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Foto: Los arqueólogos hallan indicios de un macabro ritual de enterramiento en el yacimiento prehistórico del Dolmen de Montelirio. © Javier Barbancho
Las mujeres de un tipo poderoso tenían que morir con él. Y corrían su misma suerte tras ser envenenadas. Muy probablemente lo hacían por voluntad propia; por acompañar al gran personaje al más allá. También se dejaban matar algunos hombres si deseaban servir a su señor en los mundos de ultratumba. Suena a leyenda, pero es la conclusión a la que ha llegado un grupo de arqueólogos, que apunta a que estos rituales funerarios prehistóricos se producían muy cerca de la actual ciudad de Sevilla hace más de 4.500 años.
Fuente: Santiago Belausteguigoitia, Sevilla | El País.com, 18 de marzo de 2010
Han hallado restos del enterramiento de un grupo de 19 mujeres, de entre 20 y 30 años, junto a alguien lleno de poder, de unos 40 años, en las excavaciones del Dolmen de Montelirio, situado en el municipio de Castilleja de Guzmán. Las excavaciones, promovidas por la Junta de Andalucía, empezaron el pasado julio y terminaron a principios de este año. Especialistas de las universidades de Sevilla y Huelva analizan ahora los huesos, pigmentos, flora y otros materiales hallados en la tumba.
El Dolmen de Montelirio se sitúa en el punto más alto de una zona de la comarca del Aljarafe. Una tumba que domina el río Guadalquivir. Se enclava, pues, en un lugar lleno de simbolismo y fuerza espiritual. La superficie de la zona de excavación es de algo más de 200 metros cuadrados. La cámara grande del enterramiento tiene un diámetro máximo de 4,75 metros (en ella están enterradas las 19 mujeres). La cámara pequeña (lugar donde descansó para siempre el jefe, reyezuelo u hombre principal) cuenta con un diámetro máximo de 2,70 metros. El corredor que da acceso a las cámaras tiene 32 metros de largo (allí fueron enterrados tres guardianes).
El arqueólogo y director de la excavación, Javier Verdugo, no puede ocultar el asombro que le ha producido este hallazgo. "Entre los años 2900 y 2500 antes de Cristo había una sociedad que habitaba lo que ahora es el Aljarafe. Esta sociedad llevó a cabo la construcción de un monumento funerario y una ceremonia de enterramiento de un señor muy importante y su séquito. Este hombre fue enterrado junto a su séquito, sus esposas, sus concubinas o como queramos llamar a este grupo", explica Verdugo, que es jefe del Servicio de Planificación y Evaluación de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura de la Junta.
Foto: Huesos y pigmentos localizados en la tumba. © Javier Barbancho.
"Cuando se produjo la muerte del señor, éste fue enterrado con su ritual. Pero aquí, en Sevilla, lo que es sorprendente es que aparece algo que nunca habíamos visto en una cultura megalítica occidental, cuyos vestigios se extienden por Irlanda, Inglaterra, la península Ibérica y el norte de África. Y es que aparecen dos cámaras. Una de ellas con un señor principal. Y otra tumba en la que hay 19 mujeres. No teníamos pruebas de este ritual en la cultura megalítica occidental", comenta Verdugo, que ve "paralelismos" entre el dolmen y la tumba de Ur (Mesopotamia).
Uno de los grandes enigmas es cómo murieron las 19 mujeres y los tres guardianes. "Los indicios apuntan a que no los mataron de forma violenta. Lo más normal es que los dejaran dormidos en el sueño eterno con una droga", afirma Verdugo. Y, de esta forma, 19 mujeres y tres hombres murieron voluntariamente (o los mataron) en honor de alguien lleno de poder.
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Fuente: Santiago Belausteguigoitia, Sevilla | El País.com, 21 de marzo de 2010
Hace más de 4.500 años un macabro ritual funerario pudo celebrarse muy cerca de la actual ciudad de Sevilla. Un grupo de 19 mujeres jóvenes se dirigió hacia la muerte. Un hombre lleno de poder acababa de fallecer. Y las mujeres debían acompañarlo en su viaje al más allá. Todo esto parece una leyenda enriquecida por el paso del tiempo. Sin embargo, un equipo de arqueólogos apunta que esta ceremonia prehistórica debió de ocurrir junto al Dolmen de Montelirio, en el municipio de Castilleja de Guzmán.
Foto: © Javier Barbancho.
El séquito de 19 mujeres muertas junto a un señor majestuoso es uno de los hallazgos más importantes realizados por el equipo de arqueólogos y especialistas que han trabajado en las excavaciones del dolmen. Los trabajos, promovidos por la Junta, comenzaron el pasado julio y concluyeron a principios de este año.
