Me pregunta Giannini por el abandono del Castro de Elviña. Por su parte, me solicita David un croquis de la situación, estatigráfica y en planta, del plato de sigillata africana Hayes 99a encontrado en el Castro de Elviña (A Coruña). Como lo primero no lo tengo claro y de lo segundo no tengo, pero ganas de proporcionarles a Giannini y David lo que piden sí, intento una improvisación a pesar de que las habas están aún a medio cocer, y pergeño este
impromptu.
Aclaro, a modo de preludio, que se trata de lo que tenemos en este momento. Ayer era diferente y espero que mañana sea asimismo distinto y mejor, es decir, capaz de ordenar más coherentemente los datos a nuestro alcance. Habrá, además, nuevos datos, estratigráficos y de los otros, que exigirán su sitio en la matriz, y habrá que hacérselo, que no van a quedar fuera compuestos y sin novio. Quienes se vayan a escandalizar porque las periodizaciones, que no son algo objetivo sino herramientas que pone el arqueólogo, sean diferentes con el tiempo, mejor que no siga. Porque lo son. Es más: deben serlo.
1) La pieza
Para quienes no acceden desde los comentarios del
artículo sobre el Castro de Elviña en estas mismas
Terrae Antiquae, presentemos la pieza, cuya fotografía abre el
impromptu.
A pesar de que falta buena parte del fondo, muy delgado, se conserva un par de pétalos de la rosácea estampada (el color de la foto está alterado para incrementar el contraste):
En dibujo a lápiz de Begoña González Afuera, realizado en la caseta de obra directamente sobre la pieza recién remontada, sin que se hubiese identificado todavía la forma, el plato luce así:
Cuando Begoña estaba terminando su dibujo llegué a la excavación,
Late Roman Pottery en mano tras haber identificado nuestro plato. "Creo que te gustará lo que te voy a enseñar", le dije a Begoña. Y le mostré el dibujo de Hayes:
Y tanto que le gustó:¡Realmente
cuspidiño! Buen dibujo el de Begoña (y el de Hayes, claro). Da gusto cuando las cosas salen así de bien.
Misión cumplida, que le dicen. Y al trabajo, que hay que aprovechar el efecto de las inyecciones de moral; para bajarla ya hay cosas de sobra.
Hayes sitúa la fabricación de este modelo entre el 510 y el 540 d.C. Días más tarde una nueva y ya gran amiga, gaditana ella y con una cabecita admirable, me indicó que en Conímbriga habían puesto su inicio un poquito antes, a finales del V. Todavía no me sumergí en las
Fouilles, que el tiempo anda escaso. Pero para nosotros casi tanto tiene: no recuerdo que nadie hablase de Elviña más allá del IV d.C. Una pieza fracturada
in situ, o tal parece, cuando menos un siglo más tarde, resulta sorprendente.
2) El contexto
La campaña de este año (en realidad del año pasado, pues los cuartos del 2008 son los que nos estamos gastando, gracias a que las cosas de la burocracia y derivados hicieron que no pudiésemos comenzar la campaña de 2008 hasta enero de 2009) se centra en la zona inmediata al llamado
sondeo 5, en el que había salido a la luz una pequeña parte de la muralla exterior. El sondeo había proporcionado multitud de fragmentos de
tegulae, algún
imbrex,
terra sigillata hispánica con decoración de círculos e hispánica tardía en fragmentos indeterminados (identificada como tardía por Catalina López), algún fragmento de barniz rojo "pompeyano" de imitación, y alguna cosa más. El panorama que se configuraba no tenía nada que ver con el de la
croa, en la que todos esos elementos estaban ausentes.
El objetivo, por lo tanto, era doble. Por una parte se pretendía sacar a la luz una parte de la muralla exterior, en una longitud ya apreciable, tal vez unos 20 metros; algo tanto más importante cuanto esa parte es la primera que ve el visitante, y encontrarse de entrada con una muralla puede ayudar a que se meta en harina desde el principio. Por otra, se pretendía saber algo más de esa ocupación de la superficie exterior a la
croa en la parte baja, de la que no se sabía nada. Por no saberse, ni de la muralla se sabía hasta que se detectó en los sondeos de 2002. La abundancia de
tegulae con abundante derrumbe hacía pensar en la presencia inmediata de una construcción techada. Detectarla y estudiarla fue una de las esperanzas de esta campaña, que hasta ahora ha salido vana... o no tanto.
