Juan Rosco Madruga descubre en Los Barruecos un posible observatorio solar de hace 4.500 años

«La primera vez que vi la roca, me llamó la atención que tiene un agujero natural por el que pasa la luz del sol. Luego me fijé que en el interior de la roca, ahuecada por la erosión, hay unos grabados y comencé a pensar si en determinadas épocas del año la luz llegaría a los grabados. El haz de luz llegaba a ellos alrededor de las dos de la tarde y después de dos años y medio de observación, de irme a Los Barruecos a la hora de comer armado de tortilla, he comprobado que la luz solo alumbra un grabado totalmente en los equinoccios. Es decir, los dos días del año en los que el día tiene igual número de horas que la noche: el 21 de marzo y el 22 de septiembre».

 

Fuente: Sergio Lorenzo, Malpartida de Cáceres | Hoy.es, 6 de mayo de 2012

 

Foto: Juan Rosco señala el haz de luz; arriba, el orificio natural. © Armando.

 

De esta forma tan didáctica y sencilla Juan Rosco Madruga (Montánchez, 1950) cuenta a HOY la forma en la que ha descubierto en Los Barruecos un observatorio astronómico de la Edad del Cobre, del calcolítico (de mediados del tercer milenio antes de Cristo). Maestro, licenciado en Geografía e Historia, Juan Rosco ha dirigido excavaciones arqueológicas y fue uno de los primeros en darse cuenta de que unas ruinas que estaban a 5 kilómetros de Alcuéscar, usadas para guardar vacas, eran los restos de una imponente iglesia visigoda del siglo VII, que una vez rehabilitada en los años ochenta se ha convertido en uno de los monumentos más destacados de la Península de la época visigoda: la iglesia de Santa María del Trampal. Rosco es disléxico, tiene una gran facilidad para ver y pensar con rapidez en imágenes, lo que le ha ayudado a convertirse en uno de los más importantes poetas visuales de España. Su dislexia seguramente tiene mucho que ver con la facilidad con la que vio en su mente este nuevo descubrimiento en Los Barruecos, uno de los más extraños parajes que hay en Europa. Se encuentra en el término municipal de Malpartida de Cáceres, a solamente unos 15 kilómetros de la ciudad de Cáceres.

 

Foto: La roca de la izquierda es la que tiene el orificio por el que pasa la luz e ilumina el petroglifo. © Armando.

 

El lugar en el que se ubica la roca con el agujero natural por el que se cuela la luz está cerca de la 'Peña del Tesoro' en donde, según explica María del Carmen Díez González en su libro 'Arte y desarrollo urbano de Malpartida de Cáceres', hay numerosos motivos pictóricos y grabados, «que tienen la peculiaridad de ser los únicos en la Península - junto con los de la zona de Trujillo - que aparecen en rocas duras de tipo silíceo». Entre esos grabados se encuentra el que es iluminado por el haz de luz, que, según los especialistas, es un ídolo de tipo antropomorfo. Rosco comenta que es un antropomorfo en forma de 'Y' invertida, con sexo, al que le faltan los brazos. Al lado de la 'cabeza' de esta figura hay una cazoleta (pequeño hueco artificial) que podría representar un disco solar, como los que figuraban en las representaciones de los dioses egipcios.

 

Hay expertos que indican que los grabados que hay en Los Barruecos son del calcolítico; es decir, de la Edad del Cobre; y que se constata la presencia de cazoletas ya en el cuarto milenio. Muy cerca de la roca empleada como medidor de equinoccios hay varias tumbas con forma humana excavadas en la roca. Juan Rosco comenta que lo que él ha descubierto puede ser la punta de un iceberg, ya que junto al petroglifo que se alumbra en los equinoccios hay otras dos figuras. Estos grabados están en una especie de túnel en donde llama la atención que hay más cazoletas, tres de ellas en curiosa línea recta.

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La gran roca horadada, que desde un punto de vista determinado parece la figura de un perro de espaldas, está junto a otra roca con forma de seta y una tercera con apariencia de pecho de mujer. Frente a estas tres rocas hay una gran mole de granito, que es una plataforma ideal para contemplar el cielo a la que solo se puede subir por un lado gracias a varios peldaños tallados en la piedra.
Juan Rosco no duda de que si se hicieran excavaciones en esta zona, habría otros hallazgos importantes. Una vez que ha dado a conocer este descubrimiento, comenta que ahora le corresponde a las distintas administraciones su puesta en valor, «deben implicarse todas, desde la local a la autonómica y nacional, e incluso a las supranacionales como la Unesco, para que el hallazgo sea protegido y las generaciones venideras disfruten de la contemplación del fenómeno».
También piensa que en el cercano centro de interpretación de los Barruecos se debería recrear el recorrido de la luz en el grabado, que no duda que hará que aumenten las visitas a este paraje declarado monumento natural en 1996.

 

CLAVES

¿Dónde está?

Cerca de la 'Peña del tesoro'. El coche se deja en el aparcamiento siguiente a la entrada del Museo Vostell y el Centro de Interpretación. Desde el aparcamiento se llega a la roca horadada en menos de 10 minutos.
¿Qué sucede?

