Imagen de parte del panel de la cuela hallada y las pinturas.

Fuente: europasur.es| 14 de noviembre de 2014

Un nuevo descubrimiento suma Simón Blanco a su cuenta particular en sus expediciones constantes por las sierras de la provincia para localizar y salvaguardar el arte sureño, con la ayuda de Francisco Díaz. Los últimos vestigios de pinturas en un abrigo rupestre se sitúan en Tarifa, localizado en este mismo mes. Explica el algecireño que, según los análisis de expertos consultados, apunta a varias épocas abarcando según las formas varios estadios de la prehistoria desde el Paleolítico por las líneas con pincel; al Neolítico por las figuras seminaturalistas como el ciervo tipo levantino; y Calcolítica con los cruciformes. 

Blanco resalta que es uno de los abrigos esquemáticos mejor conservados y más interesantes que se conocen en el arte peninsular y es un perfecto ejemplo de lo que es el arte sureño. Apunta para clasificarlo a la armonía de proporciones, dotándolas de una expresividad y un dinamismo del que adolece el arte esquemático a medida que penetra hacia el interior y también por la gran amalgama de estilos que se repite tantas veces en los abrigos sureños. 

El algecireño localizó el abrigo en la cima de la sierra con un firme muy inclinado, lo que descarta el lugar como refugio, tratándose de un gran santuario al aire libre. Este hecho está reforzado por la presencia en el abrigo de al menos dos momentos culturales muy distintos, uno el mejor conservado donde se describe un relato de humanos y animales tan común en el arte rupestre, que describe una posible escena de domesticación. 

Por otro lado, tal y como describe Blanco fuera y dentro de la empalizada hay antropomorfos, algunos especialmente interesantes por la gran complejidad de los sombreros o tocados, ya fuera de este gran panel también hay figuras naturalistas de animales con un gran parecido al estilo levantino, apuntando el descubridor que con éstas muchas veces los académicos han confundido al arte sureño y también se encuentra en cuevas como Tajo de las Figuras, Pajarraco o Palomas III. Por debajo de todo esto hay grupos de líneas muy finas hechas con pincel que recuerdan a otras cuevas paleolíticas de la zona. 

Aprovechó Blanco para subrayar que el arte sureño "debería ser el foco de atención de equipos internacionales, por la importancia mundial que tiene el que este patrimonio tan original y que presenta unas cronologías tan amplias incluso dentro de un mismo abrigo se encuentre a caballo entre África y Europa". Lamentó que no ocurra aún estando en un espacio protegido, sosteniendo que debería ser una prioridad promover su difusión y conservación. 

Denunció Blanco la situación actual del Tajo de las Figuras, ya que pasan los años y está cerrada a los visitando, sin embargo "no a los agresores ya que han dejado una escalera para que suba el que quiera. Luego, pidió que la retiren al menos por los daños al ser éste un arte todavía poco valorado incluso por la ciudadanía que convive con él".

 

Hizo alusión también al centro de interpretación que nunca llega y al problema de la seca que está afectando a los árboles del parque natural. Denunció que incluso hayan vuelto a descorchar este año, "debería ser una práctica prohibida además de otras medidas encaminadas a la regeneración de nuestros bosques, es una barbaridad que eso ocurra". Advirtió que los fuertes vientos locales son hoy día el principal motor para la desaparición de los abrigos rupestres para un soporte tan frágil como la arenisca, dejando en los abrigos el aspecto de pelado y arenosos tan frecuentes.