Foto: Conjuntos de armas de guerreros íberos, con 2.400 años de antigüedad, hallados en el yacimiento de la Bastida de les Alcusses (Moixent) © Juanjo Monzó.
Siglo IV antes de Cristo. Los íberos depositan en la puerta oeste del poblado cinco conjuntos de armas de sus caballeros, ofrendas alimenticias y vasos cerámicos a modo de ritual. 2.400 años después los arqueólogos que realizan excavaciones en la Bastida de Les Alcusses de Moixent se sorprenden a encontrar los restos de este rito, que significa un hallazgo único en la cultura íbera y que convierte a este yacimiento en una referencia nacional de este tipo de cultura.
Fuente:
Carlos Albiach, Valencia | Las Provincias.es, 29 de julio de 2010
Fotos del reportaje por gentileza de ©
Juanjo Monzó.
Durante la presentación que se realizó ayer en el
Museo de Prehistoria de Valencia, en la que se expusieron algunas de estas piezas, uno de los directores de la excavación,
Jaime Vives-Ferrándiz, explicó que hace apenas dos semanas se encontró en la puerta oeste de Les Alcusses una deposición de cinco conjuntos de armas de hierro con la peculiaridad de que «habían sido depositadas intencionadamente, debido a que se encontraban dobladas». Este motivo hace que no se pueda hablar de que sean restos de una batalla acaecida a la puerta, sino de un ritual.
El hecho de que se haya encontrado en un poblado y concretamente en una de sus puertas es lo que «lo hace único», según Vives. Esto se debe, como apuntó la directora del Museo de Prehistoria y codirectora de la excavación, Helena Bonet, a que este tipo de ofrendas «sólo se habían documentado en rituales funerarios».
Aún así, añadió el arqueólogo, es pronto para determinar su significado, aunque algunas interpretaciones apuntan a que sean cenotafios, es decir, monumentos para guardar la memoria de personajes destacados o para recordar algún hecho.
Los conjuntos armamentísticos están formados tanto por armas defensivas como ofensivas. Se trata de falcatas, que son espadas cortas de un solo filo punzante, y soliferreas, es decir, lanzas a modo de jabalinas. También se han encontrado manillas de los escudos.
«Las armas están muy bien decoradas, por lo que pertenecían a las elites guerreras de la sociedad ibérica y con ellas buscaban demostrar poder y ostentación», señaló Vives.
Durante la misma excavación se han hallado más de 60 objetos de hierro pertenecientes a esta puerta, así como troncos, vigas y tablones de la estructura de la puerta y que estaban quemadas también con un sentido ritual.
Todas las piezas halladas pasarán a ser estudiadas y posteriormente restauradas para ser expuestas en el Museo de Prehistoria. La investigación se realizará por un equipo interdisciplinar compuesto por 10 personas de diferentes instituciones coordinadas por el centro de la Diputación de Valencia. El grupo realizará un estudio tipológico y funcional de los vasos cerámicos y las armas y realizarán analíticas de las armas. También estudiarán los restos carbonizados de maderas, semillas y frutos.
Este hallazgo, como destacó Jaime Vives, convierte a La Bastida de les Alcusses «en una referencia para estudiar y conocer la cultura ibera». En este sentido, apuntó que no «sólo se trata de objetos sueltos o hallazgos puntuales, sino que es el fruto de un trabajo a largo plazo en las excavaciones».
Las primeras excavaciones en La Bastida, realizadas entre 1928 y 1931, comenzaron con la aparición de una lámina de plomo con escritura ibérica y la famosa figurilla del
Guerrero de Moixent, símbolo del poblado y que se encuentra en el Museo. A partir de 1990 se retoman las investigaciones para descubrir cómo era la vida de los iberos.
En la actualidad La Bastida se encuentra abierta al público y cuenta con una vivienda ibera reconstruida a escala natural.
DATOS
La Bastida. Fue una de las ciudades más importantes en el siglo IV antes de Cristo del norte de la Constenstania Ibérica.