Los arqueólogos todavía se preguntan cómo han sido hallados los restos de un hombre y 19 mujeres en las dos cámaras del dolmen. En el corredor que da acceso a las cámaras hay enterrados tres hombres, que debieron de cumplir el papel de guardianes de su señor en las tierras de ultratumba. En los restos de las mujeres no hay señales de violencia. Las hipótesis señalan que pudieron morir envenenadas. Y que dejaron la vida para acompañar al reyezuelo, jefe u hombre principal. ¿Cómo pudo ocurrir todo esto?
"La clave la veo en la ceremonia. El clan se reúne en el momento en que van a enterrar al jefe. La ceremonia tiene que ser una cosa hermosa. No puede ser darle un mazazo a alguien. Las mujeres van estupendas y sonrientes hacia la muerte porque van a encontrarse con el más allá. Les dan un bebedizo y ya está. Se ha extraído tierra de la zona del estómago de la muerta mejor conservada para ver si tiene veneno", explica el arqueólogo y director de la excavación, Javier Verdugo.
"Los indicios apuntan a que no las matan de forma violenta. Lo más normal es que las dejaran dormidas en el sueño eterno con una droga. Sus cadáveres están depositados siguiendo un orden. Parece ser que la cámara recrea un universo doméstico con un altar en el centro. Las mujeres están muertas alrededor del altar", afirma Verdugo.
Esther Núñez, arqueóloga de la Consejería de Cultura, abunda en esta hipótesis: "Creo que las envenenan porque parece que no hay golpes de maza ni puñaladas en los restos". Apuñalar a alguien o darle un mazazo en la cabeza no era lo más apropiado para realzar la pompa de un ritual tan importante.
¿Los tres guardianes murieron de la misma forma que las 19 novias del Dolmen de Montelirio? "Parece ser que fueron enterrados en el mismo momento que el señor principal y las 19 mujeres. En mi opinión, son los guardianes del gran señor y su séquito. Los guardianes también debían de morir voluntariamente. Lo que les planteaban era claro: 'te dejas morir envenenado o te matamos violentamente", cuenta Verdugo, que es jefe del Servicio de Planificación y Evaluación de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura.
Este ritual se caracteriza por la fascinación de lo sagrado. El Dolmen de Montelirio se sitúa en el punto más alto de una zona de la comarca del Aljarafe. El lugar que ocupa tiene todo el aspecto de estar preparado para las ceremonias que marcan la vida social de una comunidad. La tumba prehistórica domina el río Guadalquivir. Está enclavada en un espacio que parece transmitir fuerza espiritual.
Entre los años 2900 y 2500 antes de Cristo una sociedad que habitaba lo que ahora es el Aljarafe debió de organizar el ritual. El hombre poderoso fue enterrado junto a las 19 novias del Dolmen de Montelirio. ¿Esposas, concubinas, servidoras? Es difícil dar una respuesta exacta sobre cosas que ocurrieron hace miles de años.
"Esta estructura funeraria está rodeada por una muralla que hemos estudiado gracias al georrádar y a otros enterramientos menores que parece ser que rodean este túmulo principal. Muchos indicios apuntan a que la gente construía sus tumbas alrededor del reyezuelo o personaje más importante del clan. Los hallazgos en el dolmen hablan de una sociedad ganadera, cuyos habitantes cultivaban una dehesa. En esta sociedad, el cerdo tenía cierta preponderancia. En el enterramiento hemos encontrado figuritas de cerdo de carácter votivo en la cámara del señor principal", dice Verdugo.
"Lo insólito es que hasta ahora eran enterramientos colectivos sin ningún ritual. Este enterramiento está construido ex profeso para ese hombre principal. Las mujeres tenían entre los 20 y los 30 años. Los restos del hombre están muy dispersos. Parece que era un poquito mayor que las mujeres. El hombre debía de tener unos 40 años", afirma Núñez.
Verdugo relaciona este hallazgo con uno de los enterramientos más célebres del mundo. "La tumba de Ur, en Mesopotamia, es una tumba monumental. En ese enterramiento hay un rey y una reina con soldados, ganado, plañideras y músicos enterrados. Acompañan a sus señores. En la tumba de Ur hay un ajuar riquísimo", asevera Verdugo.
"En Ur hay un enterramiento ritual. En Montelirio el enterramiento es más pobre materialmente hablando. Pero lo cierto es que hasta ahora no se había encontrado un enterramiento de este tipo en la zona de la cultura megalítica occidental",afirma Verdugo. Los vestigios de esta cultura prehistórica se extienden por Irlanda, Inglaterra, la península Ibérica y el norte de África. "Hay un elemento que lo hace excepcional. Además de la complejidad de la sociedad que retrata, es que parece que hay un hombre que puede permitirse el lujo de decidir la muerte de 19 mujeres", concluye Verdugo.
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