El ministro de Cultura, César Antonio Molina ha inaugurado hoy en el Museo Egipcio de El Cairo la exposición 120 años de arqueología española en Egipto. Organizada por el Ministerio de Cultura español, el Consejo Supremo de Antigüedades del Gobierno Egipcio y del Museo Egipcio de El Cairo, tiene por objeto mostrar la evolución y aportación de la arqueología española en Egipto desde su origen, a finales del siglo XIX, hasta su situación actual.
En sus palabras durante la inauguración, el ministro destacó la labor que los arqueólogos españoles llevan a cabo en Egipto desde hace ya más de un siglo. Gracias a ellos y al reconocimiento por parte del Gobierno egipcio, se puede disfrutar de algunas piezas señeras de una civilización tan importante, única y milenaria como fue la del Antiguo Egipto.
España participa actualmente en los cinco grandes proyectos arqueológicos en el país. El Ministerio de Cultura colabora en cuatro de ellos mediante sus programas de ayudas a proyectos en el exterior.
Las primeras actuaciones españolas en Egipto respondieron al llamamiento internacional del director general de la UNESCO para salvar los monumentos de la región de Nubia, que se iban a ver afectados por la construcción de la gran presa de Asuán, cuyos trabajos se iniciaron en el año 1960. Como contrapartida a su colaboración, España obtuvo la cesión de materiales arqueológicos, actualmente depositados en el Museo Arqueológico Nacional; la concesión del derecho a excavar en el área de Herakleópolis Magna en 1965, y en 1968 el Templo de Debod que hoy se puede visitar en Madrid.
Actividad arqueológica con ayudas del Ministerio
Durante la inauguración de la exposición, el ministro ha tenido la oportunidad de encontrarse con los directores de misiones españolas en Egipto. Cabe recordar que el Ministerio está colaborando con cuatro de las cinco misiones actuales en el país: Heracleópolis Magna, Oxirrinco, Proyecto Djehuty y Tumba de Sen-en-Mut. El quinto proyecto, el Templo de Tutmosis III, está financiado a través de patrocinio privado.
La Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Cultura convoca anualmente un “Programa de ayudas a proyectos arqueológicos en el exterior, que gestiona el Instituto del Patrimonio Cultural Español.
A través de este programa se colabora en la investigación de los yacimientos arqueológicos “Heracleópolis Magna“ y “Oxirrinco”. Hasta la fecha y desde sus inicios, ambos proyectos han recibido, respectivamente, algo más de 550.000 euros y de 55.000 euros de dicha convocatoria
Este Programa ha incrementado para 2009 su presupuesto hasta los 880.400 €. La convocatoria de estas ayudas se publicó en el BOE de 17 de marzo de 2009 y el plazo de presentación de solicitudes finaliza el 16 de abril.
En cuanto a la colaboración en el “proyecto Djehuty”, la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales, a través del IPCE, colabora activamente asumiendo la dirección técnica y coordinación de tareas de restauración, aportando medios humanos y técnicos a esta tarea.
Respecto al proyecto “Sen-en-Mut”, la Dirección General de Políticas e Industrias Culturales, a través de su convocatoria anual de apoyo a proyectos de cooperación cultural en el exterior, ha venido apoyando este proyecto y su divulgación, con una subvención acumulada, entre 2003 y 2009, que alcanza los 178.000 euros.
La actual Ehnasya el Medina, Heracleópolis Magna de los griegos y Nen-nesu de los antiguos egipcios, fue la capital del XX nomo o provincia del Alto Egipto. Situada en el Medio Egipto, constituye el primer yacimiento egipcio otorgado en 1966 a España. La dirección de los trabajos fue encomendada entonces a Martín Almagro. Desde 1984 hasta la actualidad han tenido lugar veinticinco campañas de excavación continuadas, que han sido dirigidas por Maria Carmen Pérez Die.
Heracleópolis Magna fue la sede de los soberanos de las Dinastías IX y X (2160-2040 a. C.). Las construcciones de Ramsés II son muy numerosas y el protagonismo de Ehnasya durante el Tercer Periodo Intermedio (Dinastías XXI-XXV) se confirma con la presencia en la ciudad de libios, fenicios y etíopes. En época greco-romana Heracleópolis mantuvo su importancia y posteriormente los coptos hicieron de Ehnasya uno de sus centros de cultura. La divinidad principal, Herishef, identificada por los griegos con Heracles, de donde surgió el nombre de Heracleópolis Magna, constituyó un dios esencial en el pensamiento religioso egipcio. La excavación, limpieza y puesta en valor de su templo en Heracleópolis son trabajos que se están realizando en la actualidad.
