Datan en la cueva de Altxerri (Guipúzcoa) pinturas rupestres entre las más antiguas de Europa: 39.000 años

Foto: Se observa una larga línea que parece dibujar el dorso de un bisonte dirigido hacia la izquierda. Mide tres metros, por lo que constituye, con mucho, la figura más grande de la cueva.

Fuente: El Mundo.es | 17 de septiembre de 2013

La cueva guipuzcoana de Altxerri alberga en sus paredes algunas de las pinturas rupestres más antiguas datadas hasta ahora, con una edad estimada de 39.000 años, según una investigación realizada por científicos de las universidades de Cantabria, Burgos y Toulouse (Francia).

 

El hallazgo demuestra que estas pinturas se encuentran entre las más antiguas del mundo, junto con las de la cueva cántabra de El Castillo, donde se han encontrado huellas de manos y discos rojos de al menos 40.800 años, según las últimas dataciones publicadas el año pasado en la revista 'Science'; las de Altamira, de hace 35.600 años; y las de la cueva Tito Bustillo, donde se han hallado dos figuras humanas sencillas de entre 35.000 y 29.600 años.

 

El Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria explica, en una nota, que las conclusiones de esta investigación realizada en una galería conocida como Altxerri B, han sido publicados por la revista 'Journal of Human Evolution', una de las más importantes en el campo de la Antropología y la Arqueología Prehistórica internacional.

 

Pigmentos inorgánicos

La investigación se remonta al año 2011, cuando los miembros de la Universidad de Cantabria, César González y Aitor Ruiz decidieron realizar un nuevo estudio del conjunto rupestre de Altxerri, en el que, además de la gruta original, incluyeron la galería superior conocida como Altxerri B, donde se encuentran las pinturas datadas ahora.

 

Aitor Ruiz, que llevaba a cabo su tesis doctoral sobre este tema, recuerda que "desde el principio resultó evidente que se trataba de un conjunto independiente" de las pinturas de la galería inferior, por lo que uno de sus primeros objetivos fue establecer una cronología para Altxerri B.

 

Con este objetivo, se integraron en el equipo investigador al especialista en Arte del Paleolítico Superior Inicial, Diego Garate, de la Universidad de Toulouse, y al experto en Geoarqueología de la Universidad de Burgos, Eneko Iriarte. Ante la imposibilidad de fechar directamente las pinturas, ya que están realizadas con pigmentos inorgánicos, los arqueólogos recurrieron a otras técnicas mediante unas dataciones de huesos depositados al pie de las pinturas que luego vincularon con análisis de otras muestras del contexto.

 Foto: Ésta es una cabeza y arranque de línea dorsal de un ciervo. Está pintado y lleva algo de grabado en la cabeza. La determinación se basa en el hocico apuntado y en la forma de la cornamenta. La parte representada mide 50 cm de longitud, por lo que constituye una de las figuras realizadas a mayor escala en toda la cueva.


Foto: En una ornacina de concreción calcárea blanca, en cuyo borde cuelgan algunas estalactitas, hay un caballo pintado que mide 42 cm. No lleva grabado alguno. La coloración blanca de la concreción pudo hacer innecesario el "blanqueamiento" de la roca, producido en otras zonas por el rayado.

Estudio geológico

Financiados por la Sociedad de Ciencias Aranzadi de San Sebastián, han arrojado un estimación próxima a los 39.000 años de antigüedad. Para contrastar si esas fechas podían ser asimiladas a la época de realización de las pinturas, se recurrió a otro tipo de evidencias como la similitud formal con pinturas de distintas cuevas de cronologías similares.

 

Al mismo tiempo, se efectuó un estudio geológico que determinó la independencia de los yacimientos de la gruta de Altxerri y de la galería denominada Altxerri B, cuyo acceso había quedado sellado hacías miles de años, "lo que avala la antigüedad de las pinturas" ahora datadas.

 

El conjunto rupestre de Altxerri, ubicado en Aia (Guipúzcoa), fue descubierto en 1962 e inmediatamente estudiado por el investigador Joxe Miguel de Barandiarán, aunque posteriormente fue vuelto a analizar por los arqueólogos Jesús Altuna y J.M. Apellániz, quienes publicaron una nueva monografía en 1976.

 

Destaca en la cavidad un importante conjunto de pinturas del período Magdaleniense reciente (entre 14.500 y 11.700 años de antigüedad), que incluye 68 bisontes, 7 renos, 6 cabras, 5 caballos y 4 peces, además de un ciervo, un oso, una serpiente y otras muchas unidades de distintas especies animales. Todo ello le hizo merecedor de su inclusión, junto a otros conjuntos rupestres paleolíticos cantábricos, en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco en 2008.

