incluidas- en un medio tan ambivalente como Internet?
En fin, Jose Luis, quizá me arrepienta y te agradezca -como tantas otras cosas- este empujón, pero creo que la comunidad Terrae debería haber tenido opción a debatir la necesidad y conveniencia de esta tecnometamorfosis, y al menos mantener por un tiempo la lista como puente entre "apocalípticos e integrados".
Salud
Juan Blanco
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