El ADN neandertal puede proporcionar pistas sobre los riesgos genéticos de los trastornos cerebrales y la adicción

Desde hace tiempo se sabe que los trastornos del cerebro humano, como las enfermedades neurológicas o psiquiátricas, son familiares, lo que sugiere cierta heredabilidad. En línea con esta hipótesis, se han identificado factores de riesgo genéticos para el desarrollo de estas enfermedades.

Sin embargo, las preguntas fundamentales sobre los impulsores evolutivos siguen siendo esquivas. En otras palabras, ¿por qué las variantes genéticas que aumentan el riesgo de enfermedad no se eliminan en el curso de la evolución?

Responder a estas preguntas ha sido notoriamente difícil. Sin embargo, los nuevos descubrimientos sobre eventos en lo profundo del pasado humano han brindado a los científicos nuevas herramientas para comenzar a desentrañar estos misterios: cuando los humanos modernos se mudaron fuera de África, hace más de 60.000 años, se encontraron y se mezclaron con otros humanos arcaicos como los neandertales.

Alrededor del 40% del genoma neandertal todavía se encuentra en los no africanos de hoy, y cada individuo todavía lleva alrededordel 2% del ADN neandertal. Algunas de las variantes genéticas arcaicas pueden haber conferido beneficios en algún momento de nuestro pasado evolutivo.

Hoy, los científicos pueden usar esta información para aprender más sobre el impacto de estas variantes genéticas en el comportamiento humano y el riesgo de desarrollar enfermedades.

Utilizando este enfoque, un nuevo estudio realizado por un equipo internacional dirigido por investigadores de la Universidad de Tartu, Charité Berlin y UMC Amsterdam, y publicado en la revista científica Translational Psychiatry, analizó las asociaciones del ADN neandertal con una amplia variedad de más de cien trastornos y rasgos cerebrales, como el sueño, el tabaquismo. o el consumo de alcohol en el biobanco británico con el objetivo de acotar la contribución específica del ADN neandertal a la variación de las características conductuales de las personas actuales.

Representación artística de distintas adicciones humanas.

El estudio encontró que, si bien el ADN neandertal muestra un número desproporcionado de asociaciones con diferentes rasgos asociados con enfermedades del sistema nervioso central, las enfermedades en sí mismas no mostraron un número significativo de asociaciones de ADN neandertal.

Entre los rasgos que más contribuyen al ADN neandertal se encuentran los hábitos de fumar, el consumo de alcohol y los hábitos de sueño. Utilizando datos de otras cohortes, como el Biobanco de Estonia, el Estudio de depresión y ansiedad de los Países Bajos, FinnGen, Biobank Japan y deCode, muchos de estos hallazgos podrían replicarse.

De particular interés fueron dos variantes neandertales independientes con alto riesgo de un estado positivo de tabaquismo que se encontraron en el biobanco británico y el biobanco japonés, respectivamente.

“Nuestros hallazgos sugieren que los neandertales tienen múltiples variantes que aumentan sustancialmente el riesgo de fumar en las personas de hoy en día. De otro lado, no está claro qué efectos fenotípicos tuvieron estas variantes en los neandertales".

"Sin embargo, estos resultados brindan candidatos interesantes para realizar más pruebas funcionales y potencialmente nos ayudarán a comprender mejor la biología específica de los neandertales en el futuro", dijo Michael Dannemann (izquierda), profesor asociado de genómica evolutiva en la Universidad de Tartu y autor principal de este estudio.

"Las asociaciones significativas del ADN neandertal con el alcohol y el tabaquismo podrían ayudarnos a desentrañar el origen evolutivo del comportamiento adictivo y de búsqueda de recompensas", agregó Stefan M. Gold (derecha), profesor de neuropsiquiatría en Charité, Berlín, quien codirigió este estudio.

“Es importante tener en cuenta que los problemas para dormir, el consumo de alcohol y nicotina se han identificado constantemente como factores de riesgo comunes para una variedad de trastornos neurológicos y psiquiátricos. Por otro lado, hay algunos hallazgos interesantes de la antropología que han sugerido algunos beneficios sociales de una mayor tolerancia a estas sustancias en los cazadores-recolectores".

"Por lo tanto, nuestros hallazgos respaldan la hipótesis de que no son las enfermedades cerebrales en sí mismas las que tienen explicaciones evolutivas, sino que la selección natural forma rasgos que nos hacen vulnerables a ellas en el contexto moderno".

“Los neandertales poblaron partes de Eurasia 100.000 años antes de que los humanos modernos salieran de África para poblar el resto del mundo. La alta frecuencia de algunas de las variantes asociadas con diferentes patrones de sueño podría sugerir que estos han sido ventajosos fuera de África, un entorno definido, por ejemplo, por diferentes niveles de estacionalidad y exposición a los rayos UV que el entorno que se encuentra en África, donde evolucionaron los humanos modernos", agregó Dannemann.

Fuente: cwv.com.ve | 7 de octubre de 2022

  • Jose MT

    No sé si malinterpreto lo que quieren decir, pero de ser cierta una de las hipótesis principales, podríamos esperar un menor riesgo de adicción y tal vez, de otros factores de riesgo para la salud mental (excluyendo transtornos de sueño) en el África subsahariana, donde es muy menor el aporte neandertal.

  • Guillermo Caso de los Cobos

    Ciertamente, José, cabría concluir que el resultado ofrecido en este estudio tendría un nulo efecto perjudicial en poblaciones subsaharianas, dado que no llegaron a hibridar con los neandertales. Ahora bien, por la misma razón, no tendrían tampoco algunas las ventajas genéticas que heredaron las poblaciones de Homo sapiens euroasiáticas en su cruce con los neandertales (la herencia genética neandertal no proporciona toda ella efectos negativos).

    Un saludo