Las excavaciones españolas se ha centrados en dos cementerios. El primero de ellos, el del Primer Periodo Intermedio y los inicios del Reino Medio (Dinastías IX-XI, 2160-1991 a. C.) albergó los cuerpos de dignatarios y funcionarios que se relacionaron con el entorno de la corte real instalada en la ciudad durante la llamada época heracleopolitana, y los de aquellos que vivieron durante los primeros años del Reino Medio. La excavación ha proporcionado tumbas con cámaras de piedra y de adobe abovedadas, asociadas a estelas de falsa puerta y a mesas de ofrendas con los nombres y los títulos del difunto. Asimismo, han sido encontradas dos tumbas decoradas con pinturas que recogen temas funerarios, fundamentalmente procesiones de ofrendas y textos rituales. Se ha confirmado que la necrópolis fue saqueada intencionadamente, incendiada y en parte destruida, quizá por los tebanos tras la guerra civil que asoló el país a finales del Primer Periodo Intermedio.
La otra necrópolis excavada por los españoles ha podido fecharse principalmente entre las Dinastías XXII y la XXV (mediados del siglo IX hasta mediados del siglo VII a. C.), aunque también han aparecido restos de otras tumbas de la Dinastía XXI en los que se menciona a los masauesh, la tribu libia que tomó el poder y gobernó Egipto durante la Dinastía XXII. Las tumbas de este cementerio fueron la última morada de los altos dignatarios locales, de los sacerdotes, de los gobernadores y de militares de alto rango que se hicieron acompañar de ajuares funerarios acordes con su jerarquía, como vasos canopos, vasos de alabastro, collares de oro, ushebtis y escarabeos de corazón. Durante la Dinastía XXV (finales del siglo VIII, primera mitad del VII a. C.), se constata una reutilización masiva de la necrópolis y los ajuares que acompañaron a estos enterramientos se limitaron a simples escarabeos, amuletos y algunos collares de fayenza.
Oxirrinco es una ciudad faraónica (Permedyed) y grecorromana, situada a unos 200 km al sur de El Cairo, junto a la orilla izquierda del Bahr Yussef, que fue capital del nomo XIX del Alto Egipto. El yacimiento, célebre por la ingente cantidad de papiros que ha proporcionado, sobre todo escritos en griego, no había sido objeto de trabajos arqueológicos desde los años treinta. En 1982, el Servicio de Antigüedades egipcio inició excavaciones en la posteriormente denominada Necrópolis Alta. En 1992 se constituyó la Misión Mixta Hispano-Egipcia, que desde entonces y hasta 2008 ha proseguido de manera ininterrumpida, a razón de una campaña anual, las excavaciones en el yacimiento, dirigidas en la actualidad por Josep Padró.
Oxirrinco es uno de los yacimientos de mayor extensión puesto bajo la responsabilidad de una misión española en Egipto: el recinto amurallado de la ciudad mide 2 x 1,5 km aproximadamente, pero más allá de estos muros se siguen hallando restos y monumentos hasta una distancia de varios kilómetros en todas direcciones.
Los trabajos de la misión española se concentraron desde un primer momento en el conjunto de la ciudad, usando diversos métodos (sondeos, radar, fotos aéreas), sobre todo en la Necrópolis Alta, que se encuentra dentro del recinto amurallado de la misma. Esta necrópolis tiene tres fases esenciales de ocupación. La más antigua corresponde a tumbas monumentales de piedra, con cámaras cubiertas con bóvedas de cañón, pertenecientes al Período Saíta (Dinastía XXVI). En dichas tumbas se han hallado numerosos sarcófagos antropomorfos de piedra, algunos cubiertos de inscripciones jeroglíficas, como también los muros de algunas de sus cámaras. En torno a las tumbas saítas han aparecido también numerosas tumbas grecorromanas, pertenecientes a la segunda fase de ocupación, de similares características aunque de menor tamaño. Algunas de ellas poseen decoración pictórica mural, con escenas mitológicas entre las que destaca la representación de varios peces oxirrinco, símbolo de la diosa Tueris, que da nombre a la ciudad. Una parte de estas tumbas monumentales están siendo restauradas por los españoles. Sobre las tumbas de piedra, por último, han sido halladas estructuras de culto funerario, así como criptas, inscripciones griegas y pinturas de época cristiana correspondientes a la tercera y más moderna fase de ocupación.