La pieza se encontró intramuros, al lado de la muralla según veremos, en esta zona inmediata al "corralito" que delimita el sondeo 5 para las visitas:
El valado de delimitación de fincas discurre por encima de la muralla. El señor del gorro de lana, si no me equivoco, es Luciano, compañero indispensable a quien supongo que David recordará.
Desde la parte exterior el panorama era el de la siguiente fotografía, en la que se ve parte de la muralla descubierta en el sondeo 5, las casetas de obra del "campamento", y sobre todo el poste de alta tensión que dio lugar a la definición de Alonso del Real:
¿Qué es un castro? Un castro es un poblado amurallado de la Edad del Hierro que se desarrolla bajo un poste de alta tensión de FENOSA.
Con ese punto de partida, el desarrollo de la matriz en estos momentos, a grandes rasgos (iremos viendo los detalles; marco con círculo rojo las unidades en las que aparecieron los fragmentos del plato) es:
Los grandes períodos en los que en estos momentos distribuimos las unidades son, de abajo arriba, los siguientes:
8.- Sedimentos anteriores a la construcción de la muralla. Sólo se ven, no están excavados.
7.- Construcción de la muralla.
6.- Ocupación del espacio tras la construcción de la muralla.
5.- Derrumbes, destrucciones (de la muralla y de las construcciones intramuros) y limpieza y horizontalización del espacio intramuros.
4.- Segunda destrucción de la muralla (de lo que quedaba).
3.- Acumulaciones de tierra, por escorrentía y aporte humano.
2.- Construcción de los
valados y último aporte de tierras.
1.- Situación actual.
Trataré de hacer una secuencia de fotos de la excavación de la parte en la que salió la cerámica, en el intento de proporcionar una idea del contexto. De arriba abajo ahora, comenzando por el período 1 (momento actual), la foto correspondiente es la ya vista, antes de comenzar la excavación. Corresponde a la tierra vegetal. Como anécdota, en la zona extramuros los arqueólogos detectaron dos acumulaciones (UEs 14014 y 14015), invisibles en la superficie, una de ellas con restos desordenados de piedras. Eran los residuos de las escombreras, una de tierra y la otra de piedras, del sondeo 5 de 2002. En seis años habían adquirido el aspecto de resto arqueológico antiguo, como para fiarse de lo que consigue este suelo ácido y húmedo. Lo importante es que los rapaces (masculino plural genérico, ganan las mozas por goleada) detectaron sin problemas los restos en cuestión, cuya existencia desconocían. Me confirmó que sabían lo que hacían y que el trabajo iba bien.
Una vez retirada la tierra vegetal entramos en el período 2, de construcción de valados (14002 y 14007) con sus interfacies de destrucción (14002B y 14007B) y los derrumbes que cubrían a ambos, valado e interfaz (14002C y 14007C). Al tiempo que se construían, destruían y caían los valados se iba acumulando la capa de tierra 14003; tal vez conviniese especificar esto enla matriz, pero de momento entiendo que con lo puesto es suficiente. En las fotos me centro en la zona de la que hablamos, al lado de la muralla por la parte intramuros; en la matriz aparecen muchas otras unidades cuya descripción obvio por no afectar a nuestro objetivo en este escrito.
Para dar una idea de la configuración de las unidades estratigráficas pongo unos
pantallazos del impresionante programa que a lo largo de estos años fue primero creando, después perfeccionando y adaptando a las necesidades que nos iban surgiendo, Cándido Rico, al que tal vez recuerden de Celtiberia.net los antiguos convecinos de aquel foro; firmaba como Crico y era frecuente que saltase al ruedo en asuntos relacionados con el espacio entre As Pontes de García Rodríguez y Ortigueira, sobre todo en lo relacionado con monumentos megalíticos, de los que es un apasionado experto. En la pantalla inicial consta la identificación, foto, esquema de planta y el primero de los registros de la UE introducidos (lógicamente, para que salgan los demás hay que irle dando al botón, cosa que no pueden hacer desde ahí).
Como se observa, los materiales "de época" aparecen desde el principio: la
tegula romana se mezcla con los derrumbes del
valado que no va más allá de unas cuantas décadas. Lo mismo ocurre en la primera capa de las tierras de aporte, entendemos que para hacer de la superficie un campo de cultivo, que ocultan los restos antiguos. Ese cultivo, con uso de estiércol como abono, puede explicar la presencia de los pequeños fragmentos de cerámicas modernas, lo que en la jerga llamamos
cerámica de cortello; algunos elementos antiguos parecen venir más bien de las zonas altas, por efecto de la escorrentía de las aguas. Sea como sea, en estas primeras capas se mezclan
tegulae, trozos de pizarra y algún otro elemento, con fragmentos cerámicos contemporáneos y casi contemporáneos como vemos en este
pantallazo de la unidad 14003:
Retirada la 14003 le siguen nuevas capas de aporte de tierras (período 3, de acumulaciones), la 14004 y 14005; estas capas se adosan o cubren a otros restos, con piedra abundante (14006=14031, período 4), que se adosan a la cara interior de la muralla, y las interpretamos como los últimos desmoronamientos, del momento en que el espacio interior de la plataforma del castro se transformó en tierra de cultivo.
