Nuevamente vamos a seguir los pasos de Juan Carlos Campos, que en esta ocasión nos llevan hasta Alija del Infantado, antiguamente, Alija de los Melones. Allí, con ocasión de visitar la celebridad local, la “Peña Mortero” que da nombre a un cerro próximo a la localidad, reconoció nuevas manifestaciones de arte rupestre que documentó y publicó en su blog: Peña Mortero en Alija del Infantado(1).
Alija, nos recibe con un panel informativo que comienza:
«HISTORIA: Alija aparece documentada como asentamiento sagrado prehistórico». Intrigado, busco más información en la
página web de su ayuntamiento:
«Prestigiosos investigadores como W. Tendt y especialmente X. Guichard, nos confirman que Alija en sus orígenes, fue un asentamiento sagrado prehistórico, situado en las misteriosas líneas de Alaise.
«Para ellos las poblaciones ubicadas en estas líneas indivisibles (Alija, Alija, Calais) gozan de extrañas coincidencias, como: haber servido para introducir la latitud, la longitud y el primer meridiano terrestre, contar con importantes fuentes, etc»(2).
Guichard concluía que entre los topónimos más antiguos europeos, destacaban como fundamentales: Burgus (con variaciones Burgiumn, Purgos, Brig,...), Antium (y las formas Antio, Antia,...) y Alesia (con Alisia, Alixia, Alesio,...). Exploró los derivados de este último por toda Europa, reconociendo una especial concentración en Francia:
«Se han identificado 205 alesias en Europa. Constituyen cantones en los que se agrupan 430 localidades alesianas. Todos estos cantones se caracterizan por un sitio idéntico y una fuente de agua mineral. Todos marcan una línea geodésica. Otras 72 localidades alesianas se sitúan fuera de las alesias, constituyen hitos de dirección o bien marcas de distancia»(5).
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GUICHARD, X., Eleusis Alesia: Enquête sur les origines de la civilisation européenne, 1936, p. 326 |
No he estudiado este planteamiento con la suficiente profundidad como para dar una opinión fundada, pero este mallado geodésico prehistórico parece exceder en precisión a los trabajos de geógrafos clásicos posteriores: sería un auténtico sistema de coordenadas. Además, de todas las combinaciones de alineamientos entre los 400 lugares analizados por Guichard que pueden unirse sin restricción, parece altamente probable poder obtener casi cualquier entramado, incluyendo el obtenido por Guichard en el que inexplicablemente, la ciudad francesa de Alaise, se convierte en el centro de irradiación y referencia de toda la Europa prehistórica. Por último, y centrándonos en el entorno inmediato de Alija del Infantado, la línea 16ª que arranca de Alaise y llega a Alijo pasando por Alija(6), dejaría fuera otros topónimos leoneses como Alija de la Ribera o Aleje. Parece claro que, al menos en nuestra zona de estudio, la prospección de topónimos "alesianos" realizada por Guichard fue incompleta.
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GUICHARD, X., Eleusis Alesia: Enquête sur les origines de la civilisation européenne, 1936, p. 429 |
Etimológicamente, y a pesar de algunas explicaciones facilonas como la de explicar el nombre de Alija por el desplazamiento de tribus árabes desde tierras cordobesas y toledanas(7), suele considerarse un origen paleoeuropeo bien como orónimo con las raíces *alis o *ales con el significado de "altura rocosa"(8), o como hidrónimo con formas *Alesia o *Alescia, derivado de la raíz indoeuropea *el- “fluir”(9).
«Aleje [con formas medievales como Alesce, Alexe, Alexi, Aleise ó Alex]pudiera ser un hidrónimo en relación con con la raíz antiguoeuropea ALISA < *EL-/ OL- “Fluir, correr”, de donde salen ríos como ALEJA (Lituania), AUZE < *ALISA, ELISA, ALISONTIA. Pero Aleje puede ser también un nombre personal prerromano. Mª L. Albertos cita nombres como ALAESUS, ALAISUS, ALAESA, como típicos de las regiones occidentales, documentados sobre todo entre los Vetones y con extensiones entre los Astures y Vacceos; también habla de ALISCVM, ALISSIEGINUS, nombre cántabro presente en ALEJE (León). Los “Aliessiegini” serían los habitantes de Aleje»(10).
Si bien algunos autores consideran que ambas propuestas no son excluyentes
(11).
Sin embargo, este origen acuático del nombre de Alija, emparentado con el de Alesia > Alise, es particularizado y vinculado a una fuente de propiedades especiales. Ya desde comienzos del s. XX Camille Jullian consideraba que el nombre de Alise-Sainte-Reine derivaba de su famosa fuente con propiedades curativas(12). Casi un siglo después Erneste Nègre vinculaba el origen de esta población con la raíz *alis más el sufijo galo -ia indicando que hace referencia a una fuente(13). Estas razones, en línea con la relación de los lugares “alesianos” con fuentes apuntada por Guichard, son de gran interés para nosotros. Tal vez Alija no fuera un “asentamiento sagrado prehistórico” conectado por grandes líneas con otras poblaciones con la misma raíz toponímica definiendo un sistema de coordenadas terrestre de origen prehistórico. Sin embargo, las referencias apuntadas sí señalan que su nombre podría estar relacionado con una fuente famosa por sus propiedades curativas, que no puede ser otra que la célebre Fuente de San Ignacio o del Caño, cuyas aguas se consideran minero-medicinales y que, al parecer, aún conserva conducciones romanas(14). De justificarse esta etimología, el reconocimiento de las especiales propiedades de esta fuente sería muy anterior a estas construcciones romanas a las que nos hemos referido, que la fama de sus aguas se remonta a la Prehistoria.
