Foto: Ánforas sumergidas encontradas en Denia.
Vía:
EL PAIS | Arturo Ruiz | 25 de junio de 2010
Salazones de hace 2.000 años
Un buzo halla la carga sumergida de una nave romana que certifica el flujo comercial con el sur de Hispania y Lusitania
Debió ser un naufragio dramático. Hace aproximadamente dos milenios, una nave repleta de ánforas con salsa de pescado procedente de fábricas de salazones béticas se hundió frente a las costas de Dianium, la antigua
Dénia romana. Tanto tiempo después, el mar ha devuelto de forma fortuita el testimonio de aquel desastre marítimo: el buzo profesional Jean Castera descubrió hace unos días a muy escasa distancia del puerto actual la carga de aquella embarcación.
La magnitud del hallazgo permite aseverar a los expertos que aquel naufragio comportó graves pérdidas tanto en vidas humanas como en perjuicios económicos debido al gran número de ánforas localizadas. Tiene, además, una notable relevancia histórica: permite certificar la importancia del tráfico marítimo comercial que
Dianium mantuvo entre los siglos II y VI -en plena época imperial- con los puertos de la Hispania Bética y la Lusitania.
En este sentido, y según el estudio emprendido por el arqueólogo municipal de Dénia,
Josep Antoni Gisbert, el tipo de ánforas, denominado
Almagro 51c, es similar al que utilizaba la factoría de salazón de San Nicolás de Algeciras para almacenar la salsa de pescado y del que se han encontrado ya otros ejemplos en Dénia. No obstante, también podía proceder del sur de Andalucía (junto a las actuales provincias de Málaga o Granada) o de la desembocadura del Tajo en Lisboa, demostrando así que la capital de La Marina Alta mantuvo lazos permanentes con el entonces lejano Occidente hispánico en el largo periodo comprendido entre la Pax Romana y la desaparición del Imperio.
La pericia de Castera permitió que este cúmulo de revelaciones históricas no se perpetuaran durante más tiempo en el olvido: el buzo que protagonizó el hallazgo remitió un vídeo de los fragmentos de ánforas al Museo Arqueológico de Dénia, que inmediatamente solicitó ayuda al Centro de Arqueología Subacuático de la Generalitat. Ambas instituciones organizaron el pasado 1 de junio una inmersión en la zona que permitió la extracción de 15 piezas de ánfora, que ahora podrán reconstruirse. También se detectó la existencia de cantos rodados y bloques de piedra pertenecientes al lastre que transportaba la nave.
El hallazgo ratifica, además, la gran importancia de los vestigios arqueológicos de diferentes épocas ubicados en el entorno de Dénia. Solo durante este año se ha localizado también un lingote de plomo del siglo I a.C. (véase más abajo) procedente de la explotación de minas de
Carthago Nova, con la que
Dianium también mantuvo una relación comercial, así como parte de un bergantín / goleta francés embarrancado en el año 1899.
No obstante, esta riqueza histórica abre y pone sobre la mesa una problemática contemporánea: algunos de los restos, como el de las ánforas halladas ahora, se encuentran en la zona afectada por la anunciada ampliación del puerto de Dénia, que de este modo no podrá llevarse a cabo hasta que no se realicen las
"necesarias y costosísimas intervenciones arqueológicas vitales para el conocimiento de la historia de Dénia" según advirtió claramente Josep Antoni Gisbert.
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Foto: Carlos Dosantos, Agustín Bódalo y David Hermida, con el lingote romano encontrado en la costa de Dénia. :: LP
Vía:
lasprovincias.es | Lucía Ronda | 19 de junio de 2010
Unos buceadores hallan en Dénia un lingote de la época romana republicana
El área de arqueología constata que su origen es Carthago Nova, lo que ayudará a estudiar la línea comercial entre ambos puertos
Los mismos temporales que destrozan las playas arrastran tesoros. Y esto es lo que ha ocurrido en Dénia, donde unos buceadores encontraron hace unos días gracias al azar un vestigio que el servicio de Arqueología Municipal califica de
«excepcional».
Sobre el lecho marino del delta fluvial del río Girona, a cuatro metros de profundidad y sin contexto arqueológico, lo que hace pensar que ha sido recientemente arrastrado por las corrientes, se descubrió un lingote de plomo de más de 30 kilos de peso y en perfecto estado de conservación.
Carlos Dosantos López, Agustín Bódalo Rey y
David Hermida Rodrigo, fueron rápidos en dar parte al Museo Arqueológico. La explicación de los rasgos de la pieza hizo que los técnicos se desplazaran de inmediato al lugar en una embarcación y procedieran a la documentación y localización exacta de la misma. Y es que, según explico el arqueólogo,
Josep Antoni Gisbert,
«se trata de una pieza de gran valor para la investigación y requería una intervención inmediata para evitar el expolio».
Gisbert añadió que se ha solicitado ayuda técnica al Centro de Arqueología Subacuática de la Generalitat para, con carácter de urgencia, realizar conjuntamente una prospección en el área del hallazgo,
«ante el eventual depósito de alguna otra pieza similar».
El lingote hallado tiene una de las formas características de las massae plumbeae hispánicas y cuadra con el tipo que se usaba en época romana republicana. Además, presenta letras serigrafiadas en ambas caras: las palabras
Societate y
T. Lucretisil hacen pensar que está vinculado con una sociedad que explotaba las minas de galena y con un personaje
T(itus) Lucretius.
Foto: La inscripción que tiene el lingote de plomo encontrado. :: LP
Según apuntan desde el área de arqueología, está muy bien documentado que existieron personajes de la gens
Lucretia, de origen itálico, oriundos de Campania o el Lacio, y vinculados desde inicios del siglo II a. C. o antes, a la extracción y comercio del plomo.
Por ello, Gisbert apunta que el estudio detallado del lingote de Dénia
«ayudará a precisar más la datación de las varias generaciones de la gens Lucretia, que contaron con sociedades privadas para la extracción de plomo y comerciaron con el mismo».
Según se aclara desde el Museo, este es el segundo lingote que se halla en Dénia, ambos parecen procedentes de las minas de
Carthago Nova, lo que
«abre nuevas y sugerentes líneas de investigación entre dos puertos importantes de la antigüedad clásica: el de Dianium y el de Carthago Nova», el de Dénia y el de Cartagena.
«Dos puertos a los que la arqueología nos ofrece novedosas evidencias de contactos y relaciones comerciales y marítimas en época romana tras atestiguarse en Cartagena la existencia de ánforas de vino procedentes de Dianium», añade Gisbert.
El técnico, no obstante, pide cautela sobre el significado de un lingote plúmbeo aislado y perdido en la costa. «Su testimonio no es necesariamente la evidencia del naufragio de una nave con carga de lingotes de metal y con un destino septentrional a ambos puertos».