Red social de Arqueologos e Historiadores
- Hasta ahora este tipo de habitación sólo se habían documentado en lugares utilizados para la especie Homo sapiens
- Se localiza en el área más interna y protegida del abrigo, ocupando una zona de unos 10-15 metros cuadrados que utilizaban entre 6 y 8 individuos
- En estos espacios se efectúan pequeños "snacks" (tapas) a partir de las sobras de la anterior comida
Vía: IPHES / 16 de febrero de 2010
Las investigaciones relacionadas con el mundo neandertal no dejan de aportar nuevos datos que avalan la teoría defendida desde hace muchos años por el equipo científico de Eudald Carbonell en el sentido de que eran seres que ya poseían una gran complejidad social y organizativa.
Ahora, el IPHES (Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social) ha demostrado que los grupos neandertales que vivieron en el Abric Romaní (Capellades, Anoia, Barcelona) hace 55.000 años tenían una distribución del espacio que incluía un lugar para uso únicamente como dormitorio y para descansar, de manera similar a como lo hacen actualmente las sociedades cazadoras recolectoras; estaba situado en la zona más interna y protegida del abrigo.
"Hasta ahora este tipo de habitación sólo se había documentado en lugares utilizados para la especie Homo sapiens. Es un hecho poco contrastado en especies anteriores en el registro mundial y posiblemente el nivel N del Abric Romaní sea uno de los pocos casos bien documentados atribuidos a los neandertales", afirma Josep Vallverdú, investigador el IPHES.
Zona dormitorio y descanso del Abric Romaní. Foto: Gerard Campeny / IPHES
Esta nueva aportación científica se da a conocer en un artículo que miembros de este centro de investigación publican en el Current Anthropology correspondiente al volumen 51 del número 1 de febrero de 2010, titulado "Sleeping activity area within the site structure of archaic human groups. Evidence from Abric Romaní level N combustion activity areas". Los firmantes son: el propio Vallverdú, Manuel Vaquero, Isabel Cáceres, Ethel Allué, Jordi Rosell, Palmira Saladié, Gema Chacón, Andreu Ollé, Antoni Canals, Robert Sala, Eudald Carbonell y M. A. Courty, del Museo de Historia Natural de Paris, Asociada a el IPHES.
Josep Vallverdú ha explicado: "En el nivel N del Abrigo Romaní hemos detectado un área de actividad que ha sido reutilizada por más de un grupo. Este uso repetido le ha otorgado la visibilidad suficiente para interpretar que es una zona de dormir y descansar". Es un lugar con muy pocos restos arqueológicos, sólo con los de tipo carbonos generadas por el uso del fuego. Por la distancia entre los hogares se ha calculado que podrían caber entre 6 y 8 individuos en un espacio total de entre 10 y 15 metros.
Detalle del hallazgo de las estructuras de combustión espaciadas (1 metro entre ellas) del nivel N del Abric Romaní. Foto: IPHES
En esta ilustración del Abri Pataud (Les Eyzies - Dordogne) se observan estructuras de humanos modernos muy parecidas a las descubiertas en el Abric Romaní
En el área de dormitorio se han identificado cinco estructuras de combustión ubicadas a intervalos de 1 metro entre cada una de ellas. "Este patrón espacial tiene mucha analogía con los observados en las zonas de dormir y de descanso de poblaciones modernas estudiados por la Etnología Prehistórica y la Etnoarqueología", asegura Vallverdú.
El mismo investigador puntualiza: "Hemos visto que hay dos maneras de hacer fuego. En las estructuras de combustión de la zona dormitorio hemos observado que se hace siempre uno encima el otro, genera pocos residuos de combustión y produce espesores importantes de sedimentos quemados (rubefacción). En otras áreas del mismo nivel N los hogares se yuxtaponen lateralmente y tienen espesores importantes de residuos de combustión. En definitiva, los neandertales utilizaban el fuego de distinta manera, según el lugar donde se encontraban dentro del yacimiento".
En esta habitación se ha encontrado una huella de madera. Josep Vallverdú ha señalado: "Puede ser un resto que pertenecía a una arquitectura orgánica de la zona de dormir y descansar. Es decir, un elemento de una construcción que se fosiliza al estar bajo una gotera del abrigo".
