La península ibérica fue ocupada, en origen, por pueblos de distintas procedencias (indoeuropeos, ibéricos o de etnogenia desconocida como várdulos y vascones). Estos pueblos no realizaron ninguna división administrativa, organizándose como ciudades o tribus independientes entre sí.
De forma posterior, algunos historiadores han tratado de crear familias de tribus que comparten unas mismas características culturales, particularmente distinguiendo entre íberos del Levante y Sur peninsular, celtas en la meseta y vascones en el norte. Los límites entre unas zonas y otras son motivos de discusión, sin acuerdo con incluir o no a pueblos como los lusitanos entre los celtas o como pueblos per se. Dichas clasificaciones no implican que existiera organización administrativa común entre dichas tribus.
Excavaciones en el yacimiento de El Higuerón en Nueva Carteya. / MUSEO HISTÓRICO LOCAL DE NUEVA CARTEYA.
¿Qué guarda el yacimiento íbero de El Higuerón, en Nueva Carteya (Córdoba)? ¿Quiénes lo han ocupado a lo largo de los siglos? ¿Por qué se abandonó? Son algunas de las preguntas que los arqueólogos quieren responder ahora con las primeras excavaciones que se hacen en el sitio en casi 60 años. Los trabajos, que se prolongarán hasta el 26 de agosto, son desarrollados por el Museo Histórico Local en colaboración con la Universidad de Granada y el Centro de Estudios de Arqueología Bastetana.
"El objetivo inmediato es valorar el potencial del asentamiento y comprobar sus distintas fases de ocupación con el reto posterior de rehabilitarlo y hacerlo visitable", explica el director del Museo Histórico Local, Andrés Roldán Díaz (izquierda).
El Ayuntamiento, que financia la intervención, adquirió recientemente los terrenos, enclavados en el mar de olivos que rodea la población, que precisamente este año está inmersa en la celebración de su bicentenario. Aunque, por lo que ya se sabe, en la zona hay asentamientos desde muchos siglos atrás, con raíces de hace varios milenios.
El Higuerón es el yacimiento arqueológico mejor conocido en Nueva Carteya gracias a las excavaciones que se realizaron en los años 1966 y 1968, y pese a ello aún se conoce solo de manera muy superficial. La información disponible desde entonces parece mostrar que el lugar estuvo ocupado al menos desde el siglo IV a.C. y hasta el I d.C.
Excavación en la fortificación exterior del yacimiento.
Según consta en su ficha del 'Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz', se trata de una fortificación que presenta un recinto exterior de amurallamiento realizado en sillares almohadillados, en el que se observan algunos bastiones al norte y al oeste. En la cúspide del cerro está lo que los carteyanos popularmente conocen como la torre, y existe también un recinto interior de sillares almohadillados a soga y tizón, de 20 por 17 metros, y en todo el entorno aparecen abundantes fragmentos de cerámica ibérica y romana.
Más recientemente se ha documentado la presencia de otras estructuras emergentes en este emplazamiento que no son recogidas en la descripción de la primera publicación de este recinto, lo que, según la apreciación de Roldán, "muestra la complejidad de un hábitat que no es posible precisar si se corresponde con la fase de construcción del lienzo externo o del edificio superior", previsiblemente un complejo rural de época romana. Asimismo, en superficie se han localizado restos de material constructivo como algunas teselas muy irregulares, sobre todo de color blanco y negro, fragmentos de estuco, restos de opus caementicium, tegulae y algunas tejas medievales.
Las expectativas de los investigadores son altas de acuerdo a lo que se ha dejado ver hasta el momento: "Respecto a otros yacimientos de la misma época de la provincia, la muralla externa de El Higuerón es única por su monumentalidad", compara Roldán en conversación con El Día.
El catedrático de Arqueología de la Universidad de Granada, Andrés María Adroher (izquierda), indica por su parte que "la ventaja que vamos a obtener, a medida que avance la excavación, es que tendremos las ideas más claras con respecto a la propia naturaleza del yacimiento, la posibilidad de futuro del mismo con respecto a su valorización, y, además, entendemos que con el paso del tiempo irán apareciendo objetos que nos perfilarán mejor cuál es el sentido del yacimiento".
Los trabajos que ya se han están llevando a cabo consisten en excavar el posible acceso a la torre que se encuentra en el centro del yacimiento y uno de los lados del edificio. Además, se está procediendo a la limpieza de uno de los lienzos de muralla mejor conservados. Toda la actuación cuenta con la pertinente autorización por parte de la Delegación de Cultura y Patrimonio Histórico en Córdoba, ha destacado el Ayuntamiento.
“A pesar de la importancia que ha tenido para la investigación arqueológica, nunca se había planteado su puesta en valor, ya que únicamente se habían realizado algunos sondeos estratigráficos para conocer su cronología”, recuerda Roldán, quien aclara que no guarda relación con el monumental león íbero, símbolo de la localidad, aunque compartirían la misma época. Conservado en el Museo Arqueológico de Córdoba, una réplica preside la calle Mayor de Carteya.
León de Nueva Carteya (Córdoba). Es una escultura íbera encontrada a seis kilómetros de esta ciudad. Actualmente la pieza se expone en el Museo Arqueológico de Córdoba.
