Fuente: University Puget Sound | 25 de noviembre de 2014 (Traducción de G.C.C. para Terrae Antiqvae)

Un antiguo rompecabezas astronómico griego tiene ahora otra pieza en su lugar.

El  diario The New York Times ha informado de una nueva evidencia en la historia de la investigación del mecanismo de Anticitera  realizada por James Evans  (izquierda), profesor de física en la Universidad de Puget Sound, y Christián Carman (derecha), profesor de historia de la ciencia en la Universidad de Quilmes, Argentina.

Los dos investigadores han publicado un artículo que avanza en nuestra comprensión este antiguo mecanismo griego que modelaba el universo conocido hace 2.000 años. El fuertemente incrustado mecanismo relojero, conocido como "la primera computadora del mundo", fue recuperado de un antiguo naufragio frente a Grecia en 1901. El nuevo trabajo ha sido publicado online en Archive for History of Exact Science.

Después de varios años de estudiar el mecanismo y los registros babilónicos de los eclipses, los investigadores han señalado que la fecha en que el mecanismo fue programado para comenzar es el año 205 a. C. Esto sugiere que el mecanismo es de 50 a 100 años más antiguo que lo que la mayoría de los estudiosos en este campo habían pensado.

El nuevo trabajo llena un vacío en la historia de la ciencia antigua en el que se subraya que los griegos fueron capaces de predecir eclipses y diseñar una máquina muy compleja en un periodo anterior al que se venía creyendo. También sostiene la idea de que el esquema de predicción de eclipses no se basó en la trigonometría griega (la cual era inexistente en el año 205 a.C.), sino en los métodos aritméticos babilónicos que los griegos tomaron prestados.

Una imagen digital de una de las inscripciones en el mecanismo de Anticitera.

Aunque es más conjetural, esta datación también hace más plausible una vieja historia contada por Cicerón sobre un mecanismo similar creado por Arquímedes y llevado a Roma por el general romano Marcelo después del saqueo de Siracusa y la muerte de Arquímedes en el 212 a.C. En consecuencia, si el mecanismo de Anticitera usó de hecho un factor de predicción de eclipses que funciona mejor con un ciclo que comienza en el año 205 a. C., el origen probable de esta máquina se sitúa tentadoramente cerca de la vida de Arquímedes.

Evans y Carman concluyeron la fecha 205 a.C, utilizando un método de eliminación que idearon. A partir de los cientos de formas en que los patrones de eclipses del mecanismo de Anticitera podían encajar los registros babilónicos (tal como lo reconstruyó John Steele, de la Universidad Brown) el equipo utilizó dicho sistema para eliminar fechas de modo sucesivo hasta que tuvieron una sola posibilidad.

Foto: El mecanismo de Anticitera en el Museo Arqueológico de Atenas.

Los cálculos tuvieron en cuenta las anomalías del Sol y la Luna que dan lugar a una velocidad más rápida o más lenta, la ausencia de algunos eclipses solares, los ciclos de eclipses lunares y solares, y otros fenómenos astronómicos. El trabajo fue particularmente difícil ya que sólo alrededor de un tercio del predictor de eclipses del mecanismo de Anticitera se conserva.

Evans y Carman presentaron por primera vez su investigación en el curso de una conferencia en Holanda en junio de 2013, estimulando el debate entre sus pares. El nuevo artículo de investigación aparecerá en enero 2015 en la edición impresa de la revista mencionada.

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