Los rayos del sol pasan por un agujero natural de una roca, y a determinadas horas ilumina un grabado antropomorfo ubicado en el interior de la roca al encontrarse ahuecada por efecto de la erosión.
¿Cuándo ocurre el fenómeno?

Casi todos los días, pero la luz recorre solo totalmente el petroglifo el 21 de marzo y el 22 de septiembre.
¿Cuánto tarda?

Es llamativo porque tarda poco más de media hora: 32 minutos.

  • Viriato

    Por supuesto Servan, claro que ha variado, pero no lo suficiente como para echar por tierra esa teoría ya que, dependiendo de la inclinación del hueco solar, la variación sería de minutos.  Es un tema complejo y lo que está claro es que siempre nos faltan palos de la baraja para acercarnos más al significado de los grabados antiguos... quien pudiera tener suficientes conocimientos como filólogo, arqueólogo, astrónomo, historiador, genetista, biólogo... (y me dejaré alguno). Este tipo de asociaciones arqueoastronómicas me han traido de cabeza durante mucho tiempo. En el caso del posicionamiento de otros astros (la luna, otros planetas, estrellas...), si que te diría que 4500 años son suficientes como para rebatir dicho argumento sobre el cual, si discrepo, con todos mis respetos, no es por ese argumento, sino por el simple factor de la casualidad, cuando no, de la resistencia a abonar la teoría de un antepasado sin otra ocupación que la de cronometrista.

  • Viriato

    Es verdad como dices que parece que el autor la revela a voleo pero supongo y deseo que esa hipótesis esté plasmada en algún soporte con datos verificables. Yo particularmente me quedo con las ganas de ver el vídeo del petroglifo iluminado en el equinoccio. No obstante Servan, para que veas la banal variación del sol en este caso concreto (todo dependiendo de, como dije, la variable de la abertura de la roca y su orientación) adjunto la posición del sol referenciado con la cuadrícula azimutal y la ecuatorial, con las coordenadas exactas del lugar y una diferencia de 4500 años:

     

    Como se puede apreciar, repito, sin tener en cuenta, la orientación y diámetro de la oquedad que atraviesa la luz solar, podríamos estar hablando tanto de que el sol iluminaba el petroglifo una hora más tarde como que en el equinoccio no ocurrió tal cosa, por lo tanto dejando abierta esa posibilidad sin conocer más datos. Por eso yo puse más énfasis en las otras variables. Creo que habría que dar más valor en sí al actor que a los focos del proscenio. Saludos.

  • Viriato

    Adjunto con otro formato para ver si se aprecia:

     

    Según esto, como podrás apreciar, aproximadamente estariamos hablando que en 4500 años ha habido una variación en el ángulo horario de 2 min, y de +7º DE. La variación azimutal habría sido de tan solo 3º y en altitud de 8º como bien dices.

  • Viriato

    Como te dije y pienso, existe esa posibilidad, pero también que realmente fuera alcanzado por los rayos solares aunque por un espacio de tiempo inferior a media hora, todo dependiendo de la abertura de la roca y el plano que forme. Ten en cuenta que en media hora el sol ha recorrido un tramo no despreciable para iluminar un grabado de tamaño medio, por lo que intuyo que el diámetro (si es que es más o menos redonda) de la oquedad es considerable.

  • Jabo

    Hola a Servan y Viriato,

    No tengo ni idea de este tema. De todas formas me ha chocado muchísimo la noticia y los comentarios posteriores. La noticia afirma que "El haz de luz llegaba a ellos alrededor de las dos de la tarde y después de dos años y medio de observación, de irme a Los Barruecos a la hora de comer armado de tortilla,...". ¿No es más fácil medir los rangos de zenit y azimut por los que entraría el sol a la cueva, o los que harían que se iluminase la figura (por ejemplo con un foco orientable, un sextante y un clinómetro) y posteriormente, calcular que días y que horas se iluminarían en cualquier época? Cuando se hacen mapas de radiación y se tiene que tener en cuenta el autoocultamiento y el ocultamiento topográfico se opera de una manera análoga.

    Yo creo que esto se resuelve en pocos días en vez de en dos años y medio, eso si... de forma menos romántica. Estoy seguro que me confundo y se me escapa algo. Quizás vosotros podríais ver cual es mi error de planteamiento.

    Gracias, un saludo, Jabo.

  • Viriato

    Completamente de acuerdo Servan.

    Jabo, creo que estas en lo cierto en lo relativo al aspecto ensoñador de disfrutar de la tortilla en los berrocales. A eso habrá que añadir algo de lo que todos adolecemos y es la falta de conocimientos en alguna (o en muchas, como es mi caso, disciplina). En lo relativo al clinómetro y el sextante, aún pudiéndolos fabricar de forma casera, el problema, bajo mi modesta opinión y sin conocer el enclave, es la falta de perspectiva desde el interior de la "cueva". Intuyo que no se divisa el horizonte.

  • Jabo

    Gracias a los dos por contestar, un saludo, Jabo