En la UE 14004 continúa la mezcla de elementos modernos y antiguos, como este pie de
tsh o este otro borde de ánfora que nos parece Haltern 70; la presencia de fragmentos de
tegula y de pizarra es abundantísima, sobre todo la segunda.
El tamaño de los trozos de pizarra es mayor según se desciende, lo que parece indicar que procede del subsuelo, estando más machacados los trozos más superficiales y más enteros los más profundos. Así, en la 14003, la más superficial, se recogieron 170 fragmentos con un peso total de 23 kilos, con una media de 140 g por fragmento, similar a los 149 g por fragmento de la inmediatamente inferior, la 14004, en la que 261 fragmentos pesaron en total 39 kilos. La capa de aporte más profunda, la 14005, proporcionó un peso muy superior, 65 kilos con un total de 195 fragmentos, lo que supone un peso medio de 334 g por fragmento, más del doble de cualquiera de las superiores.
En esta unidad 14005 más profunda desaparecen las cerámicas modernas, que no volverán a aparecer en los estratos subyacentes. Tampoco las hay en la unidad 14006 (período 4), amontonamiento de tierra y piedras que se adosa a la muralla (14020).
La fotografía que sale en la ficha es la de la unidad estratigráfica en momentos iniciales, antes de comenzar su excavación. Al retirar la tierra marrón se reveló más expresiva de su formación por desmorone de las hiladas de la muralla que quedaban en pie, ya con una altura muy baja. En la siguiente fotografía se aprecia mejor:
Al propio tiempo se observa que el panorama general ha cambiado radicalmente. Donde había capas homogéneas de tierra hay ahora una superficie recubierta de piedras más o menos desordenaas, como de abandono, entre las que comienza a distinguirse una línea que anuncia un muro.
En las siguientes unidades adyacentes a la muralla será donde encontraremos la pieza que da lugar a este tocho. Bajo los restos del derrumbe final de la muralla (período 4, UEs 14006 = 14031) entramos en el período 4, de derrumbe, abandono y horizontalización del espacio intramuros (señalo con círculo rojo las UEs en las que aparecieron los restos de la pieza):
El panorama general es de derrumbe y abandono. Más recientes que las unidades que nos interesan tan sólo hay una pequeña acumulación de piedras (UE 14027) que puede tener que ver con un muro que apareció bajo ellas o bien tratarse de un simple echadizo, y un estrecho espacio de tierra sin piedras (14028) que se reveló estéril en materiales tras la excavación.
Y así llegamos por fin a lo que preguntaba David, es decir, al punto en que apareció el plato africano. Los primeros fragmentos se encontraron en la unidad 14029, que es ese amontonamiento de tierra, poco compactada, adosado a la muralla, sobre el que caen las piedras del último derrumbe del paramento, todavía sin retirar de todo en la primera de las dos fotografías:
Enla misma unidad, mezcla de deposiciones y derrumbe, apareció buena cantidad de material, al margen de parte de la sigillata africana. Este material está todavía sin estudiar, por lo que nada podemos decir, ni siquiera del correspondiente al primero de los registros aqui puestos, que tiene toda la pinta de pertenecer al mismo recipiente que tal vez, con suerte, pueda ser reconstruído, al menos gráficamente.
Como documentación, añado fotos del momento de aparición de los tres registros dados más arriba a modo de ejemplo:
No todos los fragmentos del plato aparecieron en esta unidad 14029. La mayor parte estaban en la unidad subyacente, la 14049, que veremos de inmediato. En la foto, se señalan con tono verdoso los de la UE 14029, correspondiendo los restantes a la 14049.
Pero eso lo veremos mañana, que es muy tarde y el maquinillo me está haciendo extraños. Se diría que está más cansado que yo y necesita dormir. Y yo también.
Mañana seguimos. Pero mientras esto va tomando forma definitiva, puede sugerir, preguntar o pedir más datos o más detalle de lo que le parezca de su interés. Lo cumplimentaré en la medida en que pueda, más que nada porque tengo otros asuntos urgentes, pero si no puedo ahora, será más tarde. Pero será :-)
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