El monumental león íbero fue encontrado, junto con una cabeza y un torso de león, en agosto de 1920 cuando el contratista Juan López de Aguilera buscaba piedra para el firme de la carretera que estaba a punto de construirse, entre los municipios de Nueva Carteya y Montilla, la actual A-3130. La estatua se halló a unos seis kilómetros del núcleo urbano de Nueva Carteya, en un pequeño cerro denominado El Medio, a una profundidad de entre 40 centímetros y un metro. Su estado era bueno, aunque fragmentada, quizás destruida a propósito por los enemigos del personaje enterrado. Fue restaurada en 1943 por los técnicos del Museo, Fernando Santiago Caballero y Antonio Torralbo Montes, bajo la supervisión del director del Museo, Samuel de los Santos. Para afianzar la pieza se insertaron dos espigas de hierro, y la garra izquierda se reconstruyó imitando la derecha original, diferenciándose ambas fácilmente ya que fue realizada en yeso.
Fuente: eldiadecordoba.es | 8 de agosto de 2022
Guillermo Caso de los Cobos
Datan en el siglo VI a.C. el yacimiento íbero de El Higuerón en Nueva Carteya (Córdoba), más antiguo de lo que se pensaba
Excavaciones junto a la muralla íbera. / EL DÍA
La excavación de los basureros vertidos fuera de la muralla íbera en el yacimiento arqueológico de El Higuerón, en Nueva Carteya, ha aportado "una información muy valiosa" que permite al fin datar de manera concreta el asentamiento en el siglo VI antes de Cristo, un siglo anterior a lo que inicialmente se sospechaba, como ha informado el director de los trabajos y responsable del Museo Histórico Local, Andrés Roldán Díaz. Los arqueólogos continuarán en el terreno hasta el 15 de septiembre gracias a una colaboración de la Universidad de Granada y el Centro de Estudios de Arqueología Bastetana, con sede en Almedinilla.
Roldán ha informado de que, gracias a los materiales recuperados, se puede fechar la construcción de la muralla en el siglo VI antes de Cristo y saber que el lugar estuvo ocupado por los íberos hasta finales del siglo V o inicios del IV antes de Cristo. Posteriormente, el sitio fue ocupado por los romanos.
Los arqueólogos han podido alcanzar ya los cimientos de la muralla y han recuperado fragmentos de cerámica, fragmentos de huesos y semillas que se estudiarán en el laboratorio para conocer con certeza cómo era la alimentación en la época y restos de carbones. Precisamente, en los niveles más antiguos se han hallado cerámicas orientalizantes, mientras que en los últimos momentos de uso del basurero hay ánforas y cerámica ática. Esto ha permitido modificar "ligeramente" la cronología que se anticipó el pasado verano, en concreto, un siglo más atrás.
En cuanto al gran edificio romano que ocupa la cima del cerro, Roldán ha explicado que se está definiendo la distribución interna y ya se han excavado prácticamente en su totalidad dos de sus estancias. "Estamos definiendo la distribución interna, hemos retirado niveles superficiales y estamos viendo los muros que delimitan las habitaciones", explica Roldán (izquierda). Al final de las excavaciones, está previsto que queden al descubierto tres habitaciones.
Los arqueólogos, por último, trabajan en la zona de la entrada a dicho edificio, donde tras la retirada de los derrumbes de los muros que había al exterior de la fachada está quedando a la vista la "monumentalidad" de la misma.
El Higuerón es el yacimiento arqueológico mejor conocido en Nueva Carteya gracias a las excavaciones que se realizaron en los años 1966 y 1968, y pese a ello ahora es cuando se está conociendo en profundidad.
Según consta en su ficha del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, se trata de una fortificación que presenta un recinto exterior de amurallamiento realizado en sillares almohadillados, en el que se observan algunos bastiones al norte y al oeste. En la cúspide del cerro, lo que los carteyanos popularmente conocen como la torre, existe también un recinto interior de sillares almohadillados a soga y tizón, de 20 por 17 metros, y en todo el entorno aparecen abundantes fragmentos de cerámica ibérica y romana.
Más recientemente se ha documentado la presencia de otras estructuras emergentes en este emplazamiento que no son recogidas en la descripción de la primera publicación de este recinto, lo que, según la apreciación de Roldán, “muestra la complejidad de un hábitat”, previsiblemente un complejo rural de época romana.
Las expectativas de los investigadores son altas de acuerdo a lo que se ha podido comprobar hasta el momento: “Respecto a otros yacimientos de la misma época de la provincia, la muralla externa de El Higuerón es única por su monumentalidad”, compara Roldán.
Relieve fálico aparecido en el yacimiento El Higuerón de Nueva Carteya, en Córdoba (AYUNTAMIENTO DE NUEVA CARTEYA).
Las excavaciones desarrolladas el pasado verano dejaron al descubierto un relieve fálico en uno de los sillares que forman la esquina noreste de la torre romana. “Este tipo de representaciones eran frecuentes en la época a pesar de la visión que se pueda tener en la actualidad”, explicaron desde el museo. Los falos, de hecho, eran signos muy repetidos en la cultura clásica; incluso, se llevaban colgados en el cuello para evitar el mal de ojo. Y también representaban la suerte, el vigor... En la isla griega de Delos, incluso, se conserva una avenida con grandes esculturas de falos. El hallado falo de Nueva Carteya se cubrió con una mezcla de geotextil y tierra para garantizar su conservación in situ y evitar posibles expolios, y estos días se ha vuelto a descubrir.
12 Sep 2023