En todo caso, en Abric Romaní queda claro que dividen el espacio en función de la actividad, y en la zona dormitorio hay ausencia de restos que puedan denotar alguna otra función, por ejemplo, presencia de industria lítica, que podría significar confección de instrumentos, no hay fósiles de fauna. "Sería un área de actividad que la literatura llama de propósito especial (special purpose activity area), o sea, destinada a cumplir exclusivamente una función que, además, sería repetida a lo largo de varias estancias de forma que se conservaría la memoria sobre el uso de esta zona del abrigo entre los diferentes episodios de empleo", manifiesta Josep Vallverdú ..
Se trata de un comportamiento que también se ha observado en poblaciones primitivas actuales. "En el estudio de las mismas se ha comprobado que en estas áreas dormitorio y de estar efectúan pequeños "snacks" (tapas) a partir de las sobras de la comida anterior. En cambio, la comida cocinada se elabora en otro espacio y con otro tipo de hogar", puntualiza.
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No cabe duda que Abric Romaní es un yacimiento muy importante y singular. Por lo pronto, la distribución espacial de la que se nos da detalle en esta noticia viene a demostrar que la cognición de los neandertales al respecto, es decir, sobre sus capacidades organizativas, laborales, sociales, etc., es propia (al menos hace un período de 55.000 años B.P.) y exenta de posibles influencias de los Homo sapiens, como a veces se sostenía desde otros ámbitos. Es otro mito que se cae en favor de la inteligencia de los neandertales.
De todos modos, no hay tampoco por qué extrañarse. Que los neandertales tuvieran capacidades organizativas referidas a sus espacios domésticos se entiende perfectamente a la luz de los datos proporcionados en la excavación desarrollada en Gesher Benot Ya'aqov (en el Norte de Israel) el pasado año, en la que se constató una conducta igualmente organizativa de los espacios y de las actividades con una antiguedad de 750.000 años por miembros adscritos a la especie de Homo erectus. Y no sólo eso, sino que también se verificó que hacían uso del fuego con destreza y que podían producirlo cuando querían.
En relación con ello, como quiera que no tuvimos tiempo de ponerlo en un post en su debido momento, aprovecho para dejar constancia del mismo a continuación, y así, de paso, se puede comparar el alcance de ambas noticias.
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Conducta moderna de humanos medio millón de años antes de lo creído
Vía: amazings.com / 22 de enero de 2010
Pruebas de un comportamiento humano complejo en una época tan lejana como 750.000 años atrás, han sido obtenidas por investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Eso es alrededor de medio millón de años antes de lo que los arqueólogos previamente estimaban.
El descubrimiento fue realizado en el transcurso de las excavaciones en el yacimiento arqueológico de Gesher Benot Ya'aqov, ubicado en el Norte de Israel, llevadas a cabo por un equipo del Instituto de Arqueología de la Universidad Hebrea.
Un análisis de la distribución espacial de los restos hallados revela un patrón de áreas específicas en las que se llevaban a cabo distintas actividades. Este tipo de organización indica una conceptualización formal del espacio vital, que necesita de la existencia de una organización social y la comunicación necesaria entre los miembros del grupo. Se cree que estas habilidades de organización son exclusivas delos humanos modernos.
Hasta ahora, los intentos de rastrear el origen de tales comportamientos en varios asentamientos prehistóricos en el mundo se han concentrado en el análisis espacial de yacimientos arqueológicos del Paleolítico Medio donde se han encontrado áreas de actividad, en particular las relacionadas con las chimeneas, y sobre las cuales únicamente se han encontrado datos de sólo unos 250.000 años atrás.
El nuevo estudio de la Universidad Hebrea describe una capa que corresponde a la cultura achelense (una de las primeras culturas en usar herramientas de piedra). A dicha capa, en Gesher Benot Ya'aqov, se le ha calculado una antigüedad de alrededor de 750.000 años. Las evidencias encontradas consisten en numerosas herramientas de piedra, huesos de animales y una rica colección de restos vegetales.
Los análisis de la distribución espacial de todos estos hallazgos revelaron dos áreas de actividad:
La primera área se caracteriza por evidencias abundantes de la fabricación de herramientas de sílex. Una alta densidad de restos de pescado en esta área también sugiere que en este punto se llevaba a cabo el procesamiento y el consumo de una cantidad considerable de peces. Ésta es una de las primeras evidencias de consumo de pescado por parte de los humanos prehistóricos en el mundo.
En la segunda área, las evidencias halladas indican una variación mayor en las actividades, todas ellas desarrolladas en las cercanías de la chimenea. Las numerosas piezas de madera halladas en esta área fueron usadas como combustible para el fuego. El procesamiento de basalto y
piedra caliza estaba espacialmente restringido a la zona de la chimenea, donde las actividades denotan el uso de diversas herramientas de piedra.
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