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Aunque la miembro de Terrae Antiqvae, Devana, ha publicado sucintamente la noticia en el grupo de Prehistoria, dada la importancia de la misma, procedo a poner un post al respecto en la página principal con más detalle.

  • Guillermo Caso de los Cobos

    Dudas sobre las pinturas de Altxerri

    Fuente: noticiasdealava.com | Juan G. Andrés| 18 de septiembre de 2013

    Investigadores de las universidades de Cantabria, Toulouse y Burgos dicen haber datado en la cueva guipuzcoana de Altxerri, ubicada en Aia, las pinturas rupestres más antiguas de Europa, con una supuesta edad de 39.000 años. Así lo comunicó ayer, en una nota de prensa, el Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria, perteneciente a la universidad. Las pinturas analizadas por el estudio, publicado en la prestigiosa revista Journal of Human Evolution, son las ubicadas en la galería superior de la gruta, en un espacio conocido como Altxerri B.

    Este diario se puso ayer en contacto con la Diputación de Guipúzcoa y la Sociedad de Ciencias Aranzadi para contrastar la importancia del hallazgo pero de momento, ambas instituciones rehusaron valorarlo. La diputada foral de Cultura, Ikerne Badiola, podría hacer alguna aclaración al respecto en una comparecencia que tendrá lugar este mismo mediodía.

    ANÁLISIS DE HUESOS 

    Al parecer, el silencio que guardan las instancias guipuzcoanas estaría relacionado con las diferencias de criterio en torno a la metodología empleada en el estudio, iniciado en el año 2011 cuando los investigadores de la Universidad cántabra, César González y Aitor Ruiz, decidieron realizar un nuevo análisis del conjunto rupestre de Altxerri con motivo de la tesis doctoral de Ruiz. Entonces incluyeron también el estudio de la galería superior (Altxerri B) y según apuntó Ruiz, "desde el principio resultó evidente que se trataba de un conjunto independiente del de la galería inferior". Así, uno de los primeros objetivos fue establecer una cronología de Altxerri B.

    A tal efecto se integró en el equipo a otros dos expertos, Diego Garate (Université de Toulouse II Le Mirail), especialista en arte del Paleolítico superior inicial, y Eneko Iriarte (Universidad de Burgos), especialista en Geoarqueología. Los cuatro investigadores firman el artículo publicado en Journal of Human Evolution bajo el título Not only Chauvet: Dating Aurignacian rock art in Altxerri B Cave (northern Spain).

    Ante la imposibilidad de datar directamente las pinturas por estar realizadas con pigmentos inorgánicos, se recurrió a otra serie de análisis. Por un lado, existían unas dataciones de huesos depositados al pie de las pinturas a las que se sumaron los exámenes de otras muestras del contexto, financiados por la Sociedad de Ciencias Aranzadi.

    Para contrastar si esas fechas podían ser asimiladas a la realización de las pinturas, se recurrió a otro tipo de evidencias: por una parte, su similitud formal (analogía estilística) con otras pinturas de cuevas que están datadas en cronologías similares; y, por otra, se realizó un estudio geológico que determinó la independencia entre los yacimientos de Altxerri y Altxerri B, ya que el acceso a este último había sido sellado hace miles de años, lo cual avalaría la antigüedad de las pinturas.

    DIFERENCIAS 

    Según pudo saber el GRUPO NOTICIAS de distintas fuentes expertas del territorio, la diferencia de criterio entre unos arqueólogos y otros estribaría en la metodología de datación. Quienes no comparten los criterios del estudio advierten de que lo que realmente se han datado son los huesos carbonizados encontrados bajo las pinturas y que al parecer son restos de animales. Mientras los investigadores del estudio sostienen que las pinturas tendrían la misma antigüedad que los huesos, otros replican que los carbones podrían ser incluso más antiguos que las pinturas.

    Según recordó ayer la universidad cántabra, el conjunto rupestre de Altxerri fue descubierto en 1962 e inmediatamente estudiado por Joxe Miguel de Barandiarán. Posteriormente, fue investigado de nuevo por Jesús Altuna y J. M. Apellániz, quienes publicaron una nueva monografía en 1976. En la cavidad destaca un importante conjunto de pinturas del periodo Magdaleniense reciente (entre 14.500 y 11.700 años Antes del Presente), por lo cual Altxerri fue incluido junto a otros conjuntos rupestres paleolíticos cantábricos en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2008. Desde 1966 existían, además, referencias a una galería superior con pinturas rojas pero nunca hasta la fecha habían sido estudiadas en profundidad.