El mausoleo se encuentra bajo la Basílica de San Pedro, en el Vaticano. Foto: EFE

Presenta el Vaticano los trabajos de restauración del 'Mausoleo de los Valerios', un monumento funerario que tiene mil 900 años de antigüedad.

Vía: CIUDAD DEL VATICANO | Notimex, 27 de mayo de 2008

Un bajorrelieve único, coloreado por los antiguos romanos, fue descubierto durante la restauración del llamado 'Mausoleo de los Valerios', ubicado en un cementerio bajo la Basílica de San Pedro del Vaticano.

'Para la arqueología (es importante) la decoración misma del mausoleo que son estucos bellísimos que no tienen igual con la particularidad de que fueron coloreados desde la pasta y no pintados superficialmente', dijo la restauradora Adele Cecchini.

Este martes, la Fábrica de San Pedro, la sección de la Sede Apostólica dedicada al mantenimiento del templo más importante de la cristiandad, presentó oficialmente los trabajos de restauración de ese monumento funerario que data de mil 900 años de antigüedad.

Conocido también como el 'Mausoleo H', es una de las habitaciones que forman parte de la necrópolis (cementerio romano abierto) ubicada abajo del altar mayor de la basílica, a pocos metros de la tumba de San Pedro.

Se trata del más grande y lujoso sepulcro de toda la necrópolis, construido en la segunda la mitad del Siglo II D.C., en la época del emperador Marco Aurelio, para la familia de los 'Valerios' en el que fueron sepultados Caius Valerius Herma y su mujer, Flavia Olympias.

Cecchini, una de las coordinadoras de la restauración hizo notar que los estucos descubiertos son los únicos de aquella época que en toda Roma se conservan casi completos, aunque existen seguramente otros que aún no salen a la luz.

En un recorrido especial por el subsuelo de San Pedro se constató el resultado del rescate que dejó al descubierto una serie de nichos, sarcófagos de mármol, los bajorrelieves únicos (dos niños con alas de murciélago sosteniendo un tubo) además de diversas estatuillas.

La fachada externa del mausoleo, construida con finos ladrillos de terracota roja, mide entre cuatro y cinco metros, al ingresar se observan los restos de refinadas decoraciones que adornaban los nichos en donde eran colocadas ollas con cenizas de los difuntos.

Descubierto originalmente durante una serie de excavaciones de 1943, los primeros trabajos de restauración se sucedieron en 1957 y 1958; posteriormente dañado por condiciones ambientales adversas la intervención apenas concluida comenzó en 2007.

Con un costo de 200 mil euros (315 mil dólares) la labor de los restauradores se extendió durante un año y en los mismos se emplearon un total de seis personas; el financiamiento provino de la Fundación Pro Música y Arte Sacro.

Turistas y peregrinos podrán admirar a partir de este martes el mausoleo incluido en los recorridos cotidianos que la Fábrica de San Pedro realiza por las excavaciones bajo la Basílica, previa reserva con algunas semanas de anticipación.