Primeros hallazgos. Entre 1928 y 1931 se encontró el
Guerrero de Moixent y una lámina de plomo de escritura ibérica.
Vida de los íberos. Con las investigaciones realizadas se ha permitido conocer cómo vivían.
Abierta al público. Se puede visitar todos los días y se organizan visitas guidas.
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La vida íbera al descubierto
Los últimos hallazgos en el yacimiento de
la Bastida de les Alcusses de Moixent revelan la importancia del poblado fechado hace 2.400 años - Casi un siglo después de su descubrimiento, las excavaciones siguen aportando datos a la historia.
Fuente:
Miracles Hernández, Chover, Valencia | Levante EMV.com, 1 de agosto de 2010
El reciente hallazgo de un buen número de piezas entre ellas cinco espadas de hierro pertenecientes a guerreros de la cultura íbera en el yacimiento de La Bastida de les Alcusses de Moixent no ha hecho más que evidenciar la importancia de este antiguo poblado para entender una civilización sobre la que existen aún innumerables interrogantes. No en balde, el desconocimiento de su alfabeto impide profundizar en el significado de muchos de sus aspectos culturales. Sin ir más lejos, la disposición y simbología del último hallazgo levanta incluso dudas entre los especialistas sobre si se trataría de un más que probable ceremonial de carácter bélico.
Foto: Una reconstrucción informática de la trama urbana del poblado. f levante-emv.
Según
Helena Bonet, codirectora de la campaña de excavación del yacimiento que lleva a cabo el
Museu de Prehistòria de València, estos hallazgos son
"frecuentes en las necrópolis iberas, pero es la primera vez que este ritual se ha documentado dentro de un poblado". "Este hecho convierte al poblado en una referencia peninsular para estudiar este periodo", ha manifestado.
La Bastida de les Alcusses fue una de las ciudades más importantes del norte de la
Contestania ibérica en el siglo IV a.C., sin embargo se desconocen las causas históricas que motivaron su destrucción en torno al 325 a.C., tras una corta existencia de 100 años.
La excavación arqueológica de esta ciudad amuralla ha desvelado, según Bonet un "urbanismo complejo, con grandes casas agrupadas en manzanas dispuestas a un lado y otro de la calle central que recorre todo el poblado".
Asimismo, las viviendas eran de una sola planta distribuida en varias habitaciones con una superficie entre 80 y 150 metros. Los espacios se distribuían en varias habitaciones aunque predomina el modelo de habitación principal donde se encuentra el hogar, centro de la vida doméstica y estancias secundarias que se destinan a almacenes y establos.
La agricultura era la principal actividad productiva de estos pobladores, complementada con la ganadería y para la que empleaban un variado instrumental agrícola de hierro muy semejante al utilizado hasta nuestros días, compuesto por rejas de arado, hoces y alcotanas, entre otros. La caza, sin embargo, fue un recurso económico poco significativo.
Respecto a los animales domésticos, las investigaciones indican que poseían rebaños de ovejas y cabras, que eran fundamentales para el aprovisionamiento de carne y leche.
La cultura íbera tuvo una importante radicación a lo largo del actual territorio de la Comunitat Valenciana con diversos asentamientos reconocidos. Algunos de ellos son ahora fruto de excavaciones como es el caso del de la
Ciudad de Kelin en Caudete de las Fuentes.
El objetivo es difundir lo que significó la ciudad
Este yacimiento es el primero que llevó a cabo el Museu de Prehistòria de València en 1928. Tras varias campañas de excavaciones, las tareas se retomaron en 1990. Según Bonet, ahora el objetivo es difundir la riqueza arqueológica del mismo "mediante la consolidación de manzanas de casas, el análisis del sistema defensivo, la realización de un estudio sobre el patrimonio y la creación de un museo con visitas guiadas y talleres". Un proyecto de investigación muy amplio en el que trabaja un equipo interdisciplinar de expertos.
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