En todo caso, vamos a tratar a continuación sobre otras evidencias de culto acuático prehistórico, en esta ocasión, en relación con las piletas excavadas en la peña publicadas por Juan Carlos Campos.
Estas se encuentran en el camino que conduce desde Alija hasta Peña Mortero. Sin embargo, a 700 metros de la salida del pueblo y unos 50 metros antes de estas piletas nos encontramos con una curiosidad que creo merece atención. Se trata de un alineamiento de rocas, muy evidente, que intersecta el camino, y que está orientado hacia Peña Mortero. En ese sentido señala exactamente el lugar de la puesta del Sol en el solsticio de verano, lo que refuerza la posibilidad de que nos encontremos ante un monumento megalítico. En la dirección opuesta apunta a la salida del sol del solsticio de invierno.
Poco después llegamos a las peñas con pilas y cazoletas grabadas. La primera que encontramos muestra tres pequeñas pozas alineadas. Siguiendo esta dirección marcada encontramas alguna otra gran cazoleta hasta llegar a un afloramiento con piletas, cazoletas y una gran pila. Esta dirección se corresponde con la de la puesta de la luna en el lunasticio mayor Norte.
Por fin llegamos a Peña Mortero, muy cerca del vértice geodésico que corona el cerro homónimo. La tradición popular asociada es bien escueta. No conseguí obtener nada mejor que lo que recogió José Luis Puerte en su muy recomendable libro Leyendas de Tradición Oral en la provincia de León.
«En el monte, también en otro trozo, hay una piedra ahí grande, que le llaman la Masera, no sé por qué le llaman la Masera. Y Peña Mortero también es muy noticioso aquí porque es el que más altura tiene aquí del pueblo, Peña Mortero. Se cuenta que machacaban allí, no sé si para medicamentos, porque es una piedra que tiene así un…, y dicen que es como un mortero, y que si iban a machacar allí…»(18).
El paisaje visto desde desde las peñas con cazoletas se amplía, más allá de los poco destacados montes de Sierra Verdenosa, Peña Juana, Carpurias y Labaradas. Desde Peña Mortero se revelan además Vizcodillo, El Piornal, La Llera, La Cobertera y Piñeu del Hoyeiro, destacando especialmente el Alto de Piedemola y la Peña del Monete, donde se producen las puestas del Sol en las fiestas de media estación de primeros de mayo y de agosto, y la puesta de la Luna en el lunasticio menor Norte, respectivamente. Ambos acontecimientos parecen igualmente vinculados con el culto al agua (recordemos el papel destacado de este culto en la fiesta de primero de mayo(19)), por lo que no sería descabellado pensar que el contenido del recipiente de la Peña Mortero fuera, precisamente, agua.
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(3) WATKINS, A., Early British Trackways, moats, mounds, camps and sites, 1922
(4) GUICHARD, X., Eleusis Alesia: Enquête sur les origines de la civilisation européenne, 1936
(5) GUICHARD, X., Eleusis Alesia: Enquête sur les origines de la civilisation européenne, 1936, p. 211
(6) GUICHARD, X., Eleusis Alesia: Enquête sur les origines de la civilisation européenne, 1936, pp. 429-431
(7) ASÍN, O., En torno a los orígenes de Castilla. Su toponimia en relación con los árabes y los bereberes., 1974, pp. 32-33
(8) DELAMARRE, X., Dictionary of the Gallic language: a linguistic approach to continental old-Celtic, 2003, p. 39; TAVERDET, G., The placenames of Burgundy, 2007, p. 25; LACROIX, J., Names of Gallic Origin. Gallic Fighters, vol 1, 2003, p. 125 citados enhttp://en.wikipedia.org/wiki/Alise-Sainte-Reine
(9) BASCUAS, E., Estudios de hidronimia paleoeuropea gallega, Universidade de Santiago de Compostela, 2002, p.290
(10) GARCÍA MARTÍNEZ, J., El significado de los pueblos de León, 1992, pp. 294-295
(11) MULON, M., en BERTHIER, A., WARTELLE, A., Alesia, Nouv. éd. latines, 2003, p. 290, citado en
http://en.wikipedia.org/wiki/Alise-Sainte-Reine
(18) Angelina Villar Hidalgo, PUERTO, J. L., Leyendas de Tradición Oral en la provincia de León, Diputación de León 2011, p. 291
(19) GONZÁLEZ GONZÁLEZ, M.A., Teleno, Señor del Laberinto, del Rayo y la Muerte. Un enfoque etnoarqueoastronómico para el estudio de los santuarios antiguos del corazón de la Asturia, Editorial Lobo Sapiens, 2011, pp. 127-153, pp. 237.238