Por otra parte, en 2001 se comenzó a excavar un monumento de excepcional importancia, ubicado a 1,5 km al oeste de la ciudad. Se trata de un Osireion subterráneo, único por ahora en Egipto dado su excepcional estado de conservación y la importancia de sus textos y de los ajuares funerarios hallados, que documentan el ritual anual consagrado a Osiris. El templo, llamado Perjef, estuvo en funcionamiento durante la Dinastía Ptolemaica, y su estudio ha exigido importantes y complejos trabajos de consolidación.
Por último, hay que señalar la gran villa fortificada de época bizantina situada extramuros y al noroeste de la ciudad, empezada a excavar en 2005 y que ha proporcionado ya importante información religiosa y económica.
El equipo del Instituto de Estudios del Antiguo Egipto, dirigido por F. Martín ha desarrollado en seis campañas (desde el año 2003 al año 2008) trabajos en la tumba de Senenmut (TT 353), ubicada en Deir El Bahari, en la hondonada llamada 'la cantera', al noreste del templo de Hatshepsut y en el área circundante, incluida la llamada 'casa antigua'.
La TT 353, descubierta en 1927 por Winlock, fue construida para el “Mayordomo de Amón” Senenmut, hacia el año dieciséis de Tutmosis III, (circa 1463 a. C.). Consta de un acceso, varios corredores y cámaras, una de ellas inscrita con los Textos de las Pirámides, de los Sarcófagos y del Libro de los Muertos. El techo conserva un mapa celeste con las constelaciones septentrionales y meridionales, los decanes, ciertas estrellas, cuatro planetas y la representación de los doce meses lunares del calendario egipcio.
Los trabajos realizados en la TT 353 han consistido en la habilitación del acceso a la tumba, en obras de protección exterior del hipogeo y en consolidaciones y restauraciones en su interior. Además, los nuevos estudios epigráficos y arquitectónicos aportan luz sobre su funcionalidad y naturaleza y su relación con otros monumentos del área de Deir El Bahari. La 'casa antigua' ha sido excavada, documentada, consolidada y protegida, asignando para ella posibles funciones vinculadas con el culto de la diosa Hathor.
Dra Abu el-Naga es el nombre moderno que recibe la colina que se eleva en el extremo norte de la necrópolis de la antigua Tebas, en la orilla occidental de la actual Luxor. Allí se enterró a los reyes de la Dinastía XVII (c. 1600 a. C.), lo que añadió al lugar un carácter legendario. También muchos nobles al servicio de la monarquía ubicaron en el lugar sus monumentos funerarios, por lo que la colina acabó teniendo una alta densidad de enterramientos, siendo utilizada como necrópolis desde la Dinastía XI hasta el Tercer Periodo Intermedio (c. 2000 - 1000 a. C.).
Una misión Hispano-Egipcia comenzó a trabajar en la parte central de Dra Abu-el Naga, al pie de la colina, en enero del año 2002. Hasta la fecha se han realizado ocho campañas arqueológicas dirigidas por José Manuel Galán, La coordinación técnica de las tareas de restauración de los hallazgos, en particular de las pinturas y de los relieves en distintos muros de la “capilla” de la tumba, se está realizando bajo la dirección técnica y coordinación de Leandro de la Vega Paramio, funcionario del IPCE del Ministerio de Cultura. El objetivo principal del denominado “Proyecto Djehuty” es la investigación, documentación, restauración y publicación de las tumbas de Djehuty y Hery (TT 11-12), excavadas una junto a otra en la roca de la colina.
Djehuty fue un alto dignatario al servicio de la reina Hatshepsut (c. 1480 a. C.). Nació muy probablemente en la provincia de Hermópolis, en el Egipto Medio, y se trasladó a la capital, Tebas, para servir en la administración real como “supervisor de los trabajos” y “supervisor del Tesoro”. Dirigió los trabajos de los artesanos que recubrieron con electro una pareja de obeliscos que levantó la reina en el templo de Karnak, así como los que tallaron en madera de cedro del Líbano la barca sagrada de Amón. Por otro lado, fue el encargado de contabilizar y registrar las “maravillas” que llegaron a Tebas procedentes del país del Punt (Eritrea/Yemen) en el año 8 de Hatshepsut. Conocemos los detalles de su vida, su familia, sus creencias y costumbres funerarias a través de las inscripciones y escenas en relieve que decoran las paredes interiores de su tumba. Su estado de conservación varía dependiendo del lugar, pues en época antigua corrió agua por dentro, se encendieron varios fuegos y se abrieron huecos en las paredes para acceder por dentro a los monumentos funerarios vecinos. Como consecuencia de todo ello, en la excavación del patio de entrada hemos recuperado casi 1.000 fragmentos procedentes de las paredes interiores. Las tareas de limpieza, consolidación y restauración del monumento son una parte esencial del proyecto.
Hery vivió unos cincuenta años antes, al comienzo de la Dinastía XVIII, muriendo probablemente bajo el reinado de Amenhotep I. La importancia de su monumento funerario radica en que se conocen muy pocos con decoración fechados en ese reinado. El cargo que ejerció en vida fue el de “supervisor del doble granero de la esposa real y madre del rey Ahhotep”, pero tal vez fuera gracias al papel desempeñado por su madre, llamada Ahmose, como habría conseguido relacionarse con la familia real. Aunque parte de las escenas en relieve se conserva en relativo buen estado, en la excavación del exterior han sido hallados unos 200 fragmentos que deberán ser recolocados en los lugares de las paredes de donde proceden.
En abril de 2008 el Consejo Superior de Antigüedades Egipcias concedió a la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de Sevilla el permiso para la excavación, restauración y puesta en valor del templo funerario de Tutmosis III, situado en la orilla oeste de Luxor, a unos 300 metros al noroeste del Ramesseum, en el límite de la tierra cultivable.
Las excavaciones en el templo fueron iniciadas por Daressy en 1888, seguidas por Weigall en 1905 y por Ricke entre 1934-1936 y 1937, quien realizó un estudio arquitectónico y una reconstrucción ideal a partir de los restos encontrados in situ. Pero otros aspectos como la iconografía, el estudio de las escenas representadas en los muros y la estatuaria ocuparon un segundo plano en sus investigaciones.
La primera campaña realizada por los españoles, dirigidos por M. Seco, tuvo lugar en otoño de 2008. Se ha excavado en diversas partes del recinto y se han hallado más de tres mil fragmentos de piedras calizas y areniscas que contienen relieves e inscripciones de gran interés. Algunos bloques son muy grandes y muestran la exquisitez del trabajo de los artesanos del faraón, en tanto que otros, de diversos tamaños, presentan una policromía de gran calidad. La temática de los relieves es amplia, aunque cabe subrayar aspectos religiosos, rituales, políticos y, también, militares.
Necrópolis de Kom el-Khamasin: Saqqara
Kom el-Khamasin es una pequeña necrópolis de fines del Reino Antiguo y principios del Primer Período Intermedio situada en Saqqara sur, a unos 3 km al oeste de la pirámide de Djedkare Isesi. Su aislamiento y lejanía la han hecho presa fácil de los saqueadores. Un peso de piedra inscrito con los nombres y títulos de uno de los personajes enterrados allí, comprado por H. Brugsch a fines del siglo XIX en Saqqara y hoy en el Museo de Berlín, prueba que el expolio del lugar viene de antiguo.
En 1997 un equipo del Instituto de Estudios del Próximo Oriente Antiguo (IEPOA) de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), en colaboración con el Inspectorado de Saqqara del Supreme Council of Antiquities de Egipto, bajo la dirección de Josep Cervelló, llevó a cabo una prospección arqueológica en el lugar, durante la cual se documentaron cuatro bloques de caliza con inscripciones y relieves. En 1999 tuvo lugar un violento saqueo que destruyó el yacimiento. El Inspectorado de Saqqara pudo recuperar un total de 62 bloques o fragmentos con inscripciones e iconografía, de los cuales 57 son de caliza y 5 de granito y de los que 52 son elementos de construcción (muros, cubiertas, jambas, dinteles…) y 10 son pequeños fragmentos de estelas de falsa puerta o de mesas de ofrendas.
En 2005 y 2006, un nuevo equipo de la UAB, estudió estos bloques en el marco del proyecto “Documentación epigráfica en Saqqara: yacimientos de Kom el-Khamasin y Menawat”. Las inscripciones conservadas en los bloques, aunque muy fragmentarias, proporcionan los nombres y algunos títulos (en un caso sólo los títulos) de una serie de personajes de la corte menfita de la Dinastía VI y de tiempos algo posteriores. Entre ellos se debe mencionar al “amigo único, sacerdote lector, jefe de los auxiliares nubios” de nombre desconocido; a la dama Khenut, “sacerdotisa de Hathor”, tal vez esposa del anterior; al “inspector de equipo Seankhhathor-Pepy”, que, por la compatibilidad de los títulos, podría identificarse con el primero; al “amigo”, “gobernador de instalación real-hut, chambelán del rey Menkhi”; y al “gobernador”, “sacerdote-sem”, “sacerdote lector en jefe”, “grande de los jefes de los artesanos” “Imephor, cuyo nombre grande es Nikauptah y cuyo nombre hermoso es Impy”.
El último de estos personajes es el más importante y el mejor conocido, puesto que proceden de su tumba 25 de los bloques o fragmentos de bloques de caliza y los 5 fragmentos de bloques de granito. Se trata de Imephor-Impy, “grande de los jefes de los artesanos”, es decir, sumo sacerdote de Ptah de Menfis, un cargo de gran relevancia en la corte egipcia de fines del Reino Antiguo (muchos sumos sacerdotes de Ptah fueron los arquitectos de los reyes, constructores de sus recintos piramidales).
En la exposición se presentan cinco bloques o fragmentos de bloques procedentes de Kom el-Khamasin, uno con el cartucho del rey Neferkara (Pepi II), otro con el nombre y títulos de Menkhi y otros tres (entre ellos, un fragmento de granito) relacionados con Imephor-Impy.
Yacimiento de Meidum
Entre 1997 y 1999 la Fundació Arqueológica Clos, bajo la dirección de L. Gonzálvez, realizó en Meidum un levantamiento topográfico que contemplaba tanto las estructuras arqueológicas identificables sobre el terreno y las zonas de trabajo adscritas a la misión, como todos aquellos elementos arqueológicos no visibles, pero publicados anteriormente.
Asimismo, procedió a la restauración-conservación de la mastaba nº 16; tras realizar las pruebas necesarias para determinar los materiales más adecuados, se acometió una intervención de urgencia en los sectores descubiertos por otros arqueólogos. Se realizó un ensayo de reconstrucción de un tramo de muro, junto a la capilla de Nefermaat, a modo de propuesta que podría ser aplicada en toda la cara oriental.
Los trabajos continuaron en la localización y excavación de estructuras al este de la mastaba de Nefermaat, donde fueron hallados dos conjuntos sepulcrales consistentes en sendas capillas excavadas en la roca con varios pozos y cámaras funerarias En ellos se recuperaron numerosos restos cerámicos entre los que destacan los Meydum bowl, y producciones más sencillas utilizadas para la fabricación de las características maquetas o miniaturas de vasos o jarras, jarras de tamaño real o moldes de pan que podrían fecharse grosso modo entre el inicio de la Dinastía IV y el final de la Dinastía V. Los individuos aparecieron en posición fetal, tendidos sobre el lado izquierdo y sin apenas equipamiento funerario.
Comentario por Luis Fernando el abril 21, 2009 a las 7:48pm
Soy ingeniero informático y un ignorante en historia, aunque intento no serlo leyendo webs de este tipo. Vaya esto por delante.
Una reflexión o crítica con intención constructiva y desde mi mas que asumido desconocimiento: 120 años de egiptología española y nuestro prerrománico pendiente de restauraciones y mantenimientos urgentes, castros por excavar...
No sé, algo no me acaba de gustar. Igual es que soy demasiado ignorante pero creo que la foto del ministro no queda igual con el Chao de Samartín al fondo ;-))
http://www.chaosamartin.es/
Descubierto en 1967, las excavaciones dan comienzo en 1990 y por empeño personal de José Mª Naveiras.
Compartivamente triste, igual no estoy a la moda.